¿Hasta qué edad nos está permitido disfrutar y de qué manera? Esa es la pregunta que atraviesa a Ana Inés, viuda, jubilada y fanática de los juegos, que pasa sus días en el club de barrio junto con sus amigas Beta, Silvita y Estela, y en las clases de aquagym. Un día anuncian que abrirán la candidatura a la presidencia del club y que, por primera vez, las mujeres también podrán presentarse. Ana Inés no lo duda: es el escenario que propicia el reencuentro con Antonio, el actual presidente y su amor secreto. Mientras tanto, su hija de cincuenta años se va instalando en la casa materna con pretextos poco claros. Una casa que parece no tener lugar para ella. La segunda novela de Natalia Rozenblum ilumina con humor y sensibilidad las zonas grises del paso del tiempo, el vínculo con el cuerpo y la identidad femenina. Baño de damas es una historia fresca y conmovedora sobre la amistad, el amor y el deseo en la vejez.
Me resulto una lectura muy cándida y cariñosa, me sorprendió gratamente como esta joven escritora delineó tan delicadamente y con gran tacto la vida de estas mujercitas.
En este relato se relata las vivencias y las anécdotas de estas cuatro damitas, Ana Inés como actriz principal y sus amigas Beta, Silvita y Estela, como actrices de reparto y de cómo con setenta y tantos años hay muchas cosas por hacer, hay mucha ilusión, mucho aspiración por hacer cosas, talante de ser coqueta, deseos de amar y porque no ganas de sentir y saborear el sexo.
El protagonista en esta historia es el agua, estas jovencitas acuden a clases de aquagym en un club, del cual Ana Inés pretende ser presidenta, años atrás trabajo allí, hay un bonita historia de amor la cual tendréis que descubrir.
Ana Inés le gusta chatear por el móvil, por Facebook, y jugar a juegos online, es una mujer imparable, muy puesta al día en el mundo del internet y redes sociales, sin embargo la complace muy poco cocinar, pero eso lo solventara la puesta en escena de su hija de cincuenta y un años que se va a vivir con ella, a la cual la apasiona cocinar.
Ana Inés es una gran lectora y además la gusta relatar a las personas sus lecturas, no faltan diversas menciones a libros.
Como observación decir que abundan las palabras que suenan siempre tan dulces y cariñosas, esas palabras tan divinas del vocabulario Argentino.
Esta novela me recordó un poco a otra lectura que realice hace un mes más o menos “Soñar bajo el agua de Libby Page”
Una lectura con el chapoteo de la piscina como banda sonora, y con un olor intenso a limpio y puro.
Me originó una sensación muy agradable, como una especie de sosiego, reposo y mucha calma.
Posdata: Pero nunca olvidéis que la historia que cuenta un libro no siempre es igual.
Extractos del libro:
"La edad es un país extraño en el que nos encontramos viviendo de forma inesperada, sin importar cuánto hayamos pensado en llegar. Rae Armantrout"
Tenía el cuerpo marcado por curvas que parecían sonrisas.
A veces su memoria era delgada como un hilo de voz.
Tocó el agua y se quemó; iba del frío al calor como las emociones.
El recuerdo se desparramó igual que un remedio que se inyecta.
Había dejado un camino de agua en el piso. Parecía la pista de un caso que alguien tendría que resolver.
Para mí el horóscopo está muy ligado a lo que escriben los autores. Están ligados a todos más allá de lo que hagan, pero en la escritura creo que se nota como si fuera la radiografía de una persona.
Hubiera querido que me gustara más. La idea es muy linda. Una señora jubilada que hace aquagym y le pinta postularse a la presidencia del club al que va. Pero se queda mucho en describir detalladamente acciones y deja un montón de cabos sueltos. No pude conocer mucho a los personajes de esta forma. No hay profundidad. No me la creí.
Rescato la representación de los cuerpos que aparecen. Panzas, rollos, estrías, cuerpos reales que no suelen retratarse. Pero se queda ahí...
Me gustó la propuesta del libro y disfruté del recorrido, lo lees en una o dos sentadas porque entretiene y te va llevando. Me pareció super interesante que aborde una historia que está centrada en una protagonista vieja y la frescura con la que está mujer lleva su existencia. Creo que es un terreno que no se encuentra seguido y eso lo hace valioso porque te permite conocer diferentes ojos a través de los cuales mirar. También me pasó algo extraño, a pesar de todo lo bien que la pasé no logré empatizar o seguir en mi piel las vivencias de la protagonista, no sé si por alguna falta mía o algo relacionado con la narración.
