Rosa Luxemburg (Rosalia Luxemburg, Polish: Róża Luksemburg) was a Marxist theorist, philosopher, economist and activist of Polish Jewish descent who became a naturalized German citizen. She was successively a member of the Social Democracy of the Kingdom of Poland and Lithuania, the Social Democratic Party of Germany(SPD), the Independent Social Democratic Party and the Communist Party of Germany.
In 1915, after the SPD supported German involvement in World War I, she co-founded, with Karl Liebknecht, the anti-war Spartakusbund (Spartacist League). On 1 January 1919 the Spartacist League became the Communist Party of Germany (KPD). In November 1918, during the German Revolution she founded the Die Rote Fahne (The Red Flag), the central organ of the Spartacist movement.
She regarded the Spartacist uprising of January 1919 in Berlin as a blunder, but supported it after Liebknecht ordered it without her knowledge. When the revolt was crushed by the social democrat government and the Freikorps (WWI veterans defending the Weimar Republic), Luxemburg, Liebknecht and some of their supporters were captured and murdered. Luxemburg was drowned in the Landwehr Canal in Berlin. After their deaths, Luxemburg and Karl Liebknecht became martyrs for Marxists. According to the Federal Office for the Protection of the Constitution, commemoration of Rosa Luxemburg and Karl Liebknecht continues to play an important role among the German far-left.
El amor es un gran motor de cualquier lucha, revolución y pensamiento con el cual se quiere transformar el mundo, la realidad. Rosa Luxemburgo lo sabía y en esta serie de cartas dirigidas a cuatro grandes amores: Leo Jogiches, Kostja Zetkin, Paul Levi y Hans Diefenbach, define parte de su quehacer y su pensamiento político. Cartas que datan de 1893 a 1917, en plenos procesos revolucionarios por Europa, la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. En ella también esboza sus dudas, sus pensamientos y análisis políticos de su realidad, todo mezclado con la más absoluta privacidad de su vida: sus paseos, ritmos de trabajo, su afán de querer impulsar el cambio social. Es una lectura que abre perspectivas y puede ser leída en carácter epistolar o de escuela política. En cartas que son por primera vez traducidas al español, vemos toda la fuerza, sabiduría y filosofía política de una de las más grandes dirigentes que ha dado la izquierda a nivel mundial. Como lo expresa Diamela Eltit en su prólogo de esta edición: su cobarde asesinato nos privó de su vida, pero no así de sus pensamientos e ideas. Una profunda lectura para ir cerrando esta año, con perspectivas de aún querer cambiarlo todo.
Volví. Y sigo digiriendo lo que significa leer a esta magnífica mujer. Parto, que me consto en un principio dialogar con el género epistolar y su lenguaje, luego eso mismo me cautivó y no me soltó. Una se malcría al lenguaje de oralidad que entrega al estar sumergida en las novelas contemporáneas, entonces volver a frases hermosamente formuladas como las que levanta Rosa, en un principio puede ser complejo.
Es alucinante, como terrible observar desde este género el espacio sensible de Rosa en relación al amor por sus amantes, la literatura, las artes, la naturaleza, los gatos y el proletariado.
Me quedo con el gusto amargo de que el patriarcado es un enemigo terrible, que se cuela en la vida de Rosa en la militancia, y su forma de llevar el amor.
Es un libro increíble y las últimas cartas que envía desde la cárcel, son un llamado valorar la naturaleza que se nos cuela en los espacios cotidianos, que me ha generado una necesidad de darme el tiempo de volver a mirar, eso que siempre había estado ahí, y que antes no había visto.
Pd. En prólogo de Damiela Eltit es una gran guía para aventurarse en el libro, si no se conoce quién es Rosa, hace un análisis maravilloso del libro y su vida.
Un libro de cartas denso, pero rico al acabar, que nos permite ver la intimidad, conocer a la mujer detrás del nombre y el personaje histórico de Rosa Luxemburgo. Las cartas son dirigidas a 4 parejas de Rosa, en orden cronológico, como si cada persona fuese un capítulo y una etapa de su vida. Lo primero que me llamó la atención, medio superficialmente, es la diferencia de edad que tiene Rosa con 3 de sus 4 parejas: 36 y 22, 42 y 31, 43 y 31 ¿Tendrá algo que ver con que los jóvenes estaban más abiertos a tratarla como igual? ¿Con que estaban más activos en la militancia? ¿Con la mala experiencia con Leo? ¿Le gustaban las parejas jóvenes no más? Lo otro es la distancia. Creo que el nombre del libro refleja muchísimo sus relaciones: Siempre esperando una carta, coordinando a ver cuándo podrán verse. Más en papel que en carne (excepto quizás Kostja, al principio). Me llamó la atención también ver como incluso las mujeres más grandes sufrieron por amor romántico y se dejaban guiar o a ratos empequeñecer. De sus relaciones, me sorprendió la sensualidad con Paul. Con los otros 3 destinatarios, a veces sentía que Rosa más que pareja necesitaba compañía. Al final, con las de Hans, un amigo. Hay cartas que podrían haber sido partes de un diario de vida. Como esa costumbre moderna de los pololos de contarse su día por Whatsapp. Dejando de lado las parejas, me sorprendió la riqueza intelectual y espiritual de Rosa. Su interés marcado en las cartas por la literatura y el arte. Luego, en la cárcel, su vuelta hacia el jardín y las aves. Lo encontré poderosamente humano. Sobre todo a medida que se alejaba del partido y se acercaba a la guerra. También resoné, más o menos, con el deseo de tiempo. Luego con el de cambio. De vivir una vida buena, ser gentil, encontrar la plenitud. Se me apretó el corazón con el final. Saber que a Rosa la mataron los fascistas y hoy estamos, 100 años después, cerca de la guerra y el fascismo otra vez. Me encantaría un segundo libro para ver cartas a sus amigas, saber más de su relación con Clara, saber si había otras mujeres en su vida, si había alguna en quien confiara, se apoyara o admirara, porque casi no se mencionan, pero tal vez se deba a lo masculinizado de la militancia. Un dato práctico de lectura: Recomiendo un montón ir leyendo el índice de nombres mientras una lee las cartas. Yo lo vi al final y me habría falicitado harto la lectura. Lo último. Mi carta favorita y que me hizo comprar el libro: "Cariño, tengo un anhelo. Quiero ver tus ojos".
