Auprès de la question théorique ou historique traditionnelle : « Qu’est-ce que la littérature ? », se pose avec plus d’urgence aujourd’hui une question critique et politique : « Que peut la littérature ? » Quelle valeur la société et la culture contemporaines attribuent-elles à la littérature ? Quelle utilité ? Quel rôle ? « Ma confiance en l’avenir de la littérature, déclarait Italo Calvino, repose sur la certitude qu’il y a des choses que seule la littérature peut nous donner. » Ce credo sera-t-il encore le nôtre ? Dans cette leçon inaugurale prononcée le 30 novembre 2006, le titulaire de la chaire « Littérature française, moderne et contemporaine : histoire, critique, théorie » du Collège de France nous donne tous les éléments pour le découvrir.
Professeur de littérature française à la Sorbonne, à l'université Columbia de New York et au Collège de France
Né le 20 juillet 1950 à Bruxelles, dans une famille de six enfants. Son père, le général Jean Compagnon fait la guerre de 1940 puis les guerres d’Indochine et d’Algérie. Orphelin de mère à quatorze ans, il passe son enfance à Londres, Tunis, Washington et fait sa classe de rhétorique dans un lycée militaire de la Sarthe.
Ancien élève de l'Ecole polytechnique, ingénieur des ponts et chaussées et docteur ès lettres, Antoine Compagnon est maître de conférences à l'Ecole polytechnique (1978-1985), professeur à l'Institut français du Royaume-Uni à Londres (1980-1981), à l'université Columbia à New York depuis 1985, à l'université du Mans (1989-1990) et à l'université Paris 4 (1994-2006). Il est également membre du Conseil national de l'enseignement supérieur et de la recherche (Cneser) de 2002 à 2007 et de la Commission Pochard sur la revalorisation du métier d'enseignant (2007).
Professeur de littérature française au Collège de France depuis 2006, il est membre, entre autres, du comité de rédaction des revues telles que Critique, The Romanic Review, Bulletin de la Société des amis de Montaigne, The French Review, Genesis, Cambridge Studies in French, L'Année Baudelaire, Revue d'histoire littéraire de la France, Les Cahiers du judaïsme. Spécialiste de Montaigne et de Proust, il écrit de nombreux ouvrages sur la littérature.
En 2012, il reçoit le titre de Professeur Honoris causa d'HEC : « La littérature, ça paye ».
Antoine Compagnon est chevalier de la Légion d'honneur et commandeur des Palmes académiques.
"La literatura debe ser leida porque ofrece un medio, algunos inclusive dirán que es el único, de preservar y transmitir la experiencia de los otros, de aquellos que se han alejado de nosotros en el tiempo y en el espacio, y que son distintos a causa se sus condiciones de vida. Nos hace sensible al hecho de que los demás son muy diversos y sus valores son diferentes a los nuestros."
Admiro a coragem de Compagnon em apresentar, no ambiente desconstrucionista e pós-estruturalista onde se deu essa sua palestra, as ideias de Kundera e Harold Bloom com relação aos aspectos existencial e moral da literatura. Traçando um breve panorama histórico, crítico e teórico das perspectivas sobre a função da literatura, Compagnon reconhece a grandeza da literatura em ser "um saber de particularidades", ou "a melhor introdução à inteligência da imagem". Se a ignorância procede da "doxa", a literatura é o elemento que opera nas frinchas das certezas, fornecendo-nos a dureza e o prazer da experiência vicária que, conforme já recomendava Samuel Johnson, "elimina de nossa mente os conformismos" (Clear your mind of cant).
Una lectura breve y muy enfocada en discernir posibles respuestas a una pregunta que cada vez más figuras/instituciones sienten menos vergüenza de pronunciar en público. Como estimulación al debate, es muy interesante, pero muy enfocado en las reflexiones específicamente francesas sobre el fenómeno. Es un lindo recordatorio de cosas que un lector intuye y puede ser que sienta ingenuo decir. Pero es así: leer permite vivir más cosas. Otras cosas. Mejores cosas. Nutre. Ayuda a crecer.
Me parece que hace un repaso muy valioso de "los poderes de la literatura" en cada época y lo hace bajo un punto de vista crítico, fundamentando su acercamiento de una u otra manera. Asimismo, da pie a señalar o apuntar un montón de frases sobre las que me merece la pena reflexionar luego.
