La Constitución española de 1978 es la norma suprema del ordenamiento jurídico español, a la que están sujetos todos los poderes públicos y ciudadanos de España.
Ahora El Mundo Today la ha corregido y mejorado, eliminando algunos derechos y libertades claramente innecesarios y añadiendo deberes, obligaciones y dibujos.
Nacer es un país no te da derecho a otra cosa que a poder cagarte en otros países y también en el tuyo pero solo cuando quieres ofender mucho a alguien de centro-derecha o de centro-derecha-derecha-derecha-derecha-derecha. Pero luego lo público interesa nada más que para meter la mano o para privatizarlo. Esta Constitución, revisada y ampliada por un gran estudioso del tema, abre un camino de luz y esperanza para quienes aspiramos a sacar todo el potencial de ser español y meter la mano en lo público. La Constitución Española es una guía que todo buen español debería leer y seguir con el fin, además, de poder actuar como tal y como Dios manda y defenderse ante los ataques de grandes mamíferos. Expone métodos de supervivencia que todo buen español debería conocer o, si no, no se es español ni se es nada. Determinados artículos pueden confundir, como el lanzamiento de muerto, las partes de una pistola o de Manolo, el del Bombo, pero también da pistas sobre el correcto uso de Internet, las funciones del Rey y cómo y cuándo decapitarlo, lo cual completa lo que un ser humano español debe saber para vivir en una completa españolidad feliz. Hay faltas de ortografía imperdonables, pero sin duda, ahora soy más español y me siento más español gracias a a Constitución Española.
Una Constitución al estilo de El Mundo Today. Que dicho así es una completa obviedad, pero también es la manera de decir que cumple lo esperado. Las referencias culturales inesperadas intercaladas en el articulado generan carcajadas inevitables, y en general es muy entretenido de leer, aunque se puede hacer pesado si el formato de leer un artículo "jurídico" tras otro no te atrae demasiado. A quién no le iba a atraer el formato, por otro lado.
Gracioso a ratos, sin más. En ningún momento plantea una sátira mordaz o inteligente que cuestione de verdad las estructuras representadas en la constitución española de 1978 y denuncie el incumplimiento de los derechos recogidos en ella. Un divertimento sin mayores consecuencias.
¿Eres un Español De Bien? Entonces lee, no, mejor aún, memoriza, esta Constitución. Es un documento que ilumina el camino de la españolidad, que nos mantiene a salvo de la tentación, amén.