Cervantista de fama internacional, Martín de Riquer es una autoridad unánimemente reconocida asimismo en el campo de las literaturas románicas medievales, del armamento y de la heráldica. Eminente filólogo y apasionado de la literatura, de sus más de sesenta años dedicados al estudio y la investigación han resultado obras inexcusables, entre las cuales destacan con fuerza las dedicadas al cervantismo, tanto en sus ediciones fundamentales del Quijote (también el de Avellaneda) como en un gran número de estudios innovadores y capitales. El presente libro recoge los más significativos, unos estudios de altísimo nivel que sorprenden al lector por su amenidad y claridad expositiva. La sabiduría enciclopédica de Riquer llega, como apuntó Dámaso Alonso —en un texto que se incluye en la presente edición— «a un público amplio, a todos aquellos que quieren saber, saber más, pero que son ajenos a la especialización, a la profesión literaria».
Martí de Riquer i Morera, 8th Count of Casa Dávalos (Catalan pronunciation: [mərˈti ðə riˈke j muˈɾeɾə], Spanish: Martín de Riquer y Morera) (3 May 1914 – 17 September 2013) was a Spanish–Catalan literary historian and Romance philologist, a recognised international authority in the field. His writing career lasted from 1934 to 2004. He was also a nobleman and Grandee of Spain.
Riquer was born in Barcelona in 1914, the grandson of Alexandre de Riquer i Ynglada, from whom he rehabilitated the noble title Count of Casa Dávalos in 1956, because it was in situation of expiry. He fought in the Spanish Civil War for the Nationalist side, in the Terç de Requetès de la Mare de Déu de Montserrat and later the propaganda service under Dionisio Ridruejo's direction.
In 1977, he was appointed a senator in the Cortes Constituyentes by the Spanish king Juan Carlos I. He was also appointed chief of the Romance literature section of the Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC, "Superior Council of Scientific Investigations").
Riquer was a member of the Real Academia Española since 1965, president of the Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, and corresponding member of numerous foreign institutions. He was the emeritus chair of Literaturas Románicas (Romance Literature) at the University of Barcelona, which he held from 1950 to 1984. He was viceroy of the university in 1965–6 and viceroy of the Autonomous University of Barcelona from 1970 to 1976. He is the founder and honorary president of the Sociedad Roncesvals, dedicated to the study of the chanson de geste and cantar de gesta. Among the Romance languages Riquer studied were Occitan, French, Spanish, and Catalan. Specifically, he has written important and influential works on Don Quixote, the chansons de geste, the medieval novel (notably Amadis de Gaula), the troubadours, courtly love, the history of Catalan literature, and the social phenomenon of the knight-errant. He studied the influence of Ausiàs March, Juan Boscan, and the work of Miguel de Cervantes. Perhaps his most ambitious work was Historia de la Literatura Universal ("History of Universal Literature"), in collaboration José María Valverde. He and his disciple Albert Hauf were the most prominent authorities on courtly love in Spain in the late 20th and early 21st centuries. Riquer was the recipient of many honours later in life. In 1962 he received the Premio March de Cataluña, in 1990 he received the fourth Menéndez Pelayo International Prize, in 1991 he received the Premio Nacional de Ensayo from the Ministry of Culture for his monograph Aproximació al Tirant lo Blanc, in 1997 he received the Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, in 1999 he received the Premi Lletra d'Or for Quinze generacions d'una família catalana, and in 2000 he received the Premio Nacional de las Letras Españolas. In 2005 he was made a Grandee of Spain by King Juan Carlos I. He received Doctor honoris causa degrees (honorary doctor) from the University of Rome and the University of Liège.
Para leer a Cervantes condensa en un único y ameno volumen varios estudios cervantinos del filólogo y medievalista español Martín de Riquer. La primera mitad del libro la ocupa el ensayo Aproximación al Quijote, un “companion” del Quijote, inicialmente destinado a ayudar a los estudiantes de Bachillerato en su lectura de la novela de Cervantes, paso a paso, sin meterse en interpretaciones esotéricas. La segunda propone estudios detallados sobre las aventuras de don Quijote en Barcelona (II, 60 y ss.) y sobre la sorprendente relación entre el Quijote apócrifo “de Avellaneda” y el personaje del galeote Ginés de Passamonte (véase I, 22).
Así pues, a primera característica de este libro es la de acompañar la lectura del Quijote y de señalar al lector moderno—es decir, poco familiarizado con los libros de caballerías medievales—la manera en que la novela de Cervantes deriva de una larga tradición de literatura caballeresca, desde el Cantar de Roldán y Chrétien de Troyes, pasando por el ciclo del Lanzarote-Grial, hasta Amadís de Gaula y Tirant lo Blanc.
En especial, Martín de Riquer demuestra como la intención del Quijote es fundamentalmente paródica: se trata de burlarse del genero literario dominante durante la Edad Media y el Renacimiento español (digamos, la literatura de aeropuerto de aquella época). A partir del Quijote, asevera Martín de Riquer, o sea a partir del nacimiento de la novela realista moderna, los poemas épicos y libros de caballería resultaron imposibles de leer…
Yo plantearía que eso solo vale hasta el Romanticismo y su fascinación por lo gótico y medieval, y menos aun en el siglo XX, con el éxito de las novelas de J.R.R. Tolkien y toda la literatura de fantasy que surgió tras ellas. Desde luego, hoy más que nunca, haría falta volver a leer Don Quijote de la Mancha.
En suma, retomando lo que Martín de Riquer afirma del libro de Unamuno, diría que la lectura de Para leer a Cervantes “es uno de los mayores placeres a que puede entregarse todo aficionado a Cervantes” (p. 269).
Es la mejor obra para leer en paralelo al Quijote. Claro, conciso, detallista cuando hace falta, prolijo en el análisis y las aclaraciones, y con una perspectiva crítica mucho más útil que la de Américo Castro o la de Francisco Rico.
Es probable que hubiese nacido el 29 de septiembre, día de San Miguel. Su familia, de ascendencia gallega, se había establecido en Córdoba, donde el licenciado Juan de Cervantes, abuelo de nuestro escritor, tuvo cierto relieve y fue abogado de la Inquisición y familiar del Santo Ofició, cargos que no hubiera obtenido si sobre él hubieran pesado sospechas de ser de linaje de “conversos” o la suposición de que los Cervantes no eran cristianos viejos. ... Dolor, miseria y vergüenza es lo primero que respiró el futuro escritor en su infancia, en la que no faltarían las privaciones y los sinsabores.