¿Estaba prevista una epidemia como la del coronavirus? ¿La crisis económica y el cambio climático desplazaron las crisis sanitarias de la agenda política? ¿Hacer un voluntariado es la mejor forma de ayudar? ¿La violencia contra la mujer es más alta en los países nórdicos? En tiempos de desinformación y fake news se ha vuelto más necesario que nunca entender el mundo que nos rodea no solo por mera curiosidad, sino por el impacto que tiene en nuestras vidas en multitud de aspectos, desde la política hasta la salud y la economía, pasando por cuestiones culturales, sociales o medioambientales. Y lo cierto es que algunas de las cosas que ya creemos saber sobre el mundo se basan en historias erróneas o falsas. En este libro, el equipo de El Orden Mundial se propone desarmar algunos de los mitos, estereotipos y confusiones más comunes que encontramos en nuestro día a día, como el de que las guerras actuales se dan por el petróleo o que la COVID-19 será el fin de la globalización.
Esperaba el libro con gran expectativa dado el grandísimo trabajo que realiza el equipo de el orden mundial, los impresionantes análisis que hacen de aspectos internacionales así como su capacidad de contextualización, narrativa y datos que arrojan en cada artículo.
Por desgracia me he encontrado un libro que parece un conjunto de tweets huérfanos de datos que los consoliden. Una ristra de justificaciones vagas e imprecisas destinadas a desmontar el argumento cuñadista español en una cena imaginaria de navidad. Desde un sillón rancio de soberbia, escorado hacia la izquierda del salón de la abuela Carmen, este libro hará las delicias en desgastar el debate de elementos complejos con argumentos de peso.
La premisa era buena y El Orden Mundial es de fiar para estos temas (quería comprar el libro cuando salió), pero no he terminado de entender la ejecución. Demasiados temas, muy poco explicados... parece más un libro de curiosidades que un libro para reflexionar sesudamente.
Soy muy fan del contenido que hacen en El Orden Mundial, especialmente de su podcast No es el fin del mundo. Me parece que son capaces de tratar temas muy complejos de una manera fácil de entender sin que por ello tengan que simplificar demasiado el contenido.
Sin embargo, no es el caso con este libro, que trata los temas de manera tan superficial que con leer el índice ya prácticamente has leído el contenido entero. Entiendo que no pretende ser un libro sesudo y profundo, pero creo que se queda demasiado corto. Es una recopilación de curiosidades que te pueden servir para una conversación con tus amigos o para un trivial pero ya.
Además, no me gusta nada que el texto no esté referenciado. Hay unas páginas de bibliografía al final pero no hay citas en el texto en sí.
Este libro contribuye a cumplir con tareas divulgativas necesarias. Sí, a veces ofrece explicaciones muy básicas que uno puede encontrarse en los medios de comunicación, pero han sabido abordar con brevedad y con un tono ameno asuntos muy sugerentes sobre política internacional. Admito que he ido directamente a los capítulos que más me motivaban, así que he leído una selección personal, pero ha merecido la pena. Incluso cuando un tema sí es como uno creía, siempre se saca algún dato o argumento nuevo que destacar, y el conjunto supone un buen material de consulta.
Si descartas cuestiones sin aportar algo más, ¿por qué habría que tomar en consideración tus opiniones en vez de enviarlas directamente a la papelera?
Algo complicado de entender cuando hablamos de la realidad es que, para cada ser humano, la realidad es algo completamente distinto. La multitud de individuos que conformamos la sociedad acostumbramos a interpretar el mundo de una forma diferente, de gozar de una realidad que nada tiene que ver con la de los demás. Y en ese proceso de exégesis, en ese proceso de buscar el sentido que tienen las cosas para cada uno de nosotros, nos damos cuenta de que el mundo es mucho más de lo que pensamos. Que, quizás, el mundo no es como creíamos.
