«L'anguila és, d'una banda exposició de pintura (La Nau, Universitat de València, setembre 2020) i d'una altra una novel·la. Les pintures i el text assenyalen aquella agressió que hauria de ser òbvia però que és molt difícil de mostrar perquè és preservada per la nostra manera habitual d'actuar: els atacs que aquest context sotmet els cossos de les dones, com les maternitats, les herències, un lèxic que nomena en masculí, la toxicitat de moltes relacions familiars, el tèrbol de les relacions d'una amb si mateixa i l'evidència -també normalitzada pel context- d'agressions molt més radicals, les que succeeixen en els llocs de poder i que normalment són executades per aquell que sap que el món està fet a la seva mida i que pot caminar tranquil·lament, campant al seu aire.» Paula Bonet
Paula Bonet Herreros conocida como Paula Bonet (Villareal, 1980) es una pintora e ilustradora española. Ha colaborado en diferentes proyectos y libros como el poemario "Si uneixes tots els punts" (Si unes todos los puntos) de la actriz y poetisa catalana Estel Solé o la obra "T'estimo, ets perfecte, ja et canviaré" dirigida por Elisenda Roca.
Todo me ha gustado de este libro. Su estructura desordenada, su lenguaje potente (poético por momentos), lo visual que es. Paula Bonet descarga en él las tintas no solo por lo que cuenta sino por cómo lo cuenta. Desde el aborto espontáneo de sus “tres mosqueteras” hasta el homenaje a sus abuelos pasando por su red de amigas, el machismo imperante y un #MeToo en el que denuncia su violación por un premio nacional de poesía. 🌿 Otro tema en torno al que gira la obra es su formación como pintora. Ésta fue paralela a su formación sentimental y en ella (nos)reconocemos esa admiración por una persona mucho mayor que, lejos de poner límites, abusa de su privilegio y poder para “modelar” a la mujer joven. 🌿 Todo en este libro me ha resultado interesante. No podía dejar de leerlo encogida, curiosa, suscitándome las mismas emociones con la que Rafael Chirbes, citado por Bonet, habla de los cuerpos de anguilas: «Me daba miedo tocarlos, y asco, pero no podía evitarlo». 🌿 Si Bonet (Vila-Real, 1980) es ya toda una referente en pintura e ilustración, con «La anguila» se ha convertido en una de mis escritoras referentes también. #PaulaBonet #AbortoEspontáneo #MaternidadesLit #Feminismos #RelacionesTóxicas #Abusos #RelacionesDePoder #NovelaDeFormación
Hace tiempo ya que no me engarzaba en un libro. Por sobre todo la escritura, los aceites y líquidos de pintura, los poemas, los poetas, las fotografías, los viajes, el sexo, el amor el amor el amor de sus abuelos en sus cartas fueron una de mis partes favoritas.
Opinion impopular por lo que veo, pero el estilo tan fragmentado de la narración me ha descolocado bastante.
El primer par de añadidos de cartas de Juanita me pareció tierno y curioso a la hora de establecer paralelismos o comparaciones entre Paula y su abuela, pero cuando el recurso empieza a irse de madre y se mezcla con la narración principal sin previo aviso, me perdió. Te tiene que gustar a lo que está jugando, sino acabas leyendo esos fragmentos con prisa para volver a la voz de Paula Bonet.
En cuanto al texto en sí: hacía mucho tiempo que no leía algo que me causara tal repulsión. Si fuera posible cambiar de identidad sexual con sólo desearlo, este libro sería la cura de la atracción hacia los hombres. Normal que la autora quiera quedarse a gusto y exponer las asquerosidades que se plasman en el libro. En ese sentido, todos mis respetos y total empatía. La verdad es que no sólo da asco sino que asusta encontrar paralelismos en cualquiera de los individuos que se pasean por estas páginas y los que tenemos en nuestro día a día. También merecen una mención especial las páginas dedicadas al aborto. De una crudeza e impacto tremendos. Y qué poco se habla de esto.
En conclusión: no es una lectura fácil aunque por su duración resulta muy accesible. Si te gusta Paula Bonet como artista y compartes formación, te encantarán los pasajes y detalles sobre técnicas de artes plásticas. Si no te va el rollo de lectura fragmentada con continuas referencias poéticas y literarias, quizás no te acabe de convencer.
y entonces me hablaba de la importancia de la pausa, de cómo es la variación lo que hace a la repetición interesante. De lo importante del echarse de menos.
