Ángel Molinos, formado em Psicologia e dramaturgo fracassado, trabalha para a Otrament, um observatório de transtornos mentais que é uma sucursal da Pfizin, uma conhecida farmacêutica internacional que utiliza cobaias humanas para o desenvolvimento de novas drogas. O trabalho de Ángel consiste em criar novos perfis psicológicos passíveis de "catalogar" e que incrementem o consumo de fármacos produzidos pela Pfizin. Ángel tem pesadelos horríveis.
Mas quando desaparece um dos seus colegas que se mostra aparentemente disposto a denunciar as práticas da Otrament, Ángel vê-se envolvido numa trama de conspirações, paranóia e terror que o arrastará para a loucura.
Esayista, novelista, crítico y guionista de historietas y televisión español. Ejerce, además, como catedrático de literatura francesa en la Universidad del País Vasco.
Las viñetas de este cómic combinan negro con amarillo en un estilo bien definido y un poco espeluznante, algo que encaja muy bien con la trama del libro.
Es un cómic que me mantuvo en tensión todo el rato con la investigación de Ángel y que tiene un gran giro que no vi venir en ningún momento. Prácticamente lo leí del tirón porque resulta complicado dejar de leer.
Como aspecto positivo de esta novela gráfica destacaría el poder que tiene de engañar al lector hasta el punto de confundirlo tanto o más que al propio protagonista. La ambientación es muy buena y es un cómic que absorbe desde el comienzo.
Esta segunda parte de la trilogía utiliza como una virtud creativa la elaboración de perfiles psicológicos de personas enfermas con el fin de favorecer a las empresas. De alguna manera refleja la maldad del ser humano y las prácticas poco éticas de varios sectores, entre ellos, el de la industria farmacéutica.
En resumen: una historia espeluznante con un final totalmente inesperado. Buena colaboración entre creadores en esta novela gráfica que camina entre el thriller y el terror ahondando en la peor cara del ser humano.
8/10. No llega al nivel de Yo, asesino, pero es un cómic muy disfrutable. Siempre que no tengáis fobia al color amarillo, pero seguro que hay algún medicamento para ese problema.
la verdad es que lo he visto baste peor que el primer numero de Yo asesino. quizas era la tematica pero me tuve que obligar a ponerme y seguir con el hasta que una vez llegan a Paris hacia la mitad del comic se pone mas interesante. El dibujo de Keko muy parecido al de Yo asesino pero con menos detalles, aunque salen varias partes de Vitoria muy reconocibles. El guión aunque es muy rebuscado con palabreria de enfermedades no llega a atraparte la historia, menos mal que el final del comic es mejor que el inicio
Ces auteurs espagnols de talent ont décidément leur propre patte. L’histoire se déroule au même endroit que Moi, Assassin, et on trouve qqes clins d’oeil au premier volume bien que les deux soient indépendants. Comment fabriquer les maladies, dont la folie? C’est très bien monté. Super scénario et le dessin parvient à montrer le progres de la folie. Très bien fait même si la critique societale et le bon vieux complot des big Pharma me rejoignent moins.
Más flojo que "Yo, asesino", aunque aun asi es bueno.
El guión tiene un par de fallos, y alguna escena un poco gratuita, pero en general es bastante desasosegante y consigue meterte en su espiral alucinada.
Es un comic incómodo de leer, que casi no te da ni un respiro. El dibujo a veces es un poco embotado, pero funciona bien con la temática.
Recomendable, pero no apto para todos los públicos...
Segunda parte de una trilogía. En este caso la colaboración de Altarriba y Keko es fantástica. Un libro que trata sobre el aprovechamiento de la industria farmacéutica y la maldad del ser humano siempre anteponiendo el dinero y el éxito a los valores y la ética.
Gráficamente me resulta oscuro, angustioso, patológico... y este aspecto es, sin duda, el que más valoro. Pero el guion me parece simple, estereotipado y el final muy previsible. No parece que haya demasiado conocimiento sobre la psicología o la psiquiatría, más bien el libro parece bucear en lugares comunes. Le he dado tres estrellas pero me hubiera gustado darle dos y media.
Mejor corre para que no te encuentren o, si eres de los valientes, ven a descubrirlo en el cómic Yo, loco.
