Una novela violenta y vertiginosa, absolutamente adictiva, que habla de rabia y reparación, de venir del lugar equivocado, de fútbol y delincuencia, de peleas y rencor perpetuo.
Amador es el consejero y número dos de la facción criminal de Lokos, el grupo ultra del FC Barcelona. Extorsionan, pegan palizas por encargo, mueven droga y destruyen a bandas de traficantes o ultras enemigos. Su kapo es Alberto Cid, alias el Cid, un psicópata catalán sin alma ni escrúpulos. Amador y el Cid, legendarios skinheads neonazis del gol sur durante los ochenta y noventa, fueron inseparables durante años, hasta que algo les separó. Amador acarrea muchos secretos, y el mayor de ellos es su homosexualidad. César «Jabalí» Beltrán fue rugbista y ahora se gana la vida vengando por encargo a víctimas de pederastas y atropelladores en fuga. Un secuestro, una redada y un botín desaparecido hacen que la vida de César y la de Amador se entrecrucen, con resultados imprevisibles para ambos.
Kiko Amat (1971) nació en Sant Boi de Llobregat, en la periferia barcelonesa. Su padre era rugbista, y su madre, auxiliar del manicomio local. Abandonó los estudios a los diecisiete años para ser mod, cleptómano, disquero, cajero en McDonald’s, operario de cadena de montaje en Seat Martorell, vigilante de camping, cartero comercial y camarero de un gran hotel.
Ha publicado las novelas El día que me vaya no se lo diré a nadie (2003), Cosas que hacen BUM (2007): Rompepistas (2009), Eres el mejor, Cienfuegos (2012), Antes del huracán (2018) y Revancha (2021). También es autor de tres libros de no ficción, Mil violines (2011), Chap chap (2015) y Los enemigos (2022).
Escribe regularmente para El País y El Periódico, codirige el festival Primera Persona en el CCCB y coconduce el podcast Psycholand
"Revancha, el nuevo libro de Kiko Amat, es uno de aquellos libros que te dejan sin aliento, literalmente, y creo que puedo decirlo con toda sinceridad. Y es que han sido muchas las ocasiones en que leyendo las diversas escenas del libro particularmente duras —no sólo por violentas: por dramáticas y demasiado reales— he tenido que lanzar un bufido de pesadumbre e incredulidad ante lo que leía, o cerrar los ojos en un gesto de dolor. Como si en vez de estar leyendo ficción estuviese viendo un reportaje televisivo sobre algunos de los muchos dramas que hay en el mundo. Porque en Revancha hay violencia, sí, pero también hay mucho dolor, de aquél que nace y se sufre ya desde la infancia y te marca como un mal estribillo: nunca te olvidas de él, aunque lo odies. Y esa violencia y ese dolor del libro nos interpelan, preguntándonos: ¿se puede, si todo lo que se ha vivido, sentido y visto ha sido malo, salirse de eso y hacer las cosas —como mínimo— bien, diferente? ¿O nos es más fácil seguir el camino marcado? Y aunque queramos cambiar, ¿podemos hacerlo? ¿Está ya todo escrito? Un libro cuyo argumento sea quizá más verosímil, posible y cotidiano de lo que podamos y queramos creer." Xavi Ceresuela
Me ha fascinado. Me costó un poco entrar en la trama quizá a causa del argot (que me ha parecido un poco excesivo en algunos puntos), pero una vez lo hice ya no podía soltar el libro. Es una historia muy dura, muy cruda, que no escatima en describir con sordidez la violencia. Pero, de alguna extraña manera, es también una historia llena de amargura, de nostalgia, de ternura. Creo que es un libro muy difícil de recomendar, de esos que amas u odias, y yo sin ninguna duda me quedo en el primer grupo.
Este es el primer libro que leo de Kiko Amat después de haber leído unos pocos prólogos escritos por su mano y haber escuchado Psycholand (podcast que me alegró el confinamiento).
Revancha me ha parecido una novela super frenética, a la par que atmosférica y llena de detalles (el primer capítulo se te queda grabado en la mente). Sus personajes son, simplemente, los malos de la peli. He tenido reminiscencias de las primeras películas de Winding Refn, personas que viven en un mundo oscuro y ultraviolento dentro de nuestro mundo, su mundo.
Revancha es esa pelea callejera en la que no queremos participar por si nos pasa algo pero que no podemos dejar de mirar. Asistimos al morbo de la violencia pero no es tan simple, el autor pone nombre a los contrincantes y nos cuenta de dónde viene esa rabia que los enfrenta.
En una charla con Ricardo Moya en el El sentido de la birra, Kiko Amat dice que, en lo que se refiere a la literatura, le interesa más el papel del deshauciador que el deshauciado. Creo que con este libro ha conseguido sublimar esa fascinación morbosa que compartimos por la villanía, la maldad y la violencia. Vaya librazo, chapeau!
