Hasta el coño de lo trans. Así está Elizabeth Duval. Cansada de ser la jovencísima activista antes que la escritora o la filósofa. Está harta y de ese mismo aborrecimiento nace la rabia que mueve este libro, el último de sus esfuerzos para desprenderse del sambenito de lo trans. Pero esto no es una autoficción ni mucho menos un panfleto que pueda repetirse sin digerir. Después de lo trans es un ensayo visceral y ambicioso que acierta en la médula de las guerras culturales e identitarias de nuestro siglo.
La autora planea sobre lo trans para mirarlo desde la ciencia, la sociología, la estética y la filosofía. Busca su significado y detecta sus límites. ¿Qué es? ¿Un colectivo, un adjetivo, un proceso de asimilación o la vía hacia una utopía sin género? Con una crítica implacable y una prosa afiladísima, Duval analiza estas cuestiones y su utilidad para dar cuenta de la realidad diversa e incongruente de lo trans.
Elizabeth Duval emprende en estas páginas un tour de force intelectual que atraviesa la socialización de género y la noción de autodeterminación. Que analiza la conflictiva relación entre el transactivismo y el feminismo transexcluyente. Que toma posición entre la izquierda cultural y la izquierda neomaterialista. Que atiende a la representación de lo trans en la ficción a través de Veneno. Que se enfrenta a la obra de Paul B. Preciado y a los constantes intentos de legislación. Y, con todo, elabora una obra que no titubea al ofrecer un horizonte colectivo donde quepan la justicia, el amor y los afectos.
Nacida en Alcalá de Henares (Madrid) y criada en Plasencia (Extremadura). Licenciada en Filosofía y Filología francesa por las universidades Paris I Panthéon-Sorbonne y Sorbonne Nouvelle de París. Autora de libros como «Reina», «Excepción», «Después de lo trans», «Madrid será la tumba» o «Melancolía», con traducciones al inglés y al alemán. Pemio ICON Agitación Cultural de 2021, conductora de podcasts como La Noria y colaboradora en medios de comunicación como eldiario.es, La Sexta, o El País.
Muchas —me incluyo— no estarán de acuerdo con alguna de las ideas que se sostienen aquí, pero es un texto irreverente, apasionado e inconformista como pocos. Lucidez argumentativa, estilística y proactiva. ¡Todxs a leerlo!
"Porque es el otro quien nos salva, es el amor lo que nos mueve
Empezar esta reseña diciendo que Duval es una autora joven, trans, lesbiana, filósofa y que fue a First Dates sería un poco como decir que el trabajo dignifica. Que puede ocurrir, quizás, pero esa no es la cuestión. La cuestión es que Duval no escribe este libro desde el placer, sino desde la utilidad: lo escribe para que no le vuelvan a preguntar y le dejen hablar y sobre todo escribir de lo que realmente le interesa.
En cualquier caso, el libro está aquí para nosotres. Podemos ignorarlo, batirnos en duelo o dialogar con él. Muro, guerra, palabra. Aquelles que elegimos la tercera vía, acompañamos a Duval en la construcción dialógica de su concepto del género y lo trans a través de su encuentro con Preciado y sus piruetas filosóficas abstractas, su crítica a la autodeterminación de género como concepto teórico y no ya jurídico, su vivisección de la serie La Veneno o su análisis del género como sistema desde la fenomenología, que implica poner el foco en lo relacional, y de lo trans como significante de un movimiento dentro de ese mismo sistema y para con ese sistema.
Volviendo al comienzo, y aunque no querríamos ser parte de esa etiquetadora industrial añadiéndole a Duval otro rótulo tan falso o verdadero como aquellos con los que hemos empezado, podríamos, desde la provocación pero sobre todo desde el respeto, catalogar no a Duval, pero sí a su libro, como queer, en la media en que la mirada desde la que lo escribe se caracteriza por esa desviación que, lo queramos o no, es una condición de posibilidad de todo pensamiento crítico." Pol Cirujano
Junto con un largo vídeo de la youtuber Ayme Román que os recomiemdo encarecidamente este libro es el mayor y mejor intento por acercar posturas entre las críticas del feminismo transexcluyente y las reivindicaciones de las propias personas trans. Sin embargo, no es un libro complaciente y sabe dar palos cuando corresponde. Para empezar, a las propias terfs, por confundir las condiciones particulares de las personas con los fenómenos globales relacionados con el genero, cayendo en prejuicios indudablemente tránsfobos. Más adelante a la nueva izquierda supuestamente materialista que confunde realidad material con un ingenuo y subjetivo "las cosas tal como las veo". También a las corrientes del propio movimiento trans con las propuestas menos viables, a saber, el transmedicalismo y los/as partidarios/as de la autodeterminación de género como concepto filosófico y no solo jurídico, idea insostenible dado que el género es un hecho social y relacional, nunca individual. Por último, a Paul Preciado, bueno... por ser Paul Preciado. A su vez hay que hablar de la parte propositiva, que es su propuesta de enterrar lo trans como una realidad sustantiva (es decir, que se sostenga por sí misma) y plantearla como algo adjetivo, más íntimo que público e insuficiente para articular un colectivo consistente y homogéneo; así como su defensa de una izquierda democrática, flexible y pragmática capaz de provocar cambios.
