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Quisiera que oyeran la canción que escucho cuando escribo esto
Manuela Espinal Solano tenía cuatro años cuando escribió su primera canción. En su casa la música crecía como las plantas: Espinal veía a sus abuelos cantar, a su mamá cantar, a su tía cantar e iba grabando melodías que se le ocurrían de repente. Quería ser cantante, sospecharon todos. Pero la misión de los hijos es defraudar a los padres, y a los dieciocho años la autora publicó su primera novela, Quisiera que oyeran la canción que escucho cuando escribo esto, que tiene mucho de autobiográfico pero es ficción y que trata, sobre todo, del rechazo a un don.
Utilizando un lenguaje sencillo y descripciones precisas, Espinal arma un rompecabezas complejo a partir de unas pocas piezas, suficientes para que quien lea entienda la magnitud de lo que ocurre. Un texto contundente sobre cómo un arte (la literatura) sirve para liberarse de las cadenas de otro (la música).
El Espectador, Arcadia
«Una primera novela honesta y sobrecogedora que desfoga los anhelos cortados y las soledades de las mujeres que dejan sus propios rastros.»
Las Críticas
Utilizando un lenguaje sencillo y descripciones precisas, Espinal arma un rompecabezas complejo a partir de unas pocas piezas, suficientes para que quien lea entienda la magnitud de lo que ocurre. Un texto contundente sobre cómo un arte (la literatura) sirve para liberarse de las cadenas de otro (la música).
El Espectador, Arcadia
«Una primera novela honesta y sobrecogedora que desfoga los anhelos cortados y las soledades de las mujeres que dejan sus propios rastros.»
Las Críticas
80 pages
Published January 1, 2020
4 people are currently reading
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Community Reviews
Displaying 1 - 30 of 73 reviews
July 27, 2018
Este breve libro lo ha escrito una chica de 18 años con un talento excepcional para transmitir. Relata la relación con su madre, que puede ser la de muchas relaciones entre madres e hijas: amor, expectativas, decepciones... Manuela nos habla del talento: del heredado, del innato y del adquirido y de las heridas que puede traer. Un libro ligero, con una historia que no permite que dejes de leerla hasta la última página y que finalmente te deja un poso de tristeza y esperanza. Además, la edición es PRECIOSA. Bravo por la editorial Barrett por haber hecho esta obra de arte en forma de edición.
October 16, 2017
Es un muy buen inicio para Manuela Espinal, esta obra corta, sin pretensiones nos cuenta la historia de una madre y sus dos hijas pequeñas rodeadas por la música y los sueños de la madre. Me gustaron mucho los personajes de la madre y la hija mayor (que contaba la historia), me parecieron muy coherentes y bien contruidos.
Le doy tres estrellas porque aunque la obra me gustó no es la clase de lectura que me emocione.
Le doy tres estrellas porque aunque la obra me gustó no es la clase de lectura que me emocione.
January 10, 2017
Hacia el final de Quisiera que oyeran la canción que escucho cuando escribo esto, un libro sorpresivamente contundente publicado por Angosta Editores, editorial creada por Héctor Abad Faciolince, la narradora le hace una confesión a su madre: “sabes bien que eres el único tema que tengo para escribir, para hablar”. También, con total sinceridad, le está hablando al lector, confesando los miedos de una escritora que se atrevió a desafiar el abrumador peso de su pasado y las expectativas de alguien de su edad. Con 18 años, Manuela Espinal Solano, la autora, escribió una novela corta (71 páginas) que transmite la ansiedad que trae consigo el talento cuando se vuelve una condena, el dolor que produce la realidad cuando se choca con los sueños artísticos y lo difícil que es emanciparse de la sombra de los padres.
Quisiera que oyeran la canción que escucho cuando escribo esto cuenta tres historias a partir de la mirada de la narradora. La central es la de la madre, que buscando su sueño de ser una cantante exitosa (una de las preguntas que se hace la novela, y que necesariamente queda sin responder, es cómo definir el éxito) se lleva a sus hijas de Medellín en dos ocasiones: primero para El Salvador y luego para Bogotá. La segunda, un poco más difusa por no ser el centro de atención, es la de la familia de la narradora y la madre, que está ligada a la música y a intentar (y fracasar, o triunfar a medias) vivir de ella. La tercera, que está escondida a lo largo del texto y a veces fluye en poderosos pero medidos reclamos o lamentos, es la de la hija que, pese a haber nacido con una capacidad envidiable para el canto, no quiere seguir el camino que todos en su familia, especialmente la madre, quieren que persiga.
