"No quiero ser de esos que se ponen de novios y a los dos meses avisan: te amo. Quiero ser de aquellos que aman desde antes de los títulos, como quien esperaba una película, como quien esperaba al amigo que invitó al cine".
A menudo, lectoras y lectores me comentan que han encontrado en mis letras la posibilidad de un decir que no han sabido construir por sus propios medios. Comprendo el fervor con el que algunas voces se encontrarán finalmente con las palabras que han venido buscando, pero antes que nada, insto a las vecindades del mundo a atreverse a levantar la voz poética de la propia experiencia, que resulta irreemplazable, indecible desde lo ajeno, sabiéndose incapaz de ser eco antes que grito. No alcanza con la autoría que se envuelve en pieles de ficciones que no arden. Y si acaso sucede que las gargantas de los pueblos ya se han abierto, demando a los Estados la garantía del derecho al acceso a los productos culturales y a los sistemas de aprendizaje de la lengua, lo que representará no solo un triunfo para la historia colectiva, sino también la posibilidad de que este libro se extinga en paz. De otra forma, las esquelas del amor que nos negaron seguirán siendo necesarias, como es necesario cada escombro de arte haciendo piso en los corazones de los que han permanecido demasiado tiempo de rodillas frente a la enfermedad y la injusticia.
Juan Solá es escritor y guionista. Nació en la ciudad de La Paz, Entre Ríos, el 24 de enero de 1989. A corta edad se radicó en Resistencia, Chaco, donde cursó sus estudios y publicó su primer libro, Cuentos para compartir, a los diez años. Tras haber obtenido numerosos premios y reconocimientos en certámenes literarios a nivel nacional, se trasladó a Buenos Aires para continuar su formación y dedicarse de lleno al mundo de las letras como editor y con la publicación de sus libros Naranjo en flúo y Microalmas.
Nunca leo los poemarios seguidos. Siempre me tomo mi tiempo, los reservo para momentos específicos en los cuales TENGO que leer poesía, pero Juan Solá, una vez más, me atrapó y no podía dejar de leer. No hay ni uno que no me haya gustado. No sé cómo hace, pero estr autor tiene un don, un talento especial para hacerte empatizar con lo que sea.
me encantó la propuesta del libro, desde que lo leí ahora me estoy empezando a animar a regalarle poemas (físicos, arrancados de mis libros) a personas importantes. Me parece un acto hermoso, el dar un pedacito de algo tuyo, un pedacito de vos, poder soltar algo que amaste tanto pero que, a través de el gesto tan gratificante de dar, sabes que podrá causarle una alegría tremenda a un otro. Una propuesta hermosa. En cuanto al libro, como siempre Juan Solá me termina sorprendiendo (cuando pienso que ya no es posible que me puedan gustar aun más sus libros, llega uno que me destruye y atrapa el doble). Supo mantener perfectamente su estilo en la poesía y todas ellas llegaron a mi de algún modo. Al ser este un tipo de escritura mucho más subjetiva, sentí que cada poema tenía algo para decirme, para recordarme, para hacerme reflexionar. Sentí que estaban hechos para mi, que representaban mis sentimientos, y me hizo pensar lo increíble que es eso: los libros terminan siendo el cable que une todas las almas.
Leer a Juan Solá es encontrarse con la belleza nacida muchas veces del amor, pero muchas otras del dolor, de un corazón roto, de un nido desarmado, del sentimiento agridulce de tirarse a la pileta y darse cuenta que incluso habiendo agua en ella podemos salir lastimadxs. "Esquelas", su primer poemario, nos regala 93 poemas para leer y releer. Sin apelar a un vocabulario complejo o a la poesía surrealista que muchxs autorxs pretenden construir, Solá conmueve e interpela: todxs estuvimos o podemos estar en esos lugares que nos cuenta, todxs podemos ser ese corazón que siente. Quien haya leído alguna de sus novelas sabrá que la poesía está siempre presente en su prosa, pero este libro es el extracto perfecto del hermoso uso que puede hacer el autor de las palabras.
