Una novela gráfica sobre los dramas de la vida moderna donde se entremezclan feminismo, maternidad y sexo en clave de un humor irreverente
La expresión «mala leche» generalmente indica que alguien está de mal humor. Su origen se basa en la antigua creencia de que la leche con que se amamantaba influía en el carácter. Nani (alter ego de la cómica Henar Álvarez) es una joven y atribulada madre primeriza que sufre pequeñas explosiones de ira. ¿Los motivos? Un deseo sexual no resuelto, el miedo a la muerte, los machismos encubiertos o el sentimiento de culpa por no ser ni la madre ni la esposa perfecta.
Entre sueños húmedos, camisas de lactancia y chats clandestinos de Telegram discurre esta novela gráfica provocadora y costumbrista, salpicada de humor negro y libre de tabúes.
Henar Álvarez (Madrid, 1984) es una de las voces más visibles e interesantes de la comedia actual. Además de dirigir el pódcast El olimpo de las diosas, junto con Judith Tiral, presenta, con Manuel Burque, Buenismo bien y colabora en Estirando el chicle y el Late Xou con Marc Giró. Ha sido también presentadora de Esto es un late (Prime Video), junto con el popular streamer Míster Jägger, y del pódcast 2 rubias muy legales, junto con Moderna de Pueblo. En 2023, la revista Forbes le otorgó el premio a la mejor podcaster como creadora de contenido, tras recibir tres nominaciones en los Premios Ídolo como Creadora digital del año, Mejor Pódcast y Conciencia Social, que fue el que acabó llevándose. Su discurso y su firme defensa de los derechos de las mujeres, junto con su irreverente sentido del humor, la han propulsado a lo más alto del panorama del entretenimiento cultural. En 2020, publicó la novela gráfica La mala leche (Planeta), ilustrado por Ana Müshell, que fue un éxito arrollador.
Tengo que reconocer que como fan de Nani este libro me ha decepcionado un poco. Las que la hemos seguido semana tras semana en buenismo bien y otros proyectos a duras penas encontraremos algo novedoso en la novela gráfica, que por otra parte está muy bien ilustrada y se lee de una sentada.
Amena, macarra y muy explícita, como la propia Henar, aunque con un final agridulce que no termina de encajar.
Me compré «La mala leche» después de escuchar una entrevista de Marc Giró a Henar Álvarez en la radio, y de seguirla un tiempo en Instagram. En la entrevista me pareció una persona muy ocurrente, y en algunas de sus publicaciones en IG y de sus intervenciones en diversos programas de radio, también.
El libro en sí me ha parecido pasable. Tampoco esperaba nada profundo, y para hacer una lectura ligera y amena, pues está bien. Tal vez, esté dirigido a un público femenino más joven, o a madres recientes, por algunas de las reflexiones que hace sobre la maternidad, la gestión del deseo, la revolución hormonal que vivimos durante el puerperio, que nos tiene idas —pero idas del todo, lo juro—; pero a mí ahora, pasados los cuarenta y con dos hijas adolescentes, me ha parecido simpático y ya está.
No es que no lo recomiende, ni mucho menos; pero insisto en que puede resultar mucho más rompedor para mujeres jóvenes, en los veintimuypocos, y para mujeres que acaban de ser mamás y están que no saben muy bien ni dónde.
Tiene algunas conversaciones en las que, además de todo ese cuestionamiento del deseo tras la maternidad, se tocan otras cuestiones relacionadas con el patriarcado y que, para ir descubriendo el feminismo están interesantes. Me planteo en dejarlo por aquí para que mis hijas lo lean dentro de un par o tres de años, porque para ellas puede resultar más rompedor que para mí.
Lo que más me ha gustado ha sido el epílogo, en el que Henar explica su propia relación con su cuerpo, con su deseo y los motivos que le han llevado a escribir este libro.
En La mala leche Henar Álvarez habla sobre las relaciones y la vida en pareja sin tapujos. Así que nos encontramos con situaciones cotidianas en las que el machismo hace acto de presencia, y con las que la protagonista tiene que lidiar. Pero también aborda con naturalidad las fantasías y el deseo sexual desde un cuerpo que está pasando por la maternidad (lactancia). Todo ello aderezado con una buena dosis de ese humor que busca provocar la carcajada y que hace que disfrutemos de la lectura. Me han parecido interesantes las reflexiones que realiza acerca de nuestra falta de referentes como mujeres y el concepto de ‘admiración’ que nos lleva a buscar parejas de mayor edad, proyectando en la otra persona el ideal que realmente queremos alcanzar de nosotras mismas. Creo que es una novela gráfica que merece la pena leer y en la que la voz de Henar se fusiona de la mejor manera con la parte de ilustración de Ana Müshell, que también es una delicia.
