A cien años de la publicación de Un día (poemas sintéticos) de José Juan Tablada, Verónica Geber ha reescrito los 38 haikús del libro. Respetando la estructura del original, los haikús de Gerber se agrupan también en ciertos periodos del día: La mañana, La tarde, El crepúsulo y La noche, y son protagonizados, también, por las criaturas que es posible avistar en dichas horas. Sin embargo, el tono de festejo, apología y admiración del libro de Tablada es sustituido por una atmósfera enrarecida y amenazante. En cien años, la naturaleza es otra; no es ya el reino de la abundancia y la eterna renovación, sino un ámbito bajo asedio. Así, los poemas sintéticos de Gerber Bicecci, que dibujan un tiempo distópico y postapocalítico, son comentarios agudos sobre nuestro tiempo. Cada poema es acompañado por una imagen intervenida por la propia artista, proveniente de las fotografías enviadas al espacio exterior en la sonda Voyager y que serán las únicas pruebas de la vida en la Tierra una vez que ésta se haya extinto.
Ya les he dicho varias veces que soy fan de Veronica Gerber , porque pienso que es muy consciente de la época que habita y nunca sigue un patrón. Innova en las formas de escritura y representación, este librito no es la excepción. Esto es uno de los dos últimos que le publicó Almadia este año. Cómprenlo para que sepan de lo que les hablo
Amo todo lo que hace Verónica! Hace años pude tomar un taller con ella en mi ciudad y la forma en la que desglosa el arte y te muestra su proceso creativo es maravilloso! Es un libro excelente
En Un día los haikus de Juan José Tablada son un ejercicio de observación al lenguaje de la naturaleza. Cien años después, Verónica Gerber Bicecci vuelve a esos haikus pero desde el contexto social, cultural, económico y ecológico del presente, de ahí que cada uno de estos poemas sintéticos se construya desde el lenguaje de la incertidumbre.
En estos poemas la autora sintetiza y puntualiza con rigor ese desamparo en el que nos encontramos o bien, el desamparo en el que mantenemos nuestro universo. Somos una huella ecológica y la autora lo sabe en cada línea, en cada trazo.
Y es que acompaña a cada haiku una imagen que intervenida por Gerber Bicecci nos permite asomarnos a esa especie de contagio que hemos contraído o construido. Hay aquí una mirada crítica, un humor negro, un discurso que nos regresa al rol del artista en sociedad.
Me parece una genialidad este homenaje a Tablada. No compite contra sus poemas sintéticos porque el tema del medio ambiente le da un giro distinto y estira el formato, agregando experimentaciones propias de nuestra época.
De repente los haikus mexicanos fallan en “detener el tiempo” mientras que los japoneses lo logran pero son más complicados de entender. Este libro encuentra un balance entre lo accesible y la experiencia literaria. Would recommend porque aparte es muy bonito y barato 💕
4 estrellas sólo porque cuando quiero leer poesía lo hago para escapar un poco, y los haikus de Verónica Gerber tuvieron el efecto contrario. Me jalaron, aterrizaron y recordaron que la realidad no es del todo linda. Pero están padres y la portada me encanta.
este es una libro muy bien escrito a partir de los haikús de José Juan Tablaba, titulados 'Un día... poemas sintéticos'. el ejercicio que realiza Verónica resulta uno que modifica el texto y lo abre a otras circunstancias, sobre todo las actuales, como lo es la contaminación y la degradación del ecosistema. sin duda, escribiré una reseña para Escritoras Mx y ahí podrán leer más de lo que esta autora representa para las letras hoy en día.
Un día… (poemas sintéticos) de José Juan Tablada se publicó en 1919 con un tiraje de 200 ejemplares sobre papel vergé, iluminados a mano y con sello del autor, según apunta la edición del poemario. En esta noticia aprecio ese interés del poeta por crear una armonía visual, un lenguaje poético que si bien se antoja “sintético” se desborda en múltiples posibilidades en el papel. Ese interés prevalecerá en la obra de Tablada. Un día… se trata de un ejercicio de apreciación visual que vincula la brevedad lingüística con el homenaje a la naturaleza. Acompañan a la lectura una serie de dibujos que complementan ese paisaje visual poético que Tablada pretendía construir. Cien años después, Verónica Gerber Bicecci publica Otro día… (poemas sintéticos) que, según palabras de la autora, pretende “imaginar un día distinto”. Más allá de un ejercicio de re-escritura, de re-creación de la poesía de Tablada, Bicecci lee con inteligencia y su experimento resulta en una reinvención, en un nuevo aire, para el haikú, una de las formas poéticas más sobre explotadas y, al mismo tiempo, una de las que conlleva más riesgos debido a su carácter sensible, explosivo y, claro, sintético. Incluso atrevería a llamarlo un “anti-haikú”, pues, desde mi punto de vista, Bicecci logra deconstruir las “reglas” de esta forma oriental impresionista.
