Hasta que llegaron escritoras feministas como Ursula K. Le Guin y Adrienne Rich para decirnos que es posible pensar el cuerpo materno y la crianza desde la literatura, el cuerpo de la mujer fue un tema tabú y la maternidad, un asunto demasiado femenino, rosa, tal vez porque a los hombres no les parecía interesante. Jazmina Barrera, la incansable coleccionista de historias y referencias literarias que ya nos cautivara con su hermoso Cuaderno de faros, presenta en Linia negra una recopilación de imágenes, citas y referencias de mujeres que han trabajado el embarazo, el parto y la lactancia desde el arte y la literatura: una colección de voces y visiones femeninas que pasaron por el mismo desorbitante proceso corporal y decidieron representarlo de distintas formas. Este es un libro que da cuenta de nuestra pluralidad: un libro abierto, generoso, múltiple, fecundo y comunal, un libro que rebasa las nociones de los géneros literarios: un libro microquimérico.
Jazmina Barrera (Ciudad de México, 1988) fue becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas y beneficiaria de las residencias de la Casa Estudio Cien Años de Soledad. Fue becaria del programa de Jóvenes Creadores del Fonca.
Estudió la maestría en Escritura Creativa en Español en NYU con el apoyo de la beca Fullbright. Sus textos han sido publicados en revistas como The Paris Review, El País, Words Without Borders, Malpensante, Electric Literature y The New York Times, entre otras. Es autora de Cuerpo extraño, Cuaderno de faros, Linea nigra, Los nombres de los animales y Punto de Cruz. Su libro de ensayos Cuerpo extraño / Foreign Body ganó el premio Latin American Voices 2013. Linea nigra fue finalista del premio CANIEM al libro del año, del premio Primera Novela y del National Book Critics Crircle’s Gregg Barrios Book in Translation Prize. Cuaderno de faros fue parte de la longlist del premio Von Rezzori. Sus libros han sido publicados en nueve países y traducidos al inglés, italiano, holandés y francés.
Es socia fundadora de Ediciones Antílope. Vive en Ciudad de México
No sé si algún día seré madre, ahora mismo me parece algo lejano y muy poco probable. Pero aunque no todas seremos madres, todas venimos de una, por lo que la maternidad es algo que está en todos lados, que nos rodea y que literalmente nos origina. Y a pesar de ser un tema tan universal, parecería que faltan textos como este de Jazmina Barrera: honestos, íntimos y realistas.
Este texto me ha llevado a tener conversaciones con mis amistades que estudian medicina, mis amigas, y sobre todo con mi mamá.
I dug this cerebral, intense, sometimes funny, often interesting memoir-in-collage about the author's experience with pregnancy, childbirth, and the first months of maternity. As with many collage books, aspects of the collage (particularly the stories of her mother's paintings) grabbed me less, and I had to fight the urge to skim to get to the extraordinary narrative at the heart of the book, teeming with memorable characters (an awful doctor is especially notable) and fabulous research and quotations.
Esta no es una novela ensayada, no me gusta que digan eso porque la encierran en algo que va muuuuucho más allá. Es un texto íntimo, privado y sincero de Jazmina Barrera que logra que muchas personas conectemos (aún sin ser madres) con la crianza, el embarazo, la lactancia y otras experiencias que muchas mujeres atraviesan cuando deciden tener un bebé.
Sin duda también me recordó que soy hija y que las historias de nuestras madres y sus experiencias al tenernos deberían ser contadas con la misma naturalidad con la que Barrera escribe.
No es aleatorio que sus textos sean breves y que con ellos de alguna forma se haga política de la escritura de las escritoras que son madres en sus procesos. ¿Qué tanto nos hemos perdido de los pensamientos de aquellas que pasan por estas experiencias?
Habrá que seguir leyendo más sobre estas experiencias y encontrar esos textos de lo privado que nos invitan a cuestionarnos lo que entendemos por maternidad.
“De pronto entiendo que tantos hombres, durante siglos, temieran a las mujeres, que las consideraran brujas. Más allá de toda explicación biológica (y mucho más cuando no la había), todos estos instintos animales, estos signos de los genes, se parecen mucho a la magia”
Existen muchas teorías sobre el momento en que el bebé se da cuenta de que su cuerpo es distinto del cuerpo de su madre. Yo me pregunto en qué momento la madre deja de sentir que el cuerpo de su hijo es también el suyo. El bebé está afuera de ti pero vino de ti y está hecho de ti, así que es todavía un poco tú. Hasta cuándo. Hasta dónde.