La idea inicial del libro me atrajo muchísimo, pensar la vejez y su vínculo con la amistad, el amor, el cuerpo y el placer es en verdad novedoso. Pero según mi opinión se queda en eso, una buena idea. Una protagonista que no te conmueve en ningún momento, que parece demasiado insulsa de a ratos, no fue la mejor elección. Es la historia de una típica vejez q atraviesan las mujeres de clase media-alta, es decir, sumamente aburrido. Sin embargo siento que el ritmo y la escritura no tienen puntos bajos y por eso el libro se deja de leer con una facilidad que al cerrar el libro, no te hace pensar que perdiste el tiempo. Es lo primero que leo de esta autora, tengo entendido que Los enfermos es su mejor obra, si llego a leerlo en algún momento, espero encontrarme con todo lo que esta idea y modo de escribir, no supieron explotar al 100%.
Ideal para leer en vacaciones. Me gustó mucho la historia, sobre todo el foco en la tercera edad y los vínculos, el deseo y la relación con el propio cuerpo, algo que no vi muy a menudo en los libros que leí hasta ahora. Es la primera vez que alguien de la tercera edad es protagonista y no personaje secundario. Darle voz me pareció excelente.
Ana Inés es una mujer viuda, de 75 años que pasa sus días en el club de barrio junto a sus amigas Beta, Silvita y Estela. Sus clases de aquagym forman parte de su rutina diaria y sus días en el club de toda la vida le despiertan ganas de nuevos proyectos. Cuando se abre la candidatura a la presidencia del club, Ana Ines no dudará en soñar con la presidencia y con el reencuentro con Antonio, actual presidente y rostro de una historia de amor inconclusa.
Si hay algo que quiero destacar en la novela es la manera en que la autora decide contar esta historia. No por tener un personaje principal de más de 70 años la narra en pasado o abusando de los flashbacks para dar contenido a su historia, sino que decide contarla en tiempo presente desmitificando que a partir de cierta edad ya no exista el deseo, la ambición, el amor, y la posibilidad de algo nuevo. La terminé de leer casi sin darme cuenta de lo llevadera que se vuelve la lectura y, si bien la trama no tiene picos de tensión, todo lo que vamos leyendo es interesante y deja con ganas de más.
El baño de damas aparece como un lugar recurrente en la novela que le permite a Ana Inés reencontrarse con su propio cuerpo, reconocerse, amigarse con él y con el paso del tiempo. Los espacios cobran mucha relevancia en la novela y con el avance de la misma vemos como Ana Inés pasa cada vez más tiempo en el club, en los vestuarios, en los baños, en busca de una intimidad que en su casa ya no tiene. Aparece el personaje de Marisa, su hija, quien atravesando también sus propios conflictos personales, comienza poco a poco y casi en forma invisible a instalarse en casa de su madre, conquistando cada uno de sus espacios.
Creo que hay pocas novelas que tratan los temas que acá aparecen, que se animan a hablar de sexualidad y deseo en la vejez como lo hace Natalia y la celebro por ser distinta y por hacernos salir de la lectura con nuevas formas de mirar y de pensar. No sé si fue un libro redondo para mi, pero es un libro que regalaría y recomendaría mucho regalar, una lectura que nos devuelve al sendero de la vida, el disfrute y el deseo sin etiquetas y sin límites de edad.
Baño de damas es como esas series que arrancás y no parás hasta ver el último capítulo, aunque sean las 4 de la mañana. La interioridad de una mujer de 75 años retratada con ternura pero sin idealizar, mostrada en el entorno de la vida social de un club de barrio donde, obvio, hay un Baño de damas.
"Baño de damas" es una historia corta que tiene como protagonista a Ana Inés, una señora de 75 años, que aún con un largo pasado, busca reinventarse y no duda en buscarse intrépidas aventuras. A pesar de ser una novela muy breve, la trama intenta desarrollar diversos temas, como la amistad, la maternidad, la rutina, los pasatiempos... pero todos aunados con el tema de la vejez. Una etapa de la que poco se ahonda en la literatura, pero que como aquí veremos, tiene un insondable camino por el que se puede transitar.
En lo particular puedo decir que la lectura se me hizo cuesta arriba por momentos. Es verdad que la cantidad de páginas no es muy extensa, pero hubieron varias situaciones con las que se me dificultaba muchísimo poder fluir. Sin embargo creo que esto tiene mucho que ver con los gustos en la narrativa. Seguramente habrá más de una persona que disfrute con las continuas descripciones.
No suelo leer muchas historias con personas de la tercera edad como protagonistas, así que desde ese lado me significó toda una fuente de novedades.
le doy 3 porque la primera parte me ha aburrido mucho pero es un buen libro para leer un domingo al pedo o en la playa. además, hay un momento en el que remonta y agarra buen ritmo.
me ha interesado mucho que se trate de personas que nunca protagonizan libros y de un tema que no suele aparecer en novelas contemporáneas: las jubiladas y la vejez.
