Hace cincuenta años, Wermon quedó sepultado bajo una capa de nieve tóxica. Desde entonces, cada persona que se adentra en el pueblo desaparece bajo extrañas circunstancias. Las leyendas urbanas hablan de monstruos de escarcha y hechiceros enloquecidos, pero nadie ha sido capaz de desvelar el misterio.
Tayllon trabaja como becario en la gaceta La Era y es un ferviente defensor de la magia; Riaza es reportera en Nuevas de Kimber y todo lo que ansía es descubrir la verdad.
El aniversario de lo que ahora se conoce como la Gran Nevada arrastrará a los dos periodistas al norte para cubrir la noticia. Juntos se enfrentarán al reportaje más difícil de sus carreras, aunque eso signifique poner en peligro sus vidas y sus secretos.
Sheila Carnero nació con espíritu otoñal en octubre de 1996 en Ermua (Bizkaia). Es graduada en Periodismo y ha estudiado un máster de Escritura Creativa y otro de Edición Profesional.
Actualmente tiene tres novelas de fantasía juvenil publicadas con Roomie Ediciones: Tras doseles de espinas (2024), Sobre retales de bruma (2023) y Bajo esquirlas de hielo (2021). Todas están ambientadas en el mismo mundo, aunque son autoconclusivas e independientes entre ellas.
Además de tener varios relatos gratuitos en Lektu, ha publicado relatos de fantasía, ciencia ficción y terror en las antologías Un mundo vuestro (Ediciones Labnar, 2022), Crann Bethadh: una antología celta (Ediciones Freya, 2021), Al atardecer en Samhain (Roomie Ediciones, 2020), Mentes brillantes y oscuras (Hela Ediciones, 2020), ¿Quién está en la Luna? (Ediciones Hati, 2020) y Ordalía (Ediciones Hati, 2020).
Bajo esquirlas de hielo es de ese tipo de novela que no sabes lo mucho que ansías leerla hasta que la tienes entre tus manos. La novela de Sheila Carnero es una historia con regusto a tradición, a cuentos antiguos explicados delante de una chimenea. Es un relato de emociones, misterio, aventura y amistad; de inclusión, de valores y de superación personal. Es de esas novelas en las que sabes cómo entras en ellas, pero probablemente cambie tu perspectiva cuando cierres la puerta al salir.
Una de las cosas que más me han gustado ha sido el worldbuilding creado por Sheila. Leer todo el mundo que nos presenta a través de las páginas es sumergirse en un territorio de magia olvidada y leyenda, de costumbres tradicionales mezcladas con la última tecnología. Los distintos territorios, las tradiciones, la gastronomía, el folklore y la superchería de cada uno de los rincones del Continente que nos presenta la autora aparecen ante nuestros ojos de manera fluida, muy natural y casi sin darnos cuenta.
Y precisamente, la facilidad con la que se nos van dando datos y lo sencillo que resulta para el lector asimilarlos, es uno de los puntos fuertes de la escritura de Sheila Carnero. A diferencia de otras novelas en las que asumir los conceptos, historias y entorno es más difícil y necesitas tiempo para sumergirte en la novela, en este caso apenas te das cuenta de todos los datos que estás asimilando y en pocos capítulos, ya no eres solo un espectador, sino parte de la historia.
Me ha llamado muchísimo la atención lo bien definidas que se encuentran las tres partes en las que se diferencia la novela, cada una centrada en distintas situaciones y con características muy marcadas. Destacar el trabajo tan increíble que ha hecho la autora a la hora de trasladarnos a los fríos escenarios de un Wermon muy especial, porque durante toda la lectura os aseguro que tendréis la sensación de estar caminando entre montículos de nieve, esquirlas de hielo y pasaréis mucho, pero que mucho, frío (y sin moveros del sillón ;)
Y es que Bajo esquirlas de hielo es una novela esencialmente de misterio, de aventuras y de investigación. Sostiene el misterio, las dudas y la incertidumbre durante buena parte de la historia, dejando pequeñas pistas aquí y allá, como si de un cuento de Hansel y Gretel se tratara, para que los lectores vayamos posicionándonos, buscando los recovecos de la historia y formando nuestra propias suposiciones. Para todos aquellos que os apasione el misterio y tengáis ganas de embarcaros en una aventura de detectives, es sin lugar a dudas vuestra historia.
En cuanto a los personajes, creo que no hay mejor cosa que decir de ellos que para mí, después de cerrar la historia, han dejado atrás el término personaje para convertirse en humanos. Son sensibles, inseguros, con mala leche, ambiciosos y sobretodo, buena gente. Riaza es de esos personajes que evolucionan a lo largo de la historia de una manera espectacular: intrépida, luchadora incansable, contestona y con mucho arrojo, es de esos personajes que no te dejarán indiferente. Tayllon, sin lugar a dudas es el personaje que más cariño me ha despertado y con quien más empatía he sentido: sencillo, inseguro, fiel amigo y altamente achucharle, es un personaje al que querrás adoptar en los primeros capítulos con absoluta seguridad. Y qué decir de Maelia, personaje secundario pero que aporta una fuerza muy necesaria a la trama.
Bajo esquirlas de hielo es como el Kintsugi japonés: de esas historias que te rompen un poquito por dentro para reconstruirte haciéndote más bello de lo que ya eras, enalteciendo lo imperfecto. Al igual que en el arte del Kintsugi, los daños que muestran los personajes son dignos de exponerse porque cuentan una historia, un camino de guerrero que consigue que ese personaje sea único y especial. La historia no va de intentar arreglar los desperfectos, sino que muestra que la auténtica belleza está en la reconstrucción, en la existencia de un fragmento roto y una voluntad de recomposición; un Ying y Yang que nos hace más hermosos y fuertes.
Por otra parte, me gustaría destacar algo que define tanto a Bajo esquirlas de hielo como a Roomie editorial: ambas, tanto la novela como la editorial, se caracterizan por tener la inclusividad como piedra angular. La historia destila un potente mensaje inclusivo: desde los diferentes personajes, las orientaciones sexuales, las tradiciones o el folklore, cada uno de estos elementos es único, diferente e irrepetible. Respeta muchísimo la diversidad, y lo hace sin necesidad de ensalzarla o ponerla en valor, sino simplemente desde la naturalidad, como algo lógico y común. Esta exaltación de lo sencillo, sin dar importancia a algo que realmente no debería definir quienes somos, es un mensaje muy potente y que tanto un libro como una editorial apuesten por la inclusión de esta manera, es simplemente genial y un gran paso a nivel editorial.
También me han encantado los constantes mensajes de aceptación, lucha y desafío a nuestros propios límites. Sheila Carnero nos pone frente a frente con nuestros miedos, angustias e inseguridades. Nos obliga, junto a los personajes, a ser conscientes de que somos imperfectos y que para mejorar, debemos luchar, dejar de lado nuestras inseguridad y sobretodo, apoyarnos en los demás para ser más fuertes.
Es la primera ocasión en la que he podido leer a Sheila Carnero y sin lugar a dudas, leerla ha sido como encontrarme con una vieja amiga con la que hace mucho que no hablaba pero con la que la confianza nunca se pierde. Escribe bonito, sencillo, sentido. Sus palabras son como un susurro justo antes de dormirte y una mantita caliente en pleno invierno helado (qué bien le habría venido a Riaza y Tayllon ;) Si todavía no le habéis dado una oportunidad, no sé a qué estáis esperando.
No podía cerrar esta reseña sin hacer referencia al final de la novela. Y es que en sintonía con todo lo que representa la historia, es de esos finales que reflejan lo que es la vida: una constante montaña rusa en la que lo bueno y lo malo siempre está en conjunción y equilibrio.
En definitiva, Bajo esquirlas de hielo es una novela con esencia de novelón. Con altas dosis de misterio, mucha investigación, frío y hielo para dar y regalar y unos personajes achuchables, así como un mensaje cargado de inclusividad y aceptación, es de esas novelas que ya desde el mes de enero sabrás que serán de tus mejores lecturas del año. ¡No os la podéis perder!
Sheila Carnero, con su increíble pluma, atrapa al lector desde la primera página, ofreciéndole una narrativa ligera y adictiva que harán que no dejes el libro hasta llegar al final. Bajo esquirlas de hielo es una novela para todos los lectores por varios motivos.
