"La experiencia deformativa" es la continuación espiritual de "La experiencia formativa", libro publicado por Neón Ediciones y premio a mejor obra por el Consejo Nacional del Libro de Chile.
En este volumen de cuatro cuentos el autor lleva su proyecto estético y narrativo al extremo. A una saturación bizarra, a la vez que sentimental. Ahí están la señora Gonçalves, Jimin, su sobrina y la curiosidad por los demás; la pareja de anti-sistémicos abajistas, con paletas de conejos, que buscan un cerco con algo valioso; la artista dedicada a las miniaturas de gente muerta que acepta un viaje a una ciudad en la que el pasado la persigue; y los maniquíes y seres vivientes conviviendo en un futuro de autoritarismos extremos donde la naturaleza de la humanidad se debate.
"La experiencia deformativa" es un libro de prosa ágil y eléctrica con un mosaico de personajes formados y deformados por la ternura, el humor y la rabia.
ADO (Antonio Díaz Oliva) nació en Temuco, Chile (1986). Es autor de la investigación "Piedra Roja: El mito del Woodstock chileno"; de la novela "La soga de los muertos"; de los libros de relatos "La experiencia formativa", "La experiencia deformativa" y "Las experiencias"; y asimismo es editor de las antologías 20/40 y "Estados Hispanos de América: nueva narrativa latinoamericana made in USA", en las cuales reúne a autores y autoras que escriben en español en Estados Unidos como Valeria Luiselli, Rodrigo Hasbún y Carlos Yushimito, entre varios más.
Ha recibido el premio a la creación literaria Roberto Bolaño y el premio a la mejor obra por el Consejo Nacional del Libro de Chile, además de ser finalista en los concursos de cuentos revista Paula, Cosecha Eñe y Michael Jacobs de crónica viajera, Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), entre otros. Artículos suyos han aparecido en Qué Pasa, Rolling Stone, La Tercera, Gatopardo, Letras Libres y El Malpensante. Ha sido becario de Fulbright, la Universidad de Nueva York, del Consejo de la Cultura y las Artes en Chile y de la Fundación Gabriel García Márquez. Fue elegido por la FIL-Guadalajara como uno de los viente escritores latinoamericanos más destacados nacidos durante los ochentas.
Hasta hace poco enseñaba español y escritura creativa en Georgetown University. También dirigió talleres bilingües en 826DC, fundación creada por el escritor Dave Eggers, la cual busca incentivar la creatividad y la escritura en niños y jóvenes de 6 a 18 años. En septiembre de 2016 fue escogido voluntario del mes.
Ha trabajado como periodista, traductor, ghostwriter, intérprete y profesor universitario en Bogotá, Santiago de Chile, Washington DC y Nueva York.
Leí ambos en la versión de Suburbano. No conozco la edición local, pero este es mi favorita de las dos "partes" y me hizo reír. Son cuentos muy peculiares. Mucha imaginación loca, a veces divertida pero a menudo muy absurda. Estamos leyendo en clases uno de los cuentos y mis estudiantes han tenido que buscar en google algunas referencias y chilenismos.
Este libro de cuentos es y no es una continuación del anterior (La experiencia formativa); no son, por supuesto, los mismos protagonistas que se repiten, pero la caterva de personajes que acá aparecen, se presentan a sí mismos como personas que "van de vuelta" (al contrario del sentido iniciático de la anterior entrega), personas que ya sufrieron la experiencia de vivir, que ya vivieron el desarraigo y que, por lo mismo, intentan mantenerse a flote lo mejor que pueden. Antonio Díaz Oliva realiza un tránsito desde lo "real" hacia relatos que de a poco van cayendo en el terreno de un sutil desborde de lo real para terminar con un relato pos apocalíptico y casi distópico que, de alguna retorcida manera, recuerda al primer relato de La experiencia formativa, a saber, una comunidad pseudo hippie radical en un mundo en donde, como el de ahora, la experiencia humana pareciera estar en franco retroceso. De alguna manera, este pareciera ser un libro más personal que el anterior, y lo que se lee acá son las obsesiones y angustias que parecieran estar, como sus cuentos, al borde de la mente de un autor que que disfruta torciendo (y retorciendo) lo que subyace en el día a día.
Humor, inteligencia y una estupenda narrativa. Relatos sorprendentes que cautivan y envuelven. No conocía al autor y ha sido un excelente descubrimiento. Bravo.