Creadora de un universo obsesivo y poseedora de una escritura de exigencia, economía y agudeza notables, Yoko Ogawa, autora de culto en Japón, Francia y Alemania, gracias a esta obra, que vendió más de 300.000 ejemplares y que fue galardonada con el prestigioso Premio Akutagawa en 1991, logró situarse en el lugar más destacado dentro de las letras niponas. En El embarazo de mi hermana la narradora nos describe, con insólito talento y bajo forma de diario, el embarazo de su hermana mayor; y lo hace de una manera aparentemente fría y analítica aunque no exenta de ironía. Así, pasada la fase de las nauseas, la embarazada recupera su voraz apetito y se pone a engullir compulsivamente una mermelada de pomelo que le prepara su hermana, episodio clave que llevará el relato a un inesperado desenlace. Metáfora de la soledad y del sentimiento de pérdida para la mujer japonesa de hoy en día, esta parábola se empieza leyendo con fascinación y luego no sin algo de pavor.
Yōko Ogawa (小川 洋子) was born in Okayama, Okayama Prefecture, graduated from Waseda University, and lives in Ashiya. Since 1988, she has published more than twenty works of fiction and nonfiction. Her novel The Professor and his Beloved Equation has been made into a movie. In 2006 she co-authored „An Introduction to the World's Most Elegant Mathematics“ with Masahiko Fujiwara, a mathematician, as a dialogue on the extraordinary beauty of numbers.
A film in French, "L'Annulaire“ (The Ringfinger), directed by Diane Bertrand, starring Olga Kurylenko and Marc Barbé, was released in France in June 2005 and subsequently made the rounds of the international film festivals; the film, some of which is filmed in the Hamburg docks, is based in part on Ogawa's "Kusuriyubi no hyōhon“ (薬指の標本), translated into French as "L'Annulaire“ (by Rose-Marie Makino-Fayolle who has translated numerous works by Ogawa, as well as works by Akira Yoshimura and by Ranpo Edogawa, into French).
Kenzaburō Ōe has said, 'Yōko Ogawa is able to give expression to the most subtle workings of human psychology in prose that is gentle yet penetrating.' The subtlety in part lies in the fact that Ogawa's characters often seem not to know why they are doing what they are doing. She works by accumulation of detail, a technique that is perhaps more successful in her shorter works; the slow pace of development in the longer works requires something of a deus ex machina to end them. The reader is presented with an acute description of what the protagonists, mostly but not always female, observe and feel and their somewhat alienated self-observations, some of which is a reflection of Japanese society and especially women's roles within in it. The tone of her works varies, across the works and sometimes within the longer works, from the surreal, through the grotesque and the--sometimes grotesquely--humorous, to the psychologically ambiguous and even disturbing.
Yoko Ogawa es una de mis autoras favoritas, he leído casi todo lo que se ha traducido suyo (aunque siempre me guardo alguna en las estanterías de pendientes para cuando me entran ganas de volver a ella) pero diría que ‘El embarazo de mi hermana’ se ha convertido en mi favorita.
Una historia corta, perturbadora, oscura y absolutamente fascinante. Escrita en forma de diario, una chica joven nos cuenta los avances del embarazo de su hermana mayor. Hay poco contexto, aunque si sabemos que viven juntas con el marido de la hermana porque quedaron huérfanas y que la narradora, estudia y tiene un trabajo a tiempo parcial. Poco más sabemos y tampoco hace falta.
La novela atrapa desde la primera página donde empezamos a ver que la historia no va por los caminos esperados: la hermana no parece especialmente contenta con su estado (tampoco triste), el cuñado es prácticamente una planta y la llegada del bebé genera reflexiones existencialistas y profundas en quién nos cuenta esta historia.
Así mes a mes, semana a semana, veremos como la embarazada va pasando por diferentes fases: cansancio, náuseas, hambre voraz… y recibe una sumisa atención por parte de su hermana. Esta última va registrando todo en su cuaderno, incluyendo las ambiguas visitas a diferentes médicos de su hermana y algunos detalles de su propia vida que solo aumentan tu curiosidad por entender la relación entre ambas y sus extrañas actitudes.