Se puede estar de acuerdo o no con lo que Duval dice. Yo comparto muchas cosas y discrepo en unas pocas, pero es innegable que el esfuerzo que ha hecho es muy valioso, filosóficamente profundo y empeñado en tender puentes, lo que dice mucho de la autora y sus ideas.
Este libro aporta todo lo que tiene que aportar a los debates actuales sobre lo "trans" y su lucha contra el sector más visible del feminismo radical y por eso me ha gustado. Ahora, es bastante difícil de entender si no se tiene un conocimiento y una formación previa. A veces me pregunto si de verdad existe el lenguaje divulgativo que llegue a todo el mundo, o si hay temas demasiado complejos como para expresarlos de manera simple.
O cómo hablar mucho (utilizando frases de 15 líneas llenas de palabras grandes) y decir poco (tirando a nada). Me parece muy bien que esté agusto en su condición de mujer binaria, pero me parece que hace un flaco favor al colectivo LGBT casi negando nuestro derecho a sentirnos ni hombres ni mujeres dentro del sistema tanto social como legal.
Sentimientos encontrados. Crec que el llibre en sí és un pupurri d'idees, opinions i contestaciosn envoltades d'una pedanteria que degrada, malgrat que el contingut sigui coherent. La tia en sap, es nota, i ho fa notar. Però sembla que no en sap prou per saber bé, doncs no baixa del seu núvol il·lustrat parisenc i els intents d'apropar-se al lector es limiten a un tracte de tu - que personalment tampoc m'encanta.
A més, acaba essent esgotador que repeteixi constantment la seva desafecció amb tot el que envolta lo trans. Sembla com si escribís el llibre a desgana, fent un favor a tots els seus seguidors o persones interessades.
Tanmateix, el contingut és molt interessant, i el títol revela el que acabes trobant: no és una introducció, sinó voltes de rosca sobre postulats ja coneguts, i on acabarà portant tot això. Amb tot, considero que els últims dos capítols són la part clau del llibre; i l'epíleg el regal que es fa a ella mateixa (i no al lector, com ella clama) al presentar una proposta política de l'esquerra.
Tenía curiosidad por leer este libro desde que se anunció, porque ya había visto charlas y debates de la autora y me interesaba mucho su figura por su precocidad intelectual. En Después de lo trans demuestra que es una fantástica escritora, pues el ensayo está francamente bien escrito, salvo algunas interferencias del francés que detecto porque también lo hablo con fluidez. El libro está dividido en varios fragmentos, aunque el hilo conductor sea la cuestión trans y los debates sobre el género. En este aspecto es un libro muy ameno que ofrece una visión muy particular sobre las identidades trans, y muchas no serían las que más se suelen escuchar desde el activismo.
Quizá el principal problema del libro es también su fragmentación, pues con la lectura he tenido la sensación de que Duval tenía diversos campos de interés y los ha unido como si fuese una antología de artículos. Las partes en las que habla de la Veneno y Paul Preciado son claros ejemplos de esto. Además he echado en falta la confrontación de los argumentos del feminismo transexcluyente, que planea en toda la obra pero no llega a bajar del todo al "barro". Quizá no era su objetivo.
Si pudiéramos empezar con una generalización maliciosa, a modo de diagnóstico, podríamos enunciarla así: a la mayoría de ensayos españoles les sucede que o caminan por la pendiente resbaladiza de una muñeca barroca - repleta de citas, evocaciones y lugares comunes que por fuerza el ensayo tendrá por difícil soportar - o corren el riesgo de convertirse en textos solemnes, cuando no sentenciosos, en los que la seriedad parece endeudada.