“Linea Nigra” é o terceiro ensaio que leio de Jazmina Barrera. Depois de ter abordado a amizade e a demência da avó, chega a vez de falar da gravidez e da maternidade na primeira pessoa, com um título inspirado na linha vertical que aparece na barriga de algumas mulheres durante os meses de gestação. Foi só quando a autora começou a escolher nomes para o futuro bebé e ponderou sobre Silvestre que, ao contrário de Paz se fosse menina, não colidiria com o nome do pai, que percebi que é esta a Jazmina e é este o Silvestre de que Alejandro Zambra tanto fala no seu “Literatura Infantil”. Duh! Há, por isso, várias histórias que se cruzam em ambos os livros, agora vistas de outra perspectiva.
Alejandro: “Esse consejo de decir ‘estamos embarazados’, en plural. Entiendo el sentido, pero es una estupidez. Yo non estoy embarazado, por desgrazia. Y tú sí. Tu estás muy embarazada.
E no entanto…
Si fuera posible, sé que disfrutaría muchísimo acompañando a Alejandro embarazado. Lo apoyaría y lo cuidaría, le daría la mano mientras le hacen los ultrasonidos. (…) Sé que hay hombres que envidian los embarazos de las mujeres, pero yo les envidio poder ser parte de esto sin tener que embarazarse, ser partícipes y testigos sin transformarse en mutantes.
Apesar de Jazmina achar o género um pouco banal, é numa espécie de diário que assenta os acontecimentos e os pensamentos que lhe ocorrem como primigesta e durante os primeiros meses de vida do filho, altura em que lhe foi concedida uma bolsa para escrever um livro, a que ela não tem obviamente tempo de se dedicar.
Los bebés se comen los manuscritos, dice Ursula K. Le Guin. El poema no escrito porque un bebé lloró, la novela que se dejó de lado por un embarazo, y así. Los bebés comen libros. Pero escupen fragmentos que pueden ser unidos después. O no.
Além de ser um relato muito bonito e sem pieguice, “Linea Nigra” é também uma meditação sobre a gravidez, o parto e a maternidade através da pintura e, como seria de esperar, citando as palavras de outras autoras que também se debruçaram sobre os mesmos assuntos, como Sarah Manguso, Jenny Offill, Margaret Drabble, Sylvia Plath, Zadie Smith, Rachel Cusk, Maggie Nelson e Rivka Galchen com o seu “Little Labors”, obra que o casal Zambra/Barrera está, naquele período, a traduzir em conjunto. E àqueles que consideram o boom de narrativas confessionais sobre estas matérias apenas um moda, a autora responde que, depois de séculos de silêncio, todas elas são bem-vindas.
Pienso en los diarios, las listas, las cartas, los herbarios, los libros de texto, los diarios de embarazo, los recetarios caseros: todas esas formas de escritura son o pueden ser, literatura. Lo mismo pasa con los diarios de embarazo, con los diarios de bebé. Quiero que sobren los libros, que los haya buenos y malos. Quiero un canon, una tradición.Y también una ruptura, libros en contra del canon. Nuevos géneros literarios.
Admito que comencé a leerlo porque quería conocer a la esposa de Alejandro Zambra (sí, el feminismo no estaría orgulloso de mí), y salí enamorada de Jazmina, de la forma en la que cuenta su historia, de todas las cosas que sabe y, básicamente, de su cerebro. Definitivamente quiero volver a leerle. En cuanto al libro en sí, si bien, me siento muy ajena a la experiencia de ser mamá, me parece un relato precioso, me encantó. También, me queda dando vueltas en la mente cuando Jazmina dice que estando embarazada más que nunca ha estado a favor del aborto, ya que ninguna mujer debería pasar por tal experiencia si no lo desea.
Llegué con la idea de que era un ensayo (porqué todo el mundo lo llama así) es un diario de maternidad, nada más, los textos son muy cortos y a veces no tienen sentido ni aportan nada. Está plagado de referencias, cosa que no disfruto mucho, a veces parece sólo una excusa para hablar de los libros que leyó y las obras que conoce.
Increíble. Tenía miedo porque no me había volado la cabeza Cuaderno de Faros, pero este ufffff es demasiado bueno. Siento que me falta algo ahora que terminé el libro.