Como uno de los proyectos más prometedores de El Orden Mundial, grupo compuesto por jóvenes cuyo objetivo es convertirse en el medio español de referencia del análisis internacional, nace la obra El mundo no es como crees. Publicada en septiembre de 2020 de la mano de Ariel Editorial, el libro hace un viaje sobre los mitos y creencias establecidas por la humanidad que lejos están de ser ciertas. Un recorrido que, acompañado de expertos en el ámbito de la información, se propone separar las piezas del puzle que durante años hemos creído como completado para encajarlas de manera distinta y enseñarnos, así, otra realidad.
Tal y como trataba de explicarnos la psicóloga estadounidense Susan Fiske en una entrevista para El País hace tan solo unos meses, nuestro cerebro intenta buscar atajos a la hora de fabricar una opinión rápida sobre las personas que vemos a nuestro alrededor; pese a que a esas personas no las conozcamos de nada. Es de esta forma como aparecen los prejuicios, como se conforman esas realidades que luego adquirimos como propias y que nos ayudan a entender el mundo o la sociedad de la que formamos parte —la psicóloga lo denominaba “avaricia cognitiva”—. Lo cierto es que la reflexión de Fiske es de vital importancia porque es imposible no acordarte de esta tras la lectura de El mundo no es como crees. Ya sea con el término de “avaricia cognitiva” o con los “atajos cognitivos” a los que El Orden Mundial hace referencia durante la obra, el mensaje es el mismo: necesitamos de ideas que se formen lo más rápido posible —aunque esto pueda conllevar que no sean del todo justas— para encontrarle un sentido a lo que ocurre en nuestro entorno o incluso más allá de este. Necesitamos de un mapa que nos indique el camino, aun con el riesgo de que ese camino haya tomado simplificaciones para llegar antes al destino.
No obstante, también hemos de mencionar que estas creencias que, como seres humanos, asumimos y, en la mayoría de casos, también defendemos, no nacen por mera casualidad. Todo lo que pensamos se encuentra condicionado por las experiencias que hemos vivido desde nuestra infancia hasta llegar a lo que somos a día de hoy. Cuando en uno de los capítulos de El mundo no es como crees se comenta que África es reducida a guerras y pobreza pese a que, por ejemplo, ahora el continente esté siendo la causa de que en un futuro podamos disfrutar de una planta de montaje elaborada para vehículos eléctricos, es obvio que esta creencia no es común por caprichos del azar. Y tampoco comparto que esto sea, como escribe El Orden Mundial, a que hemos entendido África “como un todo” —pues en Asia hay países más peligrosos o pobres que otros y, sin embargo, sabemos realizar su merecida distinción—. Sino más bien porque nuestra sociedad es racista y, si hablamos de un continente en el que abunde la gente de raza negra, automáticamente dedicaremos pensamientos negativos hacia este. Porque así hemos sido educados desde pequeños y porque ahora es más difícil desprenderse de estas ideas que en un pasado tomábamos como ciertas. Volviendo a hacer referencia al ejemplo de los mapas ya utilizado, sucede algo parecido a lo comentado cuando la construcción de nuevas carreteras acaban cambiando un mapa que conocíamos de memoria: sabemos que tenemos que seleccionar nuevas direcciones porque el antiguo camino ha quedado anticuado, pero las amplificaciones del antiguo mapa hacen mella en nosotros y se nos hace complicado acostumbrarnos a una nueva realidad que poco se asemeja a la que teníamos anteriormente.
