“Es engañoso. Podría parecer que Fernando es un turista más. O un caminante perdido. Pero no es así. Fernando primero llega, luego observa y finalmente pregunta. Habla con todo aquel que se cruza en su camino. Y eso se nota. Sus crónicas están hechas con los ojos, es ante todo un gran mirón. Nada se escapa al ángulo de visión de este taxidermista. Y la tarea no era fácil. África es inmensa, poliédrica, compleja. Alguien me dijo una vez que ‘cuando llegas a África piensas que puedes escribir un libro; al mes dices, bueno, quizás un reportaje; y cuando llevas un año viviendo en ella te das cuenta de que no puedes escribir nada porque nada sabes’. Por eso Fernando es valiente, por eso describe lo que ve. Porque es la mejor manera de contarla. Pero no es sólo eso, este libro es mucho más que un compendio de experiencias. ‘La masacre de Rwanda empezó en 1918’. Esta frase con la que arranca su crónica 32 condensa el afán de Fernando por darnos contexto. No se limita a contarnos lo que vio en el museo del horror del genocidio, además nos explica los porqué. No se queda en la superficie de una guerra, sino que bucea en las procelosas aguas de las fronteras y los países. Remonta los ríos de la historia hasta encontrar la piedra angular de su relato. Es redondo Fernando Duclos. Es una lectura serena, didáctica. Y no era fácil, insisto.” José Naranjo, corresponsal de "El País" en África Occidental
Amé las historias, las descripciones de lugares y personas, la forma en que este libro te lleva a otros, a querer investigar, entender y aprender. Genera admiración, sorpresa, indignación, dolor y hasta risa por momentos. Me encantó y lo super recomiendo.
Hermoso viaje por el corazón de África con muchas preguntas, pocas certezas y con un lectura amigable que invita a seguir investigando. Y que genera muchas ganas de viajar.
Excelentes cronicas, muy periodistan, le pondría 4,5 estrellas solamente por que prefiero más un hilo conductor que muchas crónicas recopiladas, pero cada una de ellas es un capitulo de una serie de esas que te atrapan.
Hacía mucho no leía el género y eso que me gusta mucho. Hacía meses había comprado estas primeras crónicas de @periodistan1 y saqué pasaje a África recién por estos días. No me arrepiento.
Se nota la pluma, más bien la mirada joven. Lejos de tomar distancia me parece interesante hacer pronto el segundo viaje a Un argentino en la ruta de la seda (2020), sólo por despuntar el oficio de maestra ciruela y ver cómo se ve distinto con los años y la experiencia. Les contaré más adelante. Mientras tanto puedo decirles que este libro está lleno de imágenes y algunos tantos datos informativos para seguir indagando la historia de un continente ignorado.
Me guardo para mí seguir pensando al menos tres cosas. Primero, cómo Rwanda trabaja la memoria de su dolor tan fresco y cómo se hace la convivencia con víctimas y victimarios cuando la línea divisoria es más que delgada. Segundo, cómo conviven múltiples identidades, culturas y hacen de sus diferencias su principal característica (pienso en la swahili, por ejemplo). Y tercero, pienso en esta primera anécdota con la que abre el libro: en tres formas del saludo, en tres maneras de la bienvenida, se muestra, mas que esconderse, la multifacética historia continental africana: Salam, Ciao y Peace.
Conocí a Fernando a través de su cuenta de twitter (Periodistán), cuando realizaba su viaje siguiendo la ruta de la seda. Me interesaron mucho los hilos que realizaba contando la historia de los Balcanes y países de Medio Oriente. Este libro sobre su anterior viaje, a África, me gustó, pero esperaba más. Al ser una recopilación de crónicas que fue escribiendo mientras viajaba, me parece que le falta un hilo conductor. De todas formas, me gustó el relato de las culturas y países que fue conociendo desde una escritura muy personal y corporizada.
Bello libro, sincero y muy atrapante. Fernando cuenta un poco de su paso por África, desde la cosmovisión y la cultura que lo apaña, pero abierto a la complejidad y diversidad de lo que se encuentra. Recomendable para quienes soñamos con viajar.
Muy buena su narración, sentí el viaje como si yo lo estuviera realizando. Me hizo revivir historias y viajes por el Norte de Africa. Excelente narrativa.
Con una serie de crónicas de viaje, nos acerca un poco a la vida común y a la historia en el continente africano. Me gustó la sencillez con la que está contado, es muy fácil de leer