Elizabeth Duval (2000, Alcalá de Henares) se ha propuesto escribir un ensayo totalmente erudito, esquivando la muñeca barroca, y totalmente serio, sin apenas rastro alguno de solemnidad. "Después de lo Trans" es su tercer libro y en gran medida leerlo implica una dificultad inicial feliz: la voz que ensaya podría ser la narradora pudorosa de Reina, pero las ideas tratadas no podrían resultar más relevantes.
Bien pronto, en la página 50, la autora afirma que "œQuién habría de hablarnos de lo trans? Tendría incluso a bien decir, si me tiraran de la lengua, que la nueva exigencia que aparece hoy en día en nuestros debates es la otra cara de una máxima aún más terrible, más mezquina. Resumámoslo en la siguiente fórmula: sobre lo que no define la subjetividad propia, hay que callar. Si el campo de los interlocutores sobre lo trans se reduce a aquellas subjetividades que hemos definido como trans, la consecuencia directa también es que esas mismas subjetividades se verán precisamente obligadas a dedicar todas sus posibilidades discursivas a esa cuestió [...]"
Dicho de un modo un poquito más sencillo: las palabras con frecuencia sirven propósitos espurios, como colocar a alguien violentamente en el sitio en el que no estaba. En esa tensión, Duval empieza este ensayo emocionante donde decide discutir con muchísima tensión (la clase de tensión que esperamos de los ensayistas, que aprenden a pensar, como pedía Juan de Mairena, pensando contra algo) y seriedad con teóricas compañeras de viaje.
Sin embargo, este no es solo un texto reconstructivo sobre lo trans, con un vocabulario bien definido y accesible a nuevos lectores. Se propone precisamente reflexionar sobre la izquierda (entre los detalles humorísticos más airados y genuinos está el llamar el Achieving our country de Rorty "una versión refinada" de la argumentación de Bernabé) y sus, me temo, habituales meandros sobre la cuestión.
Pero es aquí donde el libro presenta también un amplio abanico de argumentos que cualquier lectura atenta podrá advertir. El primero presenta una discusión de grupo - con la teoría queer, principalmente, con una lectura detallada y genealógica de Paul Preciado y Judith Butler ocupando algunos de sus pasajes más memorables - y el segundo es un texto, sorprendentemente, heterodoxo y político. Duval defiende que "La izquierda en la que yo creo tiene que bajar de su torre de marfil sin renunciar a aquellas historias o mitos colectivos que sean más eficientes para vehicular uso sentimientos concretos. Tiene que poner en cuarentena a quienes aspiran a susurrarle las soluciones óptimas, fáciles y holísticas para todos y cada uno de sus problemas. Tiene que corregir las desigualdades económicas e incluso enfrentarlas prioritariamente; tiene que hacer bandera de la redistribución, de la fraternidad y de la justicia social, porque incluso los trabajadores homófobos, racistas o fascistas tienen derecho a unas condiciones de vida dignas. Tiene que elaborar una lealtad mayor (sea la de la patria, sea alguna otra todavía por descubrir) para enfrentarse al fantasma posible de una derecha que intente hacerse con la voz y el voto de los excluidos, los marginados, las víctimas de la globalización y de la crisis. Tiene que ser, después de la debacle, una izquierda más materialista que cultural: tiene que dar la batalla económica e incluso, si se me permite la cita a Santiago Alba Rico, ser ÿrevolucionaria en lo económico, reformista en lo institucional y conservadora en lo antropológico"
En ocasiones ácida (hay unas adjetivaciones muy divertidas marca de la casa), Duval ha ido escribiendo precisamente para comprender argumentos, deshacer mitos variados y colocarse - esta vez, sí, voluble y dubitativa como una gran ensayista - ante las dudas que la cuestión somete a su propia reflexión y lugar.
Hay todavía muchas otras cosas que comentar de este libro difícil, exhaustivo y bello, pero tal vez decir que es mi libro favorito de la autora es la más caprichosa (y también) la más importante por ahora.
