Es 1743 y mientras escucha atento las históricas hazañas de su familia, el pequeño Stanislaw recorre en compañía de su madre un deslumbrante paisaje invernal. Lejos está su pasión por Catalina la Grande y la convulsa llegada de los Poniatowski al trono de Polonia. Dos siglos más tarde y con tan solo 10 años, Elena mira por última vez caer la nieve sobre París. La espera un largo viaje a México, el país de Paula Amor, su madre, en el que encuentran refugio muchos perseguidos por la guerra que asola Europa.
Esta primera parte de El amante polaco es un fascinante viaje a través de dos tiempos narrativos y de dos fuerzas del el de las cortes europeas del siglo XVIII y el de la Ciudad de México en plena ebullición, el de las intrigas palaciegas y las tertulias literarias de la década de 1950, el de los romances prohibidos y el de una vida volcada a la escritura, tan llena de momentos intensos como dolorosos.
Elena Poniatowska, ganadora del Premio Cervantes 2013, nos entrega su novela más personal, donde el lenguaje íntimo y las emociones se enlazan con la épica historia de un reino a punto de desaparecer. Esta obra cumbre en la carrera de la autora reafirma su sorprendente originalidad y su inigualable talento narrativo.
Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor was born on May 19, 1933, in Paris, France. Her father was French of Polish ancestry and her mother a Mexican who was raised in France. When she was nine Poniatowska's family moved to México City. She grew up speaking French and learned English in a private British school. However, her knowledge of Spanish came from talking with the maids, so her written Spanish was largely colloquial. Poniatowska developed ties with the Mexican lower class in her youth and thus gained a sense of belonging to and an understanding of the Mexican culture. She felt and thought of herself as completely Mexican and of Spanish as her native language. Her works include characters who belong to the underprivileged classes, and she often gave voice to the powerless of her country.
She started writing as a journalist in 1954 and interviewed many famous Mexican and international writers. Many of these interviews can be found in her Palabras Cruzadas (1961; Crossed Words) and later in her Todo México (1990; All of Mexico). Besides her famous interviews, she also wrote several novels, short stories, chronicles, plays, and poems.
Among her novels are Hasta no verte, Jesús mío (1969; Until I see You, My Jesus), which earned her the Mazatlan Prize; Querido Diego, te abraza Quiela (1978; Dear Diego, love Quiela); La "Flor de Lis" (1988; The "Flower of the Lily"); and Tinísima (1992; Tinisima). Other narratives include Lilus Kikus (1954; Lilus Kikus; later an expanded edition appeared as Los cuentos [The Accounts] de Lilus Kikus in 1967); De noche vienes (1979; You Come at Night); Ay vida no me mereces (1985; Life, You Don't Deserve Me); Domingo 7 (1982; Seventh Sunday); Gaby Brimmer (1979; Gaby Brimmer); Todo empezó el domingo (1963; Everything Started on Sunday); and El último guajolote (1982; The Last Turkey).
Her chronicle La noche de Tlatelolco (1971; Massacre in Mexico) earned her the Javier Villarrutia Prize. She refused to accept it because she did not want to identify herself with then-President Echeverría's political establishment. Other chronicles include Fuerte es el silencio (1980; Silence Is Strong), and Nada, nadie: las voces del temblor (1988; Nothing, Nobody: The Voices of the Earthquake).
In theater, her play Melés y Teleo (1956; Melés and Teleo) uses a word game in the title, meaning "you read to me and I read to you." Finally, her poetry can be found in the Spanish publications Rojo de vida y negro de muerte, Estaciones, and Abside.
Ponistowska's skill as a novelist was her ability to combine fact with fiction. She lent her voice to the voiceless, but at the same time she took a step back and let the victims come forward to express their needs and pain, letting the Mexican people speak through her. Her settings were mostly in Mexico, and her characters were either Mexicans or people such as Angelina Beloff (Querido Diego, te abraza Quiela) or Tina Modotti (Tinísima) who lived important passages of their lives in Mexico. Many of her female characters are at the mercy of men. Their lives are ruled by a world made up of double standards. They try to do the right thing, but in the end they lose the men they loved and for whom they sacrificed. It is clear then that these women are never really appreciated.
Poniatowska had a great affinity with women and liked to write about them. But she also was interested in the poor, the weak, the street children, and the powerless. Interviewing the common people of Mexico became her trademark. After her first publication (Lilus Kikus, 1954), her writings became more and more political. For example, in Querido Diego (1978) Quiela's story is completely personal. It focuses upon her and her lover, the famous painter Diego Rivera. By comparison, in Tinísima (1992) Poniatowska reveals not just Modotti's emotional life but also her professional and political life as a communist.