Este libro nos introduce un mundo de fantasía que reniega de la magia. Esta es una de las cosas que más me llamó la atención, pues todo amante de la fantasía le gusta su buena dosis de ambientación medieval, seres mitológicos y magia. No obstante, esto no supuso un problema para mí, más bien lo contrario. Me quedé prendada de esta fantasía moderna y ligera en la que la tecnología domina por encima de la magia. Esta es la mezcla perfecta para aquellos que amamos la fantasía con aquellos que no la encuentran de su agrado. El lector puede sentirse muy identificado en todo momento con esta ambientación, pues ese mundo se asemeja a nuestra realidad actual. No sólo en tecnología, sino también en aspectos como la precariedad laboral, la universidad, la prensa sensacionalista, por nombrar algunos.
Por otra parte, el worldbuilding. Ya se habrá notado que he estado hablando de "ese mundo", aunque con aspectos parecidos al nuestro, es completamente nuevo. Desde los primeros capítulos, los lectores nos vemos atrapados en un continente desconocido al que vamos conciendo poco a poco de la mano de la autora. En tan sólo unas pocas páginas, Sheila consigue enseñarnos este continente de una manera sublime y que hace que el lector se ponga en situación casi desde el inicio de la novela.
Otra de las cosas que me gustaría recalcar y que, para mí, es de lo más indispensable en una historia, es la inclusividad y diversidad de sus personajes, tanto principales como secundarios. Las diferentes razas, orientaciones sexuales, tipos de familias, entre otros, son una de las claves de esta novela. Esto se debe a que, como la tecnología y la magia, la diversidad y la inclusividad permiten a todo tipo de lectores identificarse con este mundo y sus personajes. He de añadir que los personajes principales, Tayllon, Riaza y Maelia, son todos muy distintos entre sí y tienen unas personalidades muy marcadas. Aunque todos se han ganado un pequeño hueco en mi corazón, mi favorito ha acabado siendo Tayllon porque es el que más se le ve evolucionar a lo largo del libro y con el que más me identifico como persona.
Y ya, como recomendación, aconsejo a esas personas que, como yo, no son muy partidarias de las novelas de aventuras, que le deis una oportunidad a Bajo esquirlas de hielo. De verdad que no os vais a arrepentir. Es cierto que tiene su dosis de acción y de sucesos, pero eso no quiere decir que se centre solo en ellos. El desarrollo de los personajes es brutal. Al final del libro se te queda la sensación de que tú has vivido lo mismo que ellos pues los sientes muy cercanos y casi reales. Este libro no se trata solo de aventura, también de autoconocimiento y superación personal. Es una historia de aventura, pero también una historia de personajes. Otra de las razones por la que es ideal para todo tipo de lectores. Pues une a los amantes de los personajes por encima de los sucesos y viceversa.
Muchísimas gracias a Sheila por escribir esta novela tan maravillosa y llena de giros que dejan atrapados al lector por completo, haciéndole pasar un rato muy entretenido. Ha sido un placer leerla por primera vez y estoy segura que repetiré muchas más veces. Y también, muchísimas gracias a Roomie Ediciones por la confianza, dejándome leer esta novela en primicia y por concederme esta colaboración con la que he disfrutado de principio a fin.
Me siento una privilegiada por haber podido leer esta historia un poquito antes de que vea la luz. Roomie Ediciones es una editorial que me encanta y verla crecer y traernos nuevas historias me emociona muchísimo. Esta ha sido mi primera vez leyendo a Sheila y me ha sorprendido muchísimo, ahora os contaré los motivos pero no será la última vez que lea una de sus historias. Los personajes de esta novela no pueden ser más diferentes y creo que eso es lo que más me gusta de ellos. Riaza, aunque no me ha caído muy en gracias hasta casi el final, es un gran personaje: ambiciosa, decidida y trabajadora. No se rinde nunca y eso la hace una gran reportera. Me ha encantado su amistad con Mae, como creó una familia con ella sin necesidad de sangre de por medio. Mae también me ha gustado mucho, sobre todo por su vena artista, la artista que lleva dentro. Tayllon, a partir de aquí Tay, ha sido mi personaje favorito. Me he reído mucho con él y es que el becario de La Era es un miedoso de manual. No ha corrido un riesgo en su vida y toparse con alguien como Riaza va a llevarle por el camino de la amargura jajaja Aun así, a lo largo de esta historia le he visto madurar y es también me ha encantado. Ver como Tay crecía a pasos agigantados y empezaba a confiar en sí mismo.
Sheila consigue atraparte desde el principio con una mezcla entre capítulos cortos, personajes diferentes y un mundo impresionante. Porque el worldbuilding de esta novela es una absoluta maravilla. Sheila nos presenta un mundo nuevo, creado de cero y nos lo introduce con tanta delicadeza que entendemos todo sin darnos cuenta. La mezcla de culturas es otro punto muy a favor de esta historia junto a la representación de personajes LGBT y la magia. Este mundo creado por la autora desprende magia por los cuatro costados. Hay muchas cosas que me he guardado para mí en esta reseña y personajes de los que no os he hablado pero creo que es lo mejor porque descubrir esta historia así: a la aventura, es lo que ha hecho que la disfrute tanto. Sheila ha conseguido hacerme reír, sorprenderme y engancharme y eso es todo lo que puedo pedirle a una novela tan llena de magia como esta.
En definitiva, una historia glacial llena de aventura, misterio y magia con unos personajes muy diferentes entre sí que se verán unidos por una misma historia que te sorprenderá. La autora ha creado un mundo impresionante y un libro que no podrás soltar.
“Bajo esquirlas de hielo” es uno de esos libros que siempre viene bien tener cerca para cuando necesitas un momento de desconexión. Con un estilo sencillo y poco recargado, más típico de novela juvenil, que resulta de lo más agradable y que facilita mucho su lectura. Con una estructura clásica lineal, con su inicio, su nudo y su desenlace, es la elección perfecta para cuando se busca descansar de lecturas más densas o acabar con un bloqueo lector.
Si bien es cierto que tiene una buena dosis de fantasía, realmente es en esencia una novela de aventuras, misterio e investigación. Nos encontramos en un mundo en el que la magia está desapareciendo debido a los grandes avances tecnológicos. Esta premisa es la que convierte la novela en la mezcla idónea tanto para los amantes de los mundos mágicos, como para aquellos que buscan en sus lecturas un mundo que le recuerde a aquel en el que nosotros vivimos.
Es una historia de detectives, de aquellas en las que se nos presenta a un grupo de personajes cuyo objetivo es desentrañar un gran misterio. En este caso, las desapariciones alrededor de Wermon, una población que quedó deshabitada después de quedar sepultada bajo una capa de nieve tóxica.
A su favor, debo decir que se sostienen las dudas y la incertidumbre durante buena parte de la historia y que la autora nos va dando, poco a poco, las herramientas necesarias para que podamos ir descubriendo nosotros mismos las respuestas a las muchas preguntas que se nos van presentando.
Es, además, una historia inclusiva pero que no hace hincapié en ello. Las diferentes razas de los personajes, su orientación sexual, sus creencias y tradiciones se nos presentan con total naturalidad, sin darles demasiada importancia, como un elemento más, lógico y común, y no como si esos rasgos fueran lo único que define a nuestros protagonistas.
Así pues, y resumiendo: se trata de una novela ágil, con un deje juvenil, con toques mágicos que se mezclan en un mundo moderno, con un gran misterio por resolver y con un, para mí, muy acertado desenlace.
4,5. Una historia de fantasía, aventura y misterio que me ha mantenido enganchada de la primera a la última página. El «worldbuilding» creado por la autora me ha fascinado, me parece alucinante y admirable. Riaza, Tayllon y Maelia —los protagonistas— me han encantado, por sus personalidades tan diferentes, sus valores y el grupo que forman. La pluma de Sheila me ha gustado mucho, es amena, atrapante y consigue transportarte completamente al gélido pueblo de Wermon.
Una historia mágica cargada de potentes mensajes con un final de lo más espectacular y acertado que me ha tenido haciendo teorías en todo momento y que he disfrutado sobremanera. Muy recomendable.
La sinopsis te muestra una pequeña pincelada de lo que hay tras estas páginas, así que ya os podéis imaginar que no estamos ante una novela sencilla y sin pretensiones. No, esta historia va mucho más allá y nos adentrará en un mundo del que no será fácil escapar.