Creo que en este libro se hace un esfuerzo muy importante por desmontar algunas preconcepciones equivocadas de lo que se conoce como 'teoría queer' y las caricaturas que se han construido a su alrededor (especialmente, aquella que sostiene que se establece que el género es una cuestión voluntarista); también por tender puentes con otras corrientes dentro del feminismo que en los debates virtuales (no sé si realmente tendrán más trascendencia fuera de twitter) siempre se dibujan como figuras antagónicas. Me gustó mucho este párrafo:
"El origen del género es material, pero el género en sí mismo no lo es: el género surge por necesidad de una materialidad primera, por una determinación ciertamente biológica (que parte de una realidad del cuerpo a partir de la cual construir la ficción, a él relativa, el sexo) y entra inmediatamente en el terreno de lo simbólico, lo lingüístico, lo convencional; se desliga y desvincula de la realidad material que lo precede y lo provoca. Una mujer no es violentada en la calle por tener vulva; una mujer es violentada en la calle por la imaginación, la mirada que se proyecta en ella y la imagina como ese sujeto receptor y pasivo".
Me gustó mucho porque en este párrafo -y en otros muchos más del libro- se introduce la relevancia del lenguaje en nuestra existencia y cómo es a través de él la forma en la que establecemos nuestra manera de estar en el mundo, que aunque no se comente en el libro, tiene mucho que ver con la perspectiva conductista (especialmente, la radical) dentro de la psicología y con el análisis de conducta. No se trata de que seamos un 'mero' producto de cadenas de estímulos y respuestas, sino de entender que la conducta es el producto de la interacción con un contexto dado; que aprendemos a relacionarnos según las consecuencias que tengan nuestros actos y los de los demás, y dado que nos encontramos inmersos en comunidades verbales, es a través del lenguaje la forma en la que aprendemos a comportarnos 'genéricamente diferenciados' (como también aprendemos a comportarnos así en el resto de ámbitos que van más allá del género). Y si bien puede ser cierto que esta diferencia surge de lo que se ha asociado con un fenotipo concreto de cuerpo, llega un momento en el que la asociación ya no requiere de ese referente y se mantiene en términos, si lo queremos decir así, simbólicos.
También me gustó mucho la idea de que no hay un único sujeto trans para representar a todxs y que ocurre un poco lo mismo con las mujeres, aunque sean muchas cosas las compartidas; me quedo con el término de identidad estratégica.
Hay otras cuestiones que no me terminan de convencer, pero que me gustaría seguir pensando en ellas; de cualquier forma, aunque puedas no estar de acuerdo al 100% con este texto es un texto que se disfruta leyéndolo. Elizabeth tiene una forma de escribir muy bonita, que engancha; sin duda en mi lista de próximas lecturas estarán sus novelas.
Un placer leer nuevamente a Duval, este es un ejercicio de liberación pasando la página. Siendo un completo outsider respecto a la teoría —o teorías— de género, creo que la autora ha hecho un trabajo excepcional en sintetizar posturas contrarias y desconocidas para un lector que no busca el lugar común de la simple divulgación. Especialmente interesante el mostrar cómo aproximarnos a un concepto definitivo de lo trans resulta imposible por su misma inquietud o fluidez.
Un libro que abre preguntas más allá de la simple respuesta dicotómica. Me ha dejado un puñado de reflexiones que seguro me acompañaran a lo largo de la vida respecto a políticas públicas, falacias estadísticas, y discursos que promueven el odio.
«Porque es el otro quien nos salva, es el amor lo que nos mueve. Impidamos, en definitiva, que lo que nos queda de mundo se deshaga. Amén»
mis dieses a elizabeth si es que puede leer la reviú teniendo yo la cuenta privada, va a costar mucho escribir algo sobre el tema más determinante y más ineludible en los debates que el último capítulo, y la especie de oda whitmaniana del epílogo me pareció emocionante de veras
La postura adoptada por la autora en cuanto a lo trans me resulta muy razonada y honesta. Este libro analiza la cuestión trans desde el punto de vista histórico y cultural. Su elocuencia de pensamiento hace que sea muy ameno, sin realizar divagaciones hacia cuestiones que se salen de la temática tratada.
En realidad sería algo así como un 4.5, porque hay argumentos de Duval que no compro del todo pero que, a la vez, tampoco me siento capaz de rebatir, supongo que porque al fin y al cabo mi visión de «lo trans» es y será siempre la de alguien externo a esa realidad. Pero me ha encantado el tono, el enfoque combativo (yo también he llamado a Paul B. Preciado «señoro» en alguna que otra ocasión) y, sobre todo, ver que alguien tan joven es capaz de producir un texto tan brillante. Tengo muchas ganas de seguir leyéndola, y de echarle un vistazo a la ficción que ha publicado. ¡Grande Elizabeth!