Lo fascinante de la novela es que cuenta todo eso sin rimbombancia en los recursos. El lenguaje es sencillo y las descripciones son precisas. Espinal es capaz de armar un rompecabezas complejo a partir de unas pocas piezas. Como nunca traiciona la mirada de la narradora, sólo tenemos sus percepciones, las cuales, además, rara vez van más allá de contar los hechos estrictamente necesarios. Pero la economía en los adjetivos no evita que la madre, con todas sus decepciones y ansiedades y triunfos y esperanzas cortadas, quede dibujada lo suficiente para que quien lea entienda la magnitud de lo que ocurre.
Cuando Espinal decide entrar en la narración y darse la licencia de interpretar, lo hace con una agudeza que comprueba lo prometedora que es su voz. “Cantar es un acto que pertenece al pasado. Hablar también. Lo que digo queda en el pasado, ni siquiera yo lo recuerdo. Mis palabras son olvidadas, mis pensamientos, mis canciones. Lo que canté ayer ya no existe. La diferencia está en el público, en los testigos, ellos son los que dificultan el olvido. Si hay alguien que escucha lo que tienes para decir, tal vez lo recuerde; si hay dos, es más probable. Y allí está la explicación: buscan fama porque le temen al olvido. Yo no”, escribe la narradora, evidenciando que su mirada es madura, que entiende más de lo que su prosa quiere mostrar. Me hizo falta escucharla más a lo largo del texto.
Pero esa ausencia está justificada porque la novela es la experimentación de una artista colonizando una forma de crear distinta a la que su herencia le ha dictado. El mismo título, Quisiera que oyeran la canción que escucho cuando escribo esto, tomado de una parte del texto, es otra confesión de Espinal encontrando los límites de la escritura (y de su dominio sobre ella) en comparación con la música. Debajo del estilo narrativo, distante de juicios y reflexiones, hay un grito de independencia, un acto de rebeldía, un corazón que no ha dejado de sentir el dolor de su familia, pero que se prepara para cambiar de rumbo, para probar nuevas formas de contarse. El talento es condena porque todos le dicen cómo debe vivir su vida para triunfar en la música, pero, a la vez, convertido en literatura, se vuelve en herramienta emancipatoria: un arte para cortar las cadenas de otro arte.
Por eso, al final es cuando más cobra contundencia la novela, porque se ve cómo utiliza el pasado como fuerza para romper con el mismo y tener la oportunidad de hacer algo distinto. Lo más llamativo de todo es el potencial que demuestra Espinal. Espero con ansias ver lo que hace con su voz en el futuro.
Quisiera que oyeran la canción que escucho cuando escribo esto cuenta tres historias a partir de la mirada de la narradora. La central es la de la madre, que buscando su sueño de ser una cantante exitosa (una de las preguntas que se hace la novela, y que necesariamente queda sin responder, es cómo definir el éxito) se lleva a sus hijas de Medellín en dos ocasiones: primero para El Salvador y luego para Bogotá. La segunda, un poco más difusa por no ser el centro de atención, es la de la familia de la narradora y la madre, que está ligada a la música y a intentar (y fracasar, o triunfar a medias) vivir de ella. La tercera, que está escondida a lo largo del texto y a veces fluye en poderosos pero medidos reclamos o lamentos, es la de la hija que, pese a haber nacido con una capacidad envidiable para el canto, no quiere seguir el camino que todos en su familia, especialmente la madre, quieren que persiga.
Lo fascinante de la novela es que cuenta todo eso sin rimbombancia en los recursos. El lenguaje es sencillo y las descripciones son precisas. Espinal es capaz de armar un rompecabezas complejo a partir de unas pocas piezas. Como nunca traiciona la mirada de la narradora, sólo tenemos sus percepciones, las cuales, además, rara vez van más allá de contar los hechos estrictamente necesarios. Pero la economía en los adjetivos no evita que la madre, con todas sus decepciones y ansiedades y triunfos y esperanzas cortadas, quede dibujada lo suficiente para que quien lea entienda la magnitud de lo que ocurre.