Una novela aparentemente sencilla y llena de sutilezas pero que yo leí con la angustia de un thriller psicológico. Ogawa es una maestra de las vueltas de tuerca y de mostrar el lado oscuro de la cotidianidad. En este caso, rompe con el ideal de familia, habla de salud mental, soledad (y mucho más), temas absolutamente actuales, pero aún más sorprendente teniendo en cuenta que fue escrito en 1991, cuando ganó el premio Akutagawa (y no me extraña).
Una lectura que me ha obsesionado y dejado con un nudo en la garganta. De 10. Recomendada no, recomendadísima.
Por cierto, me ha encanto que la edición venga ilustrada y con un interesantísimo postfacio.
Resulta increíble que una autora que es capaz de escribir un libro que desprende una enorme ternura como es La fórmula preferida del profesor, pueda crear historias tan perturbadoras, como La piscina o El embrazo de mi hermana. Y eso es lo que es esta última, completamente perturbadora. Durante las páginas que componen este breve relato nos encontramos con tres personajes. Dos hermanas huérfanas, completamente desunidas, desconocidas la una para la otra. Y el marido de una de estas, la embarazada, que participa como un ente pasivo durante todo el relato. Si tuviera que describir este libro con tres palabras estas serían: pertubador, frialdad y soledad. Eso me transmiten todos los personajes. Es imposible no sumergirse en esta historia. Y sentir rechazo. Una gran obra. Mi favorito de Ogawa hasta la fecha.
Sin palabras. Así me deja el libro. Releo el final. Las palabras que llegan son de un caos absoluto: aterrador, escalofriante, sorprendente, original... «El embarazo de mi hermana» viene a confirmar esa norma no escrita que dice: «Cuidado con los libros cortitos. Mucho cuidado». 🥀 «Mi hermana ha ido hoy a ver al doctor Nikaido. Tiene deshechos los nervios, las hormonas y los sentimientos». 🥀 Ogawa nos sumerge en la historia de un embarazo y nos lleva a contracorriente desde la primera página. No hay saltos de alegria, ni sonrisas ni baby shower. No hay preparación del nido, ni búsqueda de nombres, ni patucos de color pastel. Sí hay incertidumbre, aislamiento, incomunicación. Y hay mucha soledad, demasiada soledad. 🥀 «Quien lo desea no soy yo, sino el “embarazo” que está dentro de mí. Es el EM-BA-RA-ZO. Así que no se puede controlar. Ha pronunciado la palabra “embarazo” de manera repugnante, como si estuviera diciendo el nombre de una oruga peluda». 🥀 Las imágenes que Ogawa usa son desconcertantes. Nunca había leído sobre el embarazo con toda esta crudeza y, al mismo tiempo, fascinación. Un miedo atávico a lo desconocido, al principio de la vida y de los tiempos, un miedo que socialmente se barniza con rituales y deseos de buena esperanza pero que Ogawa desnuda de sentimentalismo. 🥀 «¿Estarán los cromosomas del feto reproduciéndose con normalidad? ¿Las largas gemelas andarán moviéndose en líneas dentro de su barriga hinchada? En eso pienso mientras miro su cuerpo.» 🥀 El cuerpo invadido por un bebé que se percibe como un alien, la pérdida del dominio sobre el cuerpo propio, la ansiedad por el futuro, los trastornos de alimentación como catalizadores: Ogawa pone el foco en el lado oscuro de lo cotidiano y construye una metáfora sobre la feminidad, la maternidad y el individualismo tan onírica como terrorífica. Una auténtica #joyita. #YokoOgawa #Elembarazodemihermana #leoautorastodoelaño #MaternidadesLit #librosrompedores
No sé, jajaja, es un libro desolador, además muy opresivo, como cuando uno juega o ve películas donde el personaje está solo en absoluto, claro que en el texto no están del todo solos los personajes, pero si. La historia de dos hermanas, la mayor espera un bebé, y la es nuestra narradora. Nadie se comprende, aunque tratan de alguna manera pero es imposible. Es buen libro, puedo decir que la primera vez que lo leí me gustó más, y está vez nada tiene que ver con el estilo, sino más bien ahora me pareció creo, más terrible.