He xalat molt en este llibre, mai havia llegit un llibre en tanta violència i m'ha agradat. I algunes escenes son 🥵🥵💦💦 Ara fck vox i fck nazis i fora feixistes
3.75 No sé si subiré la puntuación a 4, la verdad es que me gustó más Antes del huracán, pero Revancha la he leído tan adrenalínicamente que siento que necesito esperar a ver cómo me sienta.
Mai vaig pensar que em podria agradar un llibre així, ple de violència grafiquíssima (i gratuitíssima), de skins i boixos nois i fatxes i homòfobs, i les mil redundàncies... Però també és un llibre ple d’amor intens, de vides frustrades i desitjos incomplerts. Encara em sorprèn com és possible que Kiko Amat m’hagi fet empatitzar amb els seus personatges principals!
Afilada, dura, metálica, violenta, fuerte. Te rompe. Y te hunde. Y te saca de ese agujero después. Como un martillo. No es un libro bonito; es sencillamente la mejor novela que he leído en mucho tiempo.
El final decae un poquito y es molt pesat con lo de las nursas clepsas etc pero la ultraviolencia es muy entretenida, siempre se ve en el cine pero es la primera vez que la leo en novela Entre tanta masculinidad frágil podría haber resaltado algún personaje femenino reseñable la verdad
Que maravillosa sensación cuando crees que un libro te va a gustar, te decides a hacerte con él y no solo te guste sino que te encante. Esto es lo que me ha pasado con Revancha, el primer libro que leo de Kiko Amat.
Más que la historia, lo que me ha cautivado es como el autor la cuenta. Es una novela muy violenta, violentísima, pero Kiko Amat es capaz de emocionar, de tocar la fibra al hacernos ver como sus personajes llegaron a ser lo que son. Cada flashback son joyitas que se encuentran repartidas a lo largo de la novela.
No es una novela redonda, a mi personalmente el final fue lo que menos me convenció, pero disfruté muchísimo leyéndola y me hubiese gustado que hubiese durado 100 páginas más.
Avere això és un novelot fortíssim, personatges molt ben construïts i domini de la tensió i de la trama a tope, violència màxima, força maxirula i tendresa, ASCO i no redempció, ole ole i ole; ara, no entenc aquesta mania de recrear-se en la narrativa barroca i descriptiva, a mi m'allunya màxim i em separa del llibre i he de fer un esforç per seguir. És una patillada màxima: però diria que hi ha algo com generacional en aquesta manera d'escriure; en retorçar les frases i el lèxic per demostrar que en saben molt, i que crec que els juga a la contra.
I fins aquí la meva crítica patillera d'un novelot brutal del Kiko Amat. A casa celebrem cada novel·la teva.
Molt bèstia el ritme constant que hi aporta la violència. M’ha agradat que els personatges no representin res en concret i que abusi de certes coses com el llenguatge o les hòsties, al cap i a la fi parla d’un món que no para de passar-se.
Una novela preciosa, por incongruente que pueda parecer esta afirmación. Porque, sí, “Revancha” es violenta, cruda, visceral, sangrienta, injusta, desasosegante… Pero entre toda esa crueldad, entre todo ese mundo de odios y abandonos, florece una magistral técnica del autor para encontrar la belleza literaria. Que nadie espere flores: Kiko Amat te está narrando lo peor de nuestra sociedad con toda su acrimonia, pero consigue hacerlo hermoso, y eso sólo lo hacen los mejores.
Por lo demás, la novela es todo un viaje trepidante, que te lleva de un lado a otro y adelante y atrás en el tiempo, sin darte oportunidad a respirar. Lo mejor, para mí han sido los flashbacks (o analepsis, si queremos ponernos pedantes), que casi como relatos insertos en el cuerpo de la novela, han resultado ser lo más potente de la misma, no sólo por lo que nos descubren de los personajes y la trama, sino también por lo magníficamente escritos que están. Lo peor, sin duda esa insoportable jerga al estilo de “La Naranja Mecánica”, que, aunque a mitad de libro ya dominas más o menos, se me ha hecho excesiva, exagerada e innecesaria. A veces es mejor sugerir que enseñar.
Pero, en cualquier caso, una novela que me ha encantado y un autor que apunto en mi lista de seguimiento.
6.5/10 Esta es una historia cruda, ante todo cruda. La violencia constante que describe deja un poso desolador, y precisamente aquí radica la mayor virtud de esta novela.
Aun siendo una novela corta, he notado que la descripción del pasado de los protagonistas se puede hacer repetitiva, más aún cuando esta todo tan marcado por una violencia tan explícita.
«Revancha» no es un libro para mentes sensibles. Es un golpe seco, duro y descarnado, un puñetazo en la boca del estómago que te deja sin respiración. Narrado con el nervio verbal que caracteriza al autor, nos cuenta una historia de perdedores conocedores de su condición, de vidas enquistadas en la violencia, de paisajes sin horizonte.
Con un lenguaje calculado, una jerga callejera que por momentos recuerda a la magnífica «La naranja mecánica», el autor enfoca la novela desde dos puntos de vista, dos protagonistas sin más ambición que continuar su rumbo incierto: Amador, un neonazi homosexual, número dos del grupo ultra del FC Barcelona Lokos, facción criminal dedicada a la extorsión y a la venta de drogas; y César «Jabalí» Beltrán, un exjugador de rugby que se gana la vida vengando a víctimas de pederastas y atropelladores en fuga.