No sé por qué no me ha gustado. Me lo he leído de una tirada y, si bien es cierto que me ha sacado alguna risa, en general me ha parecido incómodo y en algún momento casi rozando el mal gusto. De todas maneras creo que le tengo que dar una segunda oportunidad, no sé bien por qué, pero creo que algo me ha quedado por captar, tengo esa sensación.
Sobre la admiración en el deseo y la seducción. Ser objeto o ser sujeto del deseo, que pueden ser compatibles. Se respira Nani en estas páginas, tanto en las reflexiones más feministas como en las ocurrencias cómicas sin filtro.
Pura Henar. A través de su descarado humor nos habla de su propia experiencia con el deseo sexual y la maternidad. Sin filtros, como es ella. Y con ilustraciones geniales de Ana Müshell.
Para mi gusto se ha quedado algo corto de contenido, pero se disfruta el ratito que lo lees.
La autora ha logrado transmitir la real infinidad de sensaciones que una mujer puede vivir a lo largo del día a día. Impregna el texto con un sentido cómico que hace que la historia sea muy amena.
Ana colabora mediante ilustraciones y situaciones con un gran sentido del humor y sin pudores, con una clara transparencia en sus intenciones.
Todos los contextos retratados son muy cotidianos y permiten al lector adentrarse en cada situación sin esfuerzo.
He devorado las páginas del libro, me he reído mucho con ciertas situaciones y también me he visto muy reflejada en algunos momentos. El sentido del humor y las ilustraciones hacen que sea una lectura ligera y muy divertida.
No había leído nada ilustrado por Ana Müshell y me ha gustado el detalle del color en la novela y lo bien definidos que están los personajes, que a quienes conozco distingo quiénes son. Por otro lado la historia es amena y divertida, escucho a Henar en Buenismo bien y en 2 rubias muy legales y la oía en mi cabeza su tono de voz cuando su personaje hablaba. Lo que buscaba es algo entretenido y ligero y lo ha conseguido, así que le doy 5 estrellas.
Anoche no podía dormir y estuve viendo la entrevista que Jordi Évole le ha hecho recientemente a Henar Álvarez. En un momento dado mencionaron este librito, que yo no conocía, y me dije que tenía que echarle un ojo. Al ser una novela gráfica no muy larga lo he despachado en una hora, lo que anímicamente le va a venir de lujo a mi espíritu lector, que está algo bloqueado este mes de febrero.
«Es una obra autobiográfica, aunque no literal», explica la propia Henar en el epílogo. En ella, explora el paradigma del deseo femenino y qué papel desempeña este tanto en lo privado como en lo público, en lo social. «Darme cuenta de que yo no era un objeto de deseo, sino un sujeto que desea ha sido un largo camino, y aún no estoy segura de haberlo terminado de recorrer».
Personalmente, me identifico con muchísimas de las cosas que expone Henar como mujer millenial, ya no solo en este libro, sino en sus podcasts y redes y en cada intervención pública que hace. Me hace muy feliz y a la vez me tranquiliza mucho que esté ella ahí para decir estas cosas, para hacer que el mensaje llegue y cale hondo en las mujeres de nuestra edad, sí, pero también en las que son mayores y quizá nunca se pararon a pensar por qué las cosas eran como eran (o son como son) porque sencillamente no tenía sentido darle vueltas a algo que no parecía que fuera a cambiar, y por supuesto en las más jóvenes, para que entiendan de dónde venimos, lo que hemos ganado y lo que todavía falta por conquistar.
Me ha gustado mucho. El humor, las tramas, la manera de reflejarlo... es todo muy Henar.
Hay viñetas que reflejan mensajes que no comparto y otras con las que se me ha escapado en alto un "dilo reina". El capítulo 3, por ejemplo, me ha parecido una obra de arte, ya solo con el título "Dios es un señoro" me atrapó.
Lo recomiendo mucho. Al ser una novela gráfica te la terminas en un ratito y es muy divertida.
Me ha encantado, me he reído mucho y lo he leído con la voz de Henar (lxs que la sigáis me entenderéis). Es ella en estado puro. Un comic para reirse y desconectar con transfondo feminista y muy muy explícito.
No puedo negar que es gracioso y que se lee de una sentada. Pero en general no me ha gustado, la historia me parece que salta de una cosa a otra aunque tenga nexo de unión y no he terminado de pillar el humor. Eso sí, las ilustraciones de 10
No entiendo la finalidad del libro: ¿quiere hacer un alegato en contra de las parejas tradicionales o quiere justificar la infidelidad dentro de una pareja por la monotonía? Muchos frentes abiertos y pocas respuestas
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Feminismo, maternidad y deseo sexual femenino. El epílogo me ha encantado. Me ha costado pillarlo al principio pero luego mejora bastante y le coges el rollo.
Refleja todas las contradicciones que sufrimos las mujeres por las tradiciones y costumbres que estamos obligadas a sentir. Te hace pensar en muchas cosas sin tener que haber vivido o vivir lo que la historia cuenta. Me ha gustado mucho.