Las dos estrellas no tienen nada que ver con la forma de escribir de la autora (que me ha gustado), ni con la cotidianidad de los hechos descritos, que aunque en ocasiones pueda llegar a ser tediosa, es bastante habitual en la literatura oriental, al menos en lo poco que yo he leído. Mi valoración se debe a la extraña sensación que me ha dejado al terminarlo. Me he quedado bastante descolocada y el repentino final tampoco ayuda a mejorar la nota.
Un cuento perverso, cuya sencillez aparente la deja a una dándole vueltas al trasfondo. Me sorprende saber que de algo tan perturbador Yoko Ogawa pasara luego a escribir historias tan tiernas como La fórmula preferida del profesor. Aquí todo tiene esa crudeza de tejidos vivos observados demasiado de cerca, de repugnancias súbitas o incipientes. Hay, de todas maneras, algo más que me incomoda en esta edición, y no por la historia en sí: en el postfacio hablan de un epílogo incluido en la edición de bolsillo japonesa, y eso hace que me sienta como si me hubieran robado algo. Aunque la última frase es tan demoledora que casi me horroriza pensar en cualquier añadido.
Este libro, que casi parece más un relato, es la típica historia que no deja a nadie indiferente. Creo que no es para todos los públicos y que incluso hay personas que se podrán ofender, pero a mí me ha gustado. La sociedad es hipócrita y este libro es arriesgado, esto es así. Y es que no es un relato tierno sobre una gestación (y me sorprende que no sea tierno después de haber leído “La fórmula preferida del profesor” hace años), sino que habla más bien de aquello que mucha gente no se atreve a reconocer ni a decir: el embarazo puede ser un tormento mental y físico, un proceso muy arriesgado para una mujer y la criatura que está por venir al mundo; hay dolor, incertidumbre, miedo, náuseas, el cuerpo cambia, el concepto de la realidad se transforma; da pánico darse cuenta, según se acerca el parto, que ese estado va a acabar y una personita indefensa va a estar para siempre pegada a ti.
Me gustan los libros que hablan con claridad sobre cosas que la sociedad no quiere admitir, cosas que se venden como si todo fuera un milagro maravilloso, sin riesgo, enfermedades, sueño, dolor, miedo, incomodidad… Y por eso me ha gustado este libro, porque se atreve a dar el paso. Vale que lo hace a través de una familia disfuncional, de dos hermanas desnaturalizadas, de un marido que está por estar, y todo tiene un toque tétrico japonés, pero al final lo que queda es que habla de algo que no gusta decir en voz alta a la gran mayoría de personas de este mundo y que es una verdad que merecemos conocer.
Recordemos que este libro fue publicado en 1990, cuando todavía era más tabú que ahora reconocer que el embarazo y la maternidad no siempre son tan maravillosos (aunque ahora te siguen linchando por decirlo). Por lo visto Yoko Ogawa montó un verdadero escándalo en Japón cuando publicó esta novela. No quiero que se malinterprete mi opinión y se vaya a pensar que estoy en contra de la maternidad; solo digo que merecemos relatos reales sobre el tema, y este libro va por ahí.
EL EMBARAZO DE MI HERMANA (1991) (translated as Pregnancy Diary, included in THE DIVING POOL) is a short novella written in the form of a diary. It is narrated from the perceptive of a nameless young woman who is living with her older sister and brother-in-law in the family home after the death of their parents. Her sister is pregnant and the protagonist keeps a meticulous and somewhat perplexing record of her behavior. Her writing seems analytical, somewhat detached and cold.
One particular aspect of the pregnancy is explored in some detail, and for a good reason: the issue of food. Early on, the pregnant sister begins to find that food smells make her nauseous so her sister is forced to do her cooking not in the kitchen but out in the yard. The pregnant sister loses weight because she can hardly eat. And then, after a long period of revulsion, comes greed. She begins to eat all the time. She can't stop. She's devours a grapefruit jam her sister cooks daily. There might be something toxic in the grapefruit, but we can't be sure.
This is a chilling story of loneliness, obsession and alienation with an unexpected, abrupt ending. Ogawa won the 1991 Akutagawa Prize for this novel, a prize which is considered one of Japanese’s most prestigious and sought after literary awards.
