"Mañana la vida será la misma para millones de personas, pero para mí cambiará radicalmente. Me transformé en padre [...] Ahora, en esta antesala paralizante, veo la paternidad como un traje de gala que no sé si ya traigo puesto o recién voy a probarme, pero que no me quitaré más, aunque me quede apretado o largo".
Para un escritor obsesionado con la paternidad, la noche en la que su esposa le confiesa que ambos serán padres, todo lo que ha sido literatura y psicoanálisis se convierte en pulso y latido. ¿De qué sirven las palabras, la memoria y la imaginación ante las bellas formas que dibuja la primera ecografía? ¿Cuán inútil ha sido revisitar las historias de abuelas y patriarcas cuando la maternidad se muestra, sin aspavientos, moralmente superior? ¿Y qué consecuencias tendrán en el matrimonio los nuevos roles que él y sus esposa deberán asumir, obligados a la felicidad y quizás incapaces de ella?
Escrito con urgencia emocional y gran destreza narrativa, Algún día te mostraré el desierto es el diario de paternidad de Renato Cisneros, pero también una larga carta de amor que se abre paso entre los claroscuros de la inseguridad y las sombras de la depresión para confesar una verdad: el mundo, vasto y luminoso, puede ser también un laberinto árido del que a veces es imposible salir.
Nació en Lima en 1976. Es periodista y escritor. Son suyos los poemarios: Ritual de los prójimos (1998), Máquina fantasma (2001) y Nuevos poemas italianos (2007). Ha publicado además las novelas Nunca confíes en mí (Alfaguara, 2011), Raro (Alfaguara, 2012), que contó con ilustraciones de Alfonso Vargas; y muy recientemente La distancia que nos separa (Ed.Planeta), que se convirtió en el título más vendido de la Feria Internacional del Libro de Lima 2015 Entre 2007 y 2010 administró el conocido blog «Busco Novia». Por once años escribió crónicas para el diario El Comercio. Actualmente (setiembre 2015) firma columnas semanales en La República y colabora con programas en el Grupo RPP. Desde agosto de este año radica en Madrid.
a este libro llegué por pura casualidad...intrigada por el nombre de la novela, una amiga (Pau) me invitó a la presentación del libro a la FIL GDL, me gustó tanto lo que escuché en ella que compré el libro y ha sido de lo primero que me he puesto a leer del botín de la FIL. Me ha encantado: su manera de escribir, una prosa poética que tiene frases donde me encontré asintiendo con la cabeza pensando "Así mismo es esto de la maternidad/paternidad". Que bonito es encontrar alguien con talento para plasmar lo que uno mismo ha sentido/pensado. Hay muchas frases que subrayé en el libro y ahora quiero que lo lea mi hijo, que está en camino a convertirse en padre. Creo que podrá descubrir que muchos padres sienten lo que él. ¡Quiero seguir leyendo a este autor!
Segundo libro de Renato Cisneros que leo, y otra vez su narrativa me embruja, me confronta, me lleva a lugares oscuros de mi mismo y les da una luz que resulta reveladora, no necesariamente feliz. De los mejores escritores que yo haya descubierto en el 2020; seguiré leyendo todo lo de él que caiga en mis manos.
Me gustó mucho su manera de escribir. Es un diario muy bello que el autor redacta a su hija, con un final inesperado.
Normalmente uno lee más sobre los altibajos de la maternidad, y nunca sobre el sentir paterno, donde Renato Cisneros nos hace ver que el padre también se preocupa, sufre y se transforma al recibir a un nuevo ser.