La premisa de la novela es muy interesante, por lo que la trama engancha desde las primeras páginas. Nuestros protagonistas tienen que ir a un lugar peligroso para cubrir una noticia, aún sabiendo los rumores que circulan en ese lugar; toda persona que entra, desaparece. Asimismo, no todo es misterio y aventuras en este libro, también tocan temas actuales y hay mucha inclusividad, así que el conjunto es impecable.
El libro está dividido en tres partes. En la primera parte se nos presenta al mundo y a los personajes, por lo que puede dar la sensación de ser un poco introductoria. Toda historia tiene que tener una base, así que considero que es normal que el ritmo sea un poco lento al principio. En la segunda conoceremos el verdadero problema, y el misterio hace una gran aparición para ir desvelando algunos secretos. La parte final es la que más me ha gustado y es donde los giros argumentales y sucesos se vuelven más turbios y esclarecedores.
El mundo que ha creado la autora es increíble. Además, es muy fácil adaptarse a este mundo donde la magia no está bien vista y la tecnología es lo principal. Toda la información se nos da poco a poco a través de las vivencias de nuestros personajes principales y sin caer en la pesadez y en la confusión. No voy a ahondar mucho en el worldbuilding porque de verdad que es muy original e interesante y lo mejor es que lo vayáis conociendo poco a poco.
El desenlace de la historia es impactante y espectacular, y siento que termina como tiene que terminar. Los sucesos que ocurren durante los últimos capítulos no te dejan indiferentes y te estrujan el corazón. Todavía estoy asimilando lo que ha pasado porque es muy fuerte, así que mis dieces para este final. El epílogo ha sido todo un acierto y no tengo palabras para definir lo que he sentido; es muy necesario para el lector saber toda la información y esta última parte nos la proporciona.
Los personajes de este libro me han encantado porque todos están muy bien definidos, pero en esta reseña solo os voy a hablar de tres de ellos. No quiero mencionar a más personajes para que no se pierda el factor sorpresa, así que vamos allá.
Tayllon es un personaje adorable y que necesitas proteger de todos los males del mundo. Su personalidad se desarrolla muy bien y acabas queriéndolo más y más, si cabe. Es muy tímido y quiere avanzar en su carrera profesional sin hacerle daño a nadie. Por esto mismo, y por otros motivos más que guardo en mi corazón, ha sido mi personaje preferido.
Riaza es el personaje con el que más me ha costado empatizar – para sorpresa de nadie – debido a su forma de ser; es una chica muy intensa, decidida y que solo busca el éxito a toda costa (vamos, lo que viene siendo una persona ambiciosa). Sí que es cierto que poco a poco va evolucionando y al final he podido hacer las paces con ella, pero confieso que me ha costado un poco. Claramente, es un personaje clave y si no fuera por ella, esta historia no hubiera sido la misma.
Maelia es la mejor amiga de Riaza y una gran artista (aunque ella no se lo crea). Me ha gustado mucho conocerla, aunque es una pena que su relevancia no coja fuerza hasta ya avanzada la historia. Es igual de cabezota que Riaza, así que el sufrimiento y las risas estarán a la orden del día.
El estilo narrativo de la autora es fluido y muy bonito. Su pluma es mágica y sabe transportarte a lugares fantásticos de forma amena y atrapante. Lo que más me ha sorprendido es la gran organización que ha tenido la autora a la hora de transmitir toda la información y de estructurar la historia para no confundir al lector. Solo tengo palabras bonitas para este libro y para la pluma de la autora.
Acompañada de pequeños matices que te sumergirán de lleno en este mundo y que harán que no puedas – ni quieras – escapar de entre sus páginas, Bajo esquirlas de hielo es una novela autoconclusiva de misterio y magia muy original que nos mostrará que no todo es blanco o negro a través de una trama y una ambientación repleta de hielo y frío.
No soy una gran fan de las novelas de fantasía, así que escojo con mucho cuidado las historias de este género cuando me animo a leerlo. Cuando leí los primeros capítulos de "Bajo esquirlas de hielo" me enganché rápidamente y se ha colado en mis mejores lecturas de este año. ¿Que por qué?
Sheila ha construido un mundo sin fisuras y lo muestra en la narración de manera tan sutil que una va caminando por los lugares que describe como camina por las calles de la ciudad donde se ha criado. Además, la inclusión de nombres topográficos reales modificados es un pequeño guiño al lector que consigue que imaginar el espacio sea más sencillo leyendo que mirando un mapa.
Los personajes tienen vida propia. Tenemos a los protagonistas, muy distintos entre si y muy bien definidos tanto en su manera de expresarse como en su forma de actuar. Además, me ha encantado conocer a uno de los protagonistas secundarios desde la mente de uno de los protagonistas porque me parece una forma muy original de dar vida a quien podría pasar desapercibido en la historia. Por otro lado, la evolución totalmente realista y natural de los protagonistas tras su aventura me ha ganado por completo.
La pluma de la autora es sencilla y directa, lo que evita que el lector se pierda en la narración y o pierda el interes por la historia. Soy muy tiquismiquis a la hora de leer porque cualquier pequeño fallo me saca de la lectura, pero en este caso el estilo está tan pulido que el texto es agradable tantoen contenido como en forma. Por si fuera poco, Sheila es un genio dejando las cosas en el aire al final de cada capítulo para crear expectación.
El ritmo de la narración es perfecto. La primera parte, siempre más introductoria y necesaria para entrar de lleno en la novela, no es pesada en absoluto (posiblemente por estar narrada desde dos puntos de vista que se intercalan en capítulos cortos). La segunda parte, en la que entramos en acción, es fluida y ágil, algo que yo agradecí enormemente porque me abruman las novelas que se entretienen en detalles superfluos que no aportan a la trama. Y el final... apoteósico.
El final
Es una novela de fantasía, pero en ella se tratan temas de total actualidad: la precariedad del trabajo entre los jóvenes preparados, la despoblación de zonas rurales, el sensacionalismo de los medios de comunicación en las tragedias, la multiculturalidad y la variedad racial y, mi favorito, los efectos de tanta tecnología en la vida de los humanos. La forma en la que se introducen da pie a la reflexión personal del lector y eso me ha ganado.
En un mundo cubierto de escarcha, la delicada prosa de Sheila nos demuestra que el calor de la amistad y la valentía son capaces de fundir hasta al corazón más frío.
«El punto fuerte de esta novela es el worldbuilding. En todo momento tuve la sensación de vivir dentro de su mundo, donde la magia fue superada por la tecnología hasta terminar olvidada».
Bajo Esquirlas de Hielo es una novela de fantasía con un worldbuilding increíble (presentado en pequeñas dosis) en la que acompañaremos a dos protagonistas muy diferentes en una aventura helada, llena de misterio y capaz de robarte el aliento que no podrás dejar de leer hasta el final.
Menuda maravilla de historia. Me ha encantado internarme en Wermon de la mano de Tayllon y Riaza, conocerlos a ellos y descubrir los misterios de la nieve tóxica y las desapariciones que asolan el lugar. ¡Ha sido increíble!
No quiero decir mucho para no hacer spoilers sin querer, porque pienso que es mucho mejor adentrarse en esta novela sabiendo muy poquito sobre ella, ya que así las sorpresas y los plot twists, a medida que llegan, son mucho mayores y se disfrutan más. Sí puedo decir que me ha encantado el mundo que ha creado la autora, tan diferente y tan parecido al nuestro a un mismo tiempo, con muchísima diversidad y con personajes entrañables que te llegarán al alma. Y que ojalá haya una segunda parte, ¡el final me ha dejado con ganas de más!
Sobre Tayllon y Riaza, he de añadir que al primero lo he adorado en todo momento (¡es tan achuchable!) y que a la segunda, sinceramente, ha habido ocasiones en que quería gritarle, pero es un personaje fuerte y profundo que esconde muchísimo más que esa apariencia de tipa dura y sin miedo que quiere vender, y me ha encantado ir conociendo sus secretos y deseos más profundos, de forma que ha terminado siendo mi personaje favorito de la novela. Mención especial merece Maelia, la mejor amiga de Riaza y, a la vez, la artista de la novela. ¡Es un personaje increíble!
También quiero destacar la manera en que está escrita la novela. El estilo es tan fluido que atrapa desde la primera página: antes de que te des cuenta, te ha enganchado y no puedes dejar de leer. Te permite conectar enseguida con los personajes y querer seguir avanzando todo el rato, porque la narración es tan ágil, tan cuidada, tan bella, que no te quieres separar de la novela.
