En este poema, Eliana Hernández bordea la Masacre de El Salado eligiendo narrar, en verso, sus contornos. El dibujo de María Isabel Rueda crece y se desborda a través de las páginas como la naturaleza implacable que no se detuvo ante la violencia de los hombres. Desde la mirada del monte, el libro contempla el horror de una de las cuarenta y dos masacres que, en un lapso de tres años, dejaron trescientas cincuenta y cuatro víctimas en la región de Montes de María, en Colombia.
Un libro que nos invita a reflexionar acerca de la historia de nuestro país desde una mirada paralela y discreta pero que expone la infamia sobre lo sucedido en la masacre del Salado en los Montes de María.
Una relato narrado por diferentes voces, entre ellas Pablo y Ester, sin embargo, también narra La mata, ese cuerpo de naturaleza y rastrojo que resurge a partir del abandono de los lugares perpetrados por la violencia.
Me apasionó encontrar una forma tan atípica de entender el conflicto en nuestro país por medio del lenguaje poético, sublime pero que deja sentir la angustia de quienes padecieron tal horror.
«Y ahora cuando ve el noticiero de las 7 los ojos cerrándose y le dice a nadie: país de mierda ahora sí nos llegó el putas y siente un calor en medio de la frente.»
«Tiene la piel dura como el cuero, las manos torpes, gruesas de trabajar la tierra, dos marcas en medio de la frente dos líneas rojas que se le hacen cuando le da rabia, desde niño, y ahora cuando ve el noticiero de las siete los ojos cerrándose y le dice a nadie: país de mierda ahora sí nos llevó el putas y siente un calor en medio de la frente.»
«Ester vive con Pablo, vive también de la tierra, cuida animales, cree en el mal de ojo, dice no es otra cosa que la envidia de los otros, por eso a los niños cuando nacen no hay que dejarlos ver mucho.»
«Desde hace un tiempo siente un cambio pesado, en el aire, que no sabe cómo explicar. Por ejemplo, cuando pasa por el pueblo en la noche, cuando oye que las bestias no logran descansar.»
“Sale al patio y ve papeles blancos que caen como nieve del cielo:
CÓMANSE LAS GALLINAS Y LOS CARNEROS Y GOCEN TODO LO QUE PUEDAN ESTE AÑO PORQUE NO VAN A DISFRUTAR MÁS»
Siente el calor entre los ojos.”
«El miedo se acomoda como un gato, en la garganta, mejor hacer con ellos una bola, tirarla al monte enfurecido.»
Este fragmento es impresionante y desgarrador:
«Señalan Los investigadores:
Como esa bala se disparan ese día otras setenta, de las cuales solo diez impactan en los árboles. Mientras se disparan las balas suena música alegre. La razón por la que suena música alegre es porque, luego de disparar las balas, quieren tocar el tambor. Antes de reunirlos a todos en la cancha y hacer las preguntas correspondientes, sacan los equipos de sonido y el tambor de las casas y hacen tronar esa música alegre. En los oídos de todos el estruendo de las balas se confunde con un redoble.»
Hermosas ilustraciones, es de ese tipo de libros que se merecen ser comprados y volverlo a abrir con la inquietud que también nos brinda el poema largo que nos presenta Eliana Hernández. Polifónico, sentido y sobre un tema que no debe caer en el olvido, sobretodo para los colombianos. Esta forma de acercamos a la masacre de El Salado es una historia que nos debe seguir cuestionando. La relación con la naturaleza en un país como Colombia es fundamental y así mismo nos lo muestra este poema.
No podía decidirme entre un 2.5 y un 3.0, pero me quedo con un 2.0 xd. Es una temática que me fascina, pero por alguna razón no logré conectar para NADA con el poemario. No sé, demasiados lugares comunes, cosas que ya sabía o retratadas de una forma que no me llamó la atención.
