Aretaeus de Capadocia, médico griego, llamaba koiliakos a quienes padecían la informedad que aquí abordo. Este término griego significa “aquellos que sufren del intestino”. Etimológicamente, a su vez, la palabra intestino deriva del adverbio latino intus que significa “en el interior” o “hacia el interior”; aquello que está dentro de mí. En resumen, entonces, celiaquía significa “aquellos que sufren en su interior”.Junto con las alergias e intolerancias en general, la celiaquía conforma lo que ya es considerado la “epidemia del siglo XXI”, nombre que se han ganado por una suma histórica de hechos dolorosos globales, familiares e individuales. Las palabras clave del sentir de los celíacos y de muchos alérgicos son desesperanza y resignación. Asumir una vida a dieta y cuidados extremos por la contaminación cruzada, sumados a una importante falta de información por parte de organismos gubernamentales, empresas elaboradoras de alimentos y otros, lleva a estas personas a convertirse en sus únicos protectores y a reunirse en grupos afines de Facebook, asociaciones y grupos de ayuda. Este libro brinda una lógica a esos síntomas y demuestra que es hora de abrirse nuevamente, de dar los pasos valientes para comprender que no son incurables sino que, hasta ahora, no se conocía el modo en que se debía proceder. Intencionalmente, conociendo la negación lógica a sanar que encontré en muchos y que hoy ya pueden llamarse EX CELÍACOS y EX ALÉRGICOS, he incluido en este libro muchos casos y testimonios de sanados, valientes que debieron creer para ver y hoy pueden ser los puentes del ver para creer de otros. Recuerdo una oportunidad en que una persona celíaca levantó la mano y me “–Sí, pero usted se refiere a que sanaron porque hacen dieta, ¿no es así?”. Mi respuesta fue que eso no es sanar, eso es resignarse. Sanar es un proceso mucho más profundo, incluso que el de no necesitar que el síntoma se manifieste. Es notar que la vida toda se embellece cuando se comprende nuestro síntoma, y mejor aún, cuando a través de ese camino uno amanece a un nuevo estado de consciencia. Este libro es un homenaje a todos aquellos desobedientes y valientes que, introduciéndose profundamente en su historia y su dolor, hoy pueden comer todo lo que desean, están sanos y han recuperado su vida en muchos ámbitos, como el familiar y el social. Si usted es celíaco, aquí encontrará escrita su historia o historias muy similares. La celiaquía es curable. Las alergias e intolerancias también lo son. Este libro y yo estamos a disposición de quienes, creyendo y probando que aquí encontrarán el modo de sanar, quieran decir al mundo que eso es posible, así como estamos también a disposición de toda persona o institución que, descreyendo, me quiera acompañar a decirle a los cientos y cientos de sanados, que se han equivocado y que, por lo tanto, deben volver a enfermar. la desesperanza ha sido mucha y global, pero es, al mismo tiempo, un potencial para el que se anima. Una vez trascendido el síntoma, todo eso se convierte en fortaleza, ya que no soy yo ni nadie quien lo sanará. Ese milagro lógico sólo lo podrá hacer usted.
El libro es espectacular como todos los libros que ha escrito Pablo. Recomiendo (si aun no lo conocen), comenzar con el libro: “Me estas jodiendo!”, que en argentina es una expresión que se usa cuando algo te genera mucha sorpresa. Leerlo es un camino de ida, escribe de forma muy didáctica, donde nos invita a replantearnos con cada explicación, con cada caso que presenta, nuestra propia vida. Absolutamente inspirador, transformador, y sobre todo, muy esperanzador. Gracias Pablo Almazán por plasmar conocimientos tan acertados y profundos de todos nosotros, de nuestra creación, honrando siempre a quienes somos, a quienes nos precedieron, a quienes vendrán, y a todos los que componen nuestro maravilloso universo. Mi dato de color: los libros de Pablo los compro tanto en kindle como en papel, porque pasaron a ser manuales de vida que es bueno tener a mano para repasar tal vez situaciones que nos pasan o rodean.