El estudio de los síndromes demenciales brinda también la oportunidad de asomarse a los fundamentos biológicos de la personalidad. Manejarlos cínicamente parece fácil pero no lo es. Un paisaje agreste de información exuberante y contradictoria los rodea. Quien pretenda acercarse a ellos tendrá que transitar, necesariamente, por una franja angosta que transcurre entre la ciencia médica y el arte de la medicina.