Baño de damas propone una protagonista, una heroína de la tercera edad. Es un movimiento fuerte, porque nos acerca a problemáticas de una otredad que todavía sigue siendo bastante rechazada en la literatura. Sabiendo que este mundo capitalista y hegemónico es particularmente cruel con el envejecimiento de las mujeres, celebro este tipo de lecturas. Sin embargo, me queda en la boca un sabor amargo: ¿cuánto de naturalista y cuánto de realista tiene esta historia? ¿Cuánto nos quiere adentrar en la vida de una mujer de la tercera edad, y cuánto hay de burla? Durante toda la novela tuve la sensación de que la historia en cualquier momento se convertía en el carnaval de El jorobado de Notre-Dame, ese momento sutil en el que la celebración se convertía en burla. No puedo decir que haya ocurrido, ciertamente, pero la alerta estuvo activada durante toda la lectura. Tal vez sea el atractivo.
Muy bien manejados los momentos de tensión y relajación en la estructura del relato. Asimismo, la información que hace avanzar la novela se dosifica con precisión para generar efectos que no sean un intento de aportar un dramatismo vacío. Además, la historia es conmovedora y divertida, sin complacencias ni romanticismos con respecto a las ideas y pensamientos de la protagonista. Ana Inés es un personaje tan querible como odiable. Frívola y profunda simultaneamanente.
Una vez estaba mirando una de esas películas de Marvel, y me pregunté: ¿en qué momento se cambian la ropa para salir así ya disfrazados? ¿Por qué no muestran esas cosas, esos "detrás de cámaras"? Porque, aunque uno no lo crea, me parece que esas situaciones cotidianas nos humanizan un poco más.
Y eso es lo que sucede en "Baño de Damas", incluso el título me parece muy bien acertado, porque decir "damas" en vez de "mujeres" puede delatar que nos estamos refiriendo a mujeres mayores. Y es porque la novela está enfocada en una mujer de la tercera edad, Ana Inés, quien frecuenta un club hace muchos años y le encanta ir a clases de aquagym con sus amigas.
Pero lo mejor de la novela, es meterse de lleno en todos los detalles que se describen. No sé si tuvieron la oportunidad de viajar con grupos de Centros de Jubilados, o si entraron a uno de ellos. Pero, generalmente uno encuentra solamente eso: gente mayor, en sus mundos, en sus juegos, en sus códigos entre ellos. Y en esta novela vemos bastante de eso: a las señoras que se juntan a comer torta, o a nadar en la clase de aquagym. Pero, además, nos metemos de lleno en lo que una mujer de casi 80 años puede llegar a vivir para con su sexualidad. Porque obvio, seas joven o seas grande, el despertar sexual siempre va a estar. Puede ser imaginando, o concretándolo en ciertos episodios. No quiero spoilear nada, pero me pareció una novela muy interesante y bien detallada sobre cómo es vivir en la tercera edad, y las problemáticas que se pueden presentar.
Me costó engancharme con la historia, aunque la protagonista es hermosa y fresca. Tras una introducción algo lenta, se hizo llevadero y entretenido. Me gustó como la autora muestra la relación de esta adulta mayor con su cuerpo y con el de quienes la rodean. Ideal para una tarde de verano.
Me gustó, es entretenido y se lee en una sentada. Me pareció interesante los temas que toca respecto a la tercera edad, el disfrutar de la vida, los vínculos, las amistades a través de los años, el cuerpo y los cambios. Obvio que me dejó con ganas de más respuestas.
Me pareció un libro hermoso. Rozenblum logró algo muy importante, que es no sólo traernos una protagonista tan inusual en la literatura, sino también abordarla desde una simpleza que poco tiene de playo, que logra capturar la belleza y la ternura de lo presente, sin tanta vuelta. No es que falte profundizar en la construcción de los personajes por error, me parece bastante intencional mostrarnos que no siempre debemos saberlo todo sobre sus historias de vida para poder empatizar. Es un libro que dice mucho de nuestros tiempos: introduce sutilmente temas como los cuerpos no hegemónicos, el rol de las mujeres en los cargos de poder (además de que en la historia apenas si aparece un solo hombre y lo hace subyugado al deseo femenino), es de lectura rápida, etc. Claro que el tema principal es la vejez, y está abordada desde un lugar tan poco común (como la sexualidad, el deseo, la ambición, la pérdida de soledad y autonomía a la que son sometidos cuando empiezan a necesitar ayuda) que honestamente a unx como joven le hace replantearse algunas cosas (y si hay algo que realmente necesitamos de un libro, para mí, es que nos incomode).