Esta obra de Altarriba y Keko es la segunda parte de la trilogía: Yo, asesino (2014); Yo, loco (2018); y Yo, mentiroso (inédita) que publica Norma editorial. Aunque comparte muchos guiños con su antecesora (Yo, asesino), se pueden leer independientemente y eso no le resta ningún encanto. El cómic está cargado de críticas al mundo de las farmacéuticas; a las políticas internacionales que no respetan los derechos humanos y a la sociedad en general; sobre todo, por el tratamiento que se da a personas que son catalogadas como distintas y que, muchas veces, se las tacha de enfermos.
Este thriller está ambientado en la ciudad española de Vitoria y esto se puede reconocer en las ilustraciones de algunas viñetas. Además hay muchas otras analogías con la vida real, no perdáis detalle, que proporcionan a la historia consistencia y credibilidad. Su protagonista, el Dr. Molinos, se ve inmerso en un mundo de grandes lobbies, conspiraciones, crímenes y malas prácticas políticas y empresariales.
Los autores utilizan texto e ilustraciones para entretejer esta trama que mantiene al lector expectante en todo momento. Sobre todo gracias a la selección de detalles, muy cuidados, que ayudan a construir la historia; también a las relaciones y asociaciones que se manejan; y, por supuesto, a las apelaciones a los sentimientos y deseos del lector.
Las ilustraciones son provocadoras y sugerentes, cuidadas al detalle y muy realistas. La historia pasada nos llega a través de los sueños del Dr. Molinos, para contarnos partes aterradoras y otras más tiernas, que nos permiten entender la psique del protagonista y los caminos que elige. La figura del cuervo es utilizada para representar los miedos y las inseguridades de un “ángel caído”.
Pero ya no os cuento nada más, será mejor que lo descubráis vosotros mismos de la mano de Altarriba y Keko en el cómic Yo, loco.
"Vivimos en un mundo en el que no somos dueños de nuestros gustos ni de nuestras aficiones. Es muy posible que no seamos dueños ni de nuestros propios pensamientos y, por supuesto, no somos dueños de nuestras patologías. Bajo esta premisa regresan Antonio Altarriba y Keko con Yo, Loco donde vuelven a llevarnos a la Vitoria más oscura para mostrarnos, esta vez, lo débil y manipulable que es nuestra mente.
Todos sabemos que la industria farmacéutica es uno de los negocios del siglo. La teoría dice que las farmacéuticas están aquí para tratar y prevenir cualquier tipo de dolencia física y mental, pero al parecer eso no es suficiente. O es demasiado... ¿De qué le serviría a una industria que se nutre de la enfermedad, erradicarla? Al parecer, la solución a este problema es sencilla: hay que asegurarse de que siempre existan enfermos, y si no los hay, habrá que crearlos… Puede ser difícil hacerle creer a alguien que tiene dolor de estómago cuando no lo siente, es más fácil hacerle creer que es su mente la que no funciona correctamente.
A esto y mucho más nos lleva Altarriba, acompañado del oscuro dibujo de Keko, en el segundo volumen de la «trilogía del yo», que iniciaron con Yo, Asesino. Es cierto que una historia no es la continuación de la otra, pero suceden en la misma ciudad, Vitoria, donde se cruzan personajes del mundo en el que un asesino mata por amor al arte, o del mundo en el que los locos podrían ser los más cuerdos porque, en realidad, no son dos mundos, son todos parte del mismo. El mismo enfermo y oscuro mundo." Sara Collado
bueno en plan…….. normal no sé, no me ha apasionado. creo que hay cosas interesantes como: - el uso del color amarillo como único (el amarillo, asociado previamente a la locura en las artes gráficas en Van Gogh y en la literatura por Charlotte Perkins) - soy muy fan de los sueño y las representaciones oníricas, creo que dentro del dibujo es de lo que mas me ha gustado. - hay una parte crítica en la que llega a cariturizarse y llevarse al extremo la patologizacion de problemas de la vida diaria y su uso dentro de este sistema capitalista que me parece bastante chula.
no me han gustao tanto otras cosas: - creo que para una persona que no esté habituada al uso de terminos psicopatologicos la primera parte tiene que hacerse un poco lenta. hay conceptos mal utilizados o hay una parte de documentación en psq/psc previa que creo que se podria haber hecho mejor (aunque a lo mejor entiendo que esto forma parte de la orientación antipsiquiatrica de la obre y del punto que dije antes) - La parte de la vuelta al pueblo completamente sobrante y se queda en un limbo, creo que lo hubiese mantenido con los sueños y sin ser tan explicito se entendía.
si pudiese equipararlo me ha parecido un capitulo de la serie de hannibal pero un poco peor
Yo, loco es una excelente reivindicación del pensamiento antipsiquiátrico. No se trata de un relato alejado de la realidad, es más, los hechos denunciados forman parte de la actualidad. La realidad es el mejor ejemplo de ciencia ficción.