Igualmente, creo que toma el mejor acercamiento a la hora de responder la pregunta que plantea: la humildad. En vez de ponerse a la defensiva acepta que hay otros medios (cine, música, etc.) que pueden, en algunos casos, "superar a la experiencia lectora", pero no por ello deja de reivindicarla:
"Tiene competidores por todas partes, y no posee el monopolio sobre nada, pero la humildad la favorece, y sus poderes siguen siendo desmesurados; puede, por tanto, ser acogida sin miedo, y su lugar en el Templo está asegurado". (p. 71)
No le doy 5 estrellas porque el inicio se hace un poco cuesta arriba si no posees los conocimientos necesarios sobre literatura francesa. Algunos nombres los conozco, pero muchos otros no. Ojo, la reflexión mejora rápidamente después de eso.
Título: ¿Para qué sirve la literatura? Autor: Antoine Compagnon Editorial: Acantilado
Antes de presentar a cinco escritoras de literatura infantil y juvenil, me pasé por la Librería Taiga para hacerme con algunos de sus libros.
Mientras charlaba con mi querida Ivonne (lo que me gusta hablar en una librería), eché un ojo a los libros de Acantilado. Me encontré con esta joya que (y esta vez sí es verdad) necesitaba.
Llevo unas semanas trabajando en un poemario, algo atascado, y esta reflexión de Compagnon, esta lección sobre literatura al comenzar su cátedra en el Collège de France me ha ayudado mucho para salir del atasco.
Estos “cuadernos” (así los llama la editorial) de Acantilado son lecturas maravillosas para según qué momentos. Breves, muy interesantes, únicas. Seguramente no tengan un público amplísimo, pero me encanta que haya editoriales que busquen más allá de las ventas, que apuesten por la calidad, por escritores de verdad, por pensadores… por cuidar la literatura, en definitiva.
Acantilado es clave en ese aspecto. No he encontrado ni un solo título que no merezca la pena leer, y eso se puede decir de muy, muy pocas editoriales.
Un rato de la tarde del viernes, con un cafecito y una pintura roja para marcar palabras, frases y citas, y he subrayado unas cuantas.
Una lectura perfecta para disfrutar de la opinión sobre la literatura de alguien que ama la literatura.
Lo que más me ha gustado: además de saber que hay quienes, desde las aulas, sigue haciendo un elogio importantísimo a la lectura (ya valdría con eso), tengo que insistir en que ha sido fundamental para rematar el poemario. Lo que menos me ha gustado: que libros así no interesen a mucha gente, porque sin vitales para que la literatura no pierda nunca el lugar que le corresponde.
“El poeta y el novelista nos hacen conocer aquello que está en nosotros, pero que ignorábamos porque nos faltaban las palabras”. Antoine Compagnon, ¿Para qué sirve la literatura?
Transcripción del discurso de investidura de Antoine Compagnon como catedrádico en el Collège de France en 2006 (posición que ocupó hasta el 2021). En el discurso, el profesor dibuja una cronología histórica del estudio de la literatura con el objetivo final de presentar su propuesta de cátedra para la institución francesa.
La verdad es que no es un texto que me halla resonado especialmente por el modo en el que está escrito: se presenta como un texto interrumpido compuesto por citas, ideas, conceptos... que funcionan más por suma de individualidades que por el conjunto. El resultado es una suerte de collage muy parecido a La utilidad de lo inútil de Nuccio Ordine.
Sin embargo, la parte positiva es el número de ideas y citas célebres que nos arroja—todo sea dicho, de una brillantez deslumbrante—. Compagnon se aupa a los hombros de los más grandes (para expresar las bondades más remarcables de la literatura.
Me quedo con dos ideas especialmente relevantes. La idea arrojada por Bergson de que la literatura nos sirve para revelar y dar claridad a aquello que ya estaba en nosotros pero que hasta ese momento no habíamos conseguido iluminar con claridad—con palabras, al fin y al cabo—. Y la segunda es una cita de Prévost que dice que la literatura sirve como instrumento moral, pues es en ella donde las reglas abstractas y poco concretas del bien y del mar toman forma, y por tanto, se aprenden realmente.
