«Arreola, todos lo hemos escuchado, habla como escribe; no distingue entre la imaginación y la realidad; se siente igualmente agobiado por las pequeñeces como por los problemas metafísicos. En vivo, como por escrito, Arreola es el triunfo del verbo, de lo preciso sobre lo confuso, de la forma sobre la materia».
Juan José Arreola fue el cuarto hijo del matrimonio formado por Felipe Arreola y Victoria Zúñiga. Nació en México en 1918. Entre 1926 y 1929 desarrolló sus estudios básicos en su ciudad natal.
En 1930 empezó a trabajar como encuadernador, e inició una larga serie de oficios. En 1934 escribió sus tres primeros textos literarios. Después de tres años, en 1937, se instaló en México, D.F., y se inscribió en la Escuela Teatral de Bellas Artes.
En 1941, mientras trabajaba como maestro, publicó su primera obra, Sueño de Navidad. Posteriormente trabajó como periodista. En 1945 colaboró con Juan Rulfo y Antonio Alatorre en la publicación de la revista Pan, de Guadalajara. Viajó a París bajo la protección del actor Louis Jouvet. Allí conoció a J. L. Barrault y Pierre Renoir. Un año después regresó a México.
En 1948, gracias a Antonio Alatorre, encontró trabajo en el Fondo de Cultura Económica como corrector y autor de solapas. Obtuvo una beca en El Colegio de México gracias a la intervención de Alfonso Reyes. Su primer libro de cuentos Varia invención, apareció en 1949, editado por el FCE. Para 1950, comenzó a colaborar en la colección "Los Presentes", y recibió una beca de la Fundación Rockefeller.
En 1952 apareció la que muchos consideran su primera gran obra Confabulario, gracias a la cual recibió en 1953 el Premio Jalisco en Literatura. En 1955 fue galardonado con el Premio del Festival Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes. En 1963, año en que recibió el Premio Xavier Villaurrutia, salió a la luz pública otra de sus grandes obras, la novela La feria. En 1964 dirigió la colección "El Unicornio", y se inició como profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México.
En 1969, recibió Presea de Reconocimiento de parte del Grupo Cultural "José Clemente Orozco", de Ciudad Guzmán. En 1972 se publicó la edición de Bestiario, que completaba la serie iniciada en 1958, con Punta de plata.
En 1979 recibió el Premio Nacional en Letras, en la Ciudad de México. Diez años más tarde, se hizo acreedor al Premio Jalisco en Letras (1989). En 1992, recibió el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, que se concede al conjunto de una producción literaria, y se entrega en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. En 1997, recibió el Premio Alfonso Reyes; y en 1998, el Premio Ramón López Velarde. En 1999, con motivo de su ochenta aniversario, el Ayuntamiento de Guadalajara, le entregó reconocimiento y lo nombró hijo preclaro y predilecto, durante una ceremonia protocolar efectuada en el Hospicio Cabañas en Guadalajara.
En 1992 participó como comentarista de Televisa para los Juegos Olímpicos de Barcelona.su corriente literaria fue el realismo
En 1995 recibe el Premio Internacional Alfonso Reyes.
Víctima de una megacefalia, que lo aquejó durante sus últimos 3 años, muere a los 83 años en su casa en Jalisco, dejando a su viuda, tres hijos y seis nietos.
Uno de los autores con mejor dominio del lenguaje, figura clave de las letras mexicanas, Juan José ARREOLA está a la mitad del camino entre Augusto MONTERROSO y Jorge Luis BORGES, cercano al primero por la brevedad de sus textos, pero mucho más cercano al otro por la elegancia y precisión de sus palabras. Increíble que en este tomo, de apenas un poco más de 400 páginas, quepa su narrativa completa, pero por lo mismo, creo que es un libro que hay que tener; desde su primer libro de cuentos "Varia Invención" de 1949, pasando por sus grandes obras, "Confabulario" (1952) y "Bestiario" (1972) hasta el hermoso rompecabezas que es "La Feria" (1963), no me queda duda que ARREOLA es uno de los escritores más reconocidos; no sólo por su peculiar sentido del humor y su habilidad para borrar las fronteras entre la realidad y la fantasía, sino también por la precisión de sus metáforas.
