El libro m�s personal, emotivo e �ntimo de Fernando Savater. Esto no es una autobiograf�a, aunque contiene �la mejor y la peor parte� de la vida del autor. Es un libro escrito para guardar la memoria de la persona amada, Sara Torres Marrero, conocida como Pelo Cohete, con la que Fernando Savater comparti� 35 a�os, toda una vida, de felicidad. Pero no estamos ante un elogio f�nebre porque el deseo de alargar la memoria, de enga�ar al olvido, acaba por devenir en un acto de agradecimiento, de amor. Es posible que se trate del relato de una batalla que todos sabemos perdida de antemano, pero tambi�n, quiz� antes que nada, es un canto emocionado a la vida, una llamada a amar y disfrutar en todo momento con la persona que amas. Porque en el texto est� la p�rdida, la ausencia, el derecho o no al olvido, la muerte, el dolor, la enfermedad, pero tambi�n la lucha, el compromiso, el sexo, las risas, las bromas, las complicidades. Todo eso es la vida, y Fernando Savater consigue hacernos reflexionar sobre ello, a trav�s de �l, a trav�s de Sara, a trav�s de los dos, como uno solo. Esto no es una autobiograf�a, aunque contiene �la mejor y la peor parte� de la vida del autor.
Born 21 June 1947, Savater is one of Spain's most popular living philosophers, as well as an essayist and celebrated author.
Born in San Sebastián, he was an Ethics professor at the University of the Basque Country for over a decade. Presently he is a Philosophy professor at the Complutense University of Madrid. He has won several accolades for his literary work, which covers issues as diverse as contemporary ethics, politics, cinema and literary studies. In 1990, Savater and columnist and publisher, Javier Pradera, founded the magazine, Claves de Razón Práctica
He defines himself as an agnostic, an anglophile and a defender of the Enlightenment in the Voltaire tradition.
Qué letras más sabías, a veces duras y cuánto amor, el libro me hizo pensar muchas cosas y me emociones en bastantes ocasiones, creo que Fernando necesitaba escribir este libro para mostrar sus sentimientos, para intentar quitarse ese dolor por la perdida de su mujer. Me quedo con esta frase "Si tú no lo cuentas, nadie sabrá lo que hemos sido el uno para el otro"
Savater es un niño grande y caprichoso que escribe bien. Su mujer fue una gran compañera. Me ha gustado su feroz critica al nacionalismo casco que ella promovió y que conocía desde bien dentro por su dominio del euskera.
El problema de Savater es ese: su burgués Izquierdismo vitalista. Su progrez tipo El País. Su mundo pijo progre. Pero me gusta su sinceridad. Su amor a su chica. Su mala leche anti nacionalista. Su universo Cultural es enorme y su habilidad lingüística es singular.
Descanse en paz Pelo Cohete. Una gran chica. Desde aquí rezaré por ella y por el desconsolado Savater.
Escribir para superar el duelo. Despojarse el dolor de encima, reuniendo palabras, acumulando frases, publicando libros. Fernando Savater, ensayista, novelista, columnista; autor de cientos de libros y reportajes periodísticos; el intelectual investido por cuando menos siete “Doctor Honorio causa”; el escritor galardonado con más de veinte premios por su obra, desolado, quebrantado, viviendo su pena, porque “… nadie muere de tristeza; al contrario, de tristeza se vive.”, comparte con nosotros su pesar con sus Memorias de amor: “La peor parte”.
Últimamente me ha dado por leer obras sobre el duelo. Libros escritos para decir adiós. Libros que excretan pena, desconsuelo, congoja, pesar por la pérdida del padre, de la madre, de un hijo, de la pareja. “Examen de mi padre”, de Jorge Volpi; “Tiempo de vida”, de Marcos Giralt Torrente; “La muerte de mi padre”, de Karl Ove Knausgård; “También esto pasará”, de Milena Busquets; “Diario de duelo”, de Roland Barthes; “El año del pensamiento mágico”, de Joan Didion, son ejemplos de ese “género” literario.
El 18 de marzo del 2015 falleció después de 9 meses de luchar contra un cáncer cerebral, Sara Torres Marrero, la “Pelo Cohete”, pareja por 35 años de Fernando Fernández-Savater Martín (San Sebastián, España, 1947), mejor conocido como Fernando Savater, el reconocido filósofo vasco que con su “Ética para Amador” se dio a conocer en nuestro país a principios de los noventa del siglo pasado.
