Una mujer adicta al sexo, un esposo tarado que escoge los regalos más inadecuados para su mujer, una azafata que sueña con jubilarse, una locutora radial de madrugada, una derechista pistolera, una pintora que no consigue vender sus cuadros. Este universo de personajes, esta fauna de seres delirantes, es la que habita en Yo soy una señora.
En estos cuentos, atravesados por el humor y la ironía, el autor ha logrado un registro oral que transita entre la confesión de parte, el relato testimonial y el chisme. Usted, lector, tendrá la impresión de estar sentado en alguna sala de espera junto a un extraño que, sin ninguna vergüenza, compartirá los detalles más privados de su vida, esos de los que normalmente nadie quiere hablar, pero que, a decir verdad, todos disfrutamos escuchar.
Jaime Bayly Letts es un escritor, presentador y periodista peruano nacionalizado estadounidense y radicado en Miami. Se destaca por su humor ácido y su escritura ágil, dinámica y entretenida.
A CARCAJADAS me reí con estos cuentos de Bayly. Todos son iguales, al igual que casi todos sus libros, es como leer siempre lo mismo aunque en diferentes variantes, pero es tanto lo que los disfruto que no puedo calificarlo con menos. Qué gracia para escribir tiene este señor, incluso cuando se pone asquerosillo lo paso bien leyéndolo (hay una cantidad impresionante de incidentes con caca y relativos).
Considero que escribir cuentos es un reto. En pocas hojas el escritor debe trasladar al lector por diferentes estados de ánimo. Si el objetivo de Jaime Bayly era hacernos reír ¡lo logró!.Sus cuentos están llenos de humor, irreverencia, ironía y desparpajo. Me gustó su forma de usar palabras diferentes para hechos o actividades del día a dia. Las palabras esas que Bayly siempre cuenta que amó desde pequeño. Los personajes, a quienes no me referiré para no ser calificada de spoiler, tienen experiencias de vida sinuosas pero también cotidianas en las que más de un lector podría verse reflejado o ver reflejado a alguien que conoce. Me gustó leerlo.
En 246 páginas y más de cincuenta cuentos intercalados (los impares sobre el personaje masculino y los impares sobre el femenino), "Yo soy una señora" muestra el brillante estilo sarcástico, cáustico y corrosivo de Jaime Bayly.
Luego de sus desgracias al lado de Sandro (infiel, borracho, impotente y gay de closet) y de Osvaldo (flojo), ella consigue la felicidad con Silvio: él 29 y ella 49. Gorda, nada esclava de la moda, a ratos millonaria y sin trabajar, a ratos aeromoza, pintora, escritora con hijas zánganas, por fin parece haber alcanzado la felicidad.
El personaje masculino es Jimmy Barclays Lerner, casado con Silvia (Silvilín, a decir de Dorita, la religiosa, millonaria y pituca madre de éste), gordo, enemigo del ejercicio, y temeroso de no heredar la fortuna de su madre. Ya no quiere ser presidente y su madre critica sus novelas (eróticas, satánicas).
Con fino humor, y como siempre, él lo cuenta todo y echa a todos. Si es como uno lo espera, este libro entonces no trae nada nuevo, pues es fiel a esa fórmula tan de Bayly. Sin embargo, es un libro que hará reír de principio a fin; parece que reduzco el mérito del libro a eso, pero si Bayly mismo no se toma en serio, ¿por qué uno debería? Después de todo, no hay lenguaje artístico, o técnicas literarias, pero sí espontaneidad, ingenio y licencia para ajustar cuentas con personajes reales amparado en el maquillaje de los nombres.
Solo he leido 2 libros de Jaime, el primero fue Pecho Frio, con los 2 ries mucho y es lo que pretende con estas historias. En mi opinión me gustó mas Pecho Frio, sin embargo con este libro recalca su forma irreverente de hablar y de dar su punto de vista ante la vida. Algunas historias no me gustaron tanto, pero sin ser aun escritora; considero que no es facil escribir cuentos. En general estuvo bien y ries muchisimo.