However, Poniatowska's style often made it difficult fo
Mezcla de relato histórico con crónica personal, en El Amante Polaco, la Ponatiowska rescata la historia de sus antepasados polacos, revelando su parentesco con el último rey de Polonia, amante de Catalina la Grande y que vio cómo su país era borrado del mapa europeo a finales del siglo XVIII. Esta historia fue una verdadera sorpresa –si bien sabía que la escritora mexicana había nacido en París y tenía un vínculo con la aristocracia europea– desconocía en su totalidad su relación con Stanislaw Poniatowski, un hombre extremadamente culto pero quizá demasiado soñador y tímido para las intrigas en las cortes europeas de hace dos siglos.
En los últimos años he leído bastante sobre la historia rusa y sobre la figura de Catalina La Grande en particular, y jamás imaginé que uno de sus amantes fuera pariente de una de las mejores escritoras mexicanas. Más que una novela, esta es la historia familiar de Poniatowska, tanto de sus antepasados como de ella misma y de los cambios que su familia enfrentó al mudarse de Europa a México para huir de la Segunda Guerra Mundial. Esto lo hace, en consecuencia, un relato sumamente personal, quizá como el testamento de una de las grandes plumas de nuestro país.
Cuando el libro fue publicado, hubo una controversia porque en éste, de manera sutil y velada, Elena revela el abuso del que fue víctima por uno de los escritores más reconocidos en México. Ella jamás lo nombra pero los historiados hicieron la relación, apuntando a Juan José Arreola. Esta confesión es sumamente emotiva, triste y personal porque hace 60 años, eran temas de los que no se hablaba.
Lo único “malo” del libro es que esta es la primera parte de la historia, quedando pendiente la conclusión para una segunda entrega. Y justo el corte es en el momento que Stanislaw es rechazado por Catalina, y que Elena regresa a México, después de haber tenido a su hijo y darlo en adopción a unos familiares, pero consciente que no quiere vivir sin él.
Este libro me aterraba demasiado al empezarlo, creí que me perdería en los nombres, lugares, referencias o cultura; pero no fue así, encontré una historia llena de amor, pasión, crecimiento y vulnerabilidad. ¡Qué escritora es Poniatowska! ¡Qué valiente al atreverse a contar una historia tan compleja y compartirnos su vida! Mi libro favorito de ella sin duda alguna.
”Escribir fue mi vida, ¿alguien vivía por mi mientras escribía? ¿La vida era eso: sólo escribir?(...) escribo obsesa, me arden los ojos, ya perdí el ojo izquierdo de tanto exigirle... ¿escribir es hacer algo por alguien?
En esta ficción histórica, Elena nos lleva a la vida de las cortes europeas del siglo XVIII, en donde creció, se desenvolvió, amó, sufrió y fue vencido su antepasado Stanislaw Poniatowsky, último rey de Polonia. A la par, nos narra su propia vida y la de su familia en la Ciudad de México en los años 50’s. Es una buena obra -como todo lo que he leído de la autora-, que fusiona una parte muy íntima y personal con otra muy documentada y bien investigada.
Es lo primero que leo de Elena. Y fue muy interesante conocer la historia de Poniatowski y la de ella misma. Dos historias contadas de manera conjunta. Aunque en lo personal, siempre me quedaba con ganas de leer más sobre Elena.
Quiero mucho a Elenita Poniatowska, la Poni para muchos. Esta novela nos narra dos historias que corren de forma paralela: la del Conde Stanislaw Poniatowski y la de la propia Elena. Uno y otra habrán de recibir una educación acorde con su posición social y económica. Sobre ambos pesan grandes expectativas que en este primer tomo de las historias, no cumplen. Ambos, por las buenas o por las malas, se involucran con quien no deben. Lo interesante es conocer los vericuetos que corren estas historias y esperar a que salga el libro 2 para enterarnos más del chisme.
Tal vez tenía muchas expectativas por ser una de mis autoras favoritas y más admiradas pero no logré engancharme con esta novela. Empezó muy bien pero poco a poco me fue aburriendo en las partes sobre la realeza, se me hacían un poco repetitivas. Eso sí, me intriga saber cómo fue armando estas escenas tan detalladas a partir de cartas y lo que investigó. Pero en general, honestamente me las quería saltar y leer las anécdotas sobre Elena de joven, que se me hacían muy cortitas.