Vencido por el dolor, Savater anunció que “ya no iba a escribir más libros”, pues ya no los leería la persona a quien se los escribía. Pasaron cuatro años de dolor y llanto -“Porque créanme que la lloro todos los días: desde que murió hace increíblemente más de cuatro años, no he pasado una hora sin recordarla, ni un solo día sin derramar lágrimas por ella”- hasta que cayó en cuenta que llorarla no era suficiente, y decidió, lleno de miedos e inseguridades, contar la historia de su vida con la “Pelo Cohete”.
La primera parte de estas “Memorias de amor”, “Caer en desgracia”, es una larga carta de amor, cruzada por el desgarrador dolor provocado su muerte: “perder las ganas de vivir no significa tener más ganas de morir que de costumbre.”; “Con la pérdida de mi amada perdí también el afán de futuro y sobre todo el regocijo de la vida…”;”para quien de verdad ha amado y perdido la persona amada, el amortiguamiento del dolor es la perspectiva más cruel, la más dolorosa de todas.”.
En la segunda parte, “Mi vida con ella”, Savater nos cuenta su historia juntos: cómo la conoció, en un clásico ligue entre maestro y alumna; sus viajes, sus gustos y pasiones -el cine, la lectura, el coleccionismo de afiches cinematográficos-; sus posiciones políticas frente al ETA y el nacionalismo Vasco, que las tenían muy definidas, Savater como intelectual, Sara como ex miembro del grupo terrorista y su persistente rebeldía social; sus filias y sus fobias.
El epílogo de esta desgarradora carta de amor, titulado “Nueve meses” nos cuenta la batalla desigual que libró Sara y como, a pesar de los esfuerzos médicos encabezados por el doctor mexicano Alfredo Quiñones, figura principal del área de neurocirugía del hospital Johns Hopkins de Baltimore, el cáncer, esa enfermedad de extrema crueldad, la destrozó sin piedad.
Escribir, leer, escaparse hacia adelante, como si con ello lograra evadir el dolor, el desconsuelo, la terrible soledad en la que lo deja un quebranto de esa magnitud, son las herramientas que utiliza Savater para intentar adaptarse a lo irremediable. Espero que lo logre. Esperemos que su dolor disminuya y que pueda seguir adelante con su vida.
Conmovedor y emocionante. Seguir los pasos del ser amado de atrás hacia delante para no perder su senda y su ser. Me ha parecido precioso el poema dando las gracias. Para Savater recordar es no dejar de amar, que es como debería ser siempre.
Este es el primer libro por el cual he esperado a la puerta de una librería a que abriesen el día en que salía a la venta. Había leído varias entrevistas de promoción y de verdad que desde mayo deseaba leer el libro. Pues bien, yo no le doy más que un aprobado, no es un libro que volvería a comprar.
En primer lugar, el contenido dista mucho del de las entrevistas en Ondacero o ABC, el libro no deja muchas frases o reflexiones redondas sobre el amor, como si lo hace en dichos medios. De hecho, la mayoría (y las que tienen más peso) quedan reflejadas en varias de las entrevistas, el libro se centra más sobre la historia previa y la relación de Savater y Sara, así como sus personalidades. Además, hay dos cosas que me sacaban del libro y la historia, la insistencia en meter la cuña política a la mínima oportunidad de mala forma (incluso mediante insultos) y el constante ‘yoísmo’ del autor. Por lo demás, el libro se me ha hecho bola hasta el último tercio, a partir de entonces sí me ha parecido un buen libro, mayormente en que trata el periodo de la enfermedad de Sara.
Entiendo la finalidad del libro y el motivo por el que se escribió, pero difícilmente recordaré pasado un tiempo este libro y esta historia de amor. Más aún cuando el propio Savater cuenta abiertamente haber tenido infidelidades y toma una perspectiva bastante egoísta del asunto.
Me da un poco de vergüenza admitirlo, pero he llorado leyendo a Savater. "La peor parte" es un muy tierno memorial de la vida en pareja, un libro muy íntimo y personal.
