In 1942 werd Charlotte Delbo in Parijs gearresteerd en gevangengezet omdat ze voor het Franse verzet werkte. In 1943 werd ze samen met tweehonderddertig Franse gevangenen, van wie er slecht negenenveertig zouden overleven, gedeporteerd naar het concentratiekamp Auschwitz-Birkenau. In niemand van ons zal terugkeren reconstrueert Delbo haar herinneringen aan leven en dood in korte, poëtische scenes. Ze spreekt met de stem van een collectief; van alle vrouwelijke gevangenen die, hoewel hun identiteit hun was ontnomen, elkaar wisten te steunen. Ze slaagt erin woorden voor het onuitsprekelijke te vinden en de schoonheid te beschrijven daar waar je haar niet verwacht. Niemand van ons zal terugkeren is een aangrijpende getuigenis, noodzakelijke Holocaustliteratuur en een literair meesterwerk.
Charlotte Delbo was a French writer chiefly known for her haunting memoirs of her time as a prisoner in Auschwitz, where she was sent for her activities as a member of the French resistance. Born in Vigneux-sur-Seine, Essonne near Paris, Delbo gravitated toward theater and politics in her youth, joining the French Young Communist Women's League in 1932. She met and married George Dudach two years later. Later in the decade she went to work for producer Louis Jouvet and was with his company in Buenos Aires when Wehrmacht forces invaded and occupied France in 1940. She could have waited to return when Philippe Pétain, leader of the collaborationist Vichy regime, established special courts in 1941 to deal with members of the resistance. One sentenced a friend of hers, a young architect named Andre Woog, to death. "I can't stand being safe while others are guillotined", she told Jouvet. "I won't be able to look anyone in the eye." Accordingly she returned to Paris and Dudach, who was already active in the resistance as the assigned courier for the internationally famous poet Louis Aragon. The couple spent much of that winter printing and distributing pamphlets and other anti-Nazi Germany reading material. They became part of the group around communist philosopher Georges Politzer, and took an active role in publishing the underground journal Lettres Françaises. On March 2, 1942, police followed a careless courier to their apartment, and arrested George and Charlotte. The courier was able to escape from a back window. Her memoir uses unconventional, almost experimental, narrative techniques to not only convey the experience of Auschwitz but how she and her fellow survivors coped in the years afterwards.
Un abîme sans fond, une nécessité. C'est impossible de ne pas être indécente dans la critique d'un livre qui témoigne, au plus proche des sensations, cette expérience horrifique, la déportation. J'ai une admiration sans fin pour Charlotte Delbo. Pour ses actes de bravoure, et aussi pour ses mots qu'elle s'applique à rendre si justes, si honnêtes et précis. L'introduction même de ce livre est une déclaration d'intention : "Aujourd'hui, je ne suis pas sûre que ce que j'ai écrit soit vrai. Je suis sûre que c'est véridique". Charlotte Delbo a attendu vingt ans pour sortir son oeuvre, elle avait la conscience aiguë que l'opinion publique ne serait pas prête immédiatement après la guerre, à entendre ce qu'elle avait à témoigner. Trop tôt, elle estimait qu'elle serait dans « dans la situation de celui qui, mourant d'un cancer, essaye d'attirer l'attention de celui qui a une rage de dents ». Quelle lucidité, et quelle force aussi. Au delà d'une consignation des horreurs endurées, elle a voulu construire une oeuvre, pour toutes ces camarades de camps, celles qui sont tombées, dévorées par les chiens, suicidées contre les barbelés, gazées comme des déchets inutiles, étouffées par la maladie, mordues par le froid terrible, épuisées par la faim ou la soif... C'est l'absolue horreur des camps qui nous est conté, une horreur qu'on connaît intellectuellement mais que Charlotte Delbo nous fait ressentir dans notre chair. C'est impossible même après cette lecture de s'imaginer lucidement les souffrances endurées, l'inhumanité à son paroxysme... et aussi la solidarité entre les femmes, qui m'a ému aux larmes. Une oeuvre pour ne pas oublier, pour ne pas recommencer.
Ce témoignage glaçant, véridique, sur Auschwitz a été extrêmement difficile à lire. L'écriture est fluide, voire belle malgré le sujet. Le contenu est dur, dur, dur. Ce qui m'a le plus pesé à la lecture est la routine implacable de la vie (si l'on peut appeler cela la vie) au camp : l'appel -interminable-, le semblant de repas, le trajet au "travail", les travaux forcés, le semblant de repas, le retour du "travail", l'appel -encore plus interminable-, l'extinction des feux, les nuits peuplées de cauchemars ou sans rêves. À chaque moment, à chaque tournant, la mort rôde : la fatigue débilitante, la soif horripilante, l'envie d'arrêter de se battre, le désir de hurler sur les bourreaux sans compter les risques de maladie et d'infection ou le fait de se faire abattre par "jeu". Revenir de là, un miracle.
Témoignage à ranger absolument aux côtés de ceux de Levi, Wiesel, Semprun, etc.
Este libro me llevó a un nivel de sufrimiento que pocas historias me han provocado. Mujeres cautivas