Algún día te mostraré el desierto: Diario de paternidad - Renato Cisneros ¿Qué se supone que una persona debe sentir al enterarse que será padre? ¿Estamos preparados para tan grande responsabilidad o es que nos iremos formando en el camino? En este libro, Renato Cisneros no trata de responder estar interrogantes, lo que él trata de hacer es contarnos su propia experiencia, muy particular y personal, sobre lo que experimentó al enterarse que sería padre y cómo vivió los primeros meses de nacida de su hija. Y digo que trata pues es un intento de diario que no logra generar empatía en el lector, quizás ese sea su propósito, no que empatices sino solo que sepas. Pero en ese afán de saber lo que él vivió solo te van quedando unas cosas muy claras, estas leyendo acerca de un pata de cuarenta años que su inmadurez lo lleva a comportarse tan infantil, egocéntrico y egoísta como cuando tenía 20. Todo su drama se enfoca en que no se siente él mismo, que algo ha cambiado y recurre frecuentemente al recuerdo de su padre como si éste tuviese la culpa de que ahora el hijo sea como es como adulto y como padre. No niego que nuestros progenitores tengan una gran influencia en uno y en sus decisiones; sin embargo, llega, por tiene que llegar, una edad en la que das vuelta la página y te haces responsable de lo que eres, de lo que decides y asumes tus responsabilidades como lo que son: solo tuyas. Lamentablemente, la forma de escribir ha hecho que la lectura de este libro se haga tediosa, ya de por sí soportar la inmadurez del protagonista era incomodo (que hasta parece justificarse y vanagloriarse por ser como es), tener que leer un diario que se nota que es de un escritor egocéntrico lo hace aun más tedioso. Creo que hay formas de contar las cosas, de decirlas y aquí lamentablemente no se ha logrado. El final, que lo veía lejano, tiene una especie de reflexión que en algo podría salvar la perspectiva que te queda del protagonista; sin que ello signifique que lo comprendo o entienda. Yo también he sido madre, a mí también me han invadido las dudas, los miedos, la sensación de no saber si es lo que quiero o no, yo también he tenido una relación compleja con mi padre y he sentido su ausencia, he pasado por tantas cosas pero lo que no me ha pasado es pensar o actuar de la forma tan egoísta como lo hace el protagonista. Las palabras hirientes que dice a su esposa y alejarse de todo dejando una familia que lo necesitaba justo en ese momento no es lo que hacen las personas que buscan su felicidad o encontrar su centro, es lo que hace un cobarde que no sabe cómo afrontar sus responsabilidades. Lo único que rescato es la actitud de la esposa, firme y responsable que no se anda con rodeos. Tenía sus cosas que no compartía pero al menos sabía lo que quería y asumía las consecuencias de sus actos. Asimismo, me gustó mucho el psiquiatra con quien al final se trata el protagonista, pues le va dando su dosis de realidad y centro que tanto le hace falta. Parece que en pocas palabras le faltaba escuchar el "oie papito, ya creciste, da vuelta la página, madura, hazte cargo". 2 estrellas por la poca conexión que logra, pese a que las últimas páginas me gustaron más no lograron revertir toda la sensación del 98% del libro. Lectura realizada con el club #LectoresInsurgentes.
Muy honesta la prosa de Renato Cisneros, como ya lo había comentado, pero creo que no ha sido tan honesto en el subtítulo. Lo que tal vez si comenzó como un “Diario de Paternidad” ha terminado siendo un “Diario de Mid-Life Crisis”, y los cambios en motivaciones tan individuales pero a la vez tan universales.
Me gustó mucho escuchar (audiolibro) esta historia, poder atisbar desde el punto de vista masculino la paternidad, fue algo muy interesante. Es una historia divertida, esperanzadora y triste al mismo tiempo, se que nadie experimenta por cabeza ajena, pero muchas de sus experiencias me enseñaron bastante.
<<—Me parece que se regodea en un supuesto sufrimiento. —¿Supuesto? —En realidad, usted sufre porque no está sufriendo.>>
En un par de frases un personaje minúsculo en la historia puede resumir todo el libro. Para mi este libro fue un continuo de excusas y egocentrismo para situaciones de la vida del autor. Aunque lo contemporáneo de libro permite vincularnos con algunas vivencias, en muchos casos las reflexiones queda muy vacías. De la misma forma, los temas tratados, aunque importantes, se sienten tomados de forma superficial y sus análisis se quedan cortos como mucho.
Me gustan los diarios y este no es la excepción: no importa que no tenga fechas y que incluso no sea completamente veraz (algo básico en los diarios). Toda la historia de la paternidad no pierde interés, es ágil y se lee en un día. Sazonada con humor, pero también drama y la honestidad del protagonista que puede por momentos parecer cobarde y hasta un poco pavo (¿cree que Pueblo Libre es "muy lejos"? En fin). Supongo que la idea de ser padre es algo que, en un inicio, no nos llama la más mínima atención pero luego, poco a poco, uno le empieza a coger cariño, como a su prosa, este es el tercer libro que le leo y creo está mejorando.
