Valeria, una de las concursantes del reality show La Cárcel, aparece muerta en su celda. En medio del estupor y el caos inicial, Vera, la directora de producción, toma las riendas y piensa que, cueste lo que cueste, hay que mantener la noticia en secreto hasta que acabe el programa, un mes.
Antonio, el director del programa, y Claudia, la redactora que ha descubierto el cadáver, creen que va a ser imposible mantener el secreto, además de que éticamente les parece deleznable. Solo Alina, la ayudante de dirección, confía en el poder de Vera y la capacidad de manipular al público y llevarlo por donde los guionistas quieren.
Así, tras unos cuantos cambios de guion y varias llamadas telefónicas, dan los resultados esperados y los únicos que, con mucha discreción, se pasean por el escenario del crimen son los subinspectores de la policía Rodrigo Arrieta y Alejandro Suárez.
Repetidas visitas a las oficinas, las entrevistas al personal y la necesidad de que alguien le guíe por aquellos pasillos favorecen la relación entre el subinspector Arrieta y Alina, quienes acaban buscando excusas para sus encuentros.
Muy poco a poco, en una investigación que avanza lenta, la policía descubre pistas como que la víctima fue envenenada, que tres de los concursantes entraron en el programa porque fueron falseadas sus puntuaciones, que alguien trató de chantajear al director de contenidos y al director del programa… pero los hallazgos aportan más bien poco a la cuestión del asesinato.
Y de repente, aparece un segundo concursante muerto. No puede ser una casualidad, porque el informe médico dice que lo han envenenado con la misma sustancia que a Valeria.
Una flor que alguien deja en el armario del concursante muerto se convierte en la única pista para que el subinspector Arrieta pueda desenmascarar al asesino.
A ver, el libro es entretenido y los personajes son interesantes. Sin duda lo que más me ha gustado ha sido la historia pasada intercalada y la incertidumbre de la relación con el caso presente.
He de decir que adiviné el personaje culpable casi desde el principio (obviamente sin adivinar los motivos), y eso pues siempre impide una sorpresa mayor en el final.
Este libro tiene todo lo que me gusta pero no sé por qué motivo no he logrado conectar tanto con él. Creo que tiene que ver todas mis últimas lecturas han sido thrillers y debo descansar un tiempo del género. Pero es un motivo personal y que no tiene nada que ver con la novela, la cual me parece muy bien escrita y con un concepto interesante y recomendado.
Me hubiese gustado que se centrase algo más en el concurso en sí y en su mecánica.
Me recuerda al Reality que se hace aquí “Gran Hermano” cuando era pequeño lo daban a veces 24 horas y observábamos todo lo que hacían. Una historia que te atrapa, desde el momento cero, desde los entresijos de un reality show basado en la cárcel, las manipulaciones de audiencia y el morbo para enganchar a los espectadores, el asesino, la investigación policial, todo eso y más. En fin es una novela que te deja con ganas de saber que pasa en todo el libro y aunque haya giros algunos muy buenos, quieres saber quién es el asesino.
La Cárcel es un reality show. Los concursantes están las 24 horas del día vigilados por cámaras y por el personal de la productora. Todo cambia cuando tras una fiesta de cumpleaños, una concursante, Valeria, aparece envenenada en su celda. Ante esta noticia, Antonio Llanos, el director del programa, junto con la alta cúpula de la productora, hará todo lo posible para mantener este crimen en secreto. Tras realizar los cambios oportunos de guión, la productora comunica el hallazgo a la policía. El subinspector Rodrigo Arrieta se va a enfrentar a un caso muy complejo donde todos mienten y ocultan cosas, pues el miedo de que la verdad se descubra es bastante grande.
Los personajes con los típicos clichés o patrones de los concursantes de este tipo de programas. También podemos ver esta novela como una crítica a estos programas. Sí es cierto que he necesitado algo más de profundidad en algunos de estos, ya que muchos ellos solo salen esporádicamente y de forma precipitada.
La trama, muy fresca, refleja un reality show con unos concursantes que conviven unos con otros, tienen que superar pruebas e interactuar con el público para ganarse su cariño, pero los cuales están casi todo el tiempo restante encerrados en unas jaulas donde son mal alimentados.
La escritura de esta novela es bastante sencilla y muy cuidada, además es muy directa y va al grano. Los capítulos son bastante cortos, por lo que la sensación de ligereza se aumenta con un ritmo rápido y constante. Es una novela que atrapa. Si tuviera que poner un punto negativo, podría decir que el final es poco sorprendente, ya que se va viendo cómo acabara esta historia.
Un capítulo te va pidiendo otro.Me pareció muy entretenido y desconcertante, ya que hay momentos que parece que estás leyendo dos libros independientes.
