Había pocas casas, y no parecían estar habitables. Paredes descascaradas e incluso semiderruidas; jardines invadidos por altos pastos y plantas silvestres, y una desoladora ausencia de signos de vida humana. Me sentí desanimado y pensé en volver; tanto los descampados que bordeaban el camino, como las casas, y las bifurcaciones o los caminitos laterales, parecían iguales entre sí, sin ninguna particularidad que me invitara a la esperanza. Sin embargo seguí caminando, un poco por inercia, y también porque no quería volver, con el estomago vacío, a pasar una noche angustiosa en aquella casa húmeda y oscura.
Jorge Mario Varlotta Levrero, más conocido como Mario Levrero fue un escritor, fotógrafo, librero, guionista de cómics, columnista, humorista, creador de crucigramas y juegos de ingenio uruguayo. En sus últimos años de vida dirigió un taller literario.
Jorge Mario Varlotta Levrero, born in Montevideo in 1940 and died there in 2004. Before becaming a cult writer and being considered as a master by many of the best writers in Latin America, Levrero first was a photographer, bookseller comics script writer, humorist, crossword author, creator of brain games. In his later years, he directed a literary workshop.
Levrero’s writing, structured around humour and unease, takes the form of a clean prose based on the psychological that has been characterized as “introspective realism”. His major work La novela luminosa was released posthumously. Another of his most remarkable novels was the involuntary trilogy, formed by the titles La ciudad, El lugar and París
Also, he authored an extensive body of literary work which includes journalistic writing (some of the best articles are to be found in Irrupciones I and Irrupciones II), short stories, novels and essays.
Levrero hated interviews and prologues, loved cinema, he was so interested in self-hypnosis, believed in telepathic phenomena, read about Zen, addicted to computers, loved science, hated being addressed in the “usted” form, could not abide solemnity in general, read detective novels even at breakfast.
La ciudad es la primera novela de Mario. ¿Hay algo del Levrero de "la novela luminosa"? No encontré casi nada. Si hay mucho del Levrero kafkiano, con situaciones absurdas, subrealistas, sin pies ni cabeza. Lo onírico tiene su presencia e influye en la narración.
surrealismo, surrealismo e ancora surrealismo. mario levrero, scrittore uruguayano spesso paragonato a kafka per lo stile di scrittura, fin dalle prime pagine ci fa capire che non sarà una storia come le altre.
il protagonista, che rimane anonimo per tutta la durata del racconto, vuole andare a fare la spesa. è in una città nuova, non conosce il posto e non riesce a trovare il supermercato. completamente perso, chiede un passaggio a un camionista che si trova da quelle parti, si addormentata sul mezzo e si risveglia in mezzo al nulla.
non riuscivo a staccare gli occhi. in ogni pagina succedeva qualcosa di diverso, qualcosa di nuovo, qualcosa di strano. cercavo di collegare gli indizi e di capire cosa stesse succedendo, ma proprio come il protagonista, non sono riuscita ad arrivare a niente
levrero dovrebbe essere decisamente più conosciuto, decisamente più letto, decisamente più amato. La Città è un libro con un grandissimo potenziale, di una grandissima carica che però non esplode, dato che i misteri non vengono svelati. l’ho adorato, così semplice ma così confuso, così destabilizzante ma così indefinito, così affascinante ma così vuoto
Me encanta Levrero. Me encanta cómo piensa las historias. Lo que acá parece super aleatorio en realidad forma parte del universo que crea; desde el principio, donde no se explica nada, hasta el final, donde tampoco se explica nada. ¿Para qué explicar? Sería muy tonto explicar algo acá. No hay nada que explicar. Y está perfecto que así sea. Me encanta la idea de desplazamiento que hay acá en La ciudad, y que creo que está en toda la Trilogía involuntaria, como si el movimiento fuera la condición para el desarrollo de las tres novelas. Los personajes se mueven y hay historia, hay historia porque los personajes se mueven. El final me pareció perfecto.
Me gusta levrero, pero hay algo en este tipo de historias, tan azarosas, en donde no me puedo enganchar con ningún personaje, todo es tan extraño, todo puede desaparecer, casi como en un sueño. Me hizo pensar en el argentino katchajian, que me encanta, pero creo que de levrero me gustan mas otros, onda la novela luminosa, que sigue siendo mi favorito.
wow-estoy pensando. Pienso q Mario Levrero le sabía mucho a los sueños, al mal dormir y a la frustración de no tener ningún control sobre nada de lo que esta sucediendo. Este me gustó mas que El lugar por los momentos en los que sentí mucho miedo. Un tipo siguiendo ordenes confusas sinsentido y sin conocer las posibles consecuencias de equivocarse, de repente, el tipo se rebela: verdadero terror. He de agregar que el comienzo de El lugar es magistral y queda excelente con el final de este libro, la trilogía involuntaria no parece ser tan involuntaria. Las cavilaciones de Mario
Narrativa esencialmente kafkiana, de esas compuestas por constricciones, en las que jugando con pocos elementos, el autor suele edificar una historia con materiales que no puedan ser tachados de oropeles o apuestas seguras.