Puedes pasar horas y horas frente a un acuario, embelesada por el movimiento ondulante de los corales, la fluorescencia de algunos peces. Una magia que se deshace cuando piensas en la anguila, ese pez baboso, alargado y oscuro que sabe a fango y que, aunque nade, sólo puedes imaginar reptando sigiloso al acecho de los pies de los bañistas. Con ese movimiento zigzagueante, Paula Bonet te va llevando sin soltarte la mano y sin tregua en “La anguila”, una novela que bien podría ser un tratado de pintura, de feminismo, de memoria; un atlas de anatomía en el que los cuerpos femeninos son vaina y campo de batalla para miles de espadas. A través de la memoria personal y la herencia familiar, Bonet analiza el amor y el deseo, describe la violencia estructural, la sistémica, la psicológica, la física, desvela las trampas que se esconden en algunas relaciones; habla de las violaciones, de los insultos, de las heridas que arrastramos, de los vampiros (“Algunos piensan que, lamiendo las heridas luminosas de las jovencitas, mamando de todos los orígenes del mundo posibles de mamar, alimentándose de toda la carne cruda que pueda presentárseles bien fresca, también su carne con suministro sanguíneo deficiente, su carnet colgante con piel seca y arrugada, rejuvenecerá”); de los embarazos (“¿Como voy a ser madre con unos óvulos manipulados en un laboratorio si lo que me interesa es ser un animal, la experiencia física, ver cómo muta mi cuerpo, saber qué le pasa a mi cabeza mientras hay un ser formándose dentro de mí?. Desde que perdí a mis hijas todo me da igual. No sé qué quiero, cuánto hay de deseo propio y cuanto de imposición. La idea de compartir el embarazo con un hombre, imaginarlo a mi lado en el momento del parto, buscar sus rasgos en el niño o la niña con la que formaremos una familia, se ha borrado de golpe”), de los partos de otras, de abortos, de esos embriones sangrantes y a medio formar que sostuvo entre los dedos. “La anguila” también es un canto a la amistad, a la sororidad, es el crecimiento y la madurez de una mujer-autora que se apoya en otras mujeres, jóvenes y ancianas sabias (“Desde los años puedo mirar, a veces, la extensión de mi trabajo. Hay temas que no cesan; uno es el cuerpo de la mujer. La modificación en ella, ‘la mujer que aguanta’, como cariátide, entre el suelo y el límite. Es lo que la ‘mujer pueblo’ hace en Chile: aguantar la vida, criar hijos, trabajar y, todavía acoge al hombre que transita.” Roser Bru), para continuar transformándose. Es la obsesión por encontrar una mirada propia entre la alquimia y la intuición superando las leyes de la física y la química. “¿Pero cómo era posible aprender a pintar lo que se sentía sin antes conseguir dominar la técnica? ¿Era la técnica parte del proceso de aprender a mirar?” Dice Marta Sanz que “La anguila” es una novela de formación con final feliz. Sin embargo yo siento aún algo pegajoso y desagradable deslizándose por mi cuerpo.
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quien no haya tenido nunca una experiencia con un Hombrecito -que te dice cómo follar mejor cómo vestirte mejor cómo hablar mejor cómo ser mejor- es porque es sin duda alguna un Hombrecito más.
Más que una novela, La Anguila es una obra de arte. Laura Bonet mezcla de manera magistral narrativa, poesía, pintura, y fotografía para narrar de una manera muy visual una historia de abusos y pérdidas. Una historia que, vista a grandes rasgos, puede ser trivial, inocente, pero, si te centras en cada detalle, puedes observar lo dura y cruel que es. Más que recomendable. 📖❤️
Me ha pasado con este libro lo que me pasó cuando Lady Gaga publicó "Joanne". Como si, tanto Gaga como Bonet, hubieran dicho "Lo de antes era un juego. Ahora vais a ver lo que sé hacer". Y vaya si lo he visto. Solo solté el libro para dormir, comer o trabajar. No puedo explicar de qué va porque para mí va de la valentía y de aceptar el camino que te ha llevado a donde ahora estás, con sus cosas buenas y sus cosas malas, pero seguro que para otras personas ha significado otra cosa. Posiblemente si lo hubiera leído en otro momento, me hubiera impactado de otra manera. Y, seguramente, si lo releo en el futuro, me dirá otras cosas.
Muy tremenda lectura, desordenada, intempestiva, pinceladas de hombres, de amigas, de cartas, cuadros de sexo y de ingenuidad, óleos y aceites que se mezclan para contar historias de amor, de abuso, de poder, de amistad.
Esta mujer es tremendamente inteligente y dotada, dibuja una estampa que se funde entre la realidad y la ficción, y que nos azota con frases y citas y acontecimientos y saltos en el tiempo que hacen de ésta una lectura bárbara y deliciosa.
Me costo empezar y entender el hilo conductor en la primera parte. Entender la pluma de sus abuelos, pero saliendo de eso y a medida que avanza la magia va surgiendo y me enamore de Paula, de sus abuelos y sus amigos, del hombrecito no. Me parece un buen libro y si se complementa con los diarios la experiencia es más redonda, y muy inspiradora. Recomendado!
