Pito Balmaceda y Alberto Larraín, amigos inseparables de toda una vida, protagonizan, en compañía de su memorable entorno familiar y social, esta palpitante novela de la serie Barrio Alto. En el regocijo de su situación de privilegio y arropados por la seguridad que les da su pertenencia a la elite que ha dominado el país por generaciones, la incertidumbre social suele resbalarles. A esta constelación cerrada, endogámica y siempre igual a sí misma, por lo general, no le afectan mayormente los procesos sociales, por distantes y también por la certeza que siempre terminarán absorbidos a su favor. Pero esta vez hay algo distinto; el estallido social de octubre de 2019 ha conseguido perturbar su tranquilidad y desdibujar sus horizontes.A pesar de la tregua que trae el verano, que parece pacificar los ánimos apocalípticos, y que todo continúa inalterable en los balnearios de Zapallar y Cachagua, la amenaza del nuevo estallido en marzo y las noticias de la pandemia consiguen el ambiente perfecto para que Pito Balmaceda decida romper su mundo y poner a la venta todo lo que tiene.La venta y el desapego de sus pertenencias provocará el acercamiento de muchos personajes, muy familiares a los lectores, desatando una trama inquietante y conmovedora, plena de humor y profundidad para bucear el fondo de nuestra convivencia. Una vez más Elizabeth Subercaseaux reafirma su reconocimiento como una novelista clave para entender la sociedad chilena.
Periodista y escritora. Ha trabajado como reportera, entrevistadora, articulista y columnista en Cosas, Apsi, Master, Caras, El Sábado, La Nación, Cuadrenos Cervantes (Madrid), Diario Al Día (Philadelphia), Ocean Drive y Vanidades Continental (Maimi). Fue profesora de la Escuela de Pedriodismo de la Universidad de Chile. Ha sido corresponsal de la BBC de Londres y las revistas Semana (Colombia) y Crisis (Argentina). Es autora de libros periodísticos, de humor y literatura. Actualmente vive en Pennsylvenia, Estados Unidos
Esta cuarta entrega de la serie Barrio Alto se centra en el personaje de Pito Balmaceda. En las primeras páginas pensé que no había sido una buena idea convertir la trilogía en una tetralogía. No se veía por dónde. Pero a poco andar, tal como ya me ha pasado con otros libros de Elizabeth Subercaseaux, la historia me atrapó. Ambientada con el estallido social y la pandemia de fondo, los personajes de Pito y Alberto nuevamente se presentan como figuras reconocibles, bien estructuradas y coherentes en su desarrollo.
Se ratifica el carácter de los personajes principales y de algún modo evolucionan al ver transformarse el mundo en que viven y advierten cómo ellos también van transformando su visión de las cosas, muchas veces sin saber qué hacer al respecto, elucubrando posibles desenlaces, evidenciando sus miedos y el impacto de esos cambios en sus vidas.
El final a lo Scarlett O'Hara puede dejar gusto a poco, pero creo que estuvo bien; es consistente con la historia. Como diría Pito: "Vale la pena leerlo, huevón".
No sabía que era una saga y lo llevé porque me llamó la atención en la librería con otros 3 libros chilenos sobre momentos distintos de Chile.
Me encantó. Atraviesa cosas que uno piensa “tal cual, fue así” con cosas que son tan extrañas y ajenas como la situación de vender un helicóptero.
No me encariñé tanto con los personajes, y si con la famosa casa espantosa, pero quizás es a propósito porque todo el tiempo uno está sintiéndose incómodo, como en “esa época”. También es refrescante leer algo tan actual. El final, esplendido. Varias veces me dieron ganas de compartir el libro con mi familia en Argentina para que entiendan un poco lo que se vivió.
Me gustó bastante no había leído libros de esta índole anteriormente le di una oportunidad y no me decepcionó me hizo reír bastante fue una lectura muy agradable