No creo que pueda añadir mucho más, salvo: ¡dadle una oportunidad! Bajo esquirlas de hielo se encuentra en preventa en la web de Roomie Ediciones hasta el próximo día 7 de febrero, ¡y llega cargada de regalos increíbles! Os animo de verdad a descubrir el misterio de Wermon de la mano de Tayllon y Riaza. No los olvidaréis.
Debo decir que me enamoré de la cubierta cuando se anunció su publicación (hace ya más de un año) —I mean, PODRÍA TIRARME SIGLOS HABLANDO DE LO BONITA QUE ES—. Sin embargo, no terminaba de animarme. Y no lo hice hasta que Roomie anunció su 3x2 y… uno es débil a las tentaciones, así que cayó; solo hizo falta que me dijeran «hay una ardilla de hielo». Aunque ha acabado siendo MUCHO MUCHO MÁS. Con una pluma sencilla y directa, Sheila nos transporta a un mundo increíble, plagado de vida y cientos de matices, que es, sin duda, lo que más destaco: el worldbuilding. Por no hablar de la ambientación en sí, el rinconcito de este mundo inmenso en el que se centra: el país de Osmera y, en concreto, un pequeño pueblo en el seno de sus montañas nevadas, Wermon. Es allí adonde viajan nuestros protagonistas, Tayllon (un baby que hay que proteger) y Riaza (que es puro fuego personificado). ¿La razón? Escribir un reportaje sobre la ‘Gran Nevada’, un fenómeno ocurrido hace justo 50 años que cubrió el pueblo de un manto de nieve tóxica. Desde entonces, las leyendas se han plagado de monstruos de hielo y misterios sin resolver: todo aquel que ose adentrarse en él desaparece sin dejar rastro. Lo he devorado y disfrutado como un chiquillo. Es de estos libros que coges tú, pero es él quien acaba atrapándote. Resulta imposible no cogerle cariño a los personajes y necesitar saber qué va a ocurrir con ellos, así como los porqués que rodean Wermon. Es una novela que tiene acción, secretos y una magia atrapante. Ha sido un soplo de aire fresco («helado», en realidad) de los que, a pesar de todo, encienden una llama que te templa el corazoncito. Lo recomiendo muchísimo.
Un mundo fantástico que está dividido es distintos países, pero todo el mundo conoce la ciudad de Wermon: aquella que quedó asolada por una extraña nieve que produjo la desaparición de algunos de sus habitantes y la muerte de los restantes. Desde ese momento, cualquier despistado o temerario que se acerque demasiado a sus lindes, desparece también sin dejar rastro. Hay hipótesis que dicen que la nieve tóxica fue creada con magia, otros buscan soluciones más lógicas como una posible contaminación, pero han pasado cincuenta años del suceso y el misterio se mantiene dentro de sus límites.
Riaza y Tayllon son dos periodistas enviados a cubrir la noticia del aniversario, ella está dispuesta a inmiscuirse de lleno en los pueblos cercanos y los límites del que se ha convertido en un fantasma de lo que era, rechaza las ideas de la magia y se aferra al sentido común; él lleva años embebiéndose de historias de hechiceros, del poder de su magia y de la idea de que la nieve tóxica esconde peligros y monstruos si se descuida.
Ambos forman un equipo de trabajo bastante dispar y contradictorio, al principio no conseguía conectar en absoluto con Riaza, me sacaba de quicio su temperamento, su forma de ser tan deslenguada sin pensar en las consecuencias, de querer hacerlo todo a su manera sin importar que pisotee al resto. Tay, por el contrario, me pareció un pedazo de pan desde el inicio, quizás demasiado bueno para su propio bien, asustadizo y reservado, pero de esos personajes que te apetece achuchar y después te das cuenta que tienen mucho más valor por dentro de lo que aparentaban. El caso es que la evolución que hay en ambos es alucinante, especialmente por cómo ha acabado por conquistarme Riaza, por llegar a comprenderla y quererla como al personaje tan especial que es.
La magia, el worldbuilding, el ambiente y la pluma... ¿qué decir de todas estas maravillas creadas por la autora? Primero de todo, no puedo evitar destacar la forma de escribir de Sheila, ¡es increíble! Escribe tan bonito y fluido que me quedaría a vivir entre sus párrafos. La historia avanzaba a un ritmo pausado y necesario, pero es que las páginas volaban entre mis manos por la agilidez con la que está escrito. El mundo ha sido una auténtica pasada, las distintas culturas entre los países, las distintas formas de pensar en relación a la magia, la descripción de las zonas... Quizás como pequeña pega es que he echado de menos un mapa, me sentía bastante confusa cuando los personajes se referían a distintas zonas, al final sencillamente he obviado sus nombres y el intentar ubicarlos, no es de vital importancia porque al fin y al cabo los personajes solo curiosean en los alrededores de Wermon, pero al haber más terreno más allá, ha sido un poco confuso. El caso, la ambientación y la atmósfera: creo que leer este libro en verano despediría frío a través de sus páginas, las descripciones, la forma de adentrar al lector dentro de sus sensaciones, olores, vivencias... todo, me he sentido rodeada de nieve, con el frío colándose bajo mi ropa incluso estando bien acurrucada bajo una manta, he sentido el miedo y la tensión de los personajes. Sheila Carnero tiene muchísimo talento a la hora de transportar al lector a su mundo.
No quiero hablar mucho de la trama porque es mucho mejor dejarse mecer por la historia e ir descubriéndolo por uno mismo, solo voy a decir que la imaginación desbordante se muestra en cada una de las páginas, haciendo de esta lectura una vorágine de emociones de la que es difícil querer salir.
Mención especial a la portada. Estoy muy enamorada de lo bonita que es *-*
Reseña larga
Cincuenta años atrás Wermon quedó asolada por una extraña tormenta de nieve, extraña porque, a su contacto, la piel de sus habitantes se quemaba y derretía, muriendo. Pero no todos los que vivían dentro de sus límites murieron, muchos de ellos simplemente desaparecieron, esfumados en medio de la nada y, cualquier curioso o despistado que se adentrara más allá de las señalizaciones de la aldea, acababa con el mismo destino: sin dejar rastro.
Desde ese momento, surgieron las suposiciones, ¿magia de la mano de los ya escasos hechiceros? ¿contaminación? ¿alguna extraña tecnología? Para conseguir desentrañar el misterio que desde hace décadas nadie consigue entender, Tayllon y Riazza son enviados como reporteros para cubrir la noticia del aniversario.
ayllon cree en la magia y teme terriblemente pasearse por las lindes de la ciudad que ha quedado como fantasma, aunque su jefe le ha enviado para conocer la raíz de la nieve tóxica y a dónde fueron a parar tantísimas personas. Riazza, en cambio, es una mujer temeraria e independiente, con la ciencia como método de vida y una lengua muy suelta a la hora de decir lo que piensa. Juntos forman un peculiar equipo, un poco incompatible y cargado de riñas.
No quiero hablar más de la trama, ni de lo que espera a los protagonistas una vez comiencen a dar vueltas alrededor de Wermon, instalando el miedo incluso en personas que dicen y actúan como si carecieran de él. Es una novela de fantasía con un mundo muy rico en detalles, detalles que es preciso conocer de primera mano y dejarse llevar por medio de la pluma de la autora.
Aunque sus páginas también están cargadas de magia, no puedo negar que la magia principal reside en la pluma de Sheila. Es tan preciosa que me sentía dar saltitos entre un párrafo y el siguiente, arropándome del frío que se describe a través de sus letras y releyendo párrafos por el mero placer de volver a sentir cada una de las palabras escritas. No sabría decir si es poética o sencillamente tiene una esencia embaucadora, pero lo que sí quiero decir es que es ágil y no es para nada recargada ni densa: fluye como el agua de un riachuelo, dando bandazos cuando la trama lo requiere y salpicando las rocas con tintes de magia contenida.
Los protagonistas también dan mucho que hablar, básicamente porque son tan, pero tan distintos y a la vez poseen esa chispa tan característica que hace querer saber más de ellos, verlos enredados en problemas y querer tirar de sus ficticios cuerpos para que no se adentren en ellos. Riaza comienza siendo un grano en el culo, tanto para Tay como para el lector, es impulsiva y ciertamente repelente, con un temperamento muy fuerte y el sincericidio por bandera; Tay es dulce y entrañable, esa clase de personaje con paciencia infinita y un corazón de oro, quizás demasiado bueno para su propio bien. A pesar de estas pinceladas acerca de sus personalidades, conforme la historia avanza, conforme todo se hace grande y explota… también los personajes lo hacen. Básicamente porque acabé muy prendada de Riaza y asombrada por el valor que se escondía en el interior de Tay.