Savater, Fernando La Peor Parte – Memorias de Amor Ariel, Nomos, Colombia, 2019
Fernando Savater es un autor que apenas comienzo a descubrir. Lo trabajé y cité dentro de los Tres Amargos Abriles que escribí hace tres meses, recomendados tanto Savater como Alejandro Gaviria, por SME. En las notas que siguen me concentro en el texto que se supone es el último escrito por Savater, luego de la muerte de su compañera Sara Torres Marrero (Pelo Cohete) debido a un Glioblastoma Multiforme hace cuatro años.
El libro tiene cinco partes. Aquí van mis notas, y en los casos que sea pertinente las citas bibliográficas.
Prólogo: Savater siempre había escrito libros para que Pelo Cohete pudiera leerlos y criticarlos. Escribe ahora este último, que ella no podrá leer. Será que le tocará dedicarse a llorar? O le toca escribir? Siendo escritor, pues lo intenta hacer en esta – su última obra. Se trata de compartir el indómito secreto compartido… pues “maduramos juntos”.
(Mi propio) Caer en Desgracia Dice Pessoa que “Si el corazón pudiese pensar, se pararía”. A estas alturas del partido, repensaría el antes…! Ahora se trata de vivir la tristeza, multiplicada por tres. Entiendes y vives un pesar invencible. Cómo sigue la VIDA? Realmente, tenemos tiempo para curarnos, que es lo que se plantea en numerosos “procesos de duelo”? Lo que uno verifica es que el amor… nos hace irreemplazables. Quizás se trata ahora de evocar para otros, pero no por fuera mío, “pues la vi/sentí morir”. “…pero no sabemos de quién nos vamos a enamorar de veras, ni por qué”.45 “Ahora su amor es ausencia y ya no me protege como cuando estaba presente”.52 Leyendo a Savater, entiendo que yo debería describir a la Flaca en mis propias medidas. Tiene sentido? Para qué, para quién? Utilizar Argos para ello? (que no era la intención principal).
Mi vida con Ella Fue un paso definitivo en la vida de ambos. La sonrisa de Pelo Cohete era una “Luz que agarraba”. “Caminamos y vivimos y viajamos!”. Savater viajó solo durante mucho tiempo., y la llamaba por teléfono cuando podía. (“Ahora a veces lamento cuánto tiempo perdí lejos de ella”). Eran impresionantes su gustos y selección de objetos y estilos. Hacia el final, quedó llorando a solas. Pelo Cohete se sintió rechazada por su propio grupo (ETA) y se fue alejando. Los trabajos de ambos en el jardín fueron toda una experiencia. “…me llenaba de orgullo y me facultaba para asentir, enrojeciendo de placer, cuando ella decía <>. El trabajo de cocinar fue muy bueno. “Nunca comí mejor porque en cocina todo lo que no es amor es rutina o esnobismo”.164 “Para mí, vivir es una experiencia poética. Una veces épica y otras lírica, incluso dramática, pero siempre poética.“ 169 “Y es que, como dijo Goethe, <>”.189
Epílogo Sara muere el 18 de marzo de 2015, luego de 9 meses de esfuerzos clínicos para enfrentar su glioblastoma multiforme. Fue una rica experiencia entender que la lucha política no se trataba de “izquierdas contra derechas”, sino como defensores de la propia ciudadanía. Cómo trabajar conjuntamente? Sara quería un libro que fuese un objeto artístico. “<>”216 “Los que lloramos mucho vemos más claro que los demás, por eso lloramos”.225
En “La peor parte”, Fernado Savater hace un recuento de las experiencias y memorias de Sandra Torres Marrero -alias Pelo Cohete- con quien habría compartido una relación durante 35 años.
El recuento de su relación va más allá de la intención por rememorar a la persona. La conexión entre ellos es la historia que necesita ser contada; la persona que debe de vivir en la memoria de los demás. <>
La primera parte del libro relata algunas secuelas que deja en vida la muerte de la íntima pareja, mientras que la segunda – de mayor extensión- ahonda sobre los momentos compartidos, las cualidades que el autor veía en su pareja y la manera que ella incidía en él.
En sus líneas -además de haber evidentes demostraciones de su infatigable amor- se infiltran expresiones plagadas de desesperación y coraje, producto de la ausencia y la desolación, de la pérdida de la persona amada.
