Decir que el mundo avanza a pasos agigantados es una frase trillada pero real. Todavía los autos no vuelan y no vacacionamos en el espacio, pero el siglo XXI va a dejar su huella en la historia gracias al desarrollo de las tecnologías emergentes. Aunque la ciencia ficción y la filosofía imaginaron todos estos adelantos, se está generando una nueva revolución que va más allá de lo industrial porque también involucra aspectos sociales, económicos y culturales.