El worldbuilding es una auténtica delicia. Considero que los libros de fantasía escritos por autores nacionales tienen muy poquita visibilidad, casi me atrevería a decir que este es el primer libro de fantasía a lo grande que he leído de une autore nacional y hay tantísimo talento que es una auténtica pena no darles la voz que merecen. Sheila nos muestra un mundo cargado de países con culturas propias, cada uno con distintas formas de pensar en relación a la magia, con una descripción de sus zonas que transporta al lector de inmediato al terreno… ¡y eso que los personajes apenas están en dos ciudades distintas! No puedo ni imaginarme lo que podría salir de la imaginación de la autora si creara un mundo más complejo y se dispusiera a escribir una saga entera.
Las descripciones son tan atmosféricas… leer este libro en un mes caluroso sería abrir un microclima propio, básicamente, porque las propias páginas parecen despedir el frío de la nieve y soltar vaho a través de la boca del lector. Las descripciones, las sensaciones que llegan a producirse por medio de las palabras, los olores, las vivencias de los personajes y sus sentimientos dando vueltas entre la tensión y la calma pasajera… Las palabras pueden transportar mucho más lejos que un pasaje de avión.
En conclusión, Bajo esquirlas de hielo relata un cuento cargado de nieve y misterios, de posibles monstruos y hechiceros, de dos protagonistas que no se soportan, pero deben formar equipo. Una historia que atrapa y cuya fantasía se desborda a través de las páginas.
4/5 ☆ El misterio tras la Gran Nevada que asoló Wermon hace cincuenta años sigue despertando la curiosidad de los habitantes de Kimber. Tayllon, becario de periodista, y Riaza, reportera de una revista, son enviados a las inmediaciones del pueblo para preparar un especial por el quincuagésimo aniversario del desastre. A ellos se une la mejor amiga de Riaza, Maelia, buscando huir de la ciudad tras un revés en su carrera como artista.
Lo que primero te atrapa de Bajo esquirlas de hielo es la ambientación. Tiene un worldbuilding maravilloso, repleto de detalles muy originales. Desde la forma de vestir hasta la comida, todo ello otorga al lector una imagen preciosa del mundo que Sheila Carnero ha creado para esta historia. Por otra parte, la narración casa perfectamente con el nivel de detalle sin resultar pesada.
Lo segundo a destacar son los personajes. Me ha parecido un gran acierto que los protagonistas sean periodistas y que sus metas personales estén tan relacionadas con su empleo. También vemos mucha evolución a lo largo de las aventuras (y líos) en los que se ven metidos. Tengo que hacer una mención especial a Riaza, porque me ha parecido un personaje de lo más cercano y humano, y he conectado con ella con mucha facilidad.
Lo único que se me queda un poco corto de Bajo esquirlas de hielo es el ritmo, quizá porque me lo he leído entre viaje y viaje y no he tenido la oportunidad de disfrutarlo como debería. Quizá vuelva a leerlo en un futuro para captar todos los detalles, ya que tengo la sensación de que me han faltado cosas que comprender.
En resumen, me ha gustado mucho este libro y creo que, si os gusta la fantasía, lo disfrutaréis seguro.
Me ha gustado mucho conocer esta historia y a sus personajes. Me parecen muy humanos y reales, con sus luces y sombras, y eso hace que se les coja especial cariño. Además, el contexto en el que se mueves y el worldbuilding que ha creado la autora me ha parecido increíble. Ha tocado un poco de todo: creencias, tecnología, magia... Estoy encantada. Tiene un estilo muy cuidado, aunque reconozco que no estoy acostumbrada a este tipo de narrador y por eso quizá me descolocó en un principio los cambios de punto de vista en una misma escena. Por lo demás, la he disfrutado mucho y si no lo he terminado antes ha sido porque me daba mucha pena que se acabase.
Tayllon es un joven que trabaja de becario para La Era, una de las gacetas más importantes de la ciudad. Su pasión por el periodismo viene de su abuela, quien confía en el firmemente, pero lleva con un contrato de becario desde hace tres años y lo normal es uno... Aun así, y con todos los comentarios de su padre y hermana, no ha perdido la esperanza de que en algún momento le manden a hacer un reportaje en condiciones. Lo que no se espera es que, cuando llega ese momento, le manden a Wermon a hacer un reportaje por el aniversario de la Gran Nevada. Tayllon conoce todas las leyendas en relación a esa ciudad y todos los desaparecidos que ha habido, pero también sabe que puede ser la oportunidad perfecta para que se le tome como un periodista de verdad.
Por el contrario, Riaza es una joven reportera en Nuevas de Kimber, está un poco harta de los reportajes que no tienen importancia cultura, sobre todo esos que son sobre la subida del precio del arroz. Por eso mismo, cuando su jefa propone en la redacción ir a cubrir el aniversario de la nieve tóxica, ella no duda en levantar la mano. No es como el resto de la población, que piensa que lo que ocurrió es obra de la magia, si no que tiene que haber una explicación lógica y racional. Ella piensa descubrirlo y, además, darle voz a todas aquellas personas que han desaparecido en las inmediaciones de Wermon, piensa hacerlo con la ayuda de Tayllon, el becario al que tiene que aguantar por un reportaje en conjunto de los dos periódicos, o sin él.
Tayllon y Riaza se ven metidos de lleno en un reportaje en común. Al primero no le hace mucha gracia estar allí, sobre todo porque él sí cree en la magia y piensa que la nieve tóxica de hace tantos años tiene mucha relación con la magia. Riaza, en cambio, piensa que son tonterías y tiene que haber una explicación racional para ello, ¿y cómo iba a fiarse de un periodista que está contratado como becario desde hace tanto tiempo y ni siquiera parece mayor de edad? Literalmente, es un pensamiento que tiene la propia Riaza y es algo que me molestó mucho, me parece que no toma en serio al pobre Tayllon y me da mucha penita en varias ocasiones, pero a medida que avanza la historia, Tay demostrará ser mucho más que un simple becario y es algo que me gusta mucho.
Una aventura emocionante que me tenía pegada a las páginas. Ya he adoptado a Tayllon y quiero mucho a Maelia, y aunque Riaza choca un poco conmigo, también le cogí cariño al final.
El mundo está muy cuidado pero es muy fácil situarse, se hace evidente que nos trasladamos a un mundo de fantasía pero sin que sea difícil entrar en él. La historia te va llevando y te da toda la información que necesitas y las piezas caen solas. En ningún momento se infravalora a le lectore: cuando algo ya es evidente, se muestra sin pretensiones. La historia sabe que la estás siguiendo y eso es muy disfrutable.
Sobre el final, me ha encantado que . ¿Que eso no pasó, dices? Bueno, esa es tu opinión. Eso fue lo que yo leí. El canon no puede hacerme daño si lo ignoro fuerte.
PD: Pido disculpas si este review es un poco rambling, la verdad es que tengo mucho sueño.
Este libro se ha ganado un rincón importante en mi corazón.
Después de muchos meses de bloqueo lector sin leer casi empecé este libro, no voy a mentir por la portada. Una portada preciosa que llama a gritos. Y lo que me encontré me encantó.
Volví a sentir lo que había sentido hacía tiempo, me vi a mi misma con 16 años leyendo un libro de Laura Gallego.
Un libro juvenil de fantasía que te atrapa con una facilidad de lectura impresionante.
El libro está dividido en 3 partes, personalmente cada una mejor que la anterior. Las primeras 50 páginas me costaron un poco, pero una vez superadas me dolía tener que dejar el libro para hacer cualquier otra cosa.
Te engancha sin impresionantes giros argumentales, es decir, hay cosas (no quiero decir spoilers) que vas viendo que van a suceder durante todo el libro y eso no rebaja en ningún momento el interés.
Un libro de fantasía precioso por dentro y por fuera.