Lo apasionante de la obra es que cada capítulo comparte mitos que, si bien tienen la finalidad de desmentir o enseñar sobre un tema concreto y específico sin caer en generalizaciones, cada mito podemos hacerlo nuestro y aplicar la reflexión que surja de este en nuestra vida cotidiana. Pues el mundo no es como creemos y, tratándose de uno que cada vez está más globalizado, las falsedades que nuestro cerebro convence de que sean verdaderas se propagan con mayor facilidad. Esto lo percibimos cuando, a lo largo del tercer capítulo, El Orden Mundial hace enfoque en que la violencia de género no está más desbocada en el norte de Europa que en el resto del continente. Resumiendo lo que se narra en este, la principal causa de que pensemos que allí se producen más violaciones es el número de denuncias que se produce en esos países con respecto a los demás. Llevándonos dicho tema a nuestro terreno, tras la emisión del documental Rocío, contar la verdad para seguir viva, el número de llamadas realizadas al teléfono de atención a las víctimas de violencia machista aumentó un 42%. Esto no quiere decir que el programa generó más casos, pero sí que muchas mujeres se llenaron de fuerza para contar casos que de otra forma no se habrían contabilizado. Y, sabiendo esto, entendiendo el porqué de lo que sucede, nuestras realidades se tiñen un poco más de verdaderas.
En definitiva, El mundo no es como crees es el descubrimiento de que, a pesar de que existen diversas realidades en el interior de cada individuo, hemos de saber mirar más allá y poner atención en aquello que termina haciendo de nosotros lo que somos: nuestros pensamientos, nuestras creencias. He ahí donde radica la fuerza y la importancia de la obra, en hacernos reflexionar y poner en evidencia nuestra realidad pese a que, de alguna forma u otra, sigue siendo nuestra realidad, aquello que nos caracteriza a la hora de interpretar la sociedad. El exceso de información nos ha de hacer unas personas más preocupadas por la manera en que la gestionamos y la influencia que esta puede tener en nosotros. Si el mundo no es como creemos, ¿por qué no dedicar más tiempo a tratar con más detenimiento la realidad que nos hace humanos?
Le doy un 5/10. El libro tiene un tono altivo y paternalista, y no profundiza lo suficiente en los temas. No me parece una obra muy trabajada, y a pesar de no ser muy antiguo, en 5 años ya se ve que no ha soportado bien el paso del tiempo
No recuerdo si se publicitó como tal, pero a mí parecer es una guía de introducción (muy bien escrita) para cualquier persona interesada en asuntos internacionales.
El libro es de entretenida lectura, te hace plantearte, si es que no los has hecho ya, algunas ideas y prejuicios populares entre el vulgo.
Diría que esa es la parte positiva del libro. Desconozco al equipo de El Orden Mundial, pero dado que colaboran con A3 Media debí esperarme que el libro parecería una ristra de verificaciones de Newtral, y así es, la mismisima Ana Pastor estaría orgullosa de este libro.
Entre las cosas (negativas) que comparte con Newtral es ese tono soberbio y condescendiente para con el lector que llega a repugnar ligeramente después de un rato de lectura. Trata al lector como un idiota que se cree todos los bulos que lee por ahí. Para más inri, ni siquiera tienen la razón en muchos puntos.
Por ejemplo, es hasta gracioso leer en 2022 una afirmación categórica que parafraseando "los conflictos armados son cosa del pasado, no veremos conflictos armados y mucho menos en territorio europeo, no hay que temer un ataque nuclear". En 2020 Rusia aún no había atacado Ucrania, como digo es gracioso ver cómo ellos de verdad se creían esa afirmación obtenida a través de una confiable fuente (de los deseos? xD). Encima está minimizando otros conflictos que ya estaban activos. SOmalia? Yemen? Siria? Palestina? Burkina Faso? No hay conflictos armados allí?
Por último, el libro tiene un punto de vista claramente anglosajón, lo cual me choca al estar orientado a un público español. Y lo peor, solo apunta hacia un lado. Me explico, despeja muchas ideas erróneas preconcebidas del comunismo, ideología y paises que no son comunistas aunque lo parezcan, no obstante, no desmiente ninguno de los bulos e ideas falsas que se tienen sobre la ultraderecha o sobre gobiernos como el de Hungría o Polonia. Por equilibrar de ambos lados. Otro ejemplo, es que se desviven por aclarar falsas ideas de la religión musulmana, lo cual apoyo, pero no desmienten nada de la religión cristiana, como por ejemplo que no todos los curas se acuestan con niños (si dedicas un capítulo a que no todos los musulmanes tienen 5 esposas o no todas las musulmanas llevan velo, creo que sería un punto lógico).