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Pues no decepciona en absoluto: mentiras, manipulaciones, chantajes… todo por mantener altos los índices de audiencia. 📈¿Hay algo que importe más?
La verdad es que yo, a priori, pensaba que la historia se iba a centrar en el reality como tal, es decir, en lo que ocurre entre los concursantes. Como si fuéramos espectadores del show.
Para mi sorpresa, aquí vemos lo que hay “detrás de las cámaras” y todo lo que hacen (o dejan de hacer) para conseguir la máxima audiencia. Al precio que sea.⏳
La novela parte de una idea bastante poco original como es la crítica a los reality shows y todo lo que conlleva esa parte del mundo de la televisión, pero aún así merece la pena porque la historia tiene buen ritmo (novela corta con capítulos no muy largos) y cuando te quieres dar cuenta te la has terminado. Lo mejor, los capítulos a modo de flashback que explican la trama; lo peor es que el final es bastante predecible.
Durante el nuevo reality show La Cárcel; donde se simula estar en una cárcel de verdad, una concursante aparece muerte en su celda. En principio están aislados del exterior por lo que los principales sospechosos giran en torno a los concursantes y la propia productora. Además, es la directora de producción quien decide llevar la muerte e investigación en secreto, puesto que quiere finalizar el programa sin ningún contratiempo. Así, la investigación llevada a cabo por el subinspector Rodrigo y todo su equipo deberán avanzar con discreción e incluso pocos recursos en un mundo donde se vive de las apariencias y los secretos están a la orden del día.
Es imposible negar que la premisa de la novela es sumamente interesante: el escenario del crimen es un programa que se sigue en directo. Aunque es cierto que quizás esto podría haber dado más juego otorgando pistas del caso. Aquí solo sirve para mostrar las trabas que supone el mundo detrás de las cámaras: cómo se vive de que todo salga perfecto en una situación que en principio debería ser natural. Donde solo se muestra lo que quieren que realmente veas. Todo por la audiencia, pasando por alto todo límite ético-moral.
La novela sigue la investigación a la vez que nos cuenta unos hechos que toman lugar en América del Sur. Al principio no entiendes qué relación puede haber entre estas y a efectos de lectura, quizás me hacía perderme demasiado. Todo al final tenía sentido pero la historia en sí no ha conseguido llenarme como todos los thrillers acaban haciendo: Personajes que me hacían perderme y sentía superficiales, información apresurada... incluso falta de fuerza pese a que trata temas muy variados: crítica social al mundo de la tv, falta de empatía, cinismo, abusos, drogas, chantajes, etc.
Es una lectura fácil y amena que aunque no marcará un antes y un después, supone una nueva visión de un mundo "visto" por todos pero "conocido" por pocos.
Le voy a dar un 6 porque se lee rápido y la premisa es demasiado interesante para lo desaprovechada que está. En primer lugar: en la portada aparece un spoiler del libro (es algo que pasa literalmente al final). Por otro lado, las dos líneas temporales... qué pereza más grande. Me interesa la actual, no la de Colombia hace X años. No me gusta que me hagan intuir el motivo del asesinato de forma tan evidente. La relación amorosa que se forma... me sobra totalmente, me aburre, los diálogos son ñoños y artificiales. Podrían haber aprovechado mucho más el tema de un reality con un asesinato y se acaba convirtiendo en una investigación policial sin más. Decepcionadísima.
Libro para pasar un rato ameno, pero sin más. En un reality show basado en una cárcel. Los concursantes deben pasar 3 meses en una cárcel, sin tener contacto con el exterior, sin tener ningún tipo de lujo, ni ropa, etc. Solo se relacionan con el resto de presos concursantes en el patio y en la hora de la comida pero de repente una noche aparece una concursante muerta. El programa quiere ocultarlo pero poco a poco van investigando que ha podido suceder. Tras la investigación se desvela el porqué de la muerte.
Le he subido una estrella porque la historia que se narra a parte del reality show y que en principio no tiene nada que ver con él me ha tenido enganchada, es lo que más me ha gustado. El resto ni fu ni fa. A resaltar las faltas ortográficas de la escritora, me pregunto si nadie corrige los libros antes de editarlos. Me dolían los ojos cada vez que leía " Trenta y uno" "Trenta y dos". Y pensar que tiene un premio 🤔
Una historia muy entretenida. Tenemos dos líneas temporales, ambas muy interesantes.
Creo que le faltan páginas, me hubiera gustado más conocer a todos los personajes en mayor profundidad así como la dinamica dentro del concurso. O por el contrario, tener menos personajes y ahondar más en el pasado en Colombia y el reality show en España.
El libro es entretenido, pero sin más. La trama es simple, enseguida se sabe quién es culpable aunque es cierto que hasta el final no se sabe el móvil del mismo.