Relato de ciencia ficción de fácil lectura, te sumerge de lleno en la historia de Ender un niño que no tuvo infancia (quiero saber más sobre el proceso de selección para el programa de Ender y sus compañeros) y que se perfila como una promesa para un mundo en caos (me fascina Ender a tan corta edad con su capacidad de respuesta en batalla, su curiosidad, como se va puliendo con las experiencias vividas, como moldea a su ejército y es resiliente en todo momento). Me encanta la camaradería con sus subalternos en especial con Bean con quién a pesar de su corta edad se porta como un maestro, lo presiona para que esté preparado a actuar antes de que las cosas pasen, trabaja sus instintos como un escultor , para que no lo traten como a él (siempre en tensión, en camino a la angustia y desesperación, consumiéndose con cada batalla 🥺) y como Bean lo rescata en los momentos finales al cambiarle la perspectiva en la batalla final. Me alegré de que Bean haya sobrevivido (ya lo veía muerto 😭), entiendo el quid pro quo que nos lanza el escritor (son la última esperanza o la extinción de un sistema entero) Me quedo con esta parte de Ender : Tengo derecho a saber. ¿Cree que esto puede seguir para siempre, trasladarme de una estrella a otra sin decirme qué propósito tiene mi vida? Nos usan como herramientas. Un día mandaremos las naves; un día quizá salvemos las vidas de todos, pero no soy un ordenador, y tengo que saber. (Palmas mi muchacho 👏🏼) Este es un bocadillo de relato que te abre completamente el apetito (espero que Orson no defraude en los siguientes libros 🤞🏻 meta lectora por cumplir y película a la lista)
El juego de Ender (cuento) - Orsan Scott Card El cuento que fue origen de la Saga de El Juego de Ender y luego adaptada a película. Scott Card nos sitúa en una batalla donde es necesario entrenar a niños para luego convertirlos en comandantes de una guerra que necesita a los mejores al mando. No se nos explica contra quien se pelea, no se nos explica cómo inició todo ni por qué se entrena a niños para una guerra. Si bien a lo largo de nuestra historia hemos vivido guerras donde los niños han formado parte del batallón, en el cuento de Scott Card, los niños no solo son parte del batallón, son los protagonistas. El entrenamiento al cual son sometidos es extenuante y hasta inhumano. Pocas horas de sueño, poco tiempo de preparación y claro, son niños de entre 7 y 14 años. Se necesita de una mente fuerte dicen los mayores, por ello entrenan a los niños. Sin embargo, esa mentalidad fuerte es solo un engaño pues usan niños que aun no cobran la suficiente conciencia de que cada nave es piloteada por un humano que puede o no perder la vida si así el juego o la guerra lo ve necesario. Este cuento, en sus pocas páginas presenta conflictos éticos desde el inicio. Partiendo por el hecho de usar a niños para la guerra hasta usar la mentira para eliminar todo atisbo de prudencia y reparos pues a los niños se les dice que todo lo que viven es un juego sin saber que en realidad están librando una batalla de verdad y que sus manos se manchan de sangre. Otro conflicto que se plantea es la competencia y presión a los que someten a estos niños. Ellos no tienen momentos de distracción, de diversión, de sosiego. Son presionados constantemente casi quitándoles su humanidad. Son privados del sueño y de un descanso reparador en pos de un mejor rendimiento y resultado, lo cual es desgastante e inevitablemente lleva a un nivel de estrés alto donde como autómatas los niños funcionan en automático como armas, como bien lo señala uno de los personajes. Scott Card plantea en su cuento un elemento que es importante en el ejercicio militar. A los militares se los instruye con una única finalidad: ganar al enemigo. A toda costa y precio. Vencer al enemigo. Los humanos dejan de ser humanos, sus compañeros son armas, son peones al servicio del rey. El enemigo se convierte en estadística que debe crecer y desaparecer. Su enfoque completo, el de los militares, está en ganar la guerra. Matar antes de ser vencidos. Eliminar antes de ser eliminados. Tal y como lo es un juego cualquiera con las mismas reglas: eliminar al enemigo. Los niños, con eso en mente, solo desean ganar, acumular puntos, ser los mejores. No importa su salud, no importa el resto. Solo importa su juego y ganarlo. ¿Alguna semejanza con los video juegos de hoy? Pues mucha. En un futuro cuando las guerras puedan combatirse usando máquinas o algunos humanos como peones y solo los humanos con gran capacidad de estrategia puedan dirigir esas maquinas, las habilidades adquiridas por los jóvenes "viciosos" de los videojuegos podrían ser requeridas y estos jóvenes podrían convertirse en comandantes de batallones. La guerra vista así es una actividad fría y distante. No importan los muertos, importan los números de bajas del enemigo. No importan las propias pérdidas, importan los errores para no volver a cometerlos. Sin duda los planteamientos del autor sobre la guerra y la ética están bien desarrollados para ser un relato corto. Deja ver claramente la diferencia que existe entre adultos y niños respecto a la visión de una guerra. Su lenguaje narrativo es fluido y no se vale de recursos obscuros para pretender "engañar" al lector, por el contrario, la nitidez en sus planteamientos y la predictibilidad de la historia refuerza el mensaje del cuento que es un llamado a la reflexión de la deshumanización del hombre ante la guerra. Si bien el relato me agradó, no pudo decir que, en mi gusto personal, se encuentre entre los mejores. No obstante, es interesante, por lo que recomiendo su lectura. LC realizada con el Club #ClasicoEsLeerte.