Renato Cisneros es un buen observador de lo que pasa a su alrededor. Además tiene un pulso narrativo en constante mejora. Nos tiene acostumbrados a contarnos sobre su vida adolescente, sus amores contrahechos, la relación con su padre y sus historia personal... pero es en este libro donde tal vez se desprenda más de su ropaje y nos muestra sus emociones de forma más descarnada.
El problema es que aquella desnudes al principio nos despierta interés, para luego dar paso a la incredulidad por lo ridículo y por último a la tragedia de quien es incapaz de sobreponerse a si mismo. No digo que el libro sea malo, es solo que, en lo que a mi concierne, el personaje me termina resultando un tipo del que no quiero saber nada más para evitar tener que soportar otra preocupación adolescente en un hombre supuestamente maduro. Solo hay que leer la larga transcripción de la cita con un psiquiatra para entender que su caso es de manual y de como puede tener como consejero previo a un freudiano francamente delirante. Si eso es parte de la narración en humor negro es un logro de su pluma, pero al ser un diario, parece no ser el caso.
(Lo mismo me paso con El Tunel de Sabato, una historia bien contada pero en donde el personaje, Juan Pablo Castel, me pareció de una invalidez espiritual tal que al terminar la historia su degradación moral me pareció la caída al abismo de un estúpido completo).
Lo que creo que debe de hacer Cisneros es intentar hacer ficción y dejar de lado los relatos que giran en torno suyo y de sus experiencias. Tiene la pluma, la sensibilidad y la capacidad para hacerlo. Es solo que quizá este en proceso de convencerse a si mismo de que puede hacerlo.
Es un libro entretenido, me gusta la forma de narrar de Renato Cisneros y creo que fue una buena decisión iniciar con este libro y no con La distancia que nos separa.
Es interesante leer sobre la experiencia de un hombre al convertirse en padre, me imagino que no hay tantos libros sobre la paternidad como los hay acerca de la maternidad, ni tantos hombres interesados en contar su experiencia en este aspecto, sobretodo de manera tan honesta. (Renato no queda muy bien ante mis ojos, en repetidas ocasiones pensé: pobre Natalia tener que lidiar con este hombre. Cuando el propio Renato dice que puede que la gente piense que es inmaduro y egoísta pensé: tú crees??! 🤦🏻♀️)
Por otro lado, siento que para ser un libro que como parte de su título tiene “Diario de paternidad”, se quedó un poco corto. En el libro se narra gran parte de la vida de Renato Cisneros que de alguna manera relaciona con su futura paternidad, pero termina unos meses después de haberse convertido en padre y hasta esos meses son abordados vagamente...🤷🏻♀️
Una persona que sigue atrapada en el laberinto de su inmadurez y sus inseguridades. Un niño extremadamente libre. Un niño que no se encuentra. Un niño permanentemente perdido.
Bonita prosa (es poeta). Pero se ha convertido en un escritor monotemático y autobiográfico.👎
Necesita con urgencia salir de ese encasillamiento.
El diario de un hombre con depresión emocional (según el doctor que lo atiende en el libro) y que comete una serie de acciones para “pensar” en lugar de elegir madurar con la paternidad y el rol de esposo, se separa, se ahoga en trabajo y pierde a su familia. Realmente feo. Terminé de leer el libro con la esperanza de encontrar una reconciliación, un momento de madurez y hombría, un acto de amor. No lo encontré, sólo mucho miedo a vivir el presente y atreverse a vivir con los errores y aciertos que se generan tras ir experimentando cada día nuevo. Espero que el autor haya podido mejorar un poco su mundo interior y ojalá recupere a su familia.
En esta nueva historia explora la increíble (y aterradora) fase de la paternidad. Su mirada y transición a ser padre, y cómo todos los cambios que ésto traían lo atemorizaban, así como ponían en peligro su régimen de escritor e independencia.
La pluma del autor es ágil e introspectiva, es un estilo muy suyo que se reconoce al instante. Te entretiene y consigue que te relaciones con el tema, seas o no seas padre. No teme mostrarse vulnerable y poner en la palestra todas sus fallas, tan graves como separarse de su esposa a tan sólo meses del nacimiento de su hija.
Es una historia muy sincera, no se intenta adornar la paternidad y se muestra abiertamente las partes complicadas, duras y feas de esta nueva etapa. Un libro muy necesario para cualquiera que quiera plantearse convertirse en padre.
