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255 pages, Kindle Edition
First published February 24, 2018
—Soy... un pequeño topo sucio, sí. No puedo hacer nada. No tengo sensibilidad, ni coraje, ni agallas, ni una mota de cabello, un topo calvo bebé soy… A pesar de todo... ¿es posible que yo pueda volar como tú...? ¿Es posible que yo sea algo más que un pollo…?
¿Podría enfrentar a todo aquello de lo que había huido, todo lo que le había dado la espalda y ganar? ¿Podría creer que podría ser como Sora y Shiro? ¿Podría ser un pájaro no volador capaz de volar…?
Hey, idiotas, ¿necesitais ayuda? ¿Qué tal si nos agradeceis dándonos todo vuestro maldito país?Ojalá hubiera menos charla de tetas y más explicación sobre el “veneno” y al “antídoto”
La enana no era barbuda ni rechoncha. Su piel marrón brillaba, expuesta por su ropa... su cuerpo extremadamente joven. Un par de cuernos surgieron de su cabello, con brillo mithril. Sus encantadores ojos azul pálido parpadeaban con una tenue llama, haciendo justicia al nombre del oricalco. Y su voz tímidamente nerviosa y vacilante y su expresión frágil...
—¡Yo! Soy un topo sucio, una parodia de enano, ¡lo soy!
... Y la forma lastimera en que luchó para hacerse oír... todo era justo para despertar el deseo de protegerla.
Ella quería robar el papel de hermana pequeña. Y el papel de pelo blanco, y el papel de Loli. Todas las cosas favoritas de su hermano... Algo en Shiro se rompió audiblemente. Ella se burló ferozmente mientras su puño se enterró en la pared al lado de Til, atrapandola mientras Shiro se acercaba.Su nombre solo es mencionado cuando es necesario que resuelva algo que Sora no puede. Mientras tanto, su única importancia es ser otro miembro del Harem de Sora, tirarle los tejos y llevarlo al camino del pecado, para que se acueste con ella: niña, menor de edad, absolutamente una Loli.
—...... Esta es tu última advertencia... No lo... repetiré... Así que escucha…¡Yo soy... la hermana pequeña aquí! ¡¡Yo!!... No cederé ese papel a nadie más... ¿De acuerdo?
... Shiro la aniquilaría.
—S... Sí, sí, señora! ¡Claro como la lluvia, es! —Til chilló ante la horrible sonrisa de Shiro
—¡Por último, no tengo cabello! ¡Soy tan suave como un delfín! Y por lo tanto: ¡soy un pequeño topo sucio, lo soy!
—¡Hmm! ¡Explica las implicaciones de esta suavidad tuya! —Sora se volvió hacia Til tan rápido que la fricción del aire podría haber encendido un fósforo. Y...
... Yoink, yoink, yoink...
... Su hermanita, con los ojos lo suficientemente fríos como para congelar el propio Infierno, tiró de los tirantes de Til.
«¡Entonces... ¿querías que viviera como tú...? ¡¡Ha!!»
Vivir como ellos. Como un enano. Sin rendirse. Sin extraviarse ni cansarse. Para
tratar de superar los límites de sus habilidades naturales. Para vivir sin vergüenza. ¡Poniéndose en pedestales, aunque no pudieron vencer a Veig! ¡hablando como si supieran! ¡La llamaron basura y todos diciendo:
—Todos lo están haciendo, así que tú también deberías hacerlo.
—Puedes soñar que serás recompensado. ¡Solo hazlo, cállate y haz tu trabajo!
«No me gusta un mundo que me dice qué hacer... ¡Lo odio, sí!»
Nunca me rendiré...
¡¡Venceré al jefe y destruiré esos dictados...!!
Usaré instrumentos de medición y la teoría de los Elfos. ¡Usaré cualquier cosa para. encontrar una forma diferente!
—Tienes que pelear con personas de tu nivel. Lo siento. Simplemente no estás preparado para jugar conmigo todavía.
Ah, qué hombre tan pequeño había sido. Veig miró a Sora y vio en él un tipo de hombre muy diferente.
—... Pechos pequeños, pechos grandes, incluso pechos enormes; tetas falsas y tetas reales... Todas son tetas...
Un hombre grande... Un hombre tan grande. Sora dijo:
—Si afirmas que amas las tetas, ¿cómo puedes hablar de las correctas o incorrectas?
Su voz era tan clara que podías escucharla hasta el nirvana.
—Rechazar tetas distintas a las del tamaño enorme uniforme que prefieres, llamandolas falsas en imponiendo este punto de vista a los demás...
Era la voz de un hombre que había obtenido la iluminación e impartió al mundo la verdad.
—Nadie puede violar tu libertad para encontrar las tetas perfectas. Entonces, ¿por qué, al expresar tus sentimientos, denigras a los demás? En efecto... ¿Tetas ideales? ¿Son perfectos si trabajas en ellos? ¡Ah, qué pequeño, qué pequeño!
Era él, Veig, a quien le faltaba confianza. Mientras que este hombre inconmensurable, tan vasto como el cielo, había estado desde el principio mucho más allá de Veig, en un plano más alto.
... Era un virgen verdaderamente grandioso. Sí...
—Si quieres tetas ideales, no tendrás oportunidad a menos que tengas las agallas de la mujer que va más allá de tus ideales, ¿verdad?
Ah... era tal como había dicho su sobrina. La niña ya lo había superado... y ahora se había convertido en una buena mujer que superó su imaginación.
—Asentimiento: esta unidad lo ama. Esta unidad ama al maestro. Esta unidad lo dirá una vez y lo dirá nuevamente. Esta unidad lo ama.
Amor.
Sí, ella no negaría su amor... Una chica susurrando su amor, desnuda, hermosa como una muñeca porque lo era. Sería natural que el corazón de un hombre se agite y que los deseos broten bajo estas circunstancias. Pero… Sora podía jurarlo solemnemente: su corazón nunca latiría, ni sus deseos crecerían. No lo estaban haciendo. Porque no pudieron. Ni en un millón de años.
Porque…El corazón nunca podría revolotear en medio de este silencio malévolo y hostil: Con Jibril, Shiro y Steph mirandolo hostilmente.