Esta recopilación de cuentos ahonda un único tema, su familia y sexualidad, desde diferentes ángulos. Muchos cuentos parecen repetidos, y en parte a uno ya debe gustarle Jaime Bayly para que este libro les caiga bien.
I love! This book. Short and fun stories. This books makes you laugh! I really like how he talks about his relationship with his mom, la señora Dorita! Recommending for sure!
No es el mejor Bayly. Ni el cuento su mejor apuesta.
Llega tarde al género, cuando su prosa ya está perfectamente definida y hasta puede empaquetarse en algo estándar.
A diferencia de su libro de poemas, que se leía como un camino alternativo (menos descriptivo y más sensorial) para llegar a aquello que la novela como género evita, desdeña o enrieda -aquello que forma parte del eje que sostiene la obra de todo escritor y que tiene que ver con su vida y sus traumas-, en estos cuentos sólo abunda el efectismo, la ternura forzada y las anécdotas irónicas.
Abunda la fórmula, la marca, el 'estilo Bayly'. Ya no la exploración ni el riesgo.
Es una prosa cómoda y ligera, esperable. La típica prosa que ya se sabe por dónde va, por dónde quiebra, cuáles son sus artilugios, sus plot twist, sus ironías y juegos verbales.
No digo que sea predecible (muchos de los cuentos no lo son), sino que la posición desde donde están escritos, el tono, ya no es el de alguien que busca, que explora, que duda, que usa el lenguaje como herramienta y arma para sus pesquisas, para aprehender eso que de otro modo se le escapa. Increíblemente, estos cuentos están escritos desde el sosiego, desde la calma de quien ya no pretende gastar energias más allá de lo necesario, de quien sólo quiere entretener un rato al lector, contándole ocurrencias a modo de anécdotas sabrosas o tragicómicas, algunas discretas, otras morales, otras de una lujuria sin brillo, escandalosas sin chispa, ridículas, sosas, pero otras afinadísimas, memorables y muy divertidas.
Tal vez si hubieran sido escritas con la termura, el sarcasmo y la carcajada de «Y de repente, un ángel...», habrían funcionado mejor. Porque los temas están ahí, pero la fórmula del estilo preestablecido los opaca, les quita complejidad, los aplana hasta una versión de cuento fácil, digerible.
O quizá esa es la propuesta de Bayly. Componer unos cuentitos de fácil consumo para descansar un rato de las otras exploraciones. O simplemente escribir algo rápido, un divertimento temporal, a lo best seller, tipo libro de verano. Algo del momento para el momento. Si así fue, el resultado es bueno, pues aquí habla desde Obama hasta Gareca, pasando por el papa Francisco, Trump, Ortega en Nicaragua, Macri en Argentina, Kenji en Perú y Delcy Rodriguez en Venezuela.
En cuanto a los cuentos, veo hasta tres grupos. Los que están protagonizados por señoras gordas, todas llamadas Jimena, escritos con desparpajo y violencia, con la franqueza de una derechista virulenta; los que están protagonizados por un tal Jimmy, cincuentón y gordo, la mayoría centrados en escenas divertidas de la vida familiar, pequeños chascos de la vida cotidiana; y los que están protagonizados por una viejita refinada y regia, una tal Dorita Lerner, ultracatólica y cándida, que no habla mucho pero cuando habla se le escucha la piedad y la compasión que la define.
Las Jimena de estos cuentos son señoras que han envejecido para escupir bilis y arrechura por doquier. Cargan y botan con frenesí casi fascista toda la rabia y la lujuria que llevan dentro. Los relatos de Jimmy son de quien sobrevive a las ingenuidades de la vejez teniendo una esposa joven. Casi nunca lo logra. Siempre le pasa algo que provoca las risas de su esposa y de su hija. Los cuentos de Dorita son otra cosa. Dorita está en todos lados, hace travesuras, es pícara a la antigua, digamos, astuta hasta la bondad (si algo así existe).