La historia se concentra en tres fases y se inicia cuando un hombre que está en una casi semi-abandonada decide salir a la calle a comprar provisiones al almacén. El tipo se desorienta, vaga por las calles impersonales de una ciudad y al final topa con un camionero que lo recoge y lo lleva a otro punto indeterminado de esa ciudad. En la cabina del vehículo coincidirá con una ambigua mujer, quien se convertirá en indudable polo de la narración, alimentando los deseos del narrador a pesar que, irónicamente, el encuentro no destaque por su lirismo y pasión.
Así, una prosa intencionadamente sobria pero que se despliega con una agilidad circense, prodigiosa, avanzas páginas a pesar de la falta de referencias geográficas, biográficas de los personajes y otra gran multitud de elementos comunes que condimentan y ambientan los mundos de ficción, Levrero se propone que sea la prosa lo que sostenga la narración, aunque sin grandes florituras que adornen los vagabundeos de ese pobre diablo que es el narrador.
No lo hallé apasionante. Supongo que debería continuar leyendo los otros dos volúmenes de esta trilogía involuntaria, como la llaman, sólo que no urge: desde luego intrigante o fascinante no resulta, pero por un lado la curiosidad por saber hacia dónde continuará Levrero su peculiar estilo y por otro la fluidez de su prosa ayudará a que este propósito se cumpla tarde o temprano.
La primera parte de lo que el propio Levrero denominó La Trilogía Involuntaria, que continúa con El Lugar y París. Lo increíble de este relato es la neutralidad con la que el autor aborda una historia de la que no sabemos nada, un protagonista sin nombre, en un lugar también sin nombre, habita una casa que seguramente no es suya y donde no tiene casi nada, decide salir una noche al almacén, que intuye que existe pero no recuerda dónde queda. Se pierde, y se pierde y se pierde y se pierde. Como en un laberinto, se encuentra inmerso en diversas situaciones de las que no tiene como volver atrás. Se cuestiona por momentos, pero no logra comprender que es lo que le sucede ni por qué. Su incertidumbre con relación a todo lo que lo rodea, recuerda al protagonista de El Proceso, de Kafka.
No estoy de acuerdo con algunos comentarios que leí por acá que lo tildan de literatura fantástica. No tiene nada de fantástico. Es más bien onírico, diría algo existencial. Se me antoja que la ciudad no tiene nombre porque podría hacer referencia a cualquier ciudad o pueblo de cualquier país, ese lugar que sostiene y atrapa al mismo tiempo al individuo contemporáneo, que deambula, sin aferrarse del todo, pero sin poder alejarse.
Casi como una revelación ocurre cerca del final, cuando afirma querer volver a Montevideo, por fin un destino localizable en el mapa. Veremos como sigue. De todas maneras, a mi modo de ver, se mantiene por sí solo.
Me gusta mucho Levrero. Es la primer novela (aunque corta) que leo de él. Anteriormente había leído solo cuentos. De todas formas su estilo se reconoce inmediatamente. Es como estar adentro de un sueño. No hay forma mejor de describir la sensación de leerlo. Y como en los sueños hay una lógica pero es distinta. Hay una cierta incomodidad con las cosas que suceden y como suceden. Hay una necesidad de organizar lo desorganizado, y explicar lo incomprensible. Hay una necesidad de salir de ahí porque es agobiante pero al mismo tiempo pareciera que uno no pudiera salir sin antes entender la lógica de lo que esta sucediendo. Hay un malestar por no entender bien lo que sucede, con esa cosa que tienen los sueños en los que uno esta inmerso pero al mismo tiempo no siente que realmente pertenezca a esa realidad. Ese es un desasosiego que Levrero maneja increíblemente bien.
La Ciudad un buen libro, y voy a seguir leyendo la Trilogía Involuntaria.
Loved it! Very impressive first novel considering it has a very refined, personal style as if the writer had had the chance to hone his craft for decades. The way Levrero manages to create a completely absurd tale yet never reaches the purely fantastical is simply fascinating. In addition, his language is completely straightforward and uncluttered, so it's at once extremely easy to read yet totally disconcerting. Awesome read, can't wait to check out the rest of the unofficial trilogy.