Tablada en sus haikús habla de animales, ríos, árboles. Curiosamente, también la modernidad llega a penetrar en su mirada poética, como en “Hotel”, aunque en dicho haikú se hable más bien de hojas secas en el patio. Para Bicecci, no obstante, esa espiritualidad ha desaparecido cien años después. Tal lectura de los haikús de Tablada me parece destacable. La autora se da cuenta que en un momento de crisis ambiental el ser humano ha perdido su enlace místico con la naturaleza. De ahí que sus haikús, según sus propias palabras, reflexionen “sobre la catástrofe ecológica y social”.
El impacto y las consecuencias que le han traído la humanidad a la naturaleza, todo esto dicho en pocas palabras acompañadas de fotografías que se mandaron al espacio en el Disco de Oro intervenidas con acetona. Qué joyita de reescritura. “Nos permite pensar qué tipo de memoria dejamos sobre nosotros mismos e imaginar a la poesía como un satélite, un vestigio que podría ser interpretado por una nueva civilización.” “Reflexionar sobre la catástrofe ecológica y social de nuestro presente” Memoria contenida✨ Yo creo que un día me voy a dedicar a estudiar más a esta autora porque creo que detrás de sus obras hay un proceso grandioso que me gustaría entender más a fondo.
En 1919, José Juan Tablada escribió Un día... (poemas sintéticos), una colección de #haikús que retrataba la naturaleza del momento. 100 años después, Verónica Gerber Bicecci lo reinterpreta con Otro día... (poemas sintéticos) para exponer cómo se ha degradado nuestro planeta. Otro día... es un libro que vale la pena leer, por su contenido y por lo que implica el ejercicio literario de la reescritura. #Libros #Books #Literatura #Literature #Poesía #Poetry #Haikús
Me sorprende que los aforismos de este libro sean resultado de búsquedas en google. Está cargado de un compromiso político enfocado a la preocupación por los cambios que las grandes industrias y malos gobiernos han generado en el mundo. La unión de las fotografías del Voyager Golden Record de 1977 y la actualidad de los temas que se abordan en el texto, terminan dejando una sensación de melancolía —casi– abrumadora.
Muchos de los haikús me hicieron sentir muy melancólica y triste. Creo que no fue un buen momento para mi salud mental el haber leído este poemario, y justamente por eso puedo decir que los haikús de Verónica realmente te hacen sentir y detenerte un poco a pensar en el futuro que nos espera.
Creo que la idea es muy interesante y muy bien ejecutada, lo único es que es demasiado corto.
ésta fue una relectura; debo admitir con pena que la primera vez que lo leí no lo entendí del todo. quizá faltaba un poco lo que vivimos ahora para entender estos poemas sintéticos sobre nuestra existencia y lo que le hemos hecho al planeta. quizá si se pueda leer de una sentada pero conviene analizar y quedarnos pensando un poquito lo que hay entre los poem(it)as.
No suelo leer poesía. Aunque estos poemas sintéticos me gustaron mucho. Sobre todo porque son una crítica al modelo actual (capitalista, agroindustrial, contaminante, manejado por hombres, etc.) Se lee en un ratito. Las imágenes desdibujadas que acompañan cada poema suman mucho.
Destaco este poema: "Las abejas" En alquiler ante el colapso de la agricultura.
Verónica Gerber no deja de sorprenderme con su creatividad y este libro no fue la excepción. Me encantó la idea y el resultado, que además de original, es una crítica y preocupación sobre el cambio climático y problemas del medio ambiente.
El terror humano retratado con belleza y breve como las cosas buenas. Reapropiación y re-interpretación de un poemario escrito por José Juan Tablada. El primero alude a la belleza del mundo, el de Verónica plasma cómo -la raza humana- hemos matado a la musa.
Los haikus a veces son algo complejo, pero Verónica Gerber Bibecci jamás decepciona. Poesía visual, haikus rememorando a Juan José Tablada, Verónica siendo Verónica, dando siempre sus puntillas.
Me gusta ver el trabajo de VGB porque es un proyecto más allá de libro. Siendo conjunto vacío el que sigue siendo el favorito, leer sus trabajos me da mucho gusto. Sonrío por ver qué se le ocurrió ahora.
Este librito de haikus se me hace lindo. No le entiendo tanto a los haikus, pero hubo unos que sí entendí :) y el uso de colores me encantó. Además, me agrada que hace varias referencias, a otro autor, a fotos que están volando por el espacio...