“Leemos porque, aunque leer no sea indispensable para vivir, la vida es más agradable, más clara, más rica para aquellos que leen que para aquellos que no lo hacen. En un sentido más simple todavía: vivir es más fácil para aquellos que saben leer, no solamente las noticias, las instrucciones de uso, las ordenanzas, los periódicos y las papeletas de voto, sino también los textos literarios.”
Compagnon defiende que, aunque podemos vivir sin literatura, leer nos permite explorar en el presente y en el pasado, conocer, tener otros puntos de vista y, definitivamente, vivir una vida más feliz. Un discurso precioso.
« La littérature déconcerte, dérange, déroute, dépayse plus que les discours philosophique, sociologique ou psychologique, parce qu’elle fait appel aux émotions et à l’empathie. »
comment peut-on, en lisant cette phrase, ne pas penser que cet essai est tout simplement un essai de dingo universel ? 1er livre à lire pour la prépa et franchement j’ai bien aimé 👍👍 le frero a même mis des auteurs et des références que je connais donc j’étais comme ça en lisant le livre 🤓🤓🤓. en tout cas mister Antoigne Compagnon has a point, la littérature reste un des piliers de notre vie et nous apprend beaucoup de choses sans qu’on s’en rende forcément compte. bref vive la littérature 🫡🫡🫡
“Leemos porque, aunque leer no sea indispensable para vivir, la vida es más agradable, más clara, más rica para aquellos que leen que para aquellos que no lo hacen. En un sentido más simple todavía: vivir es más fácil para aquellos que saben leer, no solamente las noticias, las instrucciones de uso, las ordenanzas, los periódicos y las papeletas de voto, sino también los textos literarios”.
El premio Nobel de Literatura portugués José Saramago, en una entrevista con Jesús Quintero, dijo que la persona más sabia que conoció fue su abuelo, que no sabía leer. Está claro que leer no hace mejor a nadie —ojalá fuera así—, pero sí aporta conocimiento y entretenimiento, además de poder despertar emociones en ti. Son las típicas cualidades que suelen exponerse del hábito de la lectura, y una oda a la literatura es lo que hace Antoine Compagnon (1950) en este libro. Compagnon es catedrático de Literatura Francesa en la Sorbona de París y en Columbia, en Nueva York. ¿Para qué sirve la literatura? Es, en realidad, un discurso que el propio Compagnon leyó en la sección inaugural de la Cátedra de Literatura Francesa Moderna y Contemporánea en el Collège de Francia, el 30 de noviembre de 2006.
¿Es la literatura útil? ¿En qué sentido? ¿Hasta qué punto? Consideremos desde el principio la utilidad de lo inútil —como el título de ese libro tan necesario de Nuccio Ordine—. La literatura tiene una innegable utilidad desde que entendemos que aquello que no aporta nada material no tiene por qué ser inútil.
Sobre temas como estos habla Compagnon en el libro, defendiendo la lectura de cada obra dentro de su contexto y del público para el que fue escrita. Habla también, quizás en exceso, de teorías del siglo XIX, de autores, de teóricos e historiadores literarios, aunque es a partir de la segunda mitad del volumen brevísimo donde aborda la realidad de la literatura y su esencia.
Actualmente, las tecnologías quitan mucho tiempo de lectura. El sistema de vida actual, donde estamos la mayor parte del tiempo ocupados en tareas laborales o del hogar, nos abruman y el tiempo de ocio que nos queda, a veces misérrimo, preferimos pasarlo viendo la televisión o haciendo scroll en las redes sociales para desconectar. La lectura es un acto que requiere concentración y esfuerzo, y en una sociedad tan atareada muchas veces se priorizan otras actividades más relajantes o proclives a hacernos desconectar.
La literatura, por tanto, recibe menos nuestro tiempo. Y esto repercute en todos sus ámbitos. Compagnon nos dice que la literatura en los periódicos está muriendo. ¡Y la propia prensa en papel también, Antoine!
Son tiempo de renovar conceptos, modelos y sistemas, y la literatura está sufriéndolos a gran escala. Por suerte, hay plataformas online donde los lectores pueden imponerse retos lectores y, al igual que una red social, pasar su tiempo de ocio entre libros, pero esto parece solo para los más enfermos de literatura. Para el resto de los mortales, los que antes eran lectores asiduos, ahora apenas le prestan atención a la literatura.
