Historias breves con bibliotecas y librerías, lectores y escritores, talleres y ferias. Cincuenta y seis preciosas anécdotas, crónicas y relatos en los que la vida se mira como en un espejo.
"Como un remanso secreto, se puede advertir la piedad de María Teresa Andruetto, su sabiduría, su convicción de que las leyes feroces que a veces rigen el comportamiento de la gente podrían, en algún cruce del camino, ser trasgredidas". Liliana Heker
¿Qué hace que tengamos tanta necesidad de contar y tanto gusto por escuchar historias? María Teresa Andruetto indaga en los recovecos de ese extraño oficio de escribir y rescata relatos breves en los que siempre hay bibliotecas y librerías, dedicatorias y personajes, talleres y ferias.
Cuentos para achicar la pena, crónicas sobre niños pobres sacándose una selfie con una ojota, historias de instrumentos musicales construidos con basura, una palabra que puede hacer temblar todo un texto, la mujer del cuento de Flannery O'Connor que literalmente explota de bronca y otras preciosas anécdotas y relatos en los que la vida se mira como en un espejo. Dice la "Nada de lo que un escritor crea puede escapar de lo que es. ¿De dónde sacaríamos los escritores las historias sino de la vida misma?".
María Teresa Andruetto nació en Córdoba en 1954. Es una de las escritoras argentinas más prestigiosas y si bien es reconocida principalmente por su obra para niños y jóvenes, también tiene una voluminosa obra publicada para adultos. Cofundó CEDILIJ, Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil. Como parte de su obra podemos citar Sueño Americano (Caballo negro editora, 2009), Tendedero (CILC, 2009), la obra de teatro Enero (Ferreyra editor, 2005) y numerosos libros para niños y jóvenes, entre otros El anillo encantado (Sudamericana, 1993), Huellas en la arena (Sudamericana,1998), La mujer vampiro (Sudamericana, 2000), Benjamino (Sudamericana, 2003), Trenes (Alfaguara, 2007), El país de Juan (Anaya, 2003/Aique 2010), Campeón (Calibroscopio, 2009), El árbol de lilas (Comunicarte, 2006), Agua cero (Comunicarte, 2007) y El incendio (El Eclipse, 2008). Cynthia Orensztajn nació en 1973 en Buenos Aires. Estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires y asistió a los talleres de Mirella Musri, Claudia Legnazzi, Edgard Ródez y realizó el taller Construcción de un libro ilustrado dictado por Istvansch. Realizó trabajos para numerosas editoriales como Sudamericana, Sigmar, y Edelvives.
En parte me resultó maravilloso, MUY inspirador y disfrutable. Lleno de anécdotas y experiencias increíbles.
Pero no fue lo que esperaba y eso me desconcertó. También en parte (una muy grande), me resultó tan tedioso que lo abandoné por semanas, incluso siendo una lectura fragmentada, y no me daban ganas de volver a él. Más tarde llegué a la conclusión de que no terminaba de cerrarme y me irritaba porque sentía que la autora se estaba apropiando de historias que no le correspondía contar. Y a veces eso estaba bien, pero otras estaba mal. Su mirada, lo que asumía, su sesgo en algunos casos no me pareció correcto.
Para leer de a poquito y de vez en cuando, reflexionando fuerte.
Una de las mejores escritoras argentinas. Sus textos son simplemente maravillosos. Recomiendo especialmente Las putas de San Julián y Los desigualados.
Un conjunto de historias que nos hacen descubrir cómo la realidad supera muchas veces la ficción y se conectan con el mundo de la Literatura. Reúne temas muy variados y reflexiones muy lindas e interesantes, siempre incluyendo citas de otros escritores. Me quedo pensando en varios puntos que expuso la autora sobre el oficio de contar y nuestra forma de ser.
La verdad no fue lo que esperaba perooo, no significa que no me haya gustado mucho. Entiendo lo que quiso "dejar en claro" con todos los relatos, y no solo coincido, sino que me gusta mucho. No es para leerlo del tirón de ninguna manera. Creo que todos requieren que nos detengamos un tiempo en ellos. A mí personalmente, me gustaron unos más que otros, pero quizás también sea por el momento. Quizás si lo vuelvo a agarrar dentro de unos años me gusten y me llamen la atención otras cosas. (Que esto es lo que más me gusta de leer). Marqué muchísimas frases que me llegaron, tanto con post-its como con lápiz, porque sí, no escribo todos los libros pero, los de este tipo me gusta leerlos con "lápiz en mano".
Primer libro de Andruetto que leoy sin, llegar a encantarme, me gustó. Son pequeñas narraciones, anécdotas muy bien contadas en su mayoría. A veces aparece cierta candidez en la mirada social, una especie de simplificación de la realidad que no es lo que más me atrae de su escritura pero sabe ocntar historias. Tiene frases bonitas como esta "el agradecimiento es una flecha que no siempre vuelve al que un día nos cobijó en su corazón. Una flecha hacia el futuro, hacia los otros necesitados algún día de nosotros".
Una locura, me encantó. Cada página es un tesoro. No hay cuento o narración a la que no le haya puesto mínimo un postic. Es que es un cerebro tan versado, tan variado y tan claro para comunicar. Me encanto y creo que fue una grandiosa manera de enamorarme de la pluma de esta escritora. No hay dudas.
Es un buen libro con un montón de frases y algunas historias interesantes, pero me resultó bastante tedioso de leer de corrido. Tenía de dejarlo por ratos o días y a veces solo leer uno de los relatos me hacia dejarlo.
Este conjunto de relatos donde Teresa nos convida un poco de su construcción, de su oficio es muy lindo. Es una ventana por donde podemos chusmas un poco de su inspiración.