Tras la desarticulación de los discursos y las prácticas nacionalistas, se encuentra una confederación de formas de vida comunitarias y autónomas que están siendo capaces de gestionar la vida en común sin la intervención de las instituciones estatales. Se añade una breve nota sobre la vinculación entre el colonialismo y la lectura para reabrir las posibilidades de lo que somos como libro y lectoras.
Yásnaya Elena Aguilar Gil es lingüista, escritora, traductora, activista de derechos lingüísticos e investigadora mexicana. Sus lenguas de trabajo son ayuujk (mixe), español e inglés. Ha realizado proyectos que atienden a las necesidades de los hablantes cuya lengua corre el riesgo de desaparecer.
Excelente texto introductorio a la problemática de lo indígena, y una excelente herramienta de reflexión de filosofía política. Yásnaya atiende preguntas sobre qué es el estado, qué es el nacionalismo, qué es México desde su negación. Con ella aprendemos que la categoría indígena solo existe en relación al estado y que en realidad ellas son naciones. Que el proyecto mexicano creó la categoría indígena en contraposición a mestizo hace apenas doscientos años en un borrado activo y violento que sigue operando hasta nuestros días. Las páginas son pocas porque Yásnaya no pierde el tiempo: explica categorías complejas en pocas palabras y con un lenguaje muy claro. Este es un libro necesario para cualquier latinoamericano hoy. No me queda duda que Yásnaya es de las mejores pensadoras actuales que tiene México.
Un texto corto pero poderoso y fundamental. En unas cuantas hojas, Yásyana Aguilar cuestiona de manera brutal el concepto del Estado-Nación y su impacto frente aquellas comunidades o pueblos que viven en un territorio pero que no comparten la lengua y el sistema político-económico de la mayoría. En todo el mundo, a los niños la educación nos inculca un orgullo y respeto a nuestro país de origen, ensalzando su historia y sus características, pero sin invitar a pensar en aquellos otros que viven también en nuestro espacio que pero no hablan nuestro idioma y cuyo sistemas de creencias son diferentes. Las comunidades indígenas en México son varias y se encuentran a lo largo y ancho del territorio, pero viven apartadas y lo que es peor, criticadas por su forma de vida y marginadas. Si pensamos que el Estado-nación fue creado hace poco mas de doscientos años, pero que estos grupos (no solo en México sino en el mundo) tienes miles de años de historia y cultura, resulta sorprendente que pocos cuestionemos la existencia de nuestros propios países bajo los parámetros de “estados únicos e indivisibles” pensando que cualquier intento de modificación es un atentado contra la patria. El argumento de Aguilar no es destruir a los Estados actuales, sino repensar el marco en que los gobiernos consideran a las muchas otras identidades y naciones que viven en ellos. Porque sin duda tanto un grupo mixe como rarámuri es una nación en sí, a quienes se les ha negado el reconocimiento. Así, la autora señala un concepto legal fundamental y es que, en la Constitución, si bien se reconoce la diversidad cultural del país, no se reconoce la diversidad de sistemas políticos y económico de los pueblos indígenas. Reconocer lo cultural no se traduce en el respeto a lenguas y sistemas de gobierno distintos, es decir, en la libre autodeterminación. Y no hacerlo, es negarlos. Resulta también interesante entender que esto no solo pasa en Mexico sino a nivel mundial -Aguilar cita como ejemplo pueblos en América Latina pero también en Japón, en Suecia y Finlandia, en España, entre otros, que por años han buscado un reconocimiento real y práctico. Saber que en el mundo hay poco más de 200 estados, pero más de 7,000 naciones -muchas de ellas sin estado, debe invitar a repensar si la estructura actual es justa para todos y los preceptos que hemos aprendido desde la infancia. Un Nosotrxs sin Estado es una lectura que abre los ojos y la mente para cuestionar nuestros sistemas de creencias y las injusticias que a través de ellos perpetuamos, a veces incluso, de manera inconsciente.
El año pasado en la clase de Verónica Renata, ella y su adjunta Natalia nos preguntaron "creen que haya otra forma de organizarse que no sea regida por el capitalismo?". Todxs comenzaron a pensar, divagar, balbucear. Todo nos llevó a pensar que lo micro y lo comunitario era la respuesta. La milpa socio política.