Siempre he admirado el trabajo de Paula, y este texto no es la excepción. Me gusta su honestidad y su escritura directa, sencilla, abierta. No sé si me gustó el desorden que ella utiliza, a propósito, para contar la historia. No me refiero al orden del tiempo, sino del espacio. Al principio me enredé un poco con la mescolanza de cartas y pensamientos, después le pillé la onda y me dejé llevar. Me gusta saberla caótica, llena de manchas. La acerca a quién la lee, me acerca a ella y me hace sudar frío. La historia con el Hombrecito es pavorosa y lo peor de todo, común. El mundo del arte está lleno de Hombrecitos; corrijo, el mundo está lleno de Hombrecitos, hermosos, encantadores, perfectos depredadores. Amantes de las musas y los objetos, todo condensado en nuestros cuerpos vampirizados.
Y finalmente, ¿quién es la anguila? ¿Es Paula o las cosas que le han pasado a Paula? ¿Somos nosotras, las mujeres? ¿En eso nos han convertido?
pd: me reí al leer la dedicatoria del libro. pd2: me emociona su amor por Chile.
me ha gustado mucho como está escrito, la lectura se hace muy rápida, va intercalando dos historias con una diferencia de tiempo muy grande pero las junta de manera que en ningún momento te pierdes. Habla de un tema duro q consigue incomodarte pero también acercarte a ella, como si leyeras su diario
"Con La anguila asistimos a una clase magistral cuya temática se vertebra en distintos ejes: desde la narración del cuerpo devastado hasta la exposición cruda del deseo. El diálogo generacional se interpone ante el espectador; a veces la voz de Juanita se funde con las inquietudes de una joven que está empezando a conocer la vida más allá del primer hogar. Los recuerdos narrados por Paula se intercalan con la correspondencia pasional de sus abuelos, y en ese entrometimiento, la memoria y la pérdida se funden en una misma paleta. Al igual que el deseo, el duelo también aparece como uno de los protagonistas fundamentales en la narración: percibimos la ausencia tras el aborto del mismo modo y paralelamente a cómo vive Juanita la muerte de su difunto marido. La anguila es el dolor que no cesa y penetra constantemente la mirada del lector, es la exposición del cuerpo como espacio político y lugar de vivencias donde todas las historias confluyen. Pero es también un relato resiliente, una lección de vida y una advertencia: Bonet nos invita a plantearnos en qué modo algunos cuerpos nos someten bajo la elocuencia de un discurso atractivo cuyo único fin es el sometimiento. Audaz, inteligente, fundamental para una generación que ansía recordar y honrar al cuerpo como el soberano político que es." Sara San Frutos Forja
Feia temps que un llibre no em decepcionava tant. M'agrada molt Paula Bonet, la seva forma d'expressar-se i la seva manera particular de veure el món a través de la paraula i la pintura, però el llibre se m'ha fet petit. Potser d'escoltar-la tant en xerrades, presentacions o bé seguir-la tant a xarxes. El fet és que el llibre no m'ha dit res de nou, no he acabat de connectar amb l'estructura fragmentària (que, en canvi, m'acostuma a agradar molt), com tampoc l'estil. M'hagués agradat, en canvi, aprofundir en la història dels seus avis, malgrat que ella mateixa -crec recordar- va dir en alguna ocasió que no volia exposar-la massa en aquest llibre en concret. Qui sap en un altre.
En fi. Se m'ha fet feixuc i només les darreres cent pàgines les he llegit d'una tirada. Confesso que mai m'havia sabut tan greu que un llibre no m'acabés de fer el pes; li tenia moltes ganes. Una llàstima. De totes maneres, crec que agradarà molt a tot aquell que vulgui apropar-se a la seva figura. El component autobiogràfic és tan evident que potser per això se m'ha fet avorrit a estones: res del que hi deia era nou, ni en forma ni en contingut.
Em va costar una mica entrar, però al poc no podia deixar de pensar que estava llegint un llibre escrit per la que jo considero una de les grans artistes del nostre temps, i que era tan important com quan llegia les Cartes a Theo, entre Van Gogh i el seu germà. Same same but (very) different. I inclús més important. Amor, adol.lescència, Santiago de Chile, tallers de gravat i una illa que amagava més perills dels imaginables. Es llegeix en un plis i val molt la pena!
Paula Bonet és una artista de cap a peus i aquest llibre és una obra d'art.
Una història de creixement personal on es barregen pintura, amor, adolescència, desig, dol, por... i matxirulades. Tot, en constant contrast amb la història d'amor dels seus avis.
Una denúncia a les agressions masclistes a les que les dones som sotmeses.
