Esta novela, que con los años se ha ido convirtiendo en un clásico de la literatura colombiana, es la primera de la llamada Trilogía del 9 de abril, en la que Miguel Torres logra desentrañar al enigmático personaje que es Juan Roa Sierra, el presunto asesino de Jorge Eliécer Gaitán. A los 26 años vive con su madre en un barrio popular de Bogotá e intenta sobreponerse a una sucesión de ciclos depresivos, a la falta de empleo y al abandono de su esposa, la madre de su única hija. Corroído por estos fracasos, consulta a Johan Umland Gert, un astrólogo alemán que se convierte en su guía espiritual y le aconseja pedirle ayuda a Gaitán para conseguir trabajo. Pero el caudillo lo ignora, y esto desata el odio y el rencor de Roa Sierra. Tanto el trasfondo social como la oscura existencia de Roa Sierra son narrados con base en una documentada investigación de la época y de los personajes, pero con una riqueza imaginativa plena de equilibrio y de hallazgos posibles. Esta magistral novela es, ante todo, el relato literario de la vida y la muerte de un pobre diablo incapaz de encontrar una salida en un país a punto de incendiarse. Una obra intensa y compleja que permite al lector un encuentro íntimo con el personaje, y adentrarse así en el que ha sido llamado "el crimen del siglo" desde el abismo inquietante del hipotético victimario.
El asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y el Bogotazo son tal vez dos de los hechos históricos más conocidos por los colombianos, así que escribir una novela sobre ellos es todo un reto que Miguel Torres aborda de una manera diferente: contándolos desde el punto de vista de Juan Roa Sierra, ¿el asesino?.
La narración inicia un año antes de ese famoso 9 de abril de 1948, mostrando a un Juan Roa Sierra poco afortunado buscando consejo y dinero en el consultorio del astrólogo Johan Umland, quien contra todo pronóstico fue uno de sus pocos amigos. A partir de este encuentro el autor reconstruye la vida de Roa durante ese último año, introduciendo a su familia, a sus pocos amigos y, sobre todo, a los extraños contactos que hizo en este periodo, en su mayoría personas movidas por fuerzas oscuras que nunca terminan de aclararse y que de una u otra forma llevan a Roa hasta su destino.
No sé qué tanto de esta novela sea imaginación y qué tanto sea real, pero si un 60% de los encuentros de Roa sucedieron como se describen, esta historia demuestra que para algunos las casualidades son más que pequeñas coincidencias y que al final pueden terminar decidiendo la vida entera.
El crimen del siglo es una gran obra, escrita con una sencillez capaz de generar empatía con el asesino y cuestionamientos hacia la sociedad en la que tuvimos la suerte (o la desgracia) de nacer.
Todo el mundo sabe lo que pasó el 9 de abril de 1948. Pero poco se sabe del hombre detrás de uno de os magnicidios más famosos de nuestra historia.
El crimen del siglo, recorre los últimos meses de vida de Juan Roa Sierra, asesino de Gaitán y lo que lo llevó a cometer este crimen.
Bien escrito y entretenido. Da cierta luz a los motivos de Roa para cometer el crimen y deja entrever los autores intelectuales detrás de este hecho que cambio la historia de Colombia.
En este mundo hay de todo, gente buena y mala, avispados y pendejos, honestos e hipócritas... Y la lista sigue. No pensé que aún alguien como Juan Roa Sierra, que si bien uno sabe de pasada que fue la mano ejecutora de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, se ganó la simpatía y hasta la compasión en cierto punto de esta historia.