Cisneros nos comparte de manera pragmática los temores sobre la responsabilidad de educar a un hijo, es la exposición de un hombre ante un evento transformador para lo que NO todos estamos preparados. Me gusto el hecho de abordarlo como un evento que no necesariamente debe ir en la “lógica” de una relación, quién dicta que es necesariamente esencial para una relación sólida el compromiso de la trascendencia al traer hijos a este loco mundo? Me agrado que llegue al tema sin aspavientos ni tratando de aleccionar, es un relato franco de lo que en particular a él le pasa y todas aquellas situaciones que desde niño fueron delineando el hombre que él sería y que si bien ama a su hija no era el sueño de su vida convertirse en padre. Quizás deberíamos entender eso TODOS. Ni ellos persiguen ese sueño ni nosotras tenemos la obligación de concebir solo porque tenemos el equipo necesario para ello.
Mi calificación 3.5. La forma en que plasma su experiencia de ser padre, el tener que enfrentar sus miedos , sus angustias, te lleva por todo su periplo.
Lo leímos y debatimos en el club lectores insurgentes y el hecho de haber generado tanto debate, uno se da cuenta que el autor logra generar mover esas emociones en sus lectores. Pará algunos emociones agradables, para otros no tantas y generando un debate y complicidad.
Un diario con algunas buenas anécdotas y otro tanto de vacías reflexiones. La pluma de Cisneros me ha gustado en sus otras obras pero aquí siento que no logra empatizar con el lector por su repetitiva crisis. Es que leer y leer párrafos sobre su crisis de mediana edad: pues un hombre que lo tiene todo pero que a la vez no lo quiere y prefiere regodearse en su egocentrismo e inmadurez a lo largo de varias páginas, es muy cansino y llega a aburrir.
En este libro me encontré reflejada en muchos párrafos e identificada con ese maravillosos a veces incierto ,tremendo y enriquecedor que es la paternidad . Gracias Soul Sister
Wonderful. The author tells us how he became a father for the first time and his fear of being one. I loved it. The way his love towards his daughter evolves and grows is incredible and all his childhood memories come to reality. Really good and touching book.
Un diario descarnado sobre la paternidad, y todo lo que ello conlleva. Cisneros tiene una prosa pulida y sensible, y el ritmo de todos los acontecimientos es vertiginoso. Vale la pena leerlo
Agradezco un montón la honestidad que Cisneros tiene con sus diario de su camino a la paternidad. Es un hombre que no pensó que iba a tener hijos y no fue nada facil para el pero auto-critica tiene y eso es super importante. No es fácil y a veces parece muy imbecil o super emo pero es su diario y eso es exactamente lo que escribimos en diarios. Hay miles y miles de relatos de mujeres y sus caminos de la maternidad pero pocos como esto.
Qué importante que existan hombres que se permitan abrir sus emociones y contarlas al mundo. Estamos acostumbrados a leer testimonios de maternidad y casi nada de paternidad. Éste es un relato valiente.
Este libro tiene el mismo efecto que una película en la que empieza la trama de manera armoniosa, dulce, amorosa y tierna, para acabar en un torbellino de emociones, culpas, tristeza y más tristeza. Realmente, no pude sino sentirme triste al terminar este libro. Ame la construcción de la relación con su hija, y odie la desconstruccion de la relación con su esposa. Me pasó que mientras lo leía, me imaginaba a mi novio y yo enfrentándonos a la noticia de ser padres, a las compras, los sobresaltos, las decisiones y los temores innatos a los padres primerizos, pero luego deje de asimilarlo a mi propia relación porque definitivamente no es algo que quisiera para mi propia historia. Terminé muy afectada, conmovida y casi odiando al autor (y en alguna firma de libro se lo dije con el mayor de los cariños), pero su diario no es más que una bitácora de lo difícil que a veces resulta la vida. Otra vez, gracias Renato Cisneros por llevarnos a una montaña rusa de emociones.
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Al inicio creí que ya el final era obvio. Pero no! Para nada fue así! No es la típica historia. Me encanta la ultima parte en la que cita una parte de su terapia con su psiquiatra que me ayudaró en algo personal que estaba viviendo. Me gustó bastante, soy fan de este autor y ahora siento que lo conozco como su fuera un amigo mío. Recomendado!!!!!