Es bien romántica y buena para retar a los pololos Rosa Luxemburgo, tiene algo como maternal: "recuerda llamar a tu papá", "léete el libro x", "escucha a y". A ratos parece que guarda la pretensión de ser mentora de sus parejas, pero eso no es incompatible con mostrar una faceta más vulnerable y solícita.
Me demoré mucho en leer este libro pero igual lo disfruté. En particular sus reacciones cuando se sentía subestimada intelectualmente.
Las cartas de Rosa Luxemburgo han iluminado las reflexiones políticas de la izquierda desde el momento en que fueron compartidas. Esta selección revela una faceta íntima, sensible y apasionada de la autora, quien asombra por su lucidez política y su capacidad para expresar, con una fuerza arrolladora, tanto su amor como su anhelo de libertad.
Me impresionó su espíritu elevado incluso en los momentos más duros de la historia de Europa y de su propia vida. La manera en que logra compartir la belleza desde la prisión es, sin duda, lo que más me conmovió de todo el texto.
Además, el libro, como objeto, es uno de los más hermosos que he leído, me gustó la sutileza de los detalles que han trabajado.
Me gustan las cartas de amor, es mi debilidad. Por lo tanto estas son cartas de amor de la autora a sus amantes/amores, tres de ellos y nada más, los cuales fueron: Leo Jogiches, Kostia Zetkin y Paul Levi. Pero allí no termina todo, luego sus cartas son enviadas a su amigo Hans Diefenbach, debido a que en ese momento Rosa se encontraba en prisión, allí termina todo; ya que Rosa fue condenada a muerte el 15 de Enero de 1919, a sus 47 años de vida.
"¡Me es muy difícil escribirte acerca de mis sentimientos! He mirado reiteradas veces tus fotos para tranquilizarme".
3.8 Sin duda un gran trabajo de recopilación y traducción, muy completo con la linea del tiempo y el índice de nombres. Bella bella edición.
En cuanto a las cartas, permiten conocer el lado más intimo de una mujeraza de la historia, su lado sentimental y artístico. Sin duda mis cartas favoritas son las que están escritas desde el enojo y el desamor. Me hubiese gustado que hubieran más cartas a Leo Jogiches, claramente su amor más profundo y sincero. La falta de cartas no permite crear una verdadera cronología en este caso, lo que es una pena porque fue la relación que más me intereso.
Un epistolario que se lee como una novela hecha de cartas que se envían y de las que desconocemos las respuestas, pero que muestran mucho de la vida pública y privada de una de las personalidades más relevantes del cambio de siglo xix-xx, la participación de las mujeres en política, las maneras de comunicación de la época, etc. Aparte, narra un encuentro entre Lenin, Rosa Luxemburgo y la gata Mimi imperdible.
Rosa escribió La Acumulación del Capital hace más de 100 años y además escribió esto: “Quizás aún podría brillar con fuerza, pero a veces ni siquiera me calienta si mi corazón no toma prestado el calor”. Su lucidez, sensibilidad, su forma de describir el mundo llega a ser abrumador por la inteligencia que desborda. Muchas muchas gracias a banda propia editoras por este libro maravilloso.
Increíble, la admiró profundamente. Conocerla desde lo sensible, desde sus deseos de amar, desde su apreciación a la naturaleza, la música, los animales, la vida y la política, ha sido una experiencia única.
Muy buena selección de lo cotidiano y lucido que puede reflejar un intercambio de cartas de una revolucionaria antes y durante la revolución. La cárcel, la familia, las discusiones partidarias, sus amores. Muy bueno!
"Dime cuándo vienes" es una recopilación de la correspondencia de Rosita Luxemburgo dirigida a 4 de las personas con las que tuvo algún tipo de vínculo afectivo. Socialista, teórica marxista, feminista y apasionada de la biología, este libro nos muestra la profundidad de sus ganas de vivir una vida plena y justa. No es una "faceta poco conocida de una gran exponente del socialismo", al contrario, la sensibilidad de Rosa para con el mundo siempre está presente en sus artículos, manifiestos y producción teórica. Más en estas cartas podemos ver la coherencia de sus deseos y lo coherentemente honesta que era con sus contradicciones.