Obviamente no todo lo que se narra aquí es algo verídico, aunque le valgo que Miguel Torres hizo un gran trabajo de investigación, que parece que le llevó años, a la hora de narrar la historia de un don nadie y hacer que hasta se sienta simpatía por él. Roa Sierra es justamente de esa gente que bien demalas, lo cogen mal parqueado y le pasa lo que le pasa, algo que a muchas personas le ha pasado o ha sido testigo de cosas que no se borran tan fácil, siendo alguien de buenas por ser testigo, pero Roa Sierra no solo fue testigo sino un desdichado que terminó siendo un chivo expiatorio, movido por esa clase de personas, que cómo en casi toda la historia de este país del sagrado corazón, siempre se aprovechan de los más débiles y desgraciados.
Miguel Torres logra llevarte a esa Bogotá de finales de los años 40 y hasta te dan ganas de quedarte ahí, en uno de esos cafecitos de la Séptima tomando tinto o una cervecita mientras la rocola suena un tango bien arrabalero. Seguiré con la continuación prontamente, porque está inicial, sí que me gustó, a pesar de las desventuras de este Juan Roa Sierra.
Hace rato tenía este libro en la mira y finalmente se me hizo terminarlo.
Todo colombiano ha escuchado de este acontecimiento y de su peso histórico, su eco sigue retumbando incluso 77 años después. El nombre del perpetrador resuena casi en la misma medida con la que lo hace el del caudillo. Juan Roa Sierra, pero , ¿quién era realmente este hombre ?
Esta es la primera parte de la trilogía del 9 de abril y el autor hace una investigación profunda para traer esta novela.
Acompañamos a Juan en su vida diaria, la de cualquier rolo de la época, en una casona antigua llena de inquilinos en pleno desmoronamiento de su vida conyugal y en su infructuosa búsqueda de un trabajo que le dé lo básico para subsistir. Tránsito,os juntos a él la serie de acontecimientos y “coincidencias” que fueron llevando sus pasos a su conocido final.
En el camino nos transportamos a una Bogotá de finales de los 40, el estilo narrativo de este autor casi te lleva a sentarte con sus personajes en esos cafés del centro de la ciudad a echar tinto. Es mi ciudad y cada que me describían un escenario podía caminar mentalmente por sus calles acompañando a los personajes.
La jerga que uso para los diálogos y la descripción de casa ambiente sin duda fue lo que más me gustó de esta historia. No sé qué tanto de lo que se cuenta aquí se alega a la realidad pero sin duda abre un panorama diferente al permitirnos imaginar la vida de este pobre desdichado que terminó tomando decisiones impensables que cambiaron y marcaron el país.
Que buena historia sobre uno de los momentos más álgidos de la historia política colombiana, Miguel logra dar una nueva perspectiva sobre el autor de este crimen y construye su historia de una manera amena e interesante, nunca me aburrí y disfrute cada página.
"Ese que está sentado en aquella banca del parque Ricaurte, atribulado, cariacontecido, vestido de gris a rayas blancas, corbata roja, sombrero gris oscuro y zapatos carmelitas rejuvenecidos a punta de betún antes de salir de su casa, que tiene la pierna izquierda cruzada sobre la derecha, el sol a las espaldas, el ceño fruncido y la mirada fija en la puerta de la iglesia, es Juan Roa Sierra, desempleado, soltero, a su pesar, aún enamorado de la bella mujer que lo bajó hace meses de su cama. Tiene veintiséis años cumplidos y no alcanzará a cumplir los veintisiete, no por causa de algún accidente o de una enfermedad, desgracias que llegan, precisamente, sin pedirle permiso a la vida, sino por forzar su destino al encuentro de la muerte".
"La verdad era que estaba solo contra el mundo, sin más compañía que su propia soledad".
