Gonzalo vive en un pueblo de provincia con su tía y su hermana, con quien comparte la orfandad de unos padres que han muerto tempranamente. Está cursando los últimos años de la secundaria y su cuerpo se ha convertido en un campo de batalla: una entidad mutante que varía más allá de su voluntad. En la feroz convivencia escolar, consigue un refugio: Damián, su único amigo, con quien descubrirá un deseo que todavía no puede nombrar. Pero Gonzalo ansía huir de la disciplina férrea de su tía: por eso consigue un primer trabajo y con él la revelación de que el saqueo puede ser una forma de indemnizar los sueños. Frente a ese mundo hostil, el cine será su principal plan de evasión: no sólo ver películas, sino también repasar las tramas con su hermana como si esos films taquilleros de los años ochenta fueran una escuela de vida. Con su delicadeza y sensibilidad únicas, Santiago Loza despliega en esta novela los artificios de la memoria: un hilo que oscila entre la cercanía y la distancia para engarzar las piedras del recuerdo en la herida dulce y doliente de las primeras cosas.
Leí esta novelita de un tirón en casa de mi abuela, que no tiene WiFi. Así que me dio la excusa perfecta para largar el celu por unas horas e internarme en un libro de pe a pa, cosa que por lo general se complica.
Se queda corta. Esa es la impresión que me dio. Sobre todo teniendo en cuenta que apunta a un público juvenil/adulto ?? siento que podría haberla leído a los 14 y no habría sido más interesante. El protagonista de la novela es un pibe que vive con su tía y su hermana en un pueblito asfixiante de la provincia y que transita como puede todos los avatares de la adolescencia en ese contexto. Tramitar los cambios corporales que hacen sentir como un extraño en la propia piel, el despertar de una sexualidad confusa, todo siendo full tímido en un hogar deprimente.
Los capítulos van abordando como momentos medio bisagra que hacen crecer al protagonista o cambiar de una forma u otra. Eso me gustó. No me gustó demasiado la forma en la que están narrados, por otra parte. Siento que intentan alcanzar una profundidad a la que no tienen acceso. Como que para ser episodios relevantes de la vida del protagonista o que mínimo son importantes para entenderlo, están desarrollados medio banalmente. No sé muy bien qué decir, no me generó muchas cosas. Es una lectura pasajera y ágil para un día gris y pesado, pero nada más. 3/5
Realmente 2 y medio, se entiende el esfuerzo del escritor y de la editorial de ahi mi 3, cercano al bodrio este libro para ser sincero, no me dejo nada
Es una novelita, y uso el diminutivo por qué es muy corta, sencilla sensible con lindos momentos. La pluma de Santiago Loza es bella, tiene potencia sin embargo por su extensión sobre todo, se me queda corta. La estructura episódica no alcanza a tener la profundidad que quisiera, los episodios no me parecieron demasiado trascendentes y terminas con la sensación de que nunca terminó de remontar. Hay algo de los capítulo narrados en primera persona algunos y en tercera persona otros que me desconcertó bastante. Hay algo de la idiosincrasia retratada que me es muy cercana, hay diálogos brillantes y todo tiene una sensación de clandestino, íntimo que está muy bien logrado. En una linda novela, que pasa sin mucha pena ni gloria.
Muy linda atmósfera sin caer en una ambientación pesada; personajes que se mantienen entre el detalle inútil y la caricatura. El recurso de cambiar de narradores todavía no lo comprendo, pero hacia el final se justifica un poco.
"La Primera Casa" es sobre subjetividades ingresando a la realidad. Inicia con un sueño y termina con un bache. Es una novela coming-of-age terriblemente mala leche y desafortunada, pero al mismo tiempo, es el personaje mismo el que ve su alrededor tan trágico y oscuro. Una novela muy fácil de leer e interesante de pensar. Una segunda lectura debe demostrar mas capas.
Hermosa historia de vida de Gonzalo, un niño que crece marcado por su infancia de orfandad, criado por su tía, acompañado de su hermana, sus relatos de películas de los 80, el amor no correspondido de un compañero de la primaria, su sexualidad arrebatada por un hombre en unas vacaciones. Vivencias que lo dejaron insensible y seco. El paso del tiempo, el crecimiento, la idealización de la adultez y una vida posible mejor, son algunos de los temas con los que Santiago Loza nos envuelve y nos toma de la mano para adentrarnos inmediatamente en un relato lleno de sensibilidad y realidad.
Comencé a leer La primera casa con altas expectativas después de haber terminado El hombre que duerme a mi lado que me encantó. Tal vez la vara le quedó un poco alta. Siento que hubo temas que se pudieron haber explotado mucho mejor. Es un libro OK que pudo haber dado mucho más, pero se quedó corto.
Me gustó mucho la verdad. La forma en la que va pasando la historia es súper liviana y al mismo tiempo tiene peso cada momento que se narra. Es breve, dice lo que tiene que decir y me parece perfecto. Lo único es que el final me dejó un sabor agridulce, pero me parece que es correcto igualmente, es realista. Recomiendo (y me sacó de un "bloqueo lector")
Un trozo de vida. Descubrimientos adolescentes que decantan y se estancan, algunos otros que se liberan, expectativas nunca cubiertas del todo y una madurez que llega sin pedir permiso. Pesos más pesados y otros más llevaderos Todo eso significa crecer y este libro habla sobre ello.
La vida de un adolescente es muy complicada. Este libro es como si cómo desaparecer completamente de Mariana Enriquez y la autobiografía de Fito Paez hubieran tenido un hijo, no me pregunten por qué porque no hay más explicación.
Empecé a leer este libro con bajas expectativas y lo termine amando , lo leí en menos de 24hs , amo como relata todo , me sentí identificada con el personaje , lo recomiendo muchísimo