Bajo esquirlas de hielo te atrapa y, antes de que te des cuenta, ya has entrado en Wermon. Esta es una novela de fantasía con un worldbuilding creíble a más no poder, y los personajes se sienten muy reales (las dinámicas entre ellos, además, son maravillosas; aunque no apostase mucho por el trabajo conjunto de Riaza y Tayllon por lo dispares que son sus personalidades y temperamentos, lo he disfrutado como una enana). También me ha encantado poder ir desarrollando diferentes teorías conforme leía y ver si se comprobaban o no, porque las posibilidades son tantas que no siempre sabes por dónde van a salir y me ha sorprendido más de una vez. ¿Lo mejor? Ciertos bichillos que guardaré en el corazón para siempre (en concreto, uno de ellos).
“Bajo esquirlas de hielo” es una historia llena de una melancolía que te transporta al pasado, al interior de esos cuentos y leyendas mágicas que pasan de generación en generación.
LOS PROTAGONISTAS
Riaza y Tayllon son los protagonistas de esta novela. Riaza es atrevida, de personalidad guerrera y con una energía arrolladora, pero su evolución a través de la historia deja ver a una chica con miedos, con sueños y sobre todo con claroscuros emocionales que arrastra hasta casi el final de la trama. Me ha parecido uno de esos personajes con los que puedes empatizar, un personaje humano y con las mismas inseguridades que cualquiera de nosotros. Por su parte, Tayllon es un chico sencillo, tranquilo y que se aparta del peligro siempre que puede. No le gusta discutir y acepta las cosas tal y como vienen en su vida. Es de esas personalidades de bollico de pan recién horneado que te dejan el corazón calentito con sus actos y sus frases llenas de ternura en los momentos más difíciles. Sin embargo, me quedo con Riaza y su fuerza, su intensidad y su humanidad a la hora de enfrentarse a las dificultades que se encuentra en el camino.
En “Bajo esquirlas de hielo” también podemos encontrar varios personajes que aportan muchísimo a la historia. Personalidades diferentes, interesantes y cercanas: Maelia, la amiga de Riaza, tiene una naturaleza artística y una forma de ver el mundo muy bonita (lo que hace al final de la historia, por cierto, es algo precioso); Novo y sus ansias de conseguir aquello que realmente nunca fue suyo; Atmon y su humanidad, aun convertido en monstruo de escarcha; e incluso Quine, la luminina de Riaza que ilumina su aventura en Wermon y la ardillita maligna de Novo. Todos, unos mucho y otros un poco menos, forman una perfecta e hilada tela de araña que constituye una historia de diez.
COSAS BUENÍSIMAS
Las descripciones de Sheila te transportan al interior del libro como si fueras la protagonista de la historia, así que me he pasado medio libro enroscada en el sofá con una mata a lo rollito de primavera.
Sobre la pluma de la autora puedo decir que es ágil y fluida. Llena de magia desde la primera página hasta la última.
El worldbuilding que ha creado Sheila es es-pec-ta-cu-lar. Desde los Continentes hasta la originalidad de la trama con una nieve tóxica y el pueblo de Wermon. En mi humilde opinión, le da un toque muy personal e interesante a esta historia de fantasía. Sobre todo, porque hay una mezcla de fantasía y ciencia ficción entre la tecnología y lo tradicional que la hace diferente al resto de historias que he leído.
Me ha gustado mucho que Sheila hablase sobre la gastronomía (podría animarse a escribir un libro de recetas inspirados en la historia) y también sobre cómo están distribuidos los diferentes continentes y la parte oriental y occidental. Es un punto muy fuerte, aunque me hubiera gustado que le hubiera dado más protagonismo al mundo de Riaza y Tayllon.
Sheila ha sabido entrelazar los mensajes de aceptación y superación a través de los personajes de una manera única y de una forma tan natural que me ha parecido precioso.
Una de las frases que más me han gustado es cuando le pone nombre a su amiguita luminina: “Quine: Lugar desconocido en el que, sin explicación alguna, te sientes como en casa.”
PEEEEROOOO…
Aunque las tres partes en las que el libro está repartido están bien definidas, la primera se me ha hecho bastante lenta en algunos momentos, aunque comprendo que su propósito es introducirte en la historia. Me ha dado la sensación de que había mucha información de golpe.
Y POR ÚLTIMO…
Dar la gracias a Sheila por crear un mundo lleno de esperanzas a través de la inclusividad. A Roomie por dejar volar a estar historia y a Andrea Marquina (Kina) ilustradora cubierta e interior (insecto) y Gonnhe por el diseño grafico de la cubierta e interiores. UNA MARAVILLA TODO.
This entire review has been hidden because of spoilers.
Este libro estaría enmarcado dentro del género de fantasía y aventura, ya que se nos presenta un mundo ficticio lleno de magia y un aura de misterio. Además durante toda la obra veremos las aventuras de nuestros protagonistas y su continua carrera por salvar sus vidas. Es una historia llena de subidas y bajadas, un no parar por comprender el mundo que rodea a los personajes y todos los misterios que se nos presentan.
La autora ha sabido crear un mundo fantástico con unas bases muy solidas, en cuanto a historia, sociedad y geografía. Todo esto conlleva que no nos perdamos durante la lectura y lleguemos a comprender en profundidad una sociedad totalmente nueva. Además el toque de aventura que aporta hace que la lectura sea mucho más intensa y rápida. Como he mencionado antes, todo es un subida y bajada llena de sentimientos encontrados y ansiedad por saber lo que pasa.
La pluma de la autora me ha encantado porque narra todo de forma tranquila pero no pesada. Es decir, nos cuenta lo justo y necesario para entender la historia y el mundo que ha creado y a su vez poder conoce a los personajes, pero en ningún momento vemos ningún tipo de relleno. Es una historia que se cuece a fuego lento y que va cogiendo más y más intensidad a lo largo de la obra. Los capítulos son cortos y al estar narrados por varios personajes aporta una lectura muy rápida y amena. Además el estilo de la autora es muy fresco y cercano, es una historia que gana muchísimos puntos por su narración.
Tengo que admitir que lo que más me ha gustado del planteamiento de la obra, ha sido su estructura. La obra está dividida en tres partes y en cada una de ellas se nos presenta un tema como punto principal. En la primera parte nos encontramos con una extensa descripción de los personajes y del mundo que les rodea para conocerlos en profundidad y termina con una gran tensión para empezar la segunda parte con ganas. En la segunda parte nos damos de lleno con el misterio y con la acción que estábamos buscando y en la tercera parte se os presenta la aventura final y sus consecuencias.
Sin duda, una estructuración muy buena y muy bien definida que crea que el lector comprenda a la perfección la trama y no llegue a perderse en ningún momento.
En cuanto a la trama tengo que decir que me ha encantado. No es una trama a la que estoy acostumbrada, es por esto que la idea me ha apasionado. Un mundo totalmente nuevo, con una geografía y sociedad muy bien definida provocando que el lector solo quiera leer más. Es una historia que nos cuenta la superación de nuestras inseguridades, el valor de quererse y valorarse a uno mismo. A su vez, nos muestra lo que un amor no tratado de una forma correcta puede acarrear un gran mal en tu corazón, porque dejas de ser tu mismo y dejas de querer de verdad. Nos muestra el valor de la amistad y de la familia, tanto el amor de la familia que tenemos como la familia que creamos nosotros durante nuestra vida.
Dejando estos temas de lado lo que mas me ha gustado es la visión periodística que nos ofrece la autora. En ella podemos ver la triste realidad que se esconde detrás de muchos noticieros, porque no en todos los casos se busca contar la verdad o el bien de la sociedad si no más bien una noticia bomba aunque sea mala o mal informada. Se nos muestra el poder que puede tener un artículo en la sociedad y como, algunas veces, la verdad no necesita ser plasmada.
En conclusión, una historia llena de magia, de fantasía y acción que nos mantendrá pegados al libro sin querer parar de leer hasta saber que pasa. Una lectura ágil y amena que nos dejará muchas reflexiones y nuevos puntos de vista.
En lo que respecta a sus personajes podemos comentar que a aunque hay varios personajes secundarios, no son muy importantes en la trama. Con esto quiero decir que si tienen su lugar y su importancia en la historia pero que muchos de esos solo son de pasada. En el fondo nos encontramos ante cuatro protagonistas, unos con más o menor presencia pero importantes para el desenlace de la obra. En esta reseña solo os hablaré de dos de ellos, porque no quiero contar mucho sobre ellos para que los conozcáis al leer la obra.
