Myriam Moscona enuncia la muerte de la lengua inglesa a partir de veintinueve poemas escritos alrededor del deceso de artistas cuya obra fue escrita en inglés –como Ernest Hemingway, William Carlos Williams, Emily Dickinson, Edgar Allan Poe, Agatha Christie, Lord Byron, Leonard Cohen, Dylan Thomas, Elizabeth Bishop y Anne Sexton, entre otros–. La autora indaga en el lenguaje con la curiosidad y el ingenio que la distinguen, para encontrar en las palabras su potente plasticidad para crear sonidos e imágenes. Más allá de la composición juguetona que aleja a los poemas de la solemnidad fúnebre, hay algo que ¿por qué la lengua inglesa habría de morir? Si el inglés es el idioma más hablado del mundo, lingua franca de las comunicaciones, los negocios o la ciencia, ¿qué tendría que pasar –además de la muerte de sus más excelsos poetas– para que la lengua inglesa desapareciera?
Algunos poemas me hicieron reír. Los poemas están llenos de referencias, por lo cual, no terminé de entenderlos del todo, espero volver a leerlo más adelante. Al final vienen una notas, recomiendo que las lean antes.
El obituario es un género literario más cercano al homenaje que a la escatología a pesar de que nos recuerde y enfrente al final de las cosas. En este libro, Moscona extrae de las figuras mayores, menores y anónimas no la muerte de una lengua sino sus momentos más altos (literariamente valorados) y de duelo (socialmente comprendidos). Con esta revisión, la poeta pondera las concatenaciones de la lengua que le permitieron recrearse en forma de nuevos poemas, ahora, en otro idioma: un continuo llamado de las posibilidades del lenguaje durante sus continuaciones y momentos de suspensión.