“Ahora yo quisiera ser capaz de transmitir al lector la cualidad única, inconfundible, de mi gozo amoroso con Pelo Cohete, pero sólo se me ocurren fórmulas gastadas que convertirán la singularidad de estos momentos en mansos tópicos de romanticismo pío. (…) Hay que elegir entre ese traicionero fracaso o el silencio."
Acompañé al autor durante su detallada narración de la persona cuya imagen trata de evocar en los lectores, sin embargo, las constantes muestras aversivas o fatalistas ante la vida no me han permitido imaginar a la persona independiente de esa melancolía que tiñe su descripción. No podría esperar -ni mucho menos exigir- otra cosa del autor respecto a su afronta; todavía una experiencia lejana e incomprensible para mí.
Savater escribió este libro 4 años después de la nuerte de su esposa Sara o Pelo Cohete, como le decía. Su intención es que conozcamos a la mujer que lo acompañó durante 35 años y sin la que no puede vivir, incluso después de tantos años de su muerte. Es un homenaje de amor y narra lo que para él fueron momentos importantes, tanto buenos como terribles. Una catarsis.
En el 62% me detengo. Con lenguaje vulgar por momentos, no era un tostón. Incluso era interesante algún pasaje. Pero aquí lo dejo:
"Ahora, en mi devanar permanente del pasado como quien agita por milésima vez una cantimplora ya vacía para sacarle otra improbable gota de agua, me pregunto qué hubiera sido tener un hijo con ella. O una hija, como hoy me parece que hubiera preferido. Al poco de comenzar en serio nuestra relación, es decir, de venirse ella a vivir conmigo en la casa de Triunfo, Pelo Cohete se quedó embarazada. De imediato, con naturalidad realista desprovista de retórica ideológica decidió abortar y yo lo asumí sin discutir, como casi todo lo que ella me proponía, aunque le indiqué que por mi parte, y si así lo prefería, no había problema en tener esa criatura."
Aunque no lo haya hecho hasta hoy, porque siempre seguía leyendo, en este libro y en este punto ya me declaro abiertamente incompatible con este grado de irresponsabilidad tomado con tal nivel de ligereza. Naturalidad realista. Retórica ideológica, dice el filósofo. Un adulto consciente de que el sexo puede tener consecuencias, pero no considera asumirlas porque decide, como si esto se tratara de decidir ex post y no ex ante, contra toda biología y todo humanismo. El otro adulto, convenientemente parapetado en su elegido papel secundario, confortable con su graciosa galantería.
Acabé en este libro por una entrevista que le hicieron en el ABC. No me gusta Savater, nunca me ha caído en gracia, pero escucharle hablar del duelo que pasaba por la muerte del amor de su vida me atravesó y compré el libro al instante. Llegó este libro a mi vida cuando yo también estaba pasando por el proceso del duelo (sigo ahí, “el duelo es eterno”) y me ayudó a comprender lo que me pasaba. Empaticé con Fernando y noté por primera vez que no estaba sola en esto, él también estaba. Sueño con un amor como el que (del libro desprende que) se tenían (y se tienen, de eso estoy segura). Habla de la vida con ella, de la no vida sin ella. Lo recomiendo a quien necesite leer sobre el amor y el duelo, sobre la pérdida de un ser querido.
La estrella que falta: hay partes en las que Fernando se excede en divagaciones políticas (que no comparto) que para mi gusto sobraban. Repite una y otra vez que este libro es por y para Cohete (su mujer), pues deja todo lo demás, háblanos sólo de ella.
Es inevitable pensar que cuando lees de qué va el libro no dejes de considerar que probablemente vas a llorar o que mínimo sepas que de alguna forma será un libro sensible, me tardé un buen rato leyendo porque disfrutaba leerlo en las noches, extrañamente la forma en la que escribió Savater en particular me generó cierta cercanía y de algún modo era como estar en una plática con alguien que se está desahogando y te va llevando de la mano en la experiencia de su pérdida, hay momentos en los que ríes, otros en donde conecté con él y si me salieron las lágrimas, otros en donde la pasión por las historias políticas pueden medio confundirte si no estás en esa sintonía o no sabes del tema pero nada que una segunda vuelta no entiendas, en resumen desde mi punto de vista es un libro lleno de nostalgia, de recuerdos, de estar abiertos a escuchar leyendo el amor por alguien, la historia de una pareja que lo compartía todo y te hacen parte de.