Cuando Espinal decide entrar en la narración y darse la licencia de interpretar, lo hace con una agudeza que comprueba lo prometedora que es su voz. “Cantar es un acto que pertenece al pasado. Hablar también. Lo que digo queda en el pasado, ni siquiera yo lo recuerdo. Mis palabras son olvidadas, mis pensamientos, mis canciones. Lo que canté ayer ya no existe. La diferencia está en el público, en los testigos, ellos son los que dificultan el olvido. Si hay alguien que escucha lo que tienes para decir, tal vez lo recuerde; si hay dos, es más probable. Y allí está la explicación: buscan fama porque le temen al olvido. Yo no”, escribe la narradora, evidenciando que su mirada es madura, que entiende más de lo que su prosa quiere mostrar. Me hizo falta escucharla más a lo largo del texto.
Pero esa ausencia está justificada porque la novela es la experimentación de una artista colonizando una forma de crear distinta a la que su herencia le ha dictado. El mismo título, Quisiera que oyeran la canción que escucho cuando escribo esto, tomado de una parte del texto, es otra confesión de Espinal encontrando los límites de la escritura (y de su dominio sobre ella) en comparación con la música. Debajo del estilo narrativo, distante de juicios y reflexiones, hay un grito de independencia, un acto de rebeldía, un corazón que no ha dejado de sentir el dolor de su familia, pero que se prepara para cambiar de rumbo, para probar nuevas formas de contarse. El talento es condena porque todos le dicen cómo debe vivir su vida para triunfar en la música, pero, a la vez, convertido en literatura, se vuelve en herramienta emancipatoria: un arte para cortar las cadenas de otro arte.
Por eso, al final es cuando más cobra contundencia la novela, porque se ve cómo utiliza el pasado como fuerza para romper con el mismo y tener la oportunidad de hacer algo distinto. Lo más llamativo de todo es el potencial que demuestra Espinal. Espero con ansias ver lo que hace con su voz en el futuro.
February 28, 2022
Nos encontramos una historia breve pero profunda, con mucha nostalgia y heridas expuestas. La autora con gran talento nos cuenta la historia de una madre cantante y sus dos hijas, las que lidian con el talento: ¿es innato? ¿es heredado? ¿es forzado? ¿se puede huir de él?
Me pareció muy genuino y con imágenes muy bien logradas, me imaginé sin esfuerzo a las personajes y los lugares evocados. No es una escritura pretenciosa, por el contrario, es muy sencilla y creo que ahí radica lo exquisito de leerlo.
También, es importante mencionar que la autora la publicó en 2016 con 18 años, espero leer más de ella 💖
Me pareció muy genuino y con imágenes muy bien logradas, me imaginé sin esfuerzo a las personajes y los lugares evocados. No es una escritura pretenciosa, por el contrario, es muy sencilla y creo que ahí radica lo exquisito de leerlo.
También, es importante mencionar que la autora la publicó en 2016 con 18 años, espero leer más de ella 💖
October 3, 2019
Una edición preciosa para una novela corta pero interesante, que nos devuelve a los 18 años de la autora para reflexionar sobre el peso de las expectativas maternas/paternas en las decisiones que tomamos. “Cantar es un acto que pertenece al pasado”.
November 28, 2023
4.5𖤐ˊ˗
¡Lo disfruto tanto! Lo disfruto sin saber todavía si es algo mío o es la pura costumbre. Soy yo, desde adentro, queriendo ser la estrella que ellos intentaron ser. O son ellos los que me acostumbraron, me entrenaron, para ser la estrella que ninguno de ellos pudo.
Este libro es una parte de la infancia de Manuela, donde debía viajar junto a su hermana y madre para perseguir el sueño de esta de ser cantante reconocida.
Habla de la herencia musical que le ha otorgado su familia pero también de la carga que conllevan los sueños inconclusos de sus familiares.
—Si pudiera me quedaría aquí siempre, ma —le he dicho.
No sé si eso la convence. O si me convence a mí. Pero quiero que sepa que no voy a seguirla toda la vida.
Manuela no entiende por qué su madre odia tanto Medellín, por qué siempre corre para alejarse de allí y por qué debe arrastrarlas a ellas también.
Tampoco entiende por qué su familia no puede aceptar que ella no desea ser famosa, que ama la música y cantar pero para ella, para sus seres amados, que no necesita un estadio repleto de gente.
Es una historia que nos habla de la relación madre e hija mayor, herencia familiar, expectativas, cómo encontrarte, cuándo eres suficiente.
La voz siempre irá conmigo, es lo único que llevo.
¡Lo disfruto tanto! Lo disfruto sin saber todavía si es algo mío o es la pura costumbre. Soy yo, desde adentro, queriendo ser la estrella que ellos intentaron ser. O son ellos los que me acostumbraron, me entrenaron, para ser la estrella que ninguno de ellos pudo.