Mi primer acercamiento a la poesía de Juan Solá resultó exitoso. No solo me gustó su pluma, su poesía, su lírica. Sino también la idea detrás de este poemario. ese desprenderse de cada poema como quien deshoja una flor para saber si me quiere o no me quiere. Ese desprendimiento no solo material, sino también sentimental que nos ayuda a poner en palabras, en versos, lo que estamos sintiendo para poder regarlo (o no) a quien queramos. Todos guardamos esquelas en un cajón, en el alma y en el corazón. A veces podemos hacerlas poesía pero, otras veces, otros lo hacen por nosotros.
"Si algún día me ves sonriéndole a la nada, dejándome abrazar por la tormenta con los ojos cerrados, como esa gente que escucha su canción preferida, animate a sospechar que aprendí el idioma secreto del viento".
Una vez más, Solá logra atraparme desde la primera página. En este poemario, no hay página que no tenga alguna marquita, reflexión o frase preferida. Admiro que pueda generar tanta emoción y conexión con lenguaje sencillo, logrando ser igual o más punzante que cualquier otra poesía que leí.
Poesia pura, gentil, terno e também rico. Um livro de se ler devagar, página por página, como se lê um poema, investigando, buscando as entranhas e entrelinhas do verso. Uma obra-prima.
Quise alargar este poemario tanto como lo que estuvo en mis manos, pero fue imposible, la manera en la que se genera un vínculo a través de lo sencillo que es el lenguaje del amor y desamor, es impresionante. De mis poemarios favoritos por la composición, los versos y la intimidad y sencillez de todo lo que le envuelve.
“vos fuiste casa de carne, hasta el día que la tormenta mojó tus cristales, de adentro para afuera y la casa dejó de ser casa, porque vos ya no pudiste ser amor y te volviste amenaza”.
la poesía de Juan Solá tiene una potencia que te atraviesa y te destruye. Una lee sus poemas y se queda sentada mirando al techo pensando en nada y todo a la vez, necesitando un rato para recomponerse, teniendo que procesar todas las emociones que cada poema genera. Es buena poesía, poesía humana real todo lo que la poesía es <3
lo primero que leo de juan solá!! lo escuché en la presentación de un libro de marie peña y me pareció un groso. me dijeron que es muy buen cuentista, así que lo próximo que me voy a comprar va a ser microalmas.
esquelas me pareció muy bonito, pero es un tipo de poesía bastante diferente a la que estoy acostumbrada. tendré que chusmear si tiene otros poemarios.
Algunos poemas están bien, otros con poca profundización emocional en cuanto a la elección de palabras. Pero hay ciertos que realmente me volaron la cabeza. No paro de releerlos. Juan Sola siempre es un recomendado.
3.5 Amo como escribe, pero siento que los temas de los poemas son muy comunes en la poesía y además son muy explícitos en lo que quieren expresar. Sin embargo los poemas de sexualidad y algunos un poco más íntimos eran muy buenos.
siento que le puse mucha expectativa a este poemario y no me terminó de llegar. 'Microalmas' me había parecido super lindo, pero en este libro no conecté del todo. marqué algunas frases y poemas enteros, pero pocoss.
me gustó mucho, en varias ocasiones me pude ver reflejada en sus palabras y sé al 100% que voy a pensar en este libro cuando a la noche las luces estén apagadas y la casa en silencio. un poco me devolvió la fuerza y las ganas que necesitaba para volver a escribir
Estuvo bien, pero no es lo mejor del autor. Varias páginas las marque, sin embargo la mayoría las pasé sin que me produzca nada :/ Igual un solido 3.5 estrellas, es inegable que es una lectura ligera y te dan ganas de seguir página a página
me enamoro, me volvió loca, me deslumbró, Juan solá gracias por sacar un libro que se puso a la altura de Nina Ferrari, gracias por volverme hacer sentir todo lo que sentí con Suave Vorágine. Son una dupla impresionante
es lindo pero conociendo cómo puede escribir, este no me sacudió. (todavia me acuerdo de ese pedacito de uno en Futuro en el que dice "ahora me toca entender de qué se trata el amor cuando no se trata de vos" y me dan ganas de vomitar.)
Disfrutado, aunque prefiero sus novelas. Me resultan más potentes sus palabras, la forma ¿poética? cruel, cuidada, realista, cruda y masticada en la que narra.
El desamor, el barrio, la soledad, el dolor. Tantos temas de siempre tan bien versados en este poemario que suena urbano y clásico a la vez. Hay poemas para enmarcar.