Llegué a este libro mientras hacía la tesis entonces obviamente lo compré, pero solo hasta ahora pude leerlo. Me pareció muy bello cómo la ilustración también hacía parte activa de la narración, me gusta que se le de una voz a la naturaleza y que no habla tan claramente. Es demasiado triste (por obvias razones) pero vale mucho la pena. Importante y necesaria de acercarse desde la ficción a la masacre del Salado
Hermoso poema sobre la masacre de El Salado. El ritmo del poema nos transporta a los montes de María y a la mata, que se esparce lentamente como se esparció la muerte y la horrible noche. A pesar de la atrocidad de los hechos, el poema termina con una nota de esperanza: un manojo de flores para quienes retornaron después de la masacre.
Tremendo ejercicio este de construir un poema coral, sobre una masacre. A mi lo que me impresiona es la destreza de Eliana por salirse de las formas para narrar la crudeza de este país. La edición de laguna es impecable con esa ilustración que va llenando las páginas como una masa espesa de monte.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ «Cuando caen los cuerpos en la cancha, elegidos al azar, quedan en las casas los patios, las cocinas, las sábanas extendidas recibiendo aún la tibieza del sol. Quedan con sus capas las cosas plegándose unas sobre otras, preguntan el por qué, el esto, el ahora, no piensan antes de hablar las cosas, se llevan todo por delante como cuando se descarrilaban los trenes antiguos». ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ Nunca estuve en El Salado. Mi vida anterior (prepandemia, pre-regresodeladerecha, pre-todosefuealamierda, pre-debocambiardeactividad) me llevó a varios de los muchos lugares en los que las masacres acabaron con más que vidas. Pero no a este, uno de esos paradigmas del mal, nuestro Auschwitz si se quiere. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ No es fácil escribir sobre los horrores de un conflicto que ha sobrevivido tres generaciones. Lo sé, lo he intentado. Fácilmente se puede caer en el amarillismo o en el academicismo, en la revictimización o en la instrumentalización, en la ignorancia o en la prepotencia. Ninguno de estos pecados es cometido por las autoras de este libro. Es un poema narrativo o, quizás, una narración poética, lo cual de entrada nos hace enfrentar de una manera especial ─profunda, hermosa, rítmica y sensible─ con uno de los peores crímenes de guerra de nuestra historia. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ Es, además, un libro-objeto, una pieza de arte en sí misma gracias a unos dibujos que acompañan el texto y que hoja a hoja, in crescendo como si de un ser vivo se tratara, de una maleza, se van tomando las páginas, el texto, el libro, siguiendo el ritmo de una historia que empieza y termina bucólicamente, preámbulo y desenlace de un nudo que tiene como protagonista a los sentimientos de quienes vivieron aquel infierno entre el 16 y el 22 de febrero de 2020; incluso de la mata que lo vio todo. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ *** ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ Eran, para mí, dos completas desconocidas. Supongo que con la de la derecha, con Eliana, la poeta, se me perdona; al fin y al cabo este que leí, recién publicado, es su primer libro. Con la otra, con María Isabel, la crítica no será tan tolerante conmigo, siendo como es una de las más destacadas artistas plásticas del país ─ahora sé que he visto su obra, pero mi incapacidad por retener nombres y relacionarlos con mis recuerdos me impidió saberlo antes─. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ¿Cómo se habrán conocido? ¿Qué proceso creativo colectivo las habrá hecho pensar que era una buena idea ─una excelente idea─ acompañar los poemas narrativos que la antropóloga y escritora hizo sobre una de las masacres más apocalípticas dentro de una larga lista de masacres apocalípticas colombianas, con las ilustraciones minimalistas a dos tintas que hace la artista y curadora y que parecen querer comerse el libro? ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ Las respuestas, no las sé ─no mentía al decir que era unas completas desconocidas para mí─.Y quizás no quiera saberlo, no vaya y sea que todo se reduzca a una decisión editorial para enriquecer la propuesta con la que ganaron la Beca para publicación de libros del Ministerio de Cultura, y no a un orgasmo de inspiración creativa después de unos cafés en Bogotá, en Cartagena, en Ithaca o en Puerto Colombia. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ Que la literatura por sí sola es arte, es tan innegable que no resiste debate alguno. Pero no deja de ser lindo cuando la escritora y la artista se unen para recordarlo y hacerlo evidente.