Este libro es una parte de la infancia de Manuela, donde debía viajar junto a su hermana y madre para perseguir el sueño de esta de ser cantante reconocida.
Habla de la herencia musical que le ha otorgado su familia pero también de la carga que conllevan los sueños inconclusos de sus familiares.
—Si pudiera me quedaría aquí siempre, ma —le he dicho.
No sé si eso la convence. O si me convence a mí. Pero quiero que sepa que no voy a seguirla toda la vida.
Manuela no entiende por qué su madre odia tanto Medellín, por qué siempre corre para alejarse de allí y por qué debe arrastrarlas a ellas también.
Tampoco entiende por qué su familia no puede aceptar que ella no desea ser famosa, que ama la música y cantar pero para ella, para sus seres amados, que no necesita un estadio repleto de gente.
Es una historia que nos habla de la relación madre e hija mayor, herencia familiar, expectativas, cómo encontrarte, cuándo eres suficiente.
La voz siempre irá conmigo, es lo único que llevo.
September 12, 2018
“-¿A quien podría gustarle esconder su talento?me pregunta la abuela.
En voz baja digo que a mi y salgo de la cocina”.
Tomar un camino propio nunca es fácil.
Y además plasmarlo así,recién cumplidos 18,es aún más difícil.
Con una forma de narrar contundente y desbordando estilo,Manuela nos habla desde la honestidad y la sencillez de cómo buscar tu propio destino,de que hacer cuando el talento se convierte en un “peso”,de perseguir tus sueños por encima de las expectativas que han creado en torno a ti.
Una ópera prima deslumbrante,llena de rebeldía,de sentimientos,de pasión.
La edición de Barret es 😍😍😍.
⚡️
*”Ella nunca decía nada.Yo tenía que descubrirlo,encontrarlo,unir las pistas que ella me dejaba.Si necesitaba respuestas,las inventaba.”
*”Volver no me duele”
*”No se que será,tu ni siquiera sabes de que se trata,aunque sabes bien que eres el único tema que tengo para escribir,para hablar”
En voz baja digo que a mi y salgo de la cocina”.
Tomar un camino propio nunca es fácil.
Y además plasmarlo así,recién cumplidos 18,es aún más difícil.
Con una forma de narrar contundente y desbordando estilo,Manuela nos habla desde la honestidad y la sencillez de cómo buscar tu propio destino,de que hacer cuando el talento se convierte en un “peso”,de perseguir tus sueños por encima de las expectativas que han creado en torno a ti.
Una ópera prima deslumbrante,llena de rebeldía,de sentimientos,de pasión.
La edición de Barret es 😍😍😍.
⚡️
*”Ella nunca decía nada.Yo tenía que descubrirlo,encontrarlo,unir las pistas que ella me dejaba.Si necesitaba respuestas,las inventaba.”
*”Volver no me duele”
*”No se que será,tu ni siquiera sabes de que se trata,aunque sabes bien que eres el único tema que tengo para escribir,para hablar”
April 15, 2022
Cómo explicar la pesadez que sentí en el pecho cuando terminaba de leerlo.
Ser o no ser? Tengo o no talento? Debería hacer esto? O aquello? Todos dicen que si, yo digo que no.
Que difícil es elegir el destino que siempre te han impuesto, que difícil es decir que no a ese camino y solo sentir una pérdida.
74 páginas que reflejan la presión de seguir las expectativas y los sueños frustrados de los demás, de la familia.
Ser o no ser? Tengo o no talento? Debería hacer esto? O aquello? Todos dicen que si, yo digo que no.
Que difícil es elegir el destino que siempre te han impuesto, que difícil es decir que no a ese camino y solo sentir una pérdida.
74 páginas que reflejan la presión de seguir las expectativas y los sueños frustrados de los demás, de la familia.
January 10, 2021
Siempre he envidiado a qienes (1) dibujan bonito y (2) cantan bonito. Pero claro, yo soy yo y la gaia de este libro no, así qe aceptemos qe cada uno haga con sus dones lo qe qiera. En verdá, en verdá, es tan cortito y lindo qe léelo.
December 19, 2016
Música, letras y sueños. Este libro llegó a mí en el momento justo.
August 7, 2021
Para mí, una buena idea a la que le falta cohesión y profundidad para ser una buena historia. Es cortito y rápido de leer eso sí.