Ah y me olvidaba de todos los puntos que no aparecen, y mira que habría cosas que aclarar acerca del Cambio Climático, de la violencia de género... bueno se puede justificar en que no hay espacio para todo, pero sí me gustaría que las verificaciones apuntaran un poco a los dos lados, no solo a los discursos cuñados de derechas.
Ah, y mencionemos afirmaciones ridículas que se dan por hecho en este supuesto desmontador de bulos. España es una democracia perfecta??? Turquía es una democracia??? Inglaterra no existe?? En Groenlandia hay muchos suicidios debido a la ocupación danesa y por la caza???
Pero bueno, como decía un comentario por aqui, el libro parece un conjunto de hilos de Twitter, con mucha verborrea y pocas fuentes fiables (por más que la bibliografía esté perfectamente indicada). Pero vaya, con la bibliografía que yo elija concienzudamente, podría sacar un libro argumentando el por qué las vacunas provocan autismo. La cosa es tratar todo con neutralidad, utilizar muchas más fuentes, contrastar mucha más información y no ocultar ningún punto de vista ni despreciarlo, sino exponer todo con la mayor objetividad posible. Lo hace este libro? No, parte de ideas propias preconcebidas (algunas ciertas, otras no, otras a medias).
Pero vaya, como digo es de entretenida lectura, y te puede incentivar a que investigues tú por tu cuenta, pero para nada vayas a creerte a estos "verificadores".
La verdad no sabía de la existencia del orden mundial como medio de análisis internacional de referencia, pero de lo brevemente visto es un medio con credibilidad que sustenta con argumentos firmes sus afirmaciones. Ahora hablando de su obra: “EL MUNDO NO ES COMO CREES” no parece reflejar la imagen que representa al medio de difusión. En mi opinión el libro tiene sus aciertos al tomar temas que se dan por hecho y dilucidar la realidad prestablecida en ellos. Sin embargo, también tiene ciertas falencias en aspectos generales, ya que aborda muchos en temas en pocas páginas, lo cual, de alguna manera entiendo como un intento de exponer un libro que no sea abrumador y resuma lo relevante para el lector, pero en ocasiones falta una explicación más amplia. Además, para entender una obra, al menos yo necesito el desarrollo de esta, ya que es la única forma en la que puedo recordarla y comentarla posteriormente, pero al ser tan cortas las explicaciones y tantos los temas, muchas veces se pierden los argumentos expuestos y es difícil proponerlos en un futuro. Este es un libro que recomendaría para leerlo en las noches e ir descubriendo día a día algunas curiosidades sobre temas preconcebidos.
Esta bien como libro de curiosidades y forma de introducción a libros de sociología y política internacional, sin embargo, desde mi punto de vista, demasiado family friendly y adaptado para que todo el mundo pueda leer algo interesante sin darle demasiadas vueltas a la cabeza. No termina de profundizar en ninguno de los temas ni te inspira a pensar más allá. Es una pena porque el orden mundial es una gran organización que siempre tratan de dar información actual sobre los conflictos que vivimos en la actualidad, sus fundadores estudiaron mi carrera y les tengo especial cariño. Los artículos en su página web les dan mil vueltas, por lo que recomiendo mucho más leerse cualquiera de sus artículos que el libro. Espero que en el futuro saquen otro libro de análisis internacional en el línea de su editorial.