Cómo lo he estado haciendo con estás compilaciones, en ves de reseñar cada una delas obras que se encuentran dentro (las reseñas están de manera individual en mi perfil) mencionaee aspectos muy concretos de está edición de las obras de Arreola. De los únicos dos volúmenes que aprovecharé este espacio para hablar son de Cantos del mal amor y Prosodia, pues son los únicos que no se si tienen volúmenes individuales. En estos dos hay cuentos muy cortos, de una o dos cuartillas con finales abiertos, pero no son tan abiertos como los de variaciones sintacticas, la verdad es que estos cuentos supeecirtos son de lo que me las me ha gustado del autor pero creo que primero recomendaría acostumbarte a ese estilo antes de leerlos.
La primera es que si viene completa, los volúmenes que incluyen son: Varía invención, Bestiario (sin el epílogo de José Emilio Pacheco que narra la extraordinaria historia de cómo este libro llegó a ser), Confabulario, Palindroma (tanto Palindroma como Variaciones sintacticas que a menos que me equivoqué suelen publicarse juntos), La feria (su novela corta), y algunos libros que no se precisamente en donde (o como) se publiquen como Prosodia y Cantos del mal amor. Además de un texto inédito que no tiene nombre.
Lo segundo es que viene con una guía de lectura y un prólogo que contextualiza la obra del autor. Yo que soy una persona que desconoce muchos aspectos técnicos sobre literatura pero que me interesa saber el contexto histórico de la obra y un poco de la vida de los autores siempre agradezco cuando los editores se toman la molestia de incluir un prólogo que aporte datos al respecto. También viene una guía de lectura que puede ser de ayuda paradar interpretación algunos de los cuentos más breves.
La tercera es que la edición es pequeña pero la letra lo es aún más, de tal manera que si las letras pequeñas te desesperan o te cuesta trabajo leerlas creo que este libro no es para ti. En la relación precio-contenido sigue siendo basta te bueno y si te interesa la obra narrativa de Arreola creo que no te va a defraudar.
Siendo completamente honestos: “Varia Invención” es buena, pero no imprescindible. “Bestiario” es interesante, pero exageran aquellos que dicen que Arreola fuerza el lenguaje. Antes bien es un mal Borges. “Cantos de mal dolor” es un ejercicio metaliterario disfrutable si se buscan todas las referencias bíblicas, literarias e históricas. Pero sino, son microtextos barrocos interesantes, pero algo machista. “Prosodia” una imitación aceptable de Borges, me gustaría decir que es mera inspiración, pero ‘El soñado’ es una mal intento cristianizador de ‘Las ruinas circulares’ “Confabulario” Es un gran libro de cuentos, pero el machismo en ‘Anuncio’ y el mal superfluo juego teológico de ‘El silencio de Dios’ abruman bastante, aunque ‘Baby HP’ y ‘Anuncio’, Arreola destaca por su sátira distópica al consumismo y la vanidad, así mismo ‘La migala’ y ‘el guardagujas’ son cuentos que ejercitan el ejercicio de interpretación bastante bien. “Palindromia” creo que recopila la mejor producción cuentística de Arreola. “Variaciones sintácticas” sigo perplejo por ‘Receta casera’ ¿Entendí bien o las mujeres asesinadas son una alegoría a las esperanzas? “La feria” Novela caleidoscópica llena de polifonía que construye a Zapotlán desde tantas voces que al final no hay piedra que no se que sin mencionar. Aprecio la crítica al mal ejercicio del gobierno, a la usurpación de las tierras indígenas y a vista crítica de las fiestas religiosas, desde el lado burgués como del lado obrero, pues construye parte de la realidad mexicana de una manera impresionante. “Un texto inédito” sólo, no me gustó.
En resumidas cuentas ¿considero oportuno leer toda la narrativa de Arreola? No. Recomiendo únicamente Confabulario, La Feria y Cantos de mal dolor, fuera de eso, realmente creo que no es necesario leer todo su acervo para abarcar el siglo XX literario.
La obra de Arreola es muy original y si bien (en mi opinión) no está a la altura de la obra extraordinaria de Carlos Fuentes o de Juan Rulfo (o inclusive las novelas simpáticas de Jorge Ibargüengoitia) vale la pena leerla para conocer un poco más sobre la literatura mexicana del siglo XX.
Con momentos muy agradables, aunque para mi gusto, no pasen de momentos. Maneja siempre un mismo estilo de narración, pero en varios relatos se presenta más pesada que en otras, llegando a su punto más fluido en La Feria, única novela de Arreola, que sin dejar de ser un autor que se puede considerar clásico en la literatura mexicana, no llega al grado de ser indispensable.