Entre dos tiempos narrativos, Elena nos transporta a los 1700 trayendo de la muerte al último rey de Polonia, quien además es su antepasado. Y por otro lado, en México de los 1940 nos relata su vida, su encuentro y desencuentro consigo misma.
A mi lo que me encantó de este libro (hablaré solo de lo histórico) fue que este hombre, Stanislaw haya sido no solo el último rey de Polonia, antes de su desaparición por 123 años como país, sino que además haya sido amigo íntimo y amante de la mujer que más he admirado en la historia, la famosa zarina y matrushka de los rusos de la época: Catalina la Grande.
Saber de los diarios íntimos y memorias de Stanislaw, es decir de primera mano, de la inteligencia, avidez, sagacidad y voracidad en todos los aspectos de su vida (sexual, amoroso y político), de esta mujer… Ha sido una experiencia tan gratificante y sorprendente… Es que esta mujer cambió el rumbo de Rusia, hasta que su inepto hijo llegó al trono 🙄, pero en fin omitamos ese trágico acontecimiento histórico. Mientras Catalina estuvo en el poder, no fue la típica reina y emperatriz que obedecía, sino que inventó un sistema de idolatría que llevó a Rusia a otro nivel (más allá de la repartición de Polonia).
La escritora Elena Poniatowska narra de forma interesante y entretenida el origen polaco de su familia, siendo su antepasado amante de Catalina la grande , zarina de todas las Rusias. En el transcurso de la narración vemos también la llegada del.padre de la afamada escritora a México.
Una novela donde Elena Poniatowska nos lleva a conocer su vida, así como del ReyEstanislao Poniatowski quien fue su ancestro por ahí de 1700 y amante de la Catalina futura zarina de rusia
Lo que he amado de este libro han sido los datos históricos sobre Polonia. [Porque e esta cuenta amamos Polonia ♡]
Pero lo que no me ha gustado es que entre tantos saltos de tiempo, me perdía muchísimo a tal momento que no sabía si estaba en el pasado o en el "presente". Y eso hacía que perdiera mucho el hilo de las historias.
Lo escuché en audiolibro en Storytell, por lo que no tengo alguna frase subrayada. Pero la experiencia del audiolibro fue muy buena.
Siempre es un reto contar una historia con varios personajes, contar dos es aún más difícil. Elena Poniatowska nos entrega en este libro dos historias ubicadas a doscientos años de distancia, la suya y la del Conde Poniatowski. La vida del Conde, inspirada en hechos reales, abarca la mayor parte del libro por su complejidad en cuanto a número de personajes y lugares, mientras que la autobiografía de Elena queda relegada a un segundo plano y destaca las similitudes entre ambas historias: La pasión por el arte, el privilegio de su clase social, la inocencia de quien no mas que bondad en su prójimo, entre otros. Su prosa es clara y con hermosas imágenes del continente europeo y de la Ciudad de México a mediados del siglo XX. El texto demuestra la elegancia y el ingenio de su autora al difuminar suavemente la ficción y la realidad, contando siempre con una fluidez y comodidad que evoca al hogar.
Los únicos inconvenientes que tengo y por lo cual no le doy la quinta estrella son; Ligeros detalles cronológicos que desembocan en unas cuantas dudas y mi desacuerdo en general con los libros de menos de mil páginas que son destazados para venderlos en partes.
Por lo tanto, recomiendo ampliamente esta novela y me atrevo a decir que será un clásico en el conjunto de la obra de Elena Poniatowska, con reservas de lo que depare la segunda parte.
Un libro que se maneja en dos vías, la primera es sobre los antepasados de la autora, en particular de Stanislaw Poniatowski, Rey de Polonia y amante de la zarina Catalina la Grande (supongo pero no me consta). y por otro lado una narración de la vida de la autora, que más que narración diría que es una colección de estampas de momentos que marcaron su vida.
El contraste entre ambas historias es interesante, son dos formas de narrar bien distintas que a mí gusto forman el núcleo de lo que caracteriza la forma de narrar de la autora: el periodismo documental y la biografía super personal, ambas motivadas por la necesidad de entenderse a uno mismo. La parte de narración sobre la vida de sus ancestros esta magistralmente documentada, contiene extractos de las cartas y pasajes del diario de Poniatowski, adornado con cuadros en imágenes entre capítulos (recurso muy común en sus libros que yo disfruto bastante) y narra la vida de un joven taciturno de un enorme intelecto, aristócrata educado en las cortes francesas e inglesas pero que siempre busco la compañía y aprobación de los demás, cuando llega a Rusia se facina con la figura de Catalina y se convierte en un amante obsesivo e ingenuo. Está parte está muy bien detallada, llena de nombres y fechas y lugares, pero sin llegar a ser abrumadora. Quizá la narración es un poco lenta pero a mí me pareció muy interesante, ya que aborda un aspecto de intriga política pero ligera.