Across the gulfs of space and time Franz Kafka met Lewis Carroll and together they wrote a short semi-surrealist novella in Spanish, with reminiscences of Latin-American magical realism. With so many influences it seems almost impossible to create an original or distinctive work, but little-known Uruguayan writer Mario Levrero (born 1940; deceased prematurely in 2004) managed to do just that in “La Ciudad” (“The City”). The title couldn’t be more ironic; the atmosphere is ominous and oppressive (somewhat dystopian) with constant references to “La Empresa” (“The Company”) and “El reglamento” (“The regulations”), and the ending gave me chills, but I can’t say more without spoiling. A must read.
Gran novela de Levrero. Llaman la atención –teniendo en cuenta que es su primera novela y que la escribió a los veintipico– la solidez y la madurez de la prosa. Es un relato extraño, de personajes y situaciones extrañas, que invita a leerse de un tirón. No entiendo (o no comparto, mejor dicho) las críticas que leí acá a lo supuestamente anodino del final de la historia. (Para mí, en el hecho de que después de tanta rareza e impersonalidad el narrador termine diciendo que quiere viajar a Montevideo ya hay algo que me suena muy interesante).
Un sueño inquietante. Realismo introspectivo. Se lo recomiendo a todo el que disfrute leyendo a Kafka. Leeré la trilogía completa. No entiendo como escritores así pasan desapercibidos o son desconocidos en Latinoamérica siendo nuestros. Brutal lo de Levrero, no se puede hacer una reseña contando la historia de un libro así, es algo a experimentar, a soñar.
upon stumbling upon Levrero, who for some reason hasn't been translated into English, I decided to check out this book, his first, which as every other review notes is to some extent a ripoff of Kafka and especially The Castle, with a Kafka quote even appearing at the start of the book, though as there are, I think, far worse authors to rip off than Kafka, I quite enjoyed the romp through the bizarre, inexplicable world of The City with its shadowy Business and cryptic Regulations.
Una extensa y minuciosa pesadilla que además es una especie de homenaje a las atmósferas kafkianas. Por fortuna se lee relativamente rápido. De otra forma, sospecho que la pringosa angustia que rezuma la novela puede resultar difícil de quitársela de encima por varios días, como el aceite o la miel.
never overdone, always pushing the character to the edge. he accepts the unacceptable and continues into the madness, then pulls back, aware of himself, flirting with the edge of insanity. vivid, simple writing. what did it mean? still mulling it over.
"Byen" er... mærkelig. Er vi i en drømmeverden? Ting er som de plejer, men så ikke helt alligevel. Forholdende er underlige (en lille by har en tankstation - der åbenbart gentager sig på flere sider af det bygningskompleks den ligger i), og folks opførsel og deraf følgende reaktion er... mærkværdige. Det giver en følelse af, at historien måske foregår i et drømmeunivers. Eller er historien en allergori over døden? Jeg ved det ikke helt. Jeg var ikke helt overbevist. Stemningen i bogen gjorde den til tider lidt tung at læse, men sprogligt var den fin. Og der var noget dragende trods alt over den her underlige verden. Et stort to-tal.
Tal como muchas cosas que ocurren en el libro, desconozco como llegue a este autor. Simplemente tenía una carpeta de él en mi kindle.
La trama es kafkiana, sin embargo, a diferencia de libros como El proceso, en el cual se torna a veces difícil avanzar, por lo opresivo del relato; esta obra fácilmente se podría leer de una sola vez. Eso se debe a la prosa fluida y correcta del autor, sin monólogos muy complejos, ni grandes diálogos, ni descripciones interminables. Lo anterior no obsta a que el lector se forme de una manera muy clara todo lo que ocurre en el libro, tanto los personajes como los lugares, parecieran que ya estuvieran ahí, y que al autor le basto con remover esos recuerdos para que el lector los rememore.
Todo el absurdo y onírico del libro, evidentemente deben tener un significado "más profundo" y simbólico. Sin embargo, si al lector no le interesa o no se esfuerza por buscar aquello, el relato sigue siendo valioso y muy entretenido.
Yo claro lo leía y decía Esto es Aira pero realmente es anterior a que Aira publicase. Es este tipo de textos, que me gustan, que solo van hacia alante, que plantean cuestiones a las que luego no vuelven, y que son pura acción aparente en un lenguaje muy sencillo. Me interesa un montón cómo va abandonando las premisas de la trama una tras otra: la casa abierta, el viaje en camión, Ana, la estación... todo parece ser el centro en un momento, para luego olvidarse.
Fue un regalo e iba a ciegas sin saber qué encontrarme. Me perdí, sufrí, me resistí… No entendía el libro, hasta que conseguí dejarme llevar. Y el viaje ha sido curioso. Aunque me resisto al sueño. Eso sí, hay que leerlo teniendo en cuenta que se escribió hace 50 años y algunos aspectos del uso de los personajes hoy me escamarían.
