Estaba embarazada de cinco meses cuando perdí mi hijo. La decisión de escribir la obra fue una necesidad. Como cuando tienes sed y bebes. Todos tenemos nuestro descampado. Un lugar árido que hemos tenido que atravesar en algún momento de nuestra vida. Escribiendo he revisitado este descampado mío y le he encontrado una luz más bonita. Como cuando vuelves a un lugar donde estuviste de noche. Y ahora es el atardecer y la luz del sol cae tan bonita sobre los objetos, que les otorga una belleza extraordinaria. Y tú estás allí, plantada, sin entender porque no habías visto esa belleza la primera vez que estuviste. Para mí, ha sido un grito a la vida, una manera de rendir homenaje a esta criatura que no ha podido tener la vida que yo le había imaginado. Mi manera de explicar lo que sentí, de compartirlo, y de darme cuenta de lo mismo que la protagonista descubre en la obra: que incluso las sombras más oscuras no hacen tanto miedo cuando se las ilumina.
la clàudia cedó ha escrit una delícia d'obra que fa mal només de pensar-hi. gràcies per posar paraules a sentiments tan difícils i per donar veu i veus a les veus callades. com a dones, com a éssers humans ens cal mirar arreu i viure aquestes històries trencades que no han tingut opció de no seguir amb la vida, que han existit i han tirat endavant. i ha passat sempre... ens cal veure, veure àmpliament, amb els ulls, amb el cor, amb les ganes, amb l'ànima, si som això
La pérdida de un hijo es el eje central de esta obra en la que la protagonista intenta averiguar cuando se instaló una sombra negra en su vida, abandonada como una perra en un descampado.
Cedó ha vivido y encontrado un buen tema. Pero las implicaciones que suponene este y el dilema de la protagonista implican mucho más de lo que uno encuentra en el texto.
Obra de teatro sobre la pérdida de un hijo antes de nacer. La autora pasó por esa dura experiencia y nos deja esta maravillosa y dura obra de teatro. Se lee de una tirada.