"A lo largo de las laberínticas callejuelas del populoso sector los vendedores ambulantes anuncian a gritos sus baratijas en abierta competencia con tahúres de mesa, trapaceros, calanchines y culebreros, mientras prostitutas, malandrines, carteristas y raponeros hacen lo suyo recorriendo las aceras, y turcos, libaneses y polacos despachan en sus almacenes desde alpargatas, amansalocos y calzoncillos de amarrar al dedo gordo hasta vajillas de porcelana, sobrecamas de seda, ropa interior bordada de encajes y otras refinadas mercaderías al alcance de su clientela más selecta. Así es el transcurrir diurno de San Victorino, pero cuando el comercio cierra sus puertas y las sombras se desparraman sobre sus lúgubres pasadizos, los prostíbulos, las chicherías y los antros de mala muerte abren las suyas para dar comienzo a los siniestros festines de la noche, donde confluyen los asesinos y los ladrones, los timadores y los cuchilleros, las palanduscas y las alcahuetas, los pederastas y los maricas, los trujamanes y los gavilleros, los randas y las ratas, los asaltantes y los fulleros, los mendigos y los gandules, los dementes y los venáticos, los cojos y los mancos, los tullidos y los ciegos y otros inválidos más desgraciados, unos en el baile y otros en la calle, el lugar no importa, para los encuentros de la carne y los desencuentros de la sangre sólo hace falta una guarida de libaciones y amoríos en penumbra, para que hierva el odio y afloren los más bajos instintos el escenario ideal es el cascarón de un edificio con las escaleras mutiladas, los muros en escombros y los cuartos inundados, para componendas, repartijas y traiciones basta cualquier rincón de esas manzanas tenebrosas sin Dios ni ley donde abundan las puertas falsas, los atajos infinitos y los callejones sin salida".
“El crimen del siglo”, de Miguel Torres, narra la historia de Juan Roa Sierra, el presunto asesino de Jorge Eliecer Gaitán en medio del ambiente turbulento de la época en Bogotá y en el país. El libro se considera un clásico de la literatura colombiana y es la primera parte de la llamada Trilogía del 9 de abril.
Producto de una rigurosa investigación , el autor relata cómo Roa Sierra termina envuelto -primero por decisión propia y después presionado por organizaciones criminales- en el crimen de una de las grandes figuras de la política colombiana. Aún en la actualidad se debaten las posibles consecuencias del eventual triunfo de Gaitán.
Me encantó la forma en la que Miguel Torres caracteriza a los personajes, especialmente al protagonista; un ser humano muy complejo, solitario, pobre, sin esperanzas, víctima y villano. De igual manera, me gustó la descripción de la capital en 1948. Por medio de un lenguaje cotidiano mezclado con humor, reconstruye las costumbres de la población, las expresiones populares, el ambiente bohemio de la ciudad, los barrios emblemáticos y el centro de Bogotá, el vestuario, el transporte público, la inseguridad, el clasismo. Así mismo, estas páginas permiten conocer un poco a Gaitán, sus motivaciones, la forma de ejercer la política y cómo se convirtió en el jefe del Partido Liberal; la organización de la marcha de las antorchas y de la manifestación del silencio que congregó a 80 mil personas contra la violencia.
Es necesario resaltar el contexto de la obra; un país claramente polarizado, sociedad civil armada con el apoyo del Estado, violencia extrema en la ruralidad, amenazas a líderes políticos, pobreza, desigualdad, masacres, desplazamientos forzosos. Este libro recuerda al lector que Colombia lleva décadas sumergida en la violencia y aunque soñemos con un país diferente, no se ve un cambio en el corto ni mediano plazo. Además, el crimen de Gaitán, como muchos otros, sigue en la impunidad. Existen numerosas teorías, pero no se conoce a ciencia cierta los responsables del hecho.
En los próximos meses leeré las otras obras de la saga. Quiero continuar con la historia, de la mano de la impresionante narrativa de Miguel Torres.
Qué novela tan maravillosa. Impecablemente escrita y llena de vértigo, recrea el crimen de Jorge Eliécer Gaitán, que partió a Colombia para siempre, pero se concentra en ficcionar la vida de su señalado asesino, Juan Roa Sierra. Un pobre diablo, un ser anodino, un infeliz que siempre pensó que la vida le debía mucho más, y que creía que el alma de Francisco de Paula Santander iba a reencarnar en él. Lo que logra Miguel Torres con esta novela es tratar de llenar los vacíos de la historia con literatura, es decir, con preguntas. No parece ser posible que un sujeto como Roa Sierra pudiera ser el asesino y, sin embargo, eso es lo que reza la historia sin hacerse muchas más preguntas.
