En las diferentes etapas del proceso histórico social, niñas y mujeres han sido sistemáticamente asesinadas por su condición de género. Estos asesinatos patriarcales para realizarse y establecerse como mecanismo de dominación y control social de la feminidad, debían gozar de aceptación y altos niveles de difusión, por lo cual se institucionalizó una cultura femicida. Esta puede definirse como la subvaloración de la vida de las mujeres en relación a la vida de los hombres, su concepción como imprescindibles, pero sobre todo, sustituibles. Una cultura femicida es aquella donde se acepta, permite, naturaliza y justifica el asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres; donde se promociona, promueve e incita este tipo de crímenes, mediante su transmisión y aprendizaje a través de los distintos agentes socializadores, así como, a través de su cotidianización en los distintos productos culturales desarrollados desde el pensamiento androcéntrico patriarcal.
De más está decir que es un libro bastante difícil de leer por la temática. Aún así, me parece muy necesario para entender el femicidio en su definición, las causantes, por qué cada vez hay más femicidios (y femicidas), sus bases, ejemplos, cómo repercute en la sociedad (patriarcal) y qué se ha hecho (o no) a lo largo de la historia y sobre todo en las últimas décadas.
Un libro del que personalmente saqué bastante bibliografía para leer y que me dejó con ganas de leer más de la autora.
Agradezco el haber comprado compulsivamente 3 libros de Esther porque realmente no me defraudó con el que decidí fuera mi primera lectura suya por fuera de redes sociales (ya que estamos, recomiendo que la sigan en instagram https://www.instagram.com/estherpinedag/) o medios de comunicación en los que ha publicado artículos.
Una investigación exhaustiva respecto al femicidio donde se demuestra cómo la mirada social que tenemos respecto a este tipo de crímenes solo permiten que se perpetúen discursos que revictimizan a las mujeres. El rol de los medios, del Estado y de nosotros como ciudadanos es visibilizar quiénes son los que matan, los que violan, los que ejercen violencia hacia las mujeres por creerlas suyas, por creerlas menos. Solo quiero leer más de Esther.
Pineda arma toda la estructura de su argumento con las estadísticas aterradoras de femicidios en Latinoamérica y luego explica como la cultura y las entidades sociales y políticas de la región lentamente van dejando su complicidad para comenzar a empujar los cambios legislativos y preventivos necesarios si realmente valoramos la vida de la mujer.