La alienación del ser humano es el origen de la locura, un término heterogéneo para designar el comportamiento disidente. ¿Cuál es el límite entre locura y el mero hecho de estar vivo? El mito del progreso es otro de los pilares de esta obra. ¿Es el modelo capitalista un avance o un veneno para el hombre? ¿Es la ciencia, en concreto la medicina, un nuevo paradigma en el que creer? ¿No nos dice a caso (como la religión judeocristiana) cómo debemos comportarnos? ¿No son recetan acaso destiladores de veneno para ceñirnos a la norma? Esta y muchas otras preguntas nos hacen cuestionarnos acerca del progreso y la ética. ¡Que curioso que los comités de ética y la bioética no se cuestione estos fenómenos!
Un cómic al más puro estilo del binomio de Antonio Altarriba y Keko que nos presenta a Ángel Molinos, psicólogo que trabaja creando perfiles psicológicos "patologizables" para Otrament, empresa que además está afiliada a una conocida farmacéutica, Pfizin.
En esta oscura conexión, Ángel irá descubriendo los oscuros entresijos de esta empresa mientras él mismo debe hacer frente a su propios demonios que lo llevan constantemente al borde de la locura.
Un thriller ganador del Premio Tournesol del Festival de Angoulême 2019 de Norma Editorial
Me ha gustado más que "Yo, asesino", quizá porque ya sabía a lo que me enfrentaba. La utilización del amarillo al principio no me encajaba tanto como el rojo del libro anterior, pero finalmente le he encontrado el sentido (o al menos yo así se lo he dado), que me ha impactado aún más que en "Yo, asesino". 3/5 porque me sigue faltando algo en esta saga...
El segon de la trilogia i, per mi, el pitjor d'ells. Tot i ser una bona novel.la gràfica no arriba al nivell de Yo, asesino ni al Yo, Loco. Potser masssa simplista en el plantejament de les farmacèutiques, massa obvi. El trça de Keko continua essent una passada pero tampo és tant impactant com el primer de la saga. Un bon cómic i ja està i, siguent qui són els autors, n'esparava més.
Uma crítica feroz aos laboratórios farmacêuticos capazes de manipular o mercado para vender medicação que pseudo cure os males da alma. O personagem principal tem como ofício criar patologias psíquicas. Que, naturalmente, revertam no consumo de drogas produzidas pelo mesmo laboratório , e como ele próprio mergulha na sua loucura
Un molt interessant tebeo, ja que, a les il·lustracions de Keko (1963), totes elles en negre, amb enigmàtics esquitxades de grog de tant en tant, s’uneix el guió, molt ben travat, d’Antonio Altarriba (Saragossa, 1952), en el qual es denuncien les pràctiques de la indústria farmacèutica per a augmentar encara més, amb tota mena de subterfugis, els seus ja substanciosos beneficis.
Tengo un recuerdo fantástico de "Yo, asesino". No voy a negar que este es una pequeña decepción aunque el giro final haya hecho mejorar la impresión que estaba teniendo durante la primera mitad del tomo donde todo es demasiado evidente y la crítica muy obvia.
Pretencioso, desubicado y con numerosas viñetas verdaderamente feas (joder lo de fotoshopear fotografías como paisajes es horrendo) La crítica antipsiquiátrica podría haber estado bien escrita en lugar de hacerse eco de cuatro eslóganes mal fundamentados. Personajes irrelevantes.
Terrible alegato en contra de las farmacéuticas y cómo manipulan la realidad para aumentar mercado. El Jardinero Fiel, pero en el País Vasco. Y a lo bestia.
Me ha gustado más que "Yo asesino" , pero sigue sin gustarme mucho el dibujo de alto contraste que usa en blanco y negro con sus puntos estratégicos de unico color, en este caso el amarillo. Además de alguna manera está conectado con su primer libro y sus personajes. No obstante si puedo, leeré el siguiente, "Yo mentiroso".