El libro realiza un interesante ejercicio; intentar desmontar los mitos comunes que se han infiltrado en nuestras mentes y sociedad en la era de la información. Aborda multitud de campos y temáticas y aplica un razonamiento del tipo de la "navaja de Ochkam" demostrar con evidencias como las teorías más simples y comprensibles son las que se ajustan a los hechos, y no las interpretaciones consparanoicas de distintas pelambres. Sin embargo, a veces peca de contraponer a nuestro pesimismo un optimismo excesivo en cuestiones medioambientales, económicas y políticas. Nuestro mundo no es caótico, está bien, pero tampoco es y nunca será un paraíso edénico.
Con un cuidado equilibrio entre el discurso fácil para la venta masiva de ejemplares y el ensayo meticuloso para la refutación y el estudio bibliográfico de los más sesudos analistas, este libro se convierte en el arma, si no definitiva, sí determinante para hacerse con el control de las discusiones alrededor de la mesa familiar o a lo largo de una barra de bar.... Vale, sí, y para intentar entender un poco mejor el mundo. Ya lo dicen allá por el capítulo 6: el objetivo de este libro es el de "fomentar la reflexión y el debate, aunque sea con un ligero picor" (y entiéndase picor como se quiera).
Quise leer este libro porque soy muy fan de El Orden Mundial pero, sinceramente, este libro me ha decepcionado muchísimo.
Tocan 737282 temas pero no profundizan en ninguno, por lo que acabas cada página en el mismo punto en el que la empezaste. No le veo demasiado sentido.
Un manual fácil de entender con información y contextos muy buenos. Quizás para algunas personas sea demasiado básico, pero si no estás muy familiarizado con la información internacional aprendes mucho.
Lectura ligera e interesante, que confirma algunas cosas que ya sabíamos, y te descubre algunas nuevas. Se publicó en septiembre 2020, por lo que sigue siendo bastante vigente con temas de actualidad.
En general me ha gustado mucho. Te ayuda a conocer cosas que no sabía y a desmontar falsos mitos de geopolítica y/o economía. Sin embargo, el capítulo que más pesado se me ha hecho ha sido el último, el referido al Covid. Quizá ya estamos tan cansados...
Bastante regular. Debo admitir que no he leído el libro entero, si no las pocas secciones que me llamaban la atención. Me parece un libro muy basiquito y que puede ser de utilidad como consulta, de vez en cuando. La verdad es que me esperaba más.
A pesar de que los títulos sean algo simples y se puedan matizar, el contenido de cada capítulo es muy interesante y no se hace nada pesado. Un libro muy didáctico para comprender mejor cómo funciona este mundo.
Libros como este son los que deberían incluirse como lectura obligatoria de instituto. La gente, y los jóvenes especialmente, deben entender que el mundo es mucho más complejo de lo que nos dicen los políticos y de lo que un periodista puede resumir en un artículo de 2 columnas.
Mucho por decir, en lo personal disfruté de los datos interesantes y la perspectiva que nos otorga el libro. Debo de admitir que muchos de los puntos tocados no los conocía y en verdad ha sido muy educativo.
Ensayo divulgativo para desmentir mitos falsos o lugares comunes erróneos. En general se lee fácil y se aprenden cosas, tampoco se mete demasiado en harina, lo que posiblemente este hecho adrede. Lo salvaremos del expurgo....
Es un libro curioso para adquirir cierta culturilla general y tener una visión más amplia de cómo funciona el mundo, pero más allá de eso, lo quiere tocar todo, y a la vez no profundiza en nada. Te quedas con una sensación de algo incompleto.
Algunos bulos se han ido esparciendo y creando una sensación de inseguridad en el mundo que realmente no existe o por lo menos no es como creemos en realidad. Este libro está genial para dar a conocer la verdad del planeta en el que vivimos y fomentar el pensamiento crítico sobre ciertos temas.
Lectura amena, muy informativa pero en algunas secciones se hace corta. De todas maneras, recomiendo el libro no solo porque lo hayan escrito mis compañeros de trabajo, sino porque es una buena introducción a muchos temas y ayuda a desmontar mitos, algunos muy arraigados en la sociedad.