Nuestra protagonista femenina principal es Riaza, una chica inteligente, tenaz y muy independiente. Ella busca la aceptación y el reconocimiento que nunca ha tenido con su familia y para conseguir esto está dispuesta a todo. Es un personaje con una gran evolución y que aunque al principio no simpatizaba con ella al final se ha ganado todo mi cariño.
Nuestro protagonista masculino principal es Tayllon, un chico inteligente, un tanto asustadizo e inseguro. Este es el personaje con mas evolución en la obra y al que mas cariño le he cogido. Un personaje al que le coges cariño desde el primer capítulo y al que solo quieres abrazar. Me encantó al principio de la obra y me ha enamorado al final. Un personaje maravilloso.
En conclusión, es una obra de magia que recomiendo muchísimo por su mundo tan bien formado y por sus personajes. Una historia que invita a leerla y a no parar de hacerlo hasta que la hayas terminado. Un descubrimiento total en cuanto a autora, deseando leer algo más de ella próximamente.
Coge una bebida caliente y vente conmigo a este mundo helado que nos trae Sheila Carnero de la mano de Roomie. Existe un pueblo sepultado bajo nieve tóxica en el que desaparece cada visitante que se atreve a acercarse. Cincuenta años pasaron desde la tragedia en la que el pequeño pueblo de Wermon quedó sepultado por La Gran Nevada y rodeado de un halo de misterio y leyendas en las que los monstruos de escarcha son los protagonistas. Debido al aniversario de la catástrofe, Riaza, la reportera de Nuevas de Kimber, y Tayllon, el becario de la gaceta La era, son enviados para cubrir el evento de forma conjunta. Estos dos periodistas no podrían ser más diferentes entre sí. Riaza es un huracán, fuerte, decidida y con un solo objetivo en mente: ir más allá y hacer lo necesario para conseguir un Puler por su artículo. Tayllon, por el contrario, es un bollito. Bueno, tranquilo y tan amable que, desgraciadamente, deja muchas veces que la vida le pase por encima. Y así comienza la aventura, con ambos llegando a un pueblo cercano a Wermon para investigar sobre lo ocurrido en La gran nevada y conocer, de muy primera mano, si todas esas leyendas sobre magia y monstruos son reales o simplemente fantasía. Por no desvelar mucho de la trama nombraré solo a uno de los personajes secundarios que acompañan a los periodistas, Maelia. Es la mejor amiga de Riaza y la acompaña en su viaje para relajarse y olvidarse por unos días de un artículo que la ha dejado sin su exposición artística y con la reputación por los suelos. No pensé, al empezar el libro, en la importancia que tendría este personaje a lo largo de la historia, pero me sorprendió. Así como a Riaza me costó cogerle el punto porque me parecía bastante desagradable, Maelia y a Tayllon me gustaron enseguida. Eso sí, a pesar de que todos tienen una evolución increíble, la de Riaza es de 10. Ha sido un gustazo adentrarme en este mundo tan bien construido creado por la autora. Algo que quiero destacar en esta historia es la inclusión y diversidad de los personajes y no solo en el tema de la orientación sexual, si no en las diversas razas y tipos de familias. También resaltar las personalidades tan marcadas de los personajes, como superan todos esos problemas que arrastran consigo y como luchan contra ellos mismos para superarse. La estructura de la novela está dividida en tres partes y tiene algo que me encanta: interludios entre los capítulos. Los capítulos cortos y narración amena desde el punto de vista de diferentes personajes hacen que el ritmo de la novela sea ágil.
Es un libro para disfrutar de la aventura y del que te llevas una buena dosis de reflexión. Ha sido mi primera toma de contacto con la autora y espero que no la última. Y, por favor, admiremos todos la preciosa portada ilustrada por Andrea Marquina. Las ediciones e historias de Roomie son oro.
Y por eso, bajo la nieve que cubre Wermon, se abre la puerta a un mundo de fuego
No miento si digo que Bajo esquirlas de hielo se ha convertido en uno de mis libros favoritos. En un principio, si bien lo que más me enganchó fue el increíble worldbuilding que ha creado Sheila, lo que ha terminado por enamorarme por completo han sido Tayllon, Maelia y Riaza. Todos los personajes me han llegado de una forma muy especial al corazón y se han sentido tan reales que estoy segura de que se quedarán para siempre conmigo. Son, todos ellos, como un abrazo cálido en mitad de la nieve . A lo largo del libro destacan, sobre todo, la evolución de cada uno de ellos, que es sutil pero considerable , así como la amistad que con el paso de las páginas se forja entre nuestros protagonistas.
Y es que el mundo de hielo y nieve al que nos transporta Sheila es maravillo. Consigue que te metas de lleno en la historia. Estoy enamoradísima de este libro, que además tiene una edición tan cuidada y bonita que podría pasarme mucho rato simplemente mirándola, jajajaja. Nunca había leído nada de Sheila, pero escribe maravillosamente bien, de una forma muy sencilla pero preciosa que hace que tengas ganas de subrayar la mitad del libro y que se te pasen las páginas volando. Hacía tiempo que un libro no me gustaba tantísimo y estoy segura de que voy a volver a leerlo más veces, ¡porque de verdad, qué maravilla!
Creo que podría pasarme horas y horas hablando de lo mucho que me ha encantado y la pena que me ha dado tener que separarme de Tay, Ri y Mae al cerrar el libro. Pero lo mejor será que lo leáis por vosotres mismes y descubráis de primera mano las maravillas y secretos que esconden Wermon y la Gran Nevada!
"Bajo esquirlas de hielo" nos lleva a un mundo construido con cariño hasta el mínimo detalle. Se nota un trabajo arduo por parte de la autora para definir las creencias religiosas y la gastronomía de cada región (los nombres de los alimentos me han parecido especialmente acertados y curiosos). Esto hace que se entiendan las diferencias en la visión de la magia en cada zona, punto que será clave en la historia.
Los personajes, Riaza, Mae y Tayllon, son tan tridimensionales que podrías mantener una conversación con ellos. Igual que el mundo, están esculpidos al milímetro, con sus gustos, manías y defectos al alcance de la mano. Evolucionan de forma maravillosa y sus acciones y reacciones son entendibles en todo momento (ay Riaza, por favor, alguna vez te habría matado). Tayllon es un cachorro al que desearás proteger y Mae es un tarrito de miel.
Lo que más me ha gustado ha sido la forma en que la autora describe la magia y sus sensaciones. Me parece muy difícil llegar a transmitir algo que nunca has sentido al lector, y la autora lo ha bordado. Consigue que te pares, cierres los ojos, releas y la sientas tú también dentro de ti.
La trama del villano (o antagonista) es muy ingeniosa y, a mi parecer, tierna hasta cierto punto. He empatizado con él en algunos casos, no sé si debería preocuparme :P
Si puedo poner alguna pega es que la parte central me ha resultado algo lenta. Los personajes evolucionan sobremanera, eso sí, pero los peligros a los que están sometidos no han llegado a transmitirme sensación de amenaza real. También he echado de menos un mapa para situarme, pero eso ya es obsesión mía por la necesidad de visualizarlo todo.
El final es simplemente brutal, fantástico. Uno de los mejores finales que he leído nunca. Las tramas de cada personaje se entrelazan en un lienzo perfecto. Alguna lagrimilla me ha saltado.
En definitiva, esta es una novela tierna sobre la vida, sus altibajos y una reflexión sobre cómo enfrentamos los baches de la vida. Podemos elegir aceptar nuestra desdicha y seguir tirando del carro o encerrarnos en una cúpula de hielo. Muy recomendable. :)
Me ha costado adentrarme en este libro, pero, sinceramente, no sé si ha sido por el ritmo o porque no me encuentro en un buen momento. Quizás dentro de un mes lo habría disfrutado más y ha tenido la mala suerte de caer justo cuando no estoy bien.
Bajo esquirlas de hielo tiene un planteamiento muy interesante. Lo que más me ha gustado han sido los misterios, al punto de que el inicio me ha resultado muy lento porque solo me planteaban dudas sin darme pistas para montarme teorías. A eso se le junta con un infodump que ha vuelto la lectura bastante pesada. Pues aunque el mundo es muy interesante y completo (de los más profundos que he leído últimamente y me parece muy elogiable), da la impresión de que la trama no avanza hasta casi la mitad en lugar de darte la información de forma más integrada.