No profundizamos más ese día porque salió por ahí ese amigo que es más woke que todxs a decirnos que ni siquiera deberíamos de estar dialogando de ello porque somos privilegiados x ir a la universidad y vivir en la ciudad (él también vive en la ciudad y va a la universidad), sin embargo, ahora algunos meses más adelante, considero que este texto nos era ideal a la ocasión.
Y obviamente no sólo para pensar en formas de organización del territorio, sino también para pensarnos como parte del territorio, pensar en nuestra identidad, en cómo se ha construido esta y quiénes chingados somos. Para pensar si somos quelites en el monocultivo en el que vivimos y cómo hacerle para que crezcan más quelites, calabazas, elotes y frijoles, cómo poder hacer crecer una milpa.
Cada vez que miro/conozco/sé de la organización de las diversas Naciones [con, pero sobre todo sin Estado] siento profundamente que, un Mundo donde caben todos los Mundos es posible ✨
Quiero a Yásnaya, una de las voces más certeras, valientes y llenas de cariño que he tenido el honor de leer y escuchar.
me gustó mucho. me recordó al encuentro del sábado por el énfasis en comunidades 'pequeñas' y el deseo, mío y de otrxs, de poder aterrizar las propuestas y planes. me gustaría leer más o que fuera más largo el libro. todos los textos son buenos, lindos y aprendí de ellos; los une la crítica a la farsa violenta del estado-nación y la posibilidad de otro mundo a partir de nuestros colectivos: otro mundo que ya existe.
Me gustó mucho el capitulo de las macroestructuras y microestructuras (Covid+capitalismo), y el de la milpa sociopolítica. >> Pero la diversidad le es natural a la huma-nidad, lo artificioso y lo que demanda esfuerzo es el monocultivo; para evitar que los quelites (como metáforas de las posibilidades de los diverso) proliferen, los sistemas de opresión operan como potentes herbicidas. El patriarcado que ha planteado la existencia binaria de los géneros actúa como un potente químico que mata todas las posibilidades de un conti-no sexo-genérico naturalmente diverso; la hegemonía ideológica colonialista rocía un herbicida que intenta impedir que crezcan las múltiples tradiciones de pensamiento que serán tachadas de super-cherías, de mitos o leyendas. La diversidad de las manifestaciones estéticas en las culturas del mundo no occidentales se clasifican bajo la etiqueta de lo étnico sin mirar sus diferencias. ENo necesitamos cultivar el pluralismo - los quelites crecen por sí solos- necesitamos la destrucción de los herbicidas que lo imposibilitan porque lo diverso le es natural al transcurrir del mundo.
beaucoup de choses à tirer de ces quelques textes, une lecture essentielle pour s’interroger sur la notion d’Etat et la place qu’a celui-ci surtout vis à vis des personnes qu’il a nommées "indigènes", et bien plusss
rafraîchissant aussi d’avoir accès à la voix actuelle d’une concernée, ici Yásnaya Elena Aguilar Gil, femme d’origine mixe, et non aux éternels récits mystifiants sur les "indigènes" de l’époque précolombienne écrits par des anthropologues occidentaux, qui d’une certaine façon pérennisent leur déshumanisation en ancrant l’existence de ces personnes dans une temporalité et un espace lointains et surtout en les envisageant à travers leur altérité, prenant pour point de référence constant la """civilisation occidentale"""…
j’écrirai peut-être une review plus complète plus tard mais en attendant allez le lire svp on dirait pas mais je promets c’est une lecture qui nous concerne tous
Lectura que ayuda a entender mejor la construcción del sistema en el que nos desarrollamos. A poder conocer y entender algunas de las perspectivas de las comunidades originarias. Al menos para mí fue una lectura útil para cuestionarme cosas, desaprender conceptos e incorporar un nuevo entendimiento. Además la autora cuenta con una gran facilidad de transmitir conceptos profundos y complejos de manera sencilla y clara.