Lo leí en un día debido a la historia, la cercanía, el amor... es una de las historias de vida más bonitas que he leído.
No he sido capaz de escribir sobre él porque necesitaba reflexionar y pensar. La manera en la que nos habla de la que era su mujer, de su vida juntos, de su alegría, de sus gustos... no puedo decir nada más que me parece maravilloso, y que recomiendo leerlo. La pluma de este autor siempre me ha gustado y creo que explica las cosas de una manera que absorbe al lector, y con este libro la emoción es tan real, que parece que los conoces de toda la vida. Increíble y muy recomendable. Recapacitas sobre las personas que quieres, los momentos junto a ellas y como la vida se nos pasa sin darnos cuenta. Una lección de lo que es amar.
Este libro está entre ser una confesión, un homenaje y una biografía que escribe Fernando Savater a su esposa, luego de que ella muriera.
Si te interesa los libros que hablen acerca del amor y, sobre todo, acerca de lo que significa amar, sin duda alguna este se convertirá en uno de tus libros favoritos porque Fernando se despoja totalmente de sus máscaras y nos muestra su vulnerabilidad, esa que solamente descubrimos cuando estamos totalmente enamorados y cuando amamos.
Este es un libro escrito en homenaje al amor y es un libro escrito con amor, por eso página a página sentimos que la sinceridad y la vulnerabilidad, a la que muchas veces rehuimos, está acá plasmada para recordarnos eso sentimiento que muchas veces creemos es esencial para entendernos como humanos.
Sabater nos cuenta su experiencia vital tras la muerte de su mujer. Podría decir que es lacrimógeno, mas si así fuese, sería lógico y perdonable y, sin embargo, no lo es, a pesar de la inmensa ternura que manifiesta. Además, es un repaso a esa etapa de la transición del 78 entremezclada con la convulsa sociedad vasca durante el auge de Eta. Y como siempre, queda claro que el autor no tiene pelos en la lengua, o en su máquina describir, como prefieran. No hay equidistancia que valga ni nada que se parezca a lo políticamente correcto que tanto proclaman los seguidores de la posverdad.
Limpiando las heridas con la prosa. Así se siente releer esta historia de amor en primera persona. Lo leí el 2021 y lo volví a leer estas semanas. Savater es un tipo que, consciente de lo necio y bebote que es, te agrada por su sinceridad, porque está consciente de que no es moneda de oro y tiene sólo una misión: contar su historia de profundo profundo amor. Es una historia amena y cargada de la sabiduría de quien pierde a quien ama. Recomiendo para sufrir pero sobretodo para sanar.
El libro es una catarsis de Savater; me lo imaginé a él en solitario durante largas mañanas, amaneceres y noches intentando escribirle al amor de su vida para encontrar una redención al hecho de haberla perdido. Por esa intención, el libro me pareció bondadoso, sin embargo me pareció -en ocasiones- aburrido y pesado.
Savater nos cuenta en este libro el inicio de una gran aventura junto a su compañera (Pelo Cohete) la prosa esta bien escrita y trasmite el dolor de quedarse sólo e incompleto en este mundo, pero tuvo la gran fortuna de encontrar a la persona ideal para él. El poema de despedida en el último capítulo es bastante sentido.
La primera y tercera parte mantienen equilibro en el libro, que es donde se permite algunas reflexiones sobre diversos temas. Lo interesante de Savater se puede encontrar en sus reflexiones. La segunda parte que es un completo homenaje sin intento de reflexión alguna, llega a ser aburrido.
Canto de amor a Sara Torres, la que fue mujer de Fernando Savater, y a la que asegura deber lo mejor de su vida. Sus momentos juntos, sus conversaciones sobre filosofía, su compromiso con la paz vasca, el dolor y valentía al afrontar su enfermedad. Pura emoción en la ausencia.
Un libro del que es difícil recuperarse. Su epílogo es también una estocada para quien lee, improbable no sentirse afectado e incluso llorar al leerlo.
3.8 estrellas Este libro lo escribió para su esposa fallecida, una oda al amor, me agrado pero no me gustó que por momentos se hablará tanto de política.