¿Qué lleva a un ser humano a salir de su lugar de origen e internarse en selvas, desiertos, hielos perpetuos o mares desconocidos? Posiblemente, el primer motivo de la humanidad haya sido siempre económico, en busca de alimento y riquezas, o tras la conquista de tierras que aumenten el poder de un imperio. Pero otras razones espolean al siempre complejo ser la curiosidad por lo ignoto, alcanzar la fama inmortal, el afán científico por floras y faunas exóticas, el espíritu errante, aventurero, nómada…