És un text excel·lent de Yasnaya, a qui vaig tenir el plaer d'escoltar al CCCB... aquí, ens explica la gènesi de l'Estat mexicà, que en la seva mateixa constitució -doblement material, com a creació política i com a text legislatiu- es declara opressor, única nació. Per a Yásnaya, que ens recorda que existeixen més de dues mil nacions i pobles al món versus els poc més de dos cents països, les nacions són aquells pobles que es van negar a tenir un Estat. Les mencions al poble català em desconcerten i m'inquieten, així com la possibilitat d'establir un paral·lelisme entre l'oposició binària establerta per l'Estat mexicà entre mestissos i indígenes, i la possible diferència a nivell social entre xarnegos i catalans. M'ha semblat un text fantàstic per a repensar la realitat històrica dels Estats, la supervivència dels quals es basa sistemàticament en l'opressió de les alteritats, tant intraestatals -la pluralitat de nacions que els poden poblar- com forànies. Però un Estat, per molt que s'hi esforci, no serà mai un poble. Seguiré llegint a Yásnaya.
Primer libro que leo de Yásnaya Gil despues de años de seguirle la pista en redes sociales...
Un pequeño libro-ensayo ligero y de fácil digestión que, a pesar de su sencillez (o quizas gracias a esta), logra aterrizar críticas precisas y preguntas punzantes sobre el modelo de organización dominante. ¿Cómo serían nuestras vidas si nos organizaramos como yerbas?
Me parece que la manera en la que aborda los temas de nación, Estado, comunalidad, poderes políticos de organización son un gran introducción a las varias ideas y conceptos que los diversos movimientos indígenas y anti-neoliberales han profesado en las últimas decadas. Repito, no es un libro donde encontrar propuestas detalladas. Al contrario, siento que es un libro hecho para dejarte con mas preguntas y cavilaciones, que con suerte impulsarán a la lectora a investigar más sobre el tema.
Libro lindo.
COMENTARIO ADICIONAL: El ejemplar que leí es la "10° Edición mílpica" y tiene unos 3 o 4 errores tipográficos. Nada que imposibilite la lectura... pero tenía que comentarlo.
Muy bueno, Yásnaya Aguilar lanza unas cuantas reflexiones y unas cuantas propuestas con un lenguaje muy sencillo y un fondo sociológico, político y filosófico muy potente. Algunas páginas me han rechinado, posiblemente porque no conozco la realidad indígena mexicana y algunos ejemplos se me quedan por tanto lejanos. Sí que hay propuestas muy, muy cercanas a mi propia experiencia que en la teoría quedan muy bien pero que desgraciadamente sé que en la práctica no funcionan y dan bastantes problemas muy serios. También me ha hecho replantearme algunos sesgos míos con algunas cositas a las que tengo que dar unas cuantas vueltas en mi cabeza. En conclusión: un volumen que merece muchísimo la pena, leeré más de la misma autora.
La verdad es q siempre es interesante leer a Yásnaya y aunque esté ensayo sea muy pequeño creo q toca temas q normalmente no nos cuestionamos. Creo que como ella menciona desde siempre se nos ha inculcado que las macro estructuras (sistema de opresión) como el Estado es algo que hay que aceptar como único e indivisible cuando realmente no lo es. También que es importante replantarse pequeñas estructuras autogestivas las cuales han posibilitado la vida. Y ya por último m encantó la reflexión sobre reconocer la existencia de múltiples formas de entendimiento de justicia, política, entre otras cosillas. La frase con la que termina el ensayo me parece preciosa “la cura es diversa, la muerte es el monocultivo” y la propuesta de “Una milpa sociopolítica”
¿Cómo nos nombramos?¿Quién nos nombra? De forma sencilla se habla de futuros y presentes imaginarios. La primera parte enuncia como el proyecto nacional del estado mexicano ha negado la existencia de muchas naciones, a las que ha nombrado -indígenas-, y las reduce a una categoría cultural. Abona a como se busca silenciar a las múltiples naciones bajo lo que se asume como -mestizo- y la articulación de prácticas nacionalistas. La segunda sección incluye ejemplos e ideas esperanzadoras de como desde lo micro, lo local, lo comunitario se puede intervenir desde la autogestión y lo recíproco, pensando en un bien común.