Tres viejos, pues. Tres puntos de una escala breve, al vuelo, de la relación entre vejez y abismo.
En el fondo, juntando las historias de todos los cuentos, pienso que se cifra una pregunta, camuflada pero latente, culposa hasta cierto punto: ¿y si era cierto que la moral religiosa salvaba? ¿Y si realmente la piedad servía y nos alejaba del zarandeo del tiempo y de la desmesura de los deseos liberados? ¿Y si por ahí estaba la llave para envejecer bien, para saber envejecer? Lo dejo ahí por ahora.
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De todos los cuentos, me quedo con los quw siguen, que me causaron más gracia o me gustaron cómo fueron escritos o sentí que podían releerse o disfrutarse una tarde cualquiera: «Hágale», « Jorge Mario, ¡sos groso!», «Mi Jimmy», «Conspiración telefónica», «Tetas nuevas», «No seas paloma», «La sorpresa argentina», «¿Dónde está la piscina?», «Siempre una adicta», «El tesoro oculto de mi madre», «El hombre de un solo huevo», «El ladrón de madrugada», «Tranquilo, Jimmy, tranquilo» y «Yo no tengo la culpa de ser tan sexy».
Y a modo de ranking o top 5, de mayor a menor 👇🏽
•Tranquilo, Jimmy, tranquilo •Conspiración telefónica •La sorpresa argentina •Jorge Mario, sos groso •Hágale
- Si tienen curiosidad, léanla con un vaso de Sprite🥤 y escuchando el disco «Get Close»(1986) de Pretenders 🎶. Cae muy bien como fondo musical.
Tengo pensamientos encontrados. Fue una lectura que me sacó muchas risas y también varios "hermana, tiene toda la razón". Sin duda la disfruté, se me hizo original y muy buenos los temas que tocaron. Lo que se me hacía un poco tedioso fue que todo el libro fuesen los mismos personajes y al mismo tiempo lo dejasen de ser dependiendo del cuento.
Los poco más de cincuenta cuentos comparten una temática casi única :Su familia y la sexualidad narrada por una voz masculina y otra femenina que se van alternando para encarnar a unos personajes que no solo comparten el nombre sino que son tan parecidos que muchos cuentos parecen repetidos (de hecho algunos repiten exactamente las mismas palabras) en un libro que ,para mi. está a medio camino entre la autobiografía y la crónica social de una élite privilegiada. Las narraciones tienen un estilo literario muy personal y un tono muy sarcástico y, la verdad es que, excepto unos pocos al final del libro, todos me han entretenido y me han divertido.
Libro muy entretenido, fácil de leer. Con historias breves y diferentes personajes. Definitivamente Bayly tiene ese poder de sacarte más de una risa con sus textos.
Nunca me había escuchado a algo tan hilarantemente absurdo como la historia que se narra en pequeñas historias en este enredo de realidades absurdas. Una típica familia peruana, un montón de lugares comunes que de tan comunes se vuelven hilarantes, muchas referencias sexuales que sólo afirman el que al final, nada puede ser tan natural y tan íntimo como ese sexo que se cuenta. De tanto reír, no podía parar de leer.
No es el mejor libro de Bayly, tampoco es mala. Le pongo 3 estrellas porque hay relatos buenos, como malos o algo aburridos para mi gusto. Es el segundo libro que leo de el y espero leer mas, me gusta su trabajo como periodista, como escritos es divertido y como persona es muy humilde y buena gente.