Le doy 4 pero estoy muy confundida, o por eso mismo se las doy. Es que muchas veces estuve por dejarlo porque todo era muy extraño y sin sentido, hasta que terminé y todo fue extraño y sin sentido. Supongo que justamente igual que para el protagonista.
Atrapante historia, absurda, kafkiana, delirante; tanto que, a medida que las páginas van pasando solo se te pasan estas 3 palabras por la cabeza. "What the fuck"???????????😵😱😳🥴🤨.....🤯🤯🤯🤯. Sin embargo, a pesar de todo, no puedes parar de leer, quieres saber dónde va a parar todo eso que no tiene (aparentemente) ningún sentido. Las sensaciones de desorientación, curiosidad, angustia, deseo, búsqueda, desesperación y resignación se conciben casi el mismo espacio de tiempo.
Una maravilla, ¿quién no ha tomado ese taxi con un taxista a punto de morir? Acá, en La ciudad, se completó mi fascinación con Levrero, luego le entendí un poco el juego en La novela luminosa, pero siempre lo preferiré aquí, en su tinta, en la noche, con tantos personajes que le ocultan algo. ¿No es así, un poco la vida, que no le encontramos el punto, hasta que nos salen... (no voy a espoilear)?
3,5/5 Un hombre atrapado en un pueblo, que no tiene obstáculos físicos para salir, pero sin embargo vos mientras lo estás leyendo sentís su asfixia y te empezás a desesperar por él.
Es una especie de terror/suspenso, donde la tensión que crece y crece y crece, a pesar de que no pasen grandes escenas o declaraciones que muestren cosas tradicionalmente terroríficas.
Es muy fácil de leer y querés llegar al final. El autor describe un pueblo turbio, pero normalizado dentro de su propia esfera, e irlo conociendo junto al protagonista es inquietante.
Me gustó y me enganchó, pero es una de esas historias con la sensación de que te perdiste de algo. Uno de esos finales que pretenden ocultar más de lo que en realidad ocultan.
Se sintió bien igual, como un pequeño y final golpe de gracia, aunque me faltó algo. De todas maneras, lo recomiendo para conocer a Levrero y también porque no deja de generarte sensaciones, pesar e inquietud, de una manera que atrae hacia sus páginas.
El protagonista anónimo, después de salir de una casa donde acaba de instalarse, recoge un camión, en el que viaja con el conductor y una chica. Luego del trayecto sin conversación el camionero los echa a los dos bruscamente en la carretera. Guiado por la chica misteriosa, el protagonista llega a un lugar que parece un pueblito pero al cual llaman " ciudad", en donde se enfrenta a una serie de misterios: sobre todo, al reglamento que les impone la "Empresa" a algunos habitantes, y a aquella mujer que desapareció cuando ellos llegaron a la "ciudad"...
Aunque se emplea a menudo la palabra "kafkiano" al referirse al estilo de Levrero, La ciudad no nos presenta ningún tipo de alegoría como parecen hacerlo algunas novelas de Kafka. A mi modo de ver, lo que el autor intenta en primer lugar no es otra cosa que alcanzar una profundidad a la que no llegan las palabras. Una atmósfera inquietante domina el texto continuamente (incluso se me antoja decir que la verdadera protagonista es la angustia misma) y pareciera que esta novela fue escrita para explorar esta sensación. En este sentido, La ciudad justamente recuerda lo que pretendió su compatriota Felisberto Hernández, un maniático explorador del mundo de lo extraño. Ningún misterio se aclara. Más bien, los misterios se amontonan sin ser solucionados, para acrecentar el desasosiego. Sin embargo, al terminar la novela, el lector queda envuelto de una sensación inexplicable, no sin una catarsis extraña.
Disfruté mucho de la lectura. Pero también debo confesar que si alguien me preguntara si le recomendaría esta obra, lo pensaría un poco...en mi opinión, es un libro que elige a quien lo lea. Ahora estoy empezando a leer El lugar, otra obra de la Trilogía involuntaria de este autor uruguayo.
Posiblemente la mejor novela uruguaya que haya leído, y Levrero pasa a estar dentro de los mejores escritores que he leído.
La novela sofoca, genera tensión por momentos y desespera. Es como estar atrapado en un sueño, aislado de la realidad cotidiana, pero a la misma ves envuelto en una trama simple y rutinaria, típica de un caserio del interior de Uruguay (o Argentina). Por momentos nos envuelve ese sentimiento de similitud con la vida misma (nuestra rutina), pero también nos libera.