Qué ensayo tan bello, gracias Jazmina por compartir esta Oda a la vida. Una de mis citas favoritas del libro:
"Existen muchas teorías sobre el momento en que el bebé se da cuenta de que su cuerpo es distinto del cuerpo de su madre. Yo me pregunto en qué momento la madre deja de sentir que el cuerpo de su hijo es también el suyo. El bebé está afuera de ti pero vino de ti y está hecho de ti, así que es todavía un poco tú. Hasta cuándo. Hasta dónde."
Part journal and part essay, this book from Jazmina Barrera via Two Lines Press is a thoughtful look at the challenges of pregnancy, the birthing process, and new motherhood, as examined through the lens of art. Barrera mines her own family's history with art (she and her husband are both successful writers, and her mother a famous painter), and also scrutinizes numerous examples from other writers of novels, poems, and memoirs. She is also inspired by paintings, photographs, even television shows. Barrera synthesizes these sources and then riffs on them in creative and insightful ways.
Lo que más valoro en este libro/diario/ensayo sobre embarazo y maternidad es lo sincero que es.
Desearía haber leído algo así hace 23 años cuando fui madre y no ahora.
Me abrumaron un poco tantas citas y referencias. Disfruté y sentí más las apreciaciones personales.
"Silvestre no tiene memoria a largo plazo y en estos días yo tampoco. Vivo, más que nunca, en el presente, atenta a lo que necesita, a lo que quiere y lo que hace, en el instante. Y el instante se distiende, los días son tan largos que siento que han pasado años y no un mes desde que llegó. Es un lugar sin tiempo, el lugar de las madres. "
Precioso, casi me dieron ganas de tener una guagüita. Terrible también, definitivamente no tendré una guagua. Un bonus: me sentí muy copuchenteando en la relación Jazmina-Alejandro, entrete.
Un libro que se lee como un diario de embarazo, como un relato fragmentado íntimo y adictivo, en el que acompañamos a su autora durante su embarazo con total honestidad, sin tapujos, con lo bueno y lo malo, las ilusiones y los miedos, el cansancio y la emoción.
Toca temáticas variadas, como mitos sobre el embarazo, terremotos, violencia obstétrica, feminismo, arte, lactancia, la maternidad en la literatura, aborto, recomendaciones de autoras y libros que hablan sobre el embarazo con críticas sobre los roles de género y los ideales sociales de la maternidad, reflexiones personales sobre los cambios del embarazo, datos freak del embarazo, cultura mexicana, su historia familiar, entre otros.
Termina con un final abierto pero que no me hizo ruido, ya que todo el libro se siente como leer el diario personal de otra persona, una persona que aun está construyendo su historia y tú solo puedas echarle un vistazo a un momento en particular, con todos los cambios y revoluciones que causó ese momento en su vida, y visto así, creo que está perfecto y que es un privilegio leerlo.
Un libro que también me hizo pensar mucho en mi mamá y en lo agradecida que estoy por tenerla y por todo lo que ha hecho y hace por mí; en lo mucho que la amo.
"Todos somos la historia de una parte del cuerpo de alguien más" "Terry Tempest Williams dice que la voz de su madre es una canción de cuna en lo profundo de sus células" "El útero es un espacio exterior interno, un universo contenido"
En un par de pasajes Jazmina Barrera confiesa que no escribe poemas y que tampoco compone novelas. Su obra, como pasaba ya con ‘Cuaderno de faros’ es fragmentaria, diarística, miscelánea. Aquí se presenta un dietario de su embarazo y maternidad donde confluyen las experiencias personales, las lecturas (interesante bibliografía incluida al final) y las relaciones familiares, especialmente con su propia madre y de ésta con la creación artística.
A gift from a friend (ily becs) at the beginning of pregnancy. The best thing I’ve read during pregnancy and easily the most beautiful book I’ve read in a long time. A book of essays that felt like having a really honest conversation with a friend and reading a devotional and going to a museum all at the same time. This book makes me feel seen, empowered, encouraged to explore and learn and proud to be female. I wish It could go on and on forever so I could read something like this through all seasons of life. I know I will be re-reading this often. Truly Jazmine Barrera is a master of capturing internal contradictions and fleeting moments - I was filled with awe and will read anything she writes.