De repente ves la portada de un libro y no logras imaginar de lo que realmente trata, así mismo me ocurrió con "Yo soy una señora" del escritor Jaime Bayly. Sin duda una sátira a la sociedad limeña, en medio de la ironía y el sarcasmo te encuentras frente a historias que dejan al descubierto la realidad que experimenta la clase alta en el contexto de Lima. Historias que muestran la hipocresía, las obsesiones y los vicios de una élite social que pretende mostrarse como perfecta. Situaciones que abordan el fracaso, la ninfomanía, el ser humano que puede ser considerado lento, la frustración, la superficialidad, el materialismo, la discriminación; es decir, una sociedad que transita experiencias reales del contexto, la poca idealización y la abundante decadencia. El escritor se atreve a narrar sobre temas que aún en pleno siglo XXI son considerados tabúes en medio de la sociedad, lo hace con un humor ácido, con párrafos cortos y directos, una carga de expresiones coloquiales y giros inesperados; así es la escritura del autor Jaime Bayly en Yo soy una señora, párrafos que fluyen y logran mantener la atención del lector.
Para quienes no conocen al autor se trata de un escritor peruano que además también es periodista y presentador de televisión 📺 por este último se volvió famoso❗️
Esta es la primera vez que lo leo y me ha sorprendido gratamente. Y de qué se trata el 📖 pues son más de 50 relatos en narrativa hispánica 😍 donde la idiosincrasia de los latinos y más marcado de los peruanos 🇵🇪 salen a flor de piel.
El libro es una joya puesto que el propio autor hace referencia a él y a su familia pero de manera satírica y muy cómica. Haciendo de cada uno de los miembros de su familia una caricatura con historias jocosas llenas realidad y la ficción.
Y aunque muchas veces la realidad supera la ficción, aquí no sabremos qué es cada cosa, lo que sí te aseguro es que me he reído con sus ocurrencias.
Tiene varios relatos que tienen foco en la religión, la relación de pareja, los vicios, la mentira, el sexo, la promiscuidad, y mucho más.
De esos libros que puedes devorar o puedes leer en pequeñas pastillas 💊 literarias. En resumen Super Recomendada 👌 👍 😉
Uf es la primera vez que pongo una puntuación tan baja pero es que no me ha gustado nada y finalmente he abandonado tras muchos intentos por seguir leyendo (me lo habían recomendado... tenemos una charla pendiente, amigo!)
Las historias son como de andar por casa, sin emoción ni intriga (y mucho menos sorpresas o giros). Podrían ser redacciones de un adolescente para el instituto. Y es que parecen meras anécdotas. Sí, las anécdotas pueden convertirse en cuentos, pero por sí solas no son cuentos, hace falta más elementos que hagan que funcione (y aquí no aparecen). Me ha resultado todo muy vacío: la trama de cada cuento, la narración, los personajes, sus diálogos... Y para colmo muchas historias parecen la misma! Y el cuento "Habla, gorda" es... en fin...
Perfiles y arquetipos de la sociedad limeña que a pesar de los años siguen vigentes y se mantienen intactos en su esencia. Por momentos, los relatos se aproximan a lo cotidiano pero sin dejar de reflejar lo chispeante e inesperado que resulta la vida observada con humor e ironía.
Aunque por momentos tiene destellos muy graciosos y es una crítica descarnada de un tipo de gente que entiendo que el autor conoce bien, se me hizo repetitivo y en algunos momentos me pareció que cargaba demasiado las tintas en temas un poco "escabrosos" sólo por forzar la mano. Pero vaya, es mi impresión, nada más.
No terminé de leerla. No me gustó y lo dejé a la mitad. Hay algunos cuentos rescatables pero en su mayoría fuerza la comedia refiriéndose a su sexualidad, ridiculización, morbo respecto al sobre peso de su hermana y libertinaje de ella; y se vuelve muy repetitivo.
El libro de ese año. Primero de relatos (aunque también esta Yo amo a mi Mami). Es el mismo personaje que vive de ser presentador con su hija Zoe, su trabajo en Estados Unidos, sus ganas de ser presidente. Las historias de la mujer es la misma, cincuentona, ya se esta haciendo tía, sus dos hijas mayores universitarias, sus tres maridos su madre Dorita que le da plata. Es un libro muy repetitivo. Se rescata el humor en el lenguaje y las situaciones pintorescas de sus personajes. Libro Regular