December 19, 2021
"no supimos identificar si el tiempo corrió y llegamos sin estar preparados o se hizo muy largo el viaje y dejamos todo lo que traíamos en el camino, pero llegamos."
Una historia corta y directa, quizás demasiado corta, pero lo justo para sentirse como que has quedado con alguien que hace tiempo que no ves y te cuenta que ha sido de su vida en lo que te tomas algo.
Me resulta muy fresca la forma de escribir y me gustaría leer más de esta escritora.
Una historia corta y directa, quizás demasiado corta, pero lo justo para sentirse como que has quedado con alguien que hace tiempo que no ves y te cuenta que ha sido de su vida en lo que te tomas algo.
Me resulta muy fresca la forma de escribir y me gustaría leer más de esta escritora.
December 24, 2019
¿Suenan acaso los recuerdos? Me gustaría escuchar los de la narradora, porque una familia de músicos debe ser la mejor banda sonora de la memoria.
Simple, bonito, corto.
Simple, bonito, corto.
November 13, 2021
Cortito, lindo y duro por momentos, pero fácil de leer. Admiro la valentía de Manuela para escribir de algo tan íntimo y complejo como la relación entre una madre y una hija que se parecen en todo y a la vez en nada, sobre todo cuando se narra desde la perspectiva de las hijas y se consigue dar esta profundidad a los personajes en solo 60 páginas.
April 4, 2019
Me gustó la premisa, aunque no completamente la ejecución. Algunos pasajes me parecieron innecesarios para la historia y, siendo ésta tan corta, hubiera preferido que el enfoque siguiera en la protagonista o en su madre, y no en la descripción de un apartamento.
El desenlace me gustó bastante, especialmente las reflexiones de la narradora (o bueno, de la misma autora, prácticamente) en cuánto al miedo de elegir un camino diferente al que aparentemente estaba predestinada.
El desenlace me gustó bastante, especialmente las reflexiones de la narradora (o bueno, de la misma autora, prácticamente) en cuánto al miedo de elegir un camino diferente al que aparentemente estaba predestinada.
February 3, 2017
Qué bonita la sencillez de las palabras escogidas para contar esta historia. Al leerla se siente que quien narra también le gusta cantar.
April 8, 2018
Un libro corto que relata los aciertos y desaciertos de una familia compuesta por músicos. Espinal decide plasmar su voz para un público de lectores y no para los asistentes de concierto, es desde la tarima de un escritorio en la que decide redactar para su audiencia.
Trabaja de manera conmovedora la relación con su abuela y su madre, a quiénes admira por costumbre ya que la agitada y lejana vida de los excéntricos músicos es para ella la regla de normalidad. En medio de todo pude sentir esa cercanía, esa frustración y esa alegría cuando uno decide cambiar de rumbo.
Trabaja de manera conmovedora la relación con su abuela y su madre, a quiénes admira por costumbre ya que la agitada y lejana vida de los excéntricos músicos es para ella la regla de normalidad. En medio de todo pude sentir esa cercanía, esa frustración y esa alegría cuando uno decide cambiar de rumbo.
Sonríes y afirmas con la cabeza, retrocedes y cierras la puerta. No sé qué esperas, ni qué espero yo. Tal vez que lo aceptes, que sonrías sincera cuando me ves sentada intentando escribir algo, que estés de acuerdo, que no insistas más. Y tú, tal vez, esperas que yo me rinda que las dos podamos sentarnos a reír mientras recordamos que alguna vez quise cambiar esto que nos tocó.
June 28, 2017
Esta es una historia corta con una narración y lenguaje sencillos. En la voz de la narradora conoceremos a su familia, a su madre y a la tradición familiar de ser cantante, músico y artista. Es la voz de una chica que no desea que se imponga un legado sino crear su propio camino.
Interesante pero no es de mi gusto este tipo de historias, hacia el final me fue gustando más que en el principio (que en muchas ocasiones me aburría)
Interesante pero no es de mi gusto este tipo de historias, hacia el final me fue gustando más que en el principio (que en muchas ocasiones me aburría)
December 26, 2017
En el estilo de Manuela Espinal Solano se asoman por igual el escepticismo y el amor de una hija hacia su madre; el escrúpulo frente a las decisiones tomadas por otros y la admiración por una memoria familiar; el asombro frente al talento y el miedo frente al talento. Tal vez el mayor logro del libro es su falta de grandilocuencia y su sentido mesurado: ese tono austero y perfectamente elocuente con el que tantos escritores maduros sueñan.
