Este libro se imprimió como autoedición por primera vez en abril de 2015, habiéndose vendido un total de 900 ejemplares hasta la fecha, con una distribución puntual en solo siete librerías de toda España. Y ahora, en esta primera edición en arrebato y con una tirada inicial de 700 ejemplares, le daremos una difusión y distribución a nivel nacional. Vamos a follar hasta que nos enamoremos es un ejercicio de romanticismo sucio en pequeños actos es un grito contra el artificio, contra lo superfluo, contra ese barniz con el que tanto nos empeñamos en cubrirnos para seducir al amante de turno, limpiamente, sin dejar huella. Pero también es un manual para no claudicar; para no dejarse arrastrar por el delirante ciclón fast food que la propia sociedad impone barriendo todo resquicio de enigma, de singularidad, de magia que nos impulse a relacionarnos, pensarnos e imaginarios fuera de los dictados pornográficos del capital. Con todo, una brecha de esperanza articula este pequeño libro, más pensado para ser mordido que para ser leído, en ser pensado pero también en ser sentido. Los textos de Ana Elena Pena confirman que el sexo es esa dulce enfermedad de la que no dejamos de enorgullecernos día tras día hasta el hastío.
Ana Elena Pena nació en Murcia pero reside en Valencia, donde se licenció en Bellas Artes. Es pintora e ilustradora en la línea del surrealismo pop.
Desde hace unos años se dedica a escribir relatos cortos y poesía (publicó su primer libro en el 2010-”Hago pompas con saliva”, editorial Melusina ) Sus primeros trabajos fueron tres libros de textos breves y poemas: “Antídotos contra la belleza”, “Sangre en las rodillas” y el cuento de “La ciudad de las niñas perdidas” a la venta online en esta web, en Gnomo.es y en algunas tiendas de Valencia y Madrid. Más tarde, entre 2014 y 2015 publica “Cicatrices”, sobre trastornos alimentarios ya ansiedad, y “Vamos a follar hasta que nos enamoremos”.
Esporádicamente se dedica al cabaret junto a artistas como Gilbertástico, que le acompaña al piano, o Jordi Devólver a la guitarra. Su Cabaret Histérico tiene varios formatos. En combinación con los “Conciertos para tarados” forman una serie de espectáculos musicales cómicos para espacios pequeños, plagados de canciones intimistas, confesiones improvisadas y desvaríos en clave de humor sobre el desamor, el desengaño, las psicopatías sexuales y otros males de hoy en día. Entre lo erótico y lo siniestro, lo sórdido y lo sublime, lo humorístico y lo trágico, Ana Elena se perfila como una anti-heroína , con el pelo cada vez más corto, la falda cada vez más larga y la lengua cada vez más libre.
Un libro que mezcla poemas, la mayoría, sino todos, en verso libro, y pequeños textos de prosa cercanos a los microrelatos o sencillamente "capturas" de un momento puntual. En términos generales los poemas me han gustado más que la prosa, aunque la obra es bastante irregular... Ya sabéis, poemas de esos que te llegan hasta el fondo (y por los que ya merece la pena leer este libro) y otros con los que te quedas igual que estabas previo a su lectura. No obstante, al leer este libro he tenido una sensación de empatía y de encontrarme ante una autora honesta que pone más peso en la emoción, en lo que quiere transmitir, que en cómo lo transmite; me ha encantado esa honestidad y la sensación de que mucho de lo expresado responde a vivencias que, en algunos casos, yo comparto. Después de todo, enamorarse, sentirse querido o herido, que te correspondan, que no... Son momentos y emociones universales por las que casi todos hemos transitado alguna vez.
As cliché as the title may sound, Pena's poetry hits you hard with illusions, throwbacks, disappointment; in the end, the deepest and nihilists fantasies. She succeeds in distorting your perspective of love into a bitter-sweet, yet pleasant reality.
Muy recomendable la poesía de Ana Elena Pena. Una expresión original y valiente del dolor y del deseo en femenino y sin tapujos, pero con calidad y arte.
Es el primer libro que he leído de ella, y si tuviera que definir su prosa en una sola palabra, sería “directa”. Tiene una forma de escribir muy suya, súper al grano, no se anda con medias tintas ni tambaleos… da en el clavo y lo hace con fuerzas y sin remordimientos.
Segundo libro de Ana Elena Pena que me leo y me ha encantado su prosa / poesía sincera, que no maquilla, que habla directamente al lector, que se muestra vulnerable y fuerte, y que destroza las relaciones para declararse acto seguido en profundamente adicta. Así de contraria y humana se expresa. Un placer leerla
muchos de los poemas son más bien románticos y aquellos que tienen cierta crudeza, va ligada más a una especie de resentimiento que al sexo en sí... Me esperaba otra cosa.
Necesario porque duele perderse en ese maremágnum que son las relaciones que ni medio dominamos por mucho que mintamos sobre ello. Y necesaria porque siempre ha dominado una voz, la masculina, que todo lo ha distorsionado y todo lo ha enmerdado.