3,5 ⭐️ Aquest llibre, per una banda, m’ha semblat desordenat, sense un fil concret, dur i colpidor. És un relat cru. Per altra banda, Bonet diu molt més del que hi ha escrit a “L’anguila” perquè la manera que té descriure és artística, original, diferent i això fa que sigui intens i ràpid de llegir al mateix temps.
Bonet parla de la vida, de la mort: “Quan algú mor, les vives som aus de rapinya i busquem tot el que fa que el mort seguisca amb nosaltres.” També de l’amor i el no-amor. L’art és un dels altres temes que surt en aquest llibre, com no podria ser d’una altra manera havent-lo escrit Bonet: “La pintura t’alça de terra. T’allunya del lloc on les coses poden sostindre’s amb les mans, intercanviar-se, acumular-se, fer-se velles, corrompre’s.”
Paraula a paraula es pot endevinar que hi ha línies que travesses i ja no pots tornar enrere, Bonet fa política. Tal com diu l’autora al final, crec que un bon resum del llibre pot ser:
“Ens sabem ames i senyores de nosaltres mateixes.”
Ha sigut una lectura difícil pels temes que tracta. Crec que el llibre hauria d'anar amb triger warnings en majúscules. Remou molt, no tothom està preparat per llegir sobre aborts, relacions de poder i violacions de la manera en què ho fa l'autora. Té un estil molt bo i m'ha agradat molt la barreja de la narrativa amb la poesia i, sobretot, les cartes dels avis que hi ha pel mig.
Paula no solo escribe, es artista visual y para quien desea adentrarse a su mundo, es necesario ver su trabajo plástico. Tiene una manera de escribir y expresarse muy sugerente. Es directa lo cual hace que sea una lectura cruda, pero seductora, gracias a que la novela es mitad ficción y autobiográfica
El libro trata del cuerpo, de lo tangible, lo que puede ser tocado y amado. De la violencia, del sexo, la herencia, la maternidad, la muerte y la destrucción.
A su vez en Los diarios de la anguila (libro creado a partir de una libreta de dibujo con pinturas inéditas) busca fijar lo que ve, en su paso por chile (país que la acogió por más de 20 años) Es también una oportunidad para acercarnos al taller de la ficción, a los materiales que configuran su novela “La anguila” en trazos sueltos, tintas, ácidos y aguadas.
va començar molt bé, pel meu gust es va desencarrilar una mica dedicant exajaradament moltes pàgines a una relació hipertòxica que fa grima de llegir (que entenc que era la intenció); això últim no m'hagués molestat tant si la manera de resoldre-ho no fos tan superficial. De totes maneres, m'ha agradat.
No hay un giro que denuncie la violencia. Por ello es constante incomodidad hacía ella. Maldito Hombrecito, ahora le veo en los señores que se sientan en frente en el tren. Todo el rato cuerpo, y pintura. Narra que se puede oler y palpar.
Un homenatge als avis, a les amigues, a Xile. Amors que no cedeixen malgrat el dolor d’un avortament o la desigualtat de poder en una relació sentimental.
Por fin Paula Bonet ha publicado su primera novela, “La anguila”. Y qué novela.
Es una historia de ficción, pero con mucho de realidad; o quizá es una historia real con algo de ficción. Sea lo que sea, estamos ante una historia incómoda, una historia que hace saltar por los aires el patriarcado.
“La anguila” es molesta en ocasiones, es inteligente, muy inteligente, y es un ejercicio artístico y creativo muy Bonet. Es precioso ver el intercalado de las cartas de los abuelos a lo largo de la historia a modo de contraste de la propia evolución de la vida de la protagonista, una Paula universitaria que nos introduce de lleno en el mundo del arte, la pintura, la escritura y el grabado.
La novela es muy visual, huele a químicos y asfixia. “La anguila” es valiente, muy valiente, es una historia que denuncia las agresiones que sufren las mujeres y un manual perfecto para entender el presente y abordar el futuro.
De vegades els llibres escrits per gent que no son del "gremi" creen cert rebuig. Sí, tenia els meus dubtes abans de començar "L'anguila".
Coneixem la Paula Bonet pintora. Però, ara escriu? També ha pujat al carro de publicar llibres? Sort que no l'ha tret per Sant Jordi.
Però goita, aquest cop la sorpresa ha estat plaenta. Paula Bonet relata relacions d'abús de manera bonica. Sí, fa feredat plantejar-ho així, però és que és així mateix. Les històries que conta amb l'ex maltractador i el professor que vampiritza jovenetes acaben sent poètiques alhora que sinistres. Bonet escriu maco la lletjor. Hi ha aquella violació de final de llibre, que acaba matant el lector, seguida de versos. I sí, també de vegades hi ha ironia fina ("beRsos").
I bé, l'he llegida en català, tot i saber que no és la llengua original, però jo me l'imagino "aixina" aquesta història.