Pues bien, aquí, aunque Juan Roa haya hecho todo lo posible por consumar ese magnicidio y al mismo tiempo por tratar de evitarlo, aunque suene a contradicción imposible de creer, en este libro, digo, no es Roa Sierra quien le dispara al caudillo. Y sí, muere Gaitán y también muere linchado Roa Sierra. Pero el criminal fue alguien más. Como la justicia fue incapaz de averiguar quién fue, a pesar de todos los enemigos que tenía el líder político, Miguel Torres nos cuenta la historia del asesino que no fue.
Muy aparte de todo llegué a este libro buscando entender más y profundizar en el momento tan importante de la historia de Colombia más especialmente la historia de Bogotá, pero me encontré un libro que justifica un asesinato y un libro que cambia los hechos historicos COMPLETAMENTE, me encontré con un libro que solo tiene PURO RELLENO y datos completamente irrelevantes y muchos de ellos (perdon la expresión) sacados del culo, me encontré con un libro donde se narra la historia de Roa y esperaba que como mínimo al final Miguel Torres dijera "las fuentes de este libro vienen de fuentes cercanas a Roa Sierra" Pero ni eso me encontré; por otro lado, en el libro se trata un tema muy importante y común en Colombia que es como los más grandes agarran a personas sin muchos recursos para hacer sus trabajos sucios, algo que sigue sucediendo actualmente, siendo esto una de las únicas cosas que trata medianamente bien este libro.
Personalmente pienso que si quieren perder el tiempo porque no tienen nada que hacer este libro es el indicado, pero si busca aprender sobre la historia de Colombia, especialmente de Bogotá este no es el libro indicado.
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"A la Clínica Central, A la Clínica Central, claman las voces, el taxi arranca a gran velocidad echando pito en contravía hacia el sur, mientras tanto el cerco se cierra alrededor de Roa Sierra, un hombre lo tiene agarrado de la solapa, otro lo remece tirándolo del saco, alguien grita Pascual, no deje que maten a ese tipo, Pascual del Vecchio, el amigo de Gaitán, corre hacia Roa Sierra y lo agarra por la corbata, ¿Por qué asesinó al doctor Gaitán?, le grita en la cara, Roa Sierra no oye, ni ve, ni entiende, Señor, por favor, entrégueme a la justicia, suplica, sin saber que es precisamente un policía el que lo tiene apercollado por la espalda, Asesino, Asesino, le escupen en la cara los hombres que lo rodean..."
Para los curiosos de la historia de nuestra patria. Me gustó mucho la presentación y el desarrollo de los personajes, el detalle de la narración y la contextualización socio-cultural de Colombia en 1948. Aunque hubo momentos en los que me pareció lenta y con rellenos (escenas que no aportaban mucho a la historia). También me gustó bastante la dramatización de la vida de el famoso Roa Sierra; Aunque al final no me termina quedando claro si en realidad fue él quien lo mató... Es muy inteligente de parte de Miguel Torres dejar la duda en el aire puesto que al día de hoy todavía es un hecho sin confirmar si Roa Sierra en realidad mató a Gaitán.
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Es una obra que sin duda pasarán las generaciones y se mantendrá en lo alto. Será un gran clásico de la literatura colombiana, no solo por el hecho y el tema que narra sino, también, por la facilidad que tiene Miguel en desmenuzar un personaje tan complejo que vive en una sociedad tan vuelta nada como era la colombiana en los 40's. Una obra de ficción histórica claramente basada en una gran investigación de aquellos años donde la esperanza de todo un pueblo se vio ultrajada por la parte de una sociedad a la que no le convenía el ascenso del caudillo. Una historia que se ha repetido casi cuarenta años más tarde. En resumen, es un libro que todo colombiano debería leer.