La acción se desarrolla con rupturas en el tiempo que nos permiten profundizar en el pasado de sus protagonistas, ayudando a comprender el porqué de tanta furia, de tanto odio. Pero donde de verdad Amat demuestra todo su talento es en la utilización de la segunda persona para transformar al lector en Amador, un recurso valiente y más si tenemos en cuenta la antipatía que transmite el protagonista. Y es que no es fácil convertirte en un violento «skinhead» que escucha sus desventuras. Sin embargo, a medida que la novela avanza, surge una vergonzosa empatía que te acompaña hasta el final. Recuerdo sentirme vacío cuando terminé su lectura, un huérfano en busca de una historia en la que yo fuera el protagonista de nuevo. Sumergirme en la siguiente novela que leí no fue fácil.
«Revancha» es una historia que noquea desde las primeras páginas, cargada de violencia, pero donde también hay lugar para la ternura y para la búsqueda de redención.
"Por un momento pensaste que te habían vaciado los demonios de dentro, que ya estabas vacío y dispuesto para que te llenaran de algo distinto, algo mejor, y tuviste la sensación que de golpe existías"
Un cliché, manido y carca, de las reseñas es decir "la prosa de (inserte autor cualquiera) no deja indiferente a nadie". Aunque me pese, en el caso de Kiko Amat, se cumple sin concesión a duda. El primer libro que leí de Amat fue "Rompepistas", libro que dejé a medias un poco por aburrimiento. Si bien su forma de escribir me gustaba por lo alejado a lo que acostumbro a leer, los personajes y situaciones me resultaban poco interesantes, aun habiendo una cierta pretensión a hacerlos grandes. Sin embargo, en "Revancha" los personajes comienza siendo "grandes misteriosos" para dejar entrever sus fisuras emocionales. Estas fisuras se mezclan con toda la violencia que les rodea y, a su vez, generan los propios protagonistas; y con situaciones duras y crueles pero totalmente creíbles. Ahí reside lo especial de este libro: empatizas con sus personajes aunque son unos cabrones a los que no te acercarías en la vida real. El truco está en el tipo de violencia que el lector va descubriendo. Otro de los aciertos en la caracterización de los personajes es la voz que toman. Tercera persona para César y segunda persona para Amador. Esta voz, en concreto, te interpela directamente y hace sentir un tanto incómodo; sensación que se agradece y te acerca todavía más al propio personaje. Además, utiliza toda una jerga propia que al principio entorpece un poco la lectura por lo diferente pero es rápido de asimilar (y utilizar). Aun así, los personajes secundarios me resultaron un tanto maniqueos y las descripciones aburridas e insulsas en algunos momentos, aunque hay que reconocer su originalidad. Ojalá mas historias con nazis maric*nes de protagonistas.
Empecé este libro pensando que no me iba a gustar. De primeras me pareció un relato de machirulos hooligans que no me iba a interesar lo más mínimo y además se me hacía raro el vocabulario que usa el autor en algunos capítulos.
Sin embargo, mientras entraba en la historia iba viendo que los personajes tienen una profundidad inmensa y en verdad este libro es una crítica hacia esa masculinidad exacerbada que se destila en esos ultras del futbol.
Me ha acabado conquistando. Kiko Amat me parece el Chuck Palahniuk nacional. Imprescindible.
Woooo, la verdad es que desde hace bastante tiempo tenía pendiente leer este libro, like años jajaja. No era exactamente lo que esperaba en términos de historia y desarrollo, pero tampoco me voy a quejar, porque me han gustado bastante los personajes, muy únicos y bien definidos. También me ha gustado la forma en que describe las cosas, tiene buena pluma, aunque no sé si me convence el pov en 2nda persona del singular 🤨 ha sido bastante raro leer algo así, muchas veces me desconectaba, pero bueno, todo lo demás sí me ha gustado!
Adrenalina, a cachos me veía saltándome descripciones como cuando era niño solo para saber qué sucedía en el párrafo siguiente. Me ha costado entrar, por la jerga, por la carencia de descripción de personajes al principio y el barullo de nombres/apodos que acabas por pillar a mitad de libro. Una vez superado esto, el libro es espídico y se lee solo. Muy crudo pero siempre recordándote que la trama podría serlo aún más.
El llibre desborda un estil quinqui què creia que només trobaria en Garcia Llovet i què, de ser inesperat, m’ha deixat meravellat. És tracta d’un llibre que va sobre els marges en totes les seves dimensions (fet que m’encanta) i què, tot s’ha de dir, que el llibre tingui lloc a la meva comarca, el Baix Llobregat, li dóna un punt extra. Veure com llocs comuns de la meva vida serveixen d’escenaris d’aquesta novel·la, constata el potencial narratiu que els hi trobo (i que indubtablement tenen) gràcies a l’àcida i precisa prosa de l’autor.