Es impresionante todo lo que despliega y cómo lo hace. Tenemos al claro relevo, estilísticamente hablando, de Javier Marías, así que ya es hora de que este se retire.
Un gusto de libro que te permite estar de acuerdo con la autora o no. Es fácil encontrar el espacio de disentimiento en unas líneas tan bellamente escritas.
Cinc de cinc perquè és un llibre que cal llegir per a entendre aspectes claus sobre tot allò que envolta a "lo trans". Però també cal llegir-lo per les seues crítiques a Paul B. Preciado o a l'esquerra espanyola, encertades, en molts punts. Duval perfecta, com sempre.
No se siento con la capacidad de opinar con argumentos sobre este libro, mucho que pensar y reflexionar, desde luego Elizabeth ha sabido darme un discurso muy distinto a muchos de mis autores de referencia y me ha dejado pensado bastante sobre muchos temas como por ejemplo la ley trans
Interesante ensayo que, desde la filosofía, la sociología y la política, aborda el concepto de "lo trans" en el siglo XXI, así como de las diferentes problemáticas que lo entrecruzan actualmente: las disputas dentro del movimiento feminista ante las recientes oleadas transexcluyentes, los conflictos en el seno de la izquierda entre posicionamientos de corte más materialistas y otros de corte cultural o la representación en producciones mediáticas de un relato único de un colectivo tremendamente diverso a través del caso de la reciente serie dedicada a La Veneno. El libro no ofrece respuestas directas, sino que se mueve en círculos avanzando por todos estos temas, con capítulos que se pueden leer de forma independiente. En general es un ensayo asequible, aunque de lectura pausada por la gran cantidad de información que ofrece y el rigor en el desarrollo de sus razonamientos. El capítulo más complicado, en mi opinión, es el dedicado a analizar las tesis del filósofo Paul B. Preciado, del cual no he leído su obra.
Quizás hubiera deseado algo más de claridad en algunos momentos del texto, pero el capítulo final sirve para resumir y exponer de forma más directa las tesis apuntadas en el resto del libro y ofrecer una definición precisa de "lo trans" desde una propuesta conceptual y teórica. El epílogo funciona homologamente para rematar con los posicionamientos políticos y prácticos de la autora. Lo recomiendo para toda aquella persona que busque un ensayo riguroso y bien argumentado sobre el tema, que se atreve a enfrentarse cara a cara con muchas de las problemáticas que entraña actualmente.
Está muy bien pero no es para nada accesible. Y creo que a veces expresa ideas sencillas de manera compleja para que parezcan más verdad. No estoy nada de acuerdo con lo que dice sobre cómo entiende el mundo material, el mundo de las ideas y el origen del género. No creo que el género sea meramente simbólico, lingüístico o convencional porque nada lo es per se (en mi humilde opinión y la de Silvia Federicci y Marx jajajajaj (qué sobrada)) sin su origen material, que determina las condiciones de vida de las personas y los constructos sociales que las rigen también. Pero bueno, hace reflexiones súper súper valiosas y a tope con todo lo demás.
Librazo. Hace mucho tiempo que no cojo un ensayo con tantas ganas y no he parado de subrayar. Se agradece que haya varios capítulos y subsecciones porque hace más fácil la lectura. Algunos puntos no los acabo de entender por falta de formación filosófica pero, aparte de eso he podido seguir lo demás y percatarme de críticas que hace la autora a cosas que había pasado muy por alto (un ejemplo, la serie Veneno).
Lo recomiendo muchísimo y más si has leído las tonterías transexcluyentes de Ana de Miguel y cía, que son pa mear y no echar gota (sí, las odio).
Escribe muy bien Elizabeth Duval, lástima que en el plano de las ideas no esté de acuerdo, sobre todo en cuanto al tema de lo "no-binario" y su crítica a Preciado, me parecieron ideas bastante conservadoras en el fondo. No pasa nada, espero que haya alguien más inteligente que yo que escriba sobre mis dudas y por fin sabré si yo soy tonto o este libro es, en efecto, poco innovador. Un placer de leer, eso sí.
Un estat de la qüestió de "lo trans" a Espanya i un grapat de bones idees. A més, l'anàlisi de les posicions de l'esquerra espanyola i la comparació Rorty-Bernabé, la revisió de les posicions terfes i la crítica a Veneno demostren la posició d'Elizabeth (o Lys per a qui, sense conèixer-la personalment, ens considerem amics) com a referent per a molt_s.