Sin palabras, una cosa es leer una noticia y otra es leer un relato hipotético sobre lo que corre por la mente de un “asesino”, es increíble como al final de todo, los dos tanto la victima como el victimario resultaron estar ajenos a lo que realmente ocurría. Es desgarrador pensar en qué hubiera pasado si las cosas no hubieran sucedido de esa manera. Si no hubiera pasado nada, pero pasaron. La historia de Colombia de partió en dos y aún entre las penumbras y después de tantos años, aún existen preguntas sin respuestas e incógnitas que ya no serán resueltas, que cada uno se llevó a la tumba.
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Miguel Torres, en su novela El Crimen del Siglo, narra los hechos sucedidos en la vida de Juan Roa Sierra y como estos lo conducen al asesinato de Jorge Eliecer Gaitán. Creo que esta trama se hubiera podido desarrollar en menos de 380 páginas para hacer el perfil psicológico y de las penurias del asesino. Hay partes en que la novela es muy densa. Juan Roa Sierra fue un títere que supieron aprovechar otros para sus objetivos políticos.
Masterful prose. Torres uses chilling, brutal expressions to make us understand the psyche of Juan Roa Sierra and the country-changing load that was dumped on his shoulders. The second half of this book elevates it so much and makes you dreadful and nervous. Excellent.
Si quieren leer desde una perspectiva un poco diferente el Bogotazo, dada principalmente desde un narrador omnipresente y del lado del asesino. Este libro es bueno y tiene muchas cosas entre reales y ficticias que le dan un gran plus a la historia.
Un increíble libro histórico en que se evidencia como las condiciones socioeconomicas afectan profundamente los valores humanos. Muestra de manera diferente un episodio de la historia de la nación.
Es interesante la narración sobre la Bogotá de esa época. Sin embrago el libro se vuelve un poco tedioso en la excesiva descripción de la psique del Roa.
Buen libro, facil de leer, entretenido! El escrito usa una forma muy coloquial de contar la historia que se hace muy fácil de leer. Aunque a veces se pasa con las descripciones que son innecesarias.
Brillante ficción de un hecho real cuyo misterio seguirá inspirando más novelas como esta, además de películas y demás piezas artísticas. Una novela sobre las fuerzas oscuras del destino.
Este libro reconstruye uno de los episodios historicos más relevantes y lamentables de la historia de Colombia, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán Ayala. Libros con esta temática hay varios, pero la particularidad de este, escrito por Miguel Torres, es que el nos brinda un panorama mucho más profundo de una manera envolvente, las aristas en las que innova este autor son las de hablar del presunto asesino de Gaitán a plenitud, es decir, nos muestra su situación económica, su caracterización psicológica, sus relaciones personales, y diferentes problemas a los que día con día se ve enfrentando.
Esta profundización en el asesino, per.ite ponerse en sus zapatos, entender su situación, y considerar una variable dentro de este suceso histórico. Se nos encamina a comprender que el asesinato de Gaitán no fue solo un acto orquestado por poderosos que se veían amenazados por el proyecto político gaitanista, sino que hay condiciones mismas de la realidad social que coincidieron para que este plan se llevara a cabo. El libro deja la sensación de preocupación por el destino y existencia de Juan Roa Sierra, se le da un protagonismo, y no con la mascara de asesino, sino como una ficha más, sin valor, dentro de los deseos de quienes controlan el país con poder económico.
Además de desarrollar el hilo conductor inicial, esta novela es una viaje sustancioso por la Colombia y la Bogotá de los años 1940, sus calles llenas de cafés donde se reunían políticos, poetas, intelectuales, las vías del tranvía, el frío, la cotidianidad de las personas que habitan el Centro de la ciudad.