Leer a Y. O. es como mirar por una lente. En ciertos ángulos todo parece claro como el agua pero, cuando avanzamos por la concavidad de su superficie, la realidad se va distorsionando poco a poco. Sin darnos cuenta. Cuando tenemos la obra avanzada y, creemos que la trama es hermosa e inofensiva, de pronto nos damos cuenta que, dentro de una pequeña grieta de la lente, se escondía un pequeño pero malvado germen que apenas y notamos al leerlo. Ese germen crece entre líneas y termina abarcando, como una sombra transparente, toda la trama y la envuelve como un monstruo oculto que vive en silencio entre cada palabra escrita.
Inquietante, turbador y glacial, adjetivos a los que no estamos acostumbrados cuando se habla de embarazos y señoras embarazadas, ya que realmente la sociedad nos ha marcado que deberían ser vistas como justo lo contrario. Yoko Ogawa deconstruye de alguna forma el diario sobre una embarazada y nos muestra una imagen "anti-romántica" pero no por ello menos real, todo lo contrario. La narradora que observa la evolución del embarazo de su hermana, lo hace desde una perspectiva casi clínica. Me ha gustado mucho sobre todo por cómo Yoko Ogawa aborda la soledad en este mundo de ahora, gente que vive en el mismo espacio, que se relacionan, pero no hay mucho en común, llevan existencias eminemente solitarias. El final es soberbio. Menos es más.
Un libro corto, apenas un relato, con una trama un tanto surrealista, pero muy desasosegante.
La autora narra el peculiar embarazo de una joven madre desde la perspectiva de la hermana que vive con ella y su marido. Una familia un tanto peculiar, desestructurada, donde cada uno vive en su mundo, en la que a pesar de vivir juntos, la protagonista es la soledad.
Tras terminarlo no puedo decidirme si me gusta o no, pero lo que sí reconozco es que la autora ha conseguido contagiarme el espíritu del libro: un sentimiento de desasosiego que te acompaña hasta ese final que te deja con el alma en un puño. Y seguramente esa era la intención de la autora. Por lo que chapeau por ella.
Relectura de esta novela corta de Yoko Ogawa y me ha gustado más que la primera vez. Esta vez, debido a mi mayor bagaje de lecturas japonesas y a mi mayor conocimiento de la autora, he detectado más sutilezas que esconde este libro en forma de diario que describe los cambios que sufre la hermana de la protagonista durante su embarazo. Lo que empieza siendo un relato costumbrista acaba como un desgarro vital. Ogawa saca a la luz el trauma que puede ser el embarazo para la mujer y le añade unas capas sociales sobre qué implica para una mujer japonesa tener un hijo y una familia. Me ha gustado mucho.
En el embarazo de mi hermana hay sentimientos oscuros-retorcidos-tétricos-osabecómo, a pesar de que los personajes son muy parcos y ni siquiera la escritora profundiza mucho en ellos, sabes que están ahí, se pueden sentir como agazapados detrás de algo. Se siente una especie de frialdad en la historia, al final pude concluir que seguramente era la intención de Yoko Ogawa, siento que esta es otra cara de la literatura y tal vez de la cultura oriental, menos expresiva, de más individualismo y soledad.
En esta historia no hay nombres, nunca sabrás cómo se llaman sus protagonistas. Lo que sí te aseguro es que tardarás en olvidarlas. Aparentemente aséptico, este libro esconde entre líneas un turbio significado, una turbia realidad. Aléjense quienes posean un sentido romántico de cualquier situación vital; inspirará desagrado y rechazo. Para mí, todo un descubrimiento Yoko Ogawa, a la que volveré. Gran viaje a Japón de la mano de #ViajarLeyendoAutoras
Llevaba unos años retrasando el leer a Yoko Ogawa, no sé por qué, aún siendo yo una fanática total de la literatura nipona. El embarazo de mi hermana ha sido mi primer libro de la autora y sí, definitivamente estaba cometiendo un error. Me encanta su forma directa de escribir, sus momentos oscuros y el realismo con que plasma la historia. Seguiré con Yoko Ogawa, por supuesto.
perquè ens sembla tan sinistre l’embaràs???? ns sempre es tracta com si la dona embarassada es tornés en una desconeguda o en un ens controlat pel que li passa físicament no sé si és realment com se sent o que. it’s giving boulder de la eva baltasar i em reitero. m’ha agradat el tema de la solitud però. sento que m’he perdut coses és com un conte d’aquells que t’han d’explicar a classe.