“The thought that pregnancy could have such harrowing moments never occurred to me. My mother and the other women around me had only talked about a miraculous transformation, the incredible experience of childbirth, and now it turns out that they had nausea the whole time and felt awful. But they go on saying all that stuff. Of course, there’s joy too, heaps of it; like when we talk about names or imagine the child’s face. But I saw that coming, I expected it; the darkness was a surprise. I’m having a hard time believing that almost half the human race has gone through this. It’s the most ordinary thing in the world but it seems so different to me, so uncomfortable and unsettling.”
Una belleza belleza de libro. Fresco, íntimo, atrevido, personal. Me encanta su escritura, me encantan sus referencias, me gustan sus historias, me fascina que el arte se empareje al alumbramiento. Las letras que dan a luz, mientras la madre escribe embarazada. Me duelen sus dolores. Y anhelo sus anhelos, cuando mi hija tenga un hijo.
Dos frases que amo: Qué ingrata es la biología con las madres que no nos deja acordarnos de cuando más cerca estuvimos de ella.
Todos somos la historia de una parte del cuerpo de alguien más.
Que bonito diario, qué fuerte la maternidad. Me gustan mucho estos libros donde las mujeres escriben con honestidad, que puedes casi escuchar lo que dicen como si te lo contara una amiga. Así es este, y me encantó. Pensé en mi mamá y en mis amigas madres, quiero preguntarles y que ellas también me cuenten acerca de su diario de maternidad, aunque aún no esté escrito. (4.5)
Llegué a este libro porque había leído “Literatura infantil” de Zambra. Quise continuar con el hilo temático y, además, me pareció simpático leer los dos puntos de vista de la mapaternidad compartida.
No tengo palabras suficientes para describir lo que me gustó leer “Linea nigra”; me sentí tan identificada y acompañada en aspectos, una creería, íntimos, que desearía haberlo conocido antes. Presiento que lo releeré muchas veces y seguiré resaltando frases hasta que estén todas subrayadas. Dice la autora sobre esto: “Imposible ser original escribiendo sobre maternidad. Somos tantas y tantas, y nuestras experiencias tienen todo en común, muchísimas diferencias, y a la vez todo en común.”
El formato ensayo, en el que está escrito, invita a reflexionar entre cada párrafo creando la posibilidad de imaginar a la autora vivir eso que describe, y también ayudando a desenterrar de la memoria algunas de esas vivencias que tuvimos quienes somos madres. Memorias hechas piel, sensaciones, dolor y cariño; todo mezclado con ese olor a bebé y los miedos de las primeras veces.
Leer “Linea nigra” es revivir, con menos intensidad, todos esos momentos de comunión con nuestra cría cuando era indefensa y nosotras éramos su mundo entero. Cinco estrellas es poco, se lleva todas.
Mil estrellas merece línea negra, es una lectura poética, desgarradora, orgánica, humana. Definitivamente ningún lector quedará indiferente, aún sino tenemos hijos, todos tenemos madre y de eso trata la historia del viaje sin retorno que es la maternidad.
Parece ensayo y un poco diario, sea lo que sea, es hermoso. Entré a leer a Jazmina casi a ciegas, pero su escritura es abierta y cercana, reconoce en su experiencia del embarazo una experiencia colectiva que la cambia quimericamente y (hasta) geneticamente. La autora logra mostrar al embarazo y el ser madre como un proceso que va más allá de los deseos y sueños; caminando por los dolores, fatigas y miedos. Mostrando una maternidad amorosa y protectora, pero torpe y temerosa. Además no tenía idea de que era esposa de Zambra (de quien leí Literatura Infantil) y cuando me di cuenta (debido al nombre de su hijo y a ciertas anécdotas que coinciden) mi percepción de la lectura cambio ligeramente, como volver a un espacio que ya había visto yo lleno de incertidumbres, pero más que nada, lleno de un profundo amor.
Buenísimo me encantó por varias razones. Primero, el tema super interesante y ella lo hace magnífico, luego de leerlo no puedo creer que existan los vientres de alquiler (opinión personal). Segundo, conocer la intimidad de Jazmina y Zambra es bacán, amo conocer de su vida juntos. Le leí a Lucas la parte del viaje en hongos de Alejandro y me dice, aparece lo mismo pero desde la perspectiva de él en Literatura Infantil, se me había olvidado, asique releí esa parte del libro de Zambra, magnífico. Tercero, habla mucho de méxico y de la cultura mexica, maravilloso y super interesante. Esos libros que da gusto leer.