También quiero destacar el papel de los periodistas y el mensaje que trata el libro. Aunque la historia nos traslada a otro mundo muy diferente y se centra en una catástrofe, muchos de los mensajes que vemos en las diferentes gacetas, el papel de los periodistas o el dilema sobre si contar o no la verdad, es terriblemente aplicable a la era en la que vivimos con tanta (des)información. La verdad, me habría gustado que se hubiera ahondado más en esta parte.
Aunque los tres personajes principales son maravillosos, consistentes y definidos, es una lástima que el villano sea casi una caricatura en comparación.
Eso sí, casi lloro con una cosa del final que es SUPERBONITA y no me lo esperaba para nada.
Una mención especial a la edición tan preciosa del libro. ¡Y a la ardilla de la solapa! La ardilla me ha encantado, por cierto. Los bichitos adorables son mi perdición .
Bajo esquirlas de hielo es una novela que me ha cautivado por su worldbuilding y la narración de la autora, que me hacía sumergirme en la lectura sin ningún esfuerzo. Los personajes también me han gustado mucho, sobre todo los contrastes que se dan entre ellos al tener personalidades tan opuestas. El más complejo para mí ha sido Riaza, que, a pesar de no caerme nada bien, creo que es en general coherente. El villano, sin embargo, me ha parecido terriblemente plano, muy típico, quizá ha contribuido el hecho de que los demás personajes tienen más profundidad. El mundo que ha construido es una maravilla. Es sólido y con unos pocos detalles puedes imaginarte cómo es la vida en él sin problemas. Hay muchas similitudes con nuestra sociedad actual, en especial me ha gustado el mensaje que transmite, la crítica más bien, hacia la prensa sensacionalista, y cómo a menudo se antepone el ganar premios y conseguir muchas ventas a las consecuencias y la responsabilidad social que acarrea poseer cierta información y hacerla pública. A nivel de trama la historia está bien, es entretenida y está bien hilada, pero no me ha sorprendido en absoluto. Creo que el problema ha sido que la intriga acerca de qué sucedió en la Gran Nevada se resuelve demasiado pronto, y quizá me esperaba algo más profundo. Antes de llegar a la mitad del libro ya sabes todo lo que ha sucedido. Había cosas tan evidentes que no he terminado de creerme que a los personajes les costara tanto unir las piezas. También me ha dado la sensación de que el final se alargaba demasiado e incluso se me antojaba algo repetitivo. Con todo, he disfrutado mucho de su lectura, ha sido perfecta para desconectar.
Este año, me prometí leer más de lo nuestro. Siempre buscamos los éxitos y las sagas populares en el extranjero y descuidamos lo que tenemos en casa. Es lógico: nos tiran los grandes nombres internacionales, nos llaman y caemos como polillas a la luz.
Por ahora, no voy mal con mi promesa. He leído ya más libros de autores nuestros en estos meses que los que llevaba el año pasado en este punto. Hoy también os traigo a una autora nacional. ¡Coged la mantita y el té caliente, porque nos vamos hasta Wernon, un país helador con mucha magia detrás!
La leyenda cuenta que, hace 50 años, Wernon quedó sepultada bajo una capa de nieve tóxica. Todos sus habitantes desaparecieron misteriosamente. Ahora, dos jóvenes periodistas, Tayllon y Riaza, él becario y ella reportera, deberán adentrarse en este misterio por motivos muy distintos. ¿Qué pasó realmente aquel día hace 50 años? ¿Existe todavía la magia?
Una de las cosas que Sheila hace muy bien esta novela de fantasía es caracterizar a los personajes. Son tan diferentes y a la vez tan complementarios que puedes llegar a empatizar con los dos, aunque es un poco más difícil hacerlo con Riaza, siempre cabreada con el mundo, hasta que conectas con su trasfondo y cobra otra dimensión. La forma en que su relación crece y madura está muy bien desarrollada, sin prisa pero sin pausa, y llegarás a conocerles como la palma de tu mano. Sí debo decir que los personajes secundarios, como Maelia o Atmón, se me han quedado un poco desdibujados, y se limitan a cumplir su papel para la trama aportando lo que deben. No digo con ello que no sean atractivos, pero no he conectado tanto.
El mundo que crea la autora se nota que está pensado desde cero, y logra retratar cultura y formas de vida diversas en poco espacio. Creo, no obstante, que el lore daba para bastante más, y me da la sensación de que quizá Sheila en su cabeza tenía pensado algo mucho más extenso. Desde luego, el trabajo es magnífico, porque te mete de lleno en un mundo que es tan similar al nuestro como a la vez dispar.
Por otro lado, la autora sabe plasmar muy bien el misterio, y lo hace crecer para mantener atrapado al lector mientras va sembrando pistas sabiamente, dejándonos que podamos intuir qué pasará, pero sorprendiendo igual con una resolución cargadita de acontecimientos. He de destacar que una de las cosas más difícil de hacer es una novela, al menos para mí, es cerrar con un buen final, que esté lleno de emociones y sucesos, y Sheila lo ha logrado. Esa batalla final es absolutamente tensa, llena de momentazos y sin dar un respiro al lector.
Además, me gusta que no se corte un pelo a la hora de poner a sus personajes en apuros, hacerles sufrir y generarles heridas. Llamadme sádico, pero odio cuando casualmente a los protas nunca les pasa nada y los villanos acaban fatal. En toda guerra hay heridos y bajas, así que bien por Sheila por mantener ese punto duro y realista.
Para no alargarme más, solo me resta decir que, si buscáis una novela de fantasía ligera, bien planteada, con un mundo interesante (que creo que daba para más) y una trama de misterio que sabe cómo atraparte, no lo dudéis. Vais a pasar un buen rato con «Bajo esquirlas de hielo».
Hacerle caso a mis amigas para leer libros siempre es una buena idea. Seguí la recoendación de alguien a quien quiero para leer este libro, apenas me dijo nada, solo mencioné la editorial y ella me dijo que me recomendaba este libro. acertó. La novela nos present un mundo donde un pueblo quedó sepultado tras una nieve tóxica hace 50 años. La gente que ha ido allí ha desaparecido, y nadie sabe por qué. Dos periodistas, Tayllon y Riaza, serán enviados a hacer un reportaje sobre ello, que será el más difícil de sus carreras. Este libro está dividido en tres partes, esto es importante por lo que os voy a decir ahora. La primera parte me estaba gustando, pero no me enganchaba, también es que estas semanas he estado un poco desconectada de la lectura porque la vida es dura y más dura es la verdura. Esta tarde me he sentado a leer este libro, ha sido acabar la primera parte y... ¡no he podido parar de leer! Desde ese final de la primera parte no dejan de pasar cosas, yo ahora (11 y media de la noche cuando escribo esto) debería estar en la cama, durmiendo, porque mañana madrugo, pero es que el libro no me ha dejado despegarme de él hasta terminar. Y me parece maravilloso, qué queréis que os diga. Me consta que hay más cosas de Sheila anunciadas, y mirad, ojalá salgan pronto porque no sé nada pero necesito.
No sé cuantas veces he leido ya esta historia, pero siempre me parece maravillosa.
Y es que A VER en este libro tenemos a Tay, un periodista que es un BEBÉ. A Riaza, su compañera, un tapón un poco arisco, con una lengua afilada y siempre lista. Tenemos también un mundo de hielo puro. Y a Tay. Monstruos de escarcha. A Maelia y fantasía y magia mezcladas con una tecnología muy MUY guay. Más magia y palabras inventadas e ingeniosas. Y a Tay. ¿He dicho ya que tenemos a Tay? Tenéis que conocer a Tay.
Y es que jo, fui beta de Esquirlas cuando no era más que un relato, cuando aún se llamaba Escarcha y cuando Tay y Riazan no eran más que una sombra de lo que son ahora y no puedo estar más orgullosa de esta novela y de su autora.
Compré esta novela primero prendada por su portada (debo admitirlo) y después por me enamoré del mundo y los personajes que Sheila nos presenta. Como han dicho otros reseñistas, esta historia suena a cuento, a fábula, a la leyenda que te contaba tu abuela delante de la chimenea una tarde de invierno. Y es genial. Me ha gustado mucho que los personajes no fueran los típicos perfectos que jamás se equivocan. Eran reales, con sus virtudes y sus muchos miedos. Solo hubo un trocito que se me hizo lento y perdí el ritmo de lectura. Por todo lo demás, os invito a adentraros en Wermon, a ver si encontráis a sus monstros de escarcha.