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Naybi me regaló este libro en la estación de autobuses de Pátzcuaro antes de tomar el camión hacia Ciudad de México. Me llevaba días recomendando que leyera otras voces decoloniales de la historia de México, tras el "accidente naval" de los castellanos, como lo llaman Beto y ella.
Ha sido una reprogramación mental inesperada. He podido identificar patrones nacionalistas de rechazo hacia comunidades como la catalana que tengo muy interiorizadas a través de años de adoctrinamiento y lealtad al "Estado-nación español".
Es de los libros mejor escritos y que más me han hecho pensar en los últimos años.
Este libro es una serie de reflexiones y cuestionamientos acerca de cómo se ha construido el Estado Mexicano y cómo sus ideales se han encargado de extinguir con el paso de los años la huella de los pueblos originarios, su autonomía y sus derechos. Dentro del desarrollo de estos ensayos también hace propuestas para la desarticulación y recomposición de estructuras de gobiernos autónomos, que puedan ser válidos en los contextos de cada unos de los pueblos originarios.
El poder que le damos a las palabras bajo aspectos de opresores y de oprimidos es súper interesante. Me encanta con Yásnaya aborda temas tan complejos a fin de que puedan ser entendibles y abrir pie a diálogos sobre ellos.
En este ensayo, la autora critica la relación entre Estado - Nación. Explica que el concepto “indígena” se usa para agrupar de forma homogénea a culturas diversas y que al hacerlo, el Estado las invisibiliza sistemáticamente. Por ejemplo la castellanización desde la educación básica y la ignorancia hacia el autogobierno y las prácticas culturales propias de cada pueblo.
A partir de estas ideas propone pensar un mundo sin Estado, donde las comunidades ejerzan sus propias formas de gobierno, organización política y vida cultural.
Finalmente, subraya que los pueblos originarios han sufrido bajo el colonialismo y el Estado y que aun así continúan existiendo y resistiendo.
Como siempre, leer a Yásnaya es como platicar amenamente en el desayuno. Y de repente te encuentras a ti misma cuestionando y replanteando todo en tu vida, en este caso la imposición tan arraigada que tenemos de un Estado. La misma idea de amar a México, ¿porque debo amar a un Estado violento y racista que busca sobreponerse ante toda diversidad? Pero siempre sin perder la esperanza, y reconstruyendo desde otros lugares, desde muchas otras vidas, las muchas otras opciones, porque las hay. También lucho y sueño con un nosotrxs sin Estado.
Tanto en Ää: manifiestos sobre la diversidad lingüística como en este libro la autora muestra una lucidez y claridad al exponer sus ideas que nos permite a quienes hemos crecido en una ciudad llena de símbolos del Estado mexicano percatarnos de la cantidad de anomalías que encierra lo que siempre nos han enseñado que es la norma.
Me encantaría que más personas tuvieran la oportunidad de leerla y a través de sus palabras, sean capaces de reflexionar y cuestionar la forma en la que hemos vivido en sociedad.
Amo lo punk que es Yásnaya y lo contundente que es.
Me encanta leerla porque siempre aprendo algo nuevo, hay cosas que siempre doy por hecho porque es lo que me han enseñado toda la vida. Pero en este fanzine Yásna nos dice "mira, las cosas son así y ya es tiempo de dejar de hacernos pendejos al respecto"
En pocas palabras, y con una contundencia asombrosa, nos deja muy claro la importancia de reconocer a casa uno de los pueblos indígenas que son base en la estructura nacional de México.
Un ensayo bastante necesario y una herramienta perfecta para introducirnos acerca del daño que han hecho las naciones/estado hacia pueblos originarios. Es tristísimo darse cuenta de la cantidad de idiomas y comunidades que han quedado en el olvido gracias al etnocidio y violaciones a los derechos humanos de pueblos originarios
Empezando bien el año con un librazo. Mucho qué reflexionar sobre el estado y su trato a las diversos grupos que hablan lenguas no registradas como la oficial, pero que llevan más tiempo en el territorio que la misma. Este libro me dio esperanza en la organización comunitaria
Un texto corto pero contundente. Yasnaya hace necesarios cuestionamientos sobre la imposición ideológica de los estados-nación y nos invita a imaginar nuevas maneras de organización colectiva que no se sustenten en la opresión y estructuras macro. Gran libro y súper necesario.