La otra parte, la de su vida, más que una narración es una colección de recuerdos. Aquí todo es más difuso y desordenado, no hay fechas concretas se mezclan personajes de su pasado sin orden cronológico, de repente habla de Octavio Paz y luego de Pita Amor (de quién es pariente). Si hay un orden, empieza con su niñez en Francia, después en Mexico y su estancia en Estados Unidos y termina esta parte con el nacimiento de su hijo mayor Mane, pero los brincos son de años lo cual puede resultar confuso. Pero todo esto es compensado por una increíble narración cargada de sentimiento, desde los momentos más obscuros (protagonistados por "el Maestro", muy polémico y con justa razón) hasta uno de los monólogos más bellos sobre la razón y la vida de los escritores. A mí gusto aquí se encuentran las palabras más bellas que ha escrito Elena.
Más que la parte filial, aquí lo que los une es ese sentimiento de ingenuidad (quiz�� hereditario, o al menos hay algo implícito ahí). Si no has leído nada de ella este puede ser un muy buen punto de inicio pues contiene un poco de las dos formas predominantes de narrar de la autora. A mí gusto está ligero, pero si tiene partes tediosas (las de Poniatowski) o puede ser confuso (las de Poniatowska) pero como lo mencioné, el contraste da una buena variación. Me gustaría que hablara un poco más de ella, ya que las partes de ella son muy breves, y no tanto por fetichismo sobre la autora, si no por qué creo que tiene una vida super interesante rodeada de personas super interesantes. Habrá que leer la segunda parte pero por lo pronto este libro me ha dejado un muy buen sabor de boca.
Esta novela se mueve en dos tiempos: en el siglo XVIII con Stanislaw Poniatowski y en los años cincuenta durante la juventud de Elena.
Cada uno de los protagonistas tiene sus propios conflictos, que a primera vista son incompatibles pero luego nos damos cuenta de que tienen muchas más cosas en común: la juventud y la indecisión, los amores no correspondidos, la incertidumbre ante el futuro:
Stanislaw es un joven que va aprendiendo a manejarse en la corte, que se está preparando para subir al trono y que no esperaba enamorarse en el proceso.
Elena es una chica que está buscando su identidad y su profesión, así como su lugar en la familia y en la sociedad cuando un hecho le trastoca toda su vida.
En ambas narraciones podemos sentirnos cercanos a los personajes pues los conocemos externa e internamente, somos testigos de esos acontecimientos inesperados y junto con ellos dudamos qué será lo mejor para el futuro.
Me gustó cómo cada protagonista, en apariencia tan diferente, logra conectarse a través del tiempo no solamente entre ellos, sino con nosotros como lectores, pues podemos compartir sus experiencias.
Una historia sobre crecer, sobre tomar decisiones y sobre las dificultades del amor.
Tengo que decir que yo amo, yo idolatro a Elena Poniatowska y nadie puede hacerme cambiar de opinión acerca de que su forma de escribir es una maravilla, pero personalmente aquí no.
No me malentienden, adoro los relatos históricos y sé lo difícil que es contar dos historias a la vez, es una responsabilidad enorme contar una historia tan larga con los datos históricamente correctos. Sin embargo, a pesar de que tiene sus momentos buenos como las cartas, los conflictos y rivalidades, las descripciones y contextos políticos son increíblemente largas que lo vuelva tedioso después de un tiempo. Aún así creo que es bueno y te llegas a encariñar aunque sea un poco.