Esto lo encontramos desde los inicios, en los colegios e institutos. ¿Por qué defender las lecturas obligatorias allí? Yo estoy en contra de las lecturas obligatorias por experiencia propia. En el instituto, en mi clase, de dos docenas de alumnos los que leíamos el libro de comienzo a fin podían contarse con los dedos de una mano. ¿Por qué hacer el paripé de obligarles si luego sacarán el resumen de internet y el profesor se creerá que lo han leído pese a que se ponga muy bien puesto?
Al alumnado, en mi opinión, hay que introducirles en la literatura, hablarles de ella no como una tarea, sino como ocio, porque si no la odiarán y no habrá remedio. Hay que hablarles de los libros, de las historias, de lo que nos pueden transmitir. Creo que todas las personas tienen un libro que les podría marcar o, al menos, gustar. Lo que hay que hacer es darles las herramientas para que se adentren en el mundo de la literatura y lo encuentren. Y si disfrutan con uno, se lanzarán a por otro. No hace falta que lean cincuenta libros al año, quizás solo se lean uno, o dos. Pero no odiarán la lectura porque en el instituto se les obligó y se vieron obligados a buscar el resumen en internet.
En definitiva, Compagnon viene a defender en cierto modo que cualquier pasado fue mejor. La literatura instruye y causa placer, ¿pero es necesario que aporten esto? Están por un lado los defensores del arte por el arte, y luego los que defienden que la literatura debe tener una función. La literatura sirve para conocer mejor la vida en general y la tuya en particular, y te ayuda a conocerla mejor que cualquier tratado filosófico o ensayo humanista.
La literatura es el antídoto contra la filosofía y la religión. Compagnon, por esto, expone las virtudes de la literatura y cita a numerosos autores en un tono culto. No es de sus obras más conocidas, como puede serlo Mi verano con Montaigne, pero en esta obra tan breve se forma un ecosistema en el que dice que la literatura, al igual que el cine y la música, aporta algo único en su forma artística que el resto de las manifestaciones como las susodichas no pueden, y viceversa. En efecto, se complementan.
La literatura, en definitiva, está resistiendo envites cada vez más agresivos de estos tiempos donde el ritmo de vida y la multitud de ofertas de ocio la apartan de la vida de muchas personas que antes fueron lectores o lectoras. Hay que seguir defendiendo la literatura, y la mejor manera de hacerlo es leyendo.
Un ouvrage des plus intéressants, et intelligemment écrit. On ressort de cette courte lecture l'esprit décidé à aimer la littérature comme elle le mérite, tout en continuant une certaine méditation sur les propos de ce discours d'Antoine Compagnon au Collège de France : la littérature a-t-elle une fin essentielle à l'homme et à son existence ?
Une lecture intéressant qui force a réfléchir. Passionné de littérature il est indispensable de continuer à la faire valoir. Elle provoque une expérience et une compréhension unique du monde. Vision qu'elle seul peut donné. Un peu sceptique du format et de la durée de l'oeuvre. J'ai cependant apprécié.
Algunas de sus páginas son interesantes y, aunque al principio se centra demasiado en los autores y en un contexto francés, algo por otro parte lógico por el cariz de la obra (es la lección inaugural de la cátedra de literatura francesa del autor), termina hilvanando ideas interesantes sobre la utilidad de la literatura que hoy, más que ayer, está en disputa.
"El ejercicio nunca cerrado de la lectura sigue siendo el lugar por antonomasia del conocimiento de uno mismo y del otro; descubrimiento, no ya de una personalidad compacta, sino de una identidad obstinadamente en devenir"
"O poeta dispõe do poder não mais arcaico, mas moderno - como atesta a evocação da fotografia -, de desvelar uma verdade que não seja transcendente mas latente, potencialmente presente, escondida fora da consciência, imanente, singular e, até aí, inexprimível." - Proust
J’avais ce livre dans ma PAL depuis des années et je ne me sais pas comment il y est arrivé, ce livre ne ressemble en rien à ce que j’ai l’habitude de lire et ne m’a pas donner envie de lire plus de livres de ce genre.