December 23, 2019
Es linda la historia y el grado de familiaridad y de intimidad que logra, la escritura es sencilla y tiene una sensibilidad especial para hablar de lo que quiere hablar, pero no me mató. Creo que la tensión se le escapó un poco.
July 20, 2022
Estaba buscando algo ligero para volver a leer, y me encontré esta historia que casualmente es la historia de una madre y sus hijas, de cómo su hija está parada frente a las exigencias y expectativas familiares desde el amor, el recuerdo y la tranquilidad.
May 13, 2023
Me pareció una gran novela corta. Me van a perdonar que les mencione esto pero cuando la terminé recordé de inmediato esa frase que dice Hemingway en Medianoche en París (si, la película):
"Ningún tema es malo si la historia es real. Si la prosa es limpia y honesta y si afirma el coraje y la gracia bajo presión".
Bueno, creo que está obra tiene mucho de eso. Lo que es un gran piropo.
"Ningún tema es malo si la historia es real. Si la prosa es limpia y honesta y si afirma el coraje y la gracia bajo presión".
Bueno, creo que está obra tiene mucho de eso. Lo que es un gran piropo.
March 19, 2025
Ser una hija es difícil. Un buen estreno. Leería más de Solano. Las últimas cinco páginas tenía mucho más energía, no se como describirlo.
January 14, 2021
No me gustó tanto. Tal vez sea un libro de mínimo dos lecturas. O quizás no.
November 2, 2021
Es bonito y se cuenta bonito, pero no me dijo mucho más allá de eso. También es tan corto que imagino que es difícil. Da para una tarde linda, sin mucha más pretensión que eso. Fascinante para haber sido escrito por alguien de 18 años, eso sí. No sé si estoy siendo capaz de una valoración muy justa. Puedo decir que me gustó leerlo.
January 25, 2022
Una breve novela de una autora latinoamericana bastante joven, que publico éste, su primer libro, con 18 años.
Es un libro sin grandes pretensiones, una narración con una prosa que no busca grandilocuencia ni poesía, pero que logra transmitir muy lo que quiere contar. Siento a una escritora que sabe bien sus capacidades y sus límites. Espero que siga publicando para leerla.
Es un libro sin grandes pretensiones, una narración con una prosa que no busca grandilocuencia ni poesía, pero que logra transmitir muy lo que quiere contar. Siento a una escritora que sabe bien sus capacidades y sus límites. Espero que siga publicando para leerla.
May 2, 2017
Un popurrí, sería musicalmente lo que me permitiría definir la experiencia de leerlo, una lista de reproducción inocente, melancólica y de tonos alegres.
July 29, 2021
Quisiera is a fictional account (with strong autobiographical elements) of a musical family that explores questions of heritage, identity, destiny and finding a voice. The narrator is a young woman, the third in a line of talented female singers, struggling with the weight of her grandmother’s and mother’s expectations. Both had tried and ultimately failed to become musical stars, and both now pour their hopes and dreams into her, oblivious to the fact that she does not share them. Early on in the novel, her grandmother wonders, ‘Who wouldn’t want to be famous?’ ‘Me,’ murmurs the narrator under her breath.
Manuela Espinal Solano wrote this deceptively simple novella when she was just eighteen years old, but I'm not sure you would be able to guess that. The characters – especially the narrator’s mother – are impressively full and vivid given the brevity of the book. The story is paced well; the backbone of the plot is her mother’s bid for fame, which gradually builds and then comes to a rather dramatic end.
Structurally the novel is fairly simple. A chronologically linear account of significant episodes in her mother’s life and career, as remembered by the narrator from her childhood, is interspersed with brief sections of family history that form the background to her search for her own voice. Generations of amateur and professional musicians fill the pages with a constant stream of music that seems to haunt the narrator as she gradually comes to terms with her own calling – not as a singer, but as a writer.
Manuela Espinal Solano wrote this deceptively simple novella when she was just eighteen years old, but I'm not sure you would be able to guess that. The characters – especially the narrator’s mother – are impressively full and vivid given the brevity of the book. The story is paced well; the backbone of the plot is her mother’s bid for fame, which gradually builds and then comes to a rather dramatic end.
Structurally the novel is fairly simple. A chronologically linear account of significant episodes in her mother’s life and career, as remembered by the narrator from her childhood, is interspersed with brief sections of family history that form the background to her search for her own voice. Generations of amateur and professional musicians fill the pages with a constant stream of music that seems to haunt the narrator as she gradually comes to terms with her own calling – not as a singer, but as a writer.
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