Después de superar los traumas físicos que el ataque le dejó, Naia debe empezar a superar los traumas psicológicos, recuperar su vida y atar los cabos sueltos. Con una desaparición y un caso serial por resolver, poco a poco descubre que es víctima de una despiadada venganza, que la llevará a reencontrarse con su pasado y a darse cuenta que existe una maldad pura, que aún reside en ella.
Para ser honesta la parte final de esta trilogía de suspenso/terror me ha logrado gustar más que sus dos antecesores.
Con un inicio bastante tranquilo y más considerando el final del segundo libro, su escritora nos envuelve nuevamente en la historia de Naia quien a mi parecer en este libro resultó todavía más interesante. Llena de momentos que te ponían la piel chinita, con descripciones perturbadoras y algunas muy gráficas que provocaban terror, pero que sin duda he disfrutado por completo, convirtiéndose en mis favoritas.
La pluma de su autora la sentí todavía más ligera en este libro, solo tuve que adaptarme a la historia para sentir como sus páginas se iban como agua y no podía soltarlo y menos cuando las escenas se tornaban terrorificas.
Si bien, he disfrutado las descripciones y la pluma de su autora, si tuvo un detalle. Y más entrando al final, en donde dos capítulos cuyas descripciones de un trayecto me parecieron confusas, llegando a cansarme mientras lo leía. Trate de leerlo dos veces pero realmente no pude conectar con esa parte y fue una lastima ya que era parte del final.
Revelación fue el cierre perfecto a una trilogía de suspenso/terror que disfrute por completo. Cuya forma de escribir de la autora hizo tan amena su lectura, descripciones que me resultaron fascinantes. Y no dejemos de lado ese final impactante que me dejó la piel chinita.