Hermoso. Premio nacional de poesía (Colombia) la edición tiene un detalle hermoso en sus ilustraciones.
Poesía documental, La mata nos reconstruye la masacre de El Salado.
Nos coloca en los pies de unos campesinos que vivían en el área rural del pueblo, pero también nos coloca desde la visión de la vegetación que rodea al pueblo, y también, de alguna manera, en los susurros de los que llegaron a reconstruir lo sucedido. La Mata salta de perspectivas, de lo coral a lo singular, de tiempos y de ubicaciones con una gran destreza. Es un tremendo viaje a uno de los episodios más dolorosos de nuestra historia.
A mi parecer uno de los mejores libros que he leído en este año. Maravilloso.
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Eliana Hernández logra converger en su poema los hechos verídicos y concretos de la masacre de El Salado con la ficción y la invención de un elemento que fue a la vez testigo y, en cierto sentido, auspiciador de la masacre: la naturaleza. Esto es lo que la ficción permite y lo que debería ser: un mecanismo a través del cual repensarnos a nosotros mismos y a nuestra historia, para así comprenderla, recordarla y evitar que algo tan atroz vuelva a suceder.
Ya no sé si estoy perdiendo el juicio o qué. I guess que está bien, pero lo siento muerto, aburrido. Son todas palabras que ya conozco, en una posición que ya conozco, incluso cuando personifica a las plantas,,, boring.
Give me something I can see (don't give me songs) something bigger and louder (give me something to sing about) than the voices in me (I need something to sing about) something to believe
una leída desde el cielo para un texto de lo que crece y se come la tierra
Cuando caen los cuerpos en la cancha, elegidos al azar, quedan en las casas los patios, las cocinas, las sábanas extendidas recibiendo aún la tibieza del sol. Quedan con sus capas las cosas plegándose unas sobre otras, preguntan el por qué, el esto, el ahora, no piensan antes de hablar las cosas, se llevan todo por delante como cuando se descarrilaban los trenes antiguos.
Es un libro corto pero un gran libro. Logré leerlo de una sola sentada y mientras en una página vas entendiendo que esta pasando desde diferentes voces testigos de los hechos; en la otra la ilustración te va metiendo en La Mata. En la medía hora que pase leyéndolo me sumergí en un sinnúmero de emociones y reviví uno de los episodios tristes de la violencia en Colombia.
Una apuesta diferente por la poesía. Este género literario a veces se encasilla demasiado, pero es posible crear en torno a temáticas y situaciones diferentes a las que ya estamos acostumbrados. Este libro tiene una serie de poemas documentales que se inspiraron en la Masacre de El Salado. Es sensible y estéticamente muy pulido para hablar de un tema sórdido en la historia de Colombia.
La memoria es indispensable para salir de este camino de violencia sin fin que lleva el país, este libro aporta algo recordando una de las tantas masacres en los Montes de María (Sucre y Bolívar) pero no dice mayor cosa, sus ilustraciones no son muy buenas y queda mas como un objeto para la memoria, que no aporta mayor cosa.
Se agradece la alquimia de la autora que al llevarnos desnudxs por este viaje de matorrales y espinos: no lastima ni deja los brazos y tobillos llenos de sangre… Más bien nos deja con la dura conciencia que merece esta historia en la memoria de un continente (al) que matan y en el que “sobreviven aún todas las preguntas”.
This is an excellent book about the massacre of El Salado. It is beautifully written, creative and thought provoking. Collective memory is essential as we continue to hold the government accountable to the violence sustained by paramilitary groups
"Trepa la mata en las hojas de las ramas, por el vaivén de sus pasos es también un incendio. ¿Y si hubiera algo más alto que la noche, más arriba, agujereando el cielo?"