Entre las aguas del Egeo, en un tiempo ya olvidado, se alza la gloriosa Creta del originario rey Minos. El pueblo que la habita, próspero y pacífico, se mantiene al margen de un mundo cada vez más violento. Hasta ahora. Cuando Starn, hijo menor del minos Sear, regresa al palacio de Cnosos tras una larga ausencia, comprueba que la placidez que recordaba se ha convertido en desconfianza. El peligro acecha a su alrededor: los piratas aqueos amenazan las rutas marítimas, intrigas y traiciones se afianzan entre las sombras laberínticas del palacio y una profecía anuncia el fin de la dinastía del minotauro. El destino es inexorable. Todo se precipita. y Starn tendrá que elegir entre permanecer en Cnosos o seguir a su hermano Partolón en la búsqueda de un nuevo hogar. Y, mientras tanto, desde la distancia, la brisa sopla en susurros; es la llamada de una tierra durmiente que espera ser despertada: Lerna. Ambientada en la lejana Edad de Bronce, Lerna. El legado del Minotauro, aúna dos grandes historias llenas de mitología: la Creta minoica, de cuyas leyendas se apropió la Grecia clásica, y los mitos fundacionales de Irlanda recogidos en el Libro de las Invasiones. Una épica odisea que rebosa aventuras y emociones; y que, en torno al gran viaje de los Hijos de Partolón, jamás antes abordado en la literatura, nos transporta a lo más profundo del ser humano.
Parecía difícil unir la mitología griega con la irlandesa pero hay escritos que así lo detalla, y es que el mundo no acababa en el estrecho de Gibraltar. Me ha gustado la parte en la que se describe el palacio cretense. La presencia de la mitología tanto griega como irlandesa. Lerna es fabulosa, es fascinante ver cómo al mismo tiempo que la trama avanza, ella también evoluciona, como poco a poco va cogiendo protagonismo hasta ser el motor por el que todos los personajes actúan. Me gusta sobre todo el personaje de Starn, como empieza siendo una persona que parece que no tiene preocupaciones, para ser una persona que dirige su vida, que toma decisiones y que sí demuestra todo lo que ha madurado, y la manera que tiene de expresar sus sentimientos y pensamientos, tan contrapuesta con la de su hermano Partolón. Gracias a esta novela he sentido más ganas de leer el Libro de las invasiones donde se explica parte de la mitología céltica. --
Como el buen mito fundacional que es, Lerna es un relato lleno de magia y poesía. Javier Pellicer, convertido en un moderno Virgilio, narra un viaje fantástico desde el mediterráneo hasta los mares del norte, conectando tradiciones dispares, pero con elementos comunes. El ocaso de una civilización que, sin saberlo, despierta a otra. Poniente y levante, norte y sur, dualidades que bien conocemos en la península. Iberia, mediterránea, y Celtiberia, norteña. En esta novela se repasa lo mejor de ambas tradiciones, de manera que aprendemos a ver sus diferencias y similitudes. Más allá de la historia, apasionante, de las mitologías, atractivas, y de los personajes, complejos y bien definidos, Lerna ofrece un sinfín de reflexiones sobre el ser humano, y este aspecto, personalmente, me ha encantado. Alejado del maniqueísmo, Javier nos muestra las diferentes escalas de grises que habitan en cualquier alma humana. El odio y el amor, el deseo de supervivencia y el de acabar con el "otro", la tradición y la ruptura...
Un libro extraño, aunque me ha gustado bastante, sobre todo el comienzo. Su final me ha dejado con la sensación de que faltaba algo, como si después de la larga lectura me faltara una conclusión de por qué me han contado esta historia. El autor parte de una leyenda mítica para narrarnos la primera invasión de Irlanda recogida en el Libro de las Invasiones. Con ella da vida a Partolón, príncipe heredero de Creta, y a sus hermanos (sobre todo a Starn) y demás familia que nos lleva desde la Creta minoica hasta una desconocida Irlanda a través de un gran viaje por mar en el que conoceremos la cultura argárica (de Almería) y los oestrimnios de Galicia. Como si de una Odisea se tratara en la que no faltan intrigas políticas, profecías, aventuras, traiciones y luchas, el viaje a Irlanda se plantea como una Ítaca inalcanzable, un nuevo reino en el que comenzar de cero. Toda la narración supone un ciclo vital que se repetirá a lo largo de los tiempos.
Muy original esta mezcla de mitología griega cretense con la fundación de Irlanda, pero me ha parecido bastante soso, ni los personajes ni la forma de narrar del autor me han llenado.
Igual es que esperaba más aventuras, o no era mi momento...