Fue una lectura de un tirón, pero cada vez que avanzaba no quería que terminara porque logré sentirme parte de ese grupo de amigas, que ya siendo adultas mayores disfrutan la vida como si fuesen jóvenes. No sabía si me sentiría cómoda o si lograría involucrarme en la vida de estas mujeres adultas, pero entendí que esta mirada de la vejez que nos ofrece Natalia es mucho más optimista quizás de lo que yo misma espero de la vejez. Mujeres que miran la muerte con cierta indiferencia, incluso con cierto planteo existencialista, pero que viven con proyectos a futuro, que quieren ser independientes y no dependientes de otros, que quieren volver a sentir el amor plenamente y descubren el deseo de diferentes formas. En esta novela se logra observar el cuerpo ajeno sintiendo que también descubriremos en él, algún día, el propio. Uno de los puntos más fuertes de esta novela es el trabajo sobre el cuerpo y el deseo, esa relación entre ambos que no se censura en la vejez. También es una novela que habla de la amistad y la familia, que pone en el centro el planteo de la convivencia y la dependencia. Como bien nos comentó Natalia en la jornada, es una mirada de la vejez como tantas otras. Narrada de una manera tan fresca, esta mirada en particular, desde su personaje Ana Inés y su círculo de amigas, me deja una sensación de satisfacción que sé que perdurará.
Baño de damas es un libro de ágil lectura con buenos personajes y que habla de la vejez como a más de uno nos gustaría envejecer . Peeero el final no corresponde con lo anterior, no me gustan los finales abiertos , pero en este caso es un corte abrupto. Al llegar a la última hoja uno espero un próximo capítulo o por lo menos un epílogo, y no hay nada .
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No me acuerdo de haber leído muchos libros en los que la protagonista tenga 70 años y mucho menos que disfrute de su cuerpo y continúe priorizando su placer. Esa es la gran novedad en Baño de Damas y se agradece. También me movilizaron las descripciones corporales y sensoriales de los personajes, las sentí novedosas e incómodas. Un libro muy interesante.
Ana Inés es una mujer de 75 años, jubilada, viuda y amante del truco; pasa sus días en el club del barrio 25 de Mayo, del que es socia hace décadas, junto con sus amigas con quienes toma clases de aquagym y disfruta de almuerzos, meriendas y charlas eternas. Su hija Marisa ha comenzado a pasar mucho tiempo en su departamento, demasiado para Ana Inés, quien se siente invadida como si los roles se hubieran invertido. Marisa le prepara la comida y quiere saber sus rutinas y horarios, Ana Inés se escabulle cual adolescente. A pesar de la viudez, de los cambios físicos y hormonales en su cuerpo, y de la vejez inminente, Ana Inés mantiene la chispa de la vida prendida. Disfruta de observar su cuerpo, de tocarlo y de explorarlo, tiene fantasías y deseos sexuales y un amor secreto. Un día se anuncia que la presidencia del club quedará vacante y, entusiasmada con comenzar algo nuevo en su vida, no duda en postularse como candidata. Baño de Damas es un hermoso libro que, si bien aborda la tristeza que acompaña el paso del tiempo y la decrepitud de la tercera edad, lo hace con mucha luz y ternura, y pone sobre la mesa las posibilidades de disfrutar de la vida hasta el último momento.
Tengo muchos sentimientos encontrados El libro empezó muy bien, la idea me gustaba, que trate sobre una señora intentando ser presidenta de un club y su vida, parecía interesante, tratando chismes con sus amigas y la relación con su hija, con una protagonista de personalidad marcada. Pero se fueron agregando más y más temas al libro que eran innecesarios, no porque no sumen, sino porque no se les dan el cierre y el lugar que merecen en la historia. Falta mucho desarrollo en ciertas situaciones para que tengan sentido, porque sino parece que fueran un montón de datos acumulados que no tienen un sentido conjunto. Creo que ese lugar lo podría haber encontrado sacando varias descripciones o personajes. Y el final no es abierto, ni me parece un final. Es como si al libro le hubieran arrancado hojas, porque le falta mucho, no hay un unión de trama que funcione como cierre. Un punto positivo además de la protagonista es la rapidez de la lectura.
es el libro ideal para leer en vacaciones porque es cortito, atrapante y en dos sentadas lo leés.
me llamó la atención de entrada porque leí muy pocos libros con mujeres mayores como protagonistas. me gustó la relación que tenía con las amigas, cómo hablaba del vínculo medio raro con su hija y la contención que encontraba en el club, tal vez porque conozco varias señoras que se desvivían por ir a la clase de aquagym y eso me recordó a ellas ❤
el final me gustó pero me hubiera parecido mejor si seguía abordando algunos temas que quedan medio sueltos (no voy a decir cuales porque #spoiler), pero en sí es un libro lindo y entretenido.
Una propuesta cálida y muy inteligente que pone en el tablero a esas hermosas representantes de esta mal llamada "tercera edad". Cándida y divertida. Le doy el 4 porque la historia para mí quedó inconclusa. Esperaba más del cierre y del "final" de tan hermosos personajes.