En este impresionante libro corto, la autora nos cuenta mucho, mucho más de lo imaginable. En este relato, Yoko Ogawa se muestra precisa, afilada, implacable en la exploración del mundo de sus personajes. Yo me atrevería a decir, con modestia, que es uno de los mejores libros que he leído. En esta historia, la autora retrata con una voz llana y realista, aspectos oscuros, negados, reprimidos en todos los seres humanos: los celos, la envidia, el miedo, el desapego, la rabia.... y lo hace con tal pericia que estos sentimientos y deseos también parecen ocultos para sus personajes. Lo que me fascina de este ejercicio magistral de escritura es que no hay trampas... La autora no oculta los hechos para sorprender al lector, solo es muy hábil mostrándonos solamente lo que los personajes ven de sí mismos y con ayuda de los detalles que decide mostrarnos, en la selección de lo relevante, nos muestra como quien no quiere la cosa el alma de sus personajes. Es una lectura revulsiva, y a veces puede producir incluso desasosiego, pero creo que el poder y la grandeza de la literatura, es precisamente producir transformaciones sutiles, emociones no exploradas, abrir preguntas y fantasías, remover. Me parece increible la precisión con la que dibuja los personajes de este libro con muy pocas pinceladas.
Pequeña e inquietante novela. Ogawa suele escribir libros íntimos, con personajes entrañables. tímidos, con un gran mundo interior, pero en este texto se destapa con unos personajes mezquinos, indiferentes hacia los demás, egoístas y una retahíla de características desagradables que, sin embargo, te atrapan y sólo puedes pensar en hasta donde serán capaces de llegar la siguiente vez. Si alguien se esperaba un libro amable, este no les, pero si es fascinante.
Fue una lectura extraña, muy lejana e incómoda, y no tiene relación con que los japoneses tiene una prosa distinta y culturalmente la diferencia es diametral. No. No es eso. Si antes ya tenía fobia al embarazo ya después de esto es mucho peor. Le puse 3 estrellas porque quizás no supe valorar el libro y es mi falta de criterio lo que no me permitió disfrutar la lectura, como sea no me gustó.
malinconica, inquietante e agghiacciante: una raccolta meravigliosa che regala al lettore il meglio della penna della Ogawa, la sua capacità di trasformare il quotidiano in qualcosa di orribile e perturbante, manipolando in modo contorto anche le situazioni più normali e innocenti, restituendo così delle mostruosità
Últimamente como sola. Como tranquilamente mirando el arriate de flores, la pala del jardín, o las nubes que van moviéndose por el cielo. Bebo cerveza desde primera hora de la tarde, fumo los cigarrillos que tanto odia mi hermana, saboreo estos momentos de libertad. No me siento sola. Pienso que estoy hecha para comer sola.
__ Ogawa genera un relato siniestro y neurótico a través de los ojos de una mujer que, semana a semana, narra el embarazo de su hermana.
Teje una serie de dilemas acerca de lo que está bien y de la parte sombría de la situación. Un embarazo, por lo general, significa un porvenir feliz: se genera nueva vida y una persona llega al mundo. Sin embargo, la hermana muestra el lado más oscuro del asunto: la soledad de la mujer que debe afrontar un embarazo. Así, construye un retrato de la embarazada demencial y maniático.
La locura de la embarazada se compone de dos momentos: las insaciables náuseas y el afloramiento de un hambre voraz. Estas dos fases van edificando la experiencia de la hermana, transformando tanto su físico como su estado de ánimo.
No hay mucho más que contar, dada la brevedad del texto. Pero tengo que decir que me ha encantado cómo está escrito y el giro final de los acontecimientos. No me esperaba en absoluto que el bebé fuera a nacer “destrozado”, lo cual enturbia aún más la lectura final.
Además, la edición incluye unos dibujos muy sombríos que muestran a la perfección la atmósfera que se respira en la obra. Los trazos marcados y oscuros, junto al testimonio de la hermana, generan una experiencia incómodamente lúgubre.
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