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Hace mucho no escribía sobre libros. ¿Cómo volver a contar lo narrado? Y ¿Para qué hacerlo? ¿Para convencer? ¿Para explicar? ¿Para defender? No lo sé. Creo toda razón es válida, la mía, a ciencia cierta no la sé, pero creo que escribir a mí me libera, me ayuda a dejar ir y poder colocar un clavel, la flor de enero, sobre él.
¿De qué va «El juego de Ender»? Va sobre la guerra y viene con el asesinato de la infancia. Es más que todo sobre el hombre tratando de sobrevivir aunque tenga que inventar en el proceso un enemigo externo (muy «1984», a esto vuelve varias veces). Es una historia sobre el juego como estrategia, no para diversión, sino para matar. Adelantada a su tiempo, sí, hay simulaciones, conexiones neuronales hombre - máquina y desconexión hombre - hombre (como un todo), especie - especie, ser vivo - ser vivo.
Es también sobre la no comunicación, dónde viajar años luz corta las palabras, las hace obsoletas y reintroduce un nuevo lenguaje, tan antiguo como la humanidad, el lenguaje de las armas.
Cuando dos civilizaciones se encuentran, es como el choque dos estrellas, se dañan, se lesionan, se hieren, no se conocen, sus caminos se encuentran. Esto primero es accidente, un extraño final lleno de azar. Pero, el segundo encuentro es un decisión, ya no es fortuito, es planeado. Hay voluntad en ello, hay una búsqueda y si no hay comunicación, si los dos no se entienden, empieza la destrucción. Para el tercero no hay excusas, o hay tratados o hay aniquilación, la mayoría, escogen lo último, no cabida a la otredad.
La ciencia acorta distancias, pero también las crea. ¿Cómo hayar puntos intermedios? ¿Cómo crear estaciones de encuentro? ¿Cómo vencer los muros? ¿Cómo sortear los obstáculos? En Ender, la solución es la espiritualidad. Fantasioso, sí, pero curiosamente atractivo. La necesidad de lo sobrenatural y del asombro, a veces, es tal vez, la única forma de conexión.
¿Qué no sabes de que va el libro? Es un viaje de identidad, de crecimiento. Para todo lo demás, está la sinopsis y la película, aunque está se queda corta.
A por cierto, si es un juego, con reglas y estrategias bien interesante. Se gana como se gana una partida de ajedrez.
Muy interesante. Habrá que leer el libro donde todo se desarrolla más para ver que tal resulta, pero la historia es muy buena y de ahí toda la saga posterior que ha surgido en torno a ella, al igual que la adaptación al cine. Recomendable.
Mundos ficticios inspirando mente, creando libros,creando películas, mismas que inspiran nuevos mundos y nuevas mentes… Un gran círculo que nos nutre de posibilidades insospechadas que quizás, solo quizás, nos den respuestas a preguntas que no soñamos podrían existir.
Escuché el audiolibro y me gustó. La historia es un poco juvenil pero siempre me ha capturado la idea de que un juego se vuelve real sin que los jugadores se den cuenta.