Lo que lo salva en parte son las cápsulas personales de Elena; es como una plática personal con una amiga. La adoro todavía más. ❤️🩹
Aprecié bastante al ‘amante polaco’, para mí, uno de los mejores libros de Elena Poniatowska. Su doble narración, en tiempos y lugares distintos, resulta un ejercicio sugestivo, para seguir el crecimiento, a veces similar, de los dos personajes (Stanislaw y Elena). La descripción de “perfección” de Stanislaw, quizá para reivindicar su figura ante los ojos del mundo, me llegó a molestar, sin embargo sentí empatía con su amor, a veces obsesión, por Catalina, mismo sentimiento que repetí con Elena, y su íntimo relato sobre un terrible acontecimiento (ocurrido en su juventud).
admiro la vivacidad con la que escribe elena teniendo noventa años. haberla escuchado hace menos de tres meses y verle tan joven, me hace decir guau. este libro entre que histórico, entre que autobiográfico, deja ver nuevos colores y dolores sobre ella, mientras a la vez descubrimos colores y dolores de su tatara tatara pariente, el último rey de polonia.
si no le doy cinco estrellas es porque yo no soy muy dada a disfrutar sobre política y formas de gobierno, además, hubiese querido más de elena, porque soy una metiche.
La prosa de Poniatowska no es nada excepcional, pero es su capacidad para simplificar la narración histórica la que la hace tan amena para leer. La autora tiene una habilidad que pocos poseen y que puede incluso ignorarse: la de saber redactar el final de un libro (incluso si es una historia con varios volúmenes). Además, así se tratara de la historia de Stanislaw o de la propia, Poniatowska escribe con un optimismo que permanece implícito pero que se siente a lo largo de toda la lectura, haciendo de una lección histórica un aprendizaje significativo y simultáneamente tranquilo.
Primer libro que leo de Elenita y debo decir que me gusto; fue interesante leer sobre Stanislaw Poniatowski, pero en momentos sentía que entorpecía la lectura; hasta que llegaba la parte donde Elena narraba su vida ¡WOWWW! eso fue lo que más me encanto del libro, de hecho siento que si el libro se hubiera enfocado solo en eso, me hubiera encantado. Espero con ansías el libro dos, esperando conocer más de la vida de Elenita, aunque el precio a pagar sea leer el tedioso pasado de Stanislaw.
3.5 Es un libro muy interesante, donde se aprende de la historia de las familias reales europeas, sus intrigas y estrategías para superarse unos a otros, y al mismo tiempo te da atisbos de lo que fue la vida de la autora. También al principio puede ser un poco confuso por el cambio de la voz narrativa, pero conforme avanzas te vas acostumbrando a esto.
La narrativa es muy fluída y se disfruta por el lenguaje tan adecuado para sentirte en la misma historia. La temática puede llegar a tocarte si te gusta la historia de tu país, además de los chismes de personajes célebres. Te lo terminas en muy poco tiempo y es un buen libro para conocer a la autora.
Empece a leer muy entusiasmado . Pero cuando ya mas me penetre en la historia , ya se me ponía aburrida. La parte de la historia de Mexico ,podría vivir sin ella, y para my como que no encajaban bien par una narrativa. Para mis es mal agüero cuando estas leyendo y quieres que el libro se acabe. Siempre debe ser lo opuesto.
Esta novela biográfica de un antepasado de la escritora es bien investigada y documentada con muchos detalles de las personas, la política y la vida de los aristócratas europeos del siglo 18. El problema para mi es que su protagonista polaco es mucho menos interesante que otros personajes del libro, sobre todo la magnífica y ambiciosa Catalina de Rusia.
Elena tiene una forma de escribir muy particular y única. La parte que narra la vida de su ancestro no me atrapo pero su autobiografía es tremenda, casi puedo escucharla hablar a través de las páginas con ese lenguaje tan florido y esa dicción tan propia de la cdmx. Sin duda me saltaría todo lo que habla de Poniatowsky y me concentrará en Poniatowska.
No es mi libro favorito de Poniatowska. Se ve que le invirtió mucho tiempo documentándose pero la parte de la realeza europea me pareció informativa pero sosa y a veces tediosa, siempre quería llegar a la parte de su vida que es más cortita en cada capítulo. No sé si leeré la segunda parte
No es la mejor obra de Poniatowska, se lee como si fueran 2 obras separadas. No se entiende la conexión entre el presente y pasado dentro de la obra, parece que solo se hizo un pogoste de 2 ideas y tiempos direntes sin conexión alguna.
Very good historical novel. Easy to read despite the complicated Polish names.I had to write the names in a piece of paper so I could recognize who they were in order to follow the sequel. I am ready to continue con " libro 2".
No he conectado con el libro sino hasta pasada la mitad. Es una escritora muy buena, muy evocativa de los paisajes Polacos, sin embargo, el inicio es bastante confuso con tantos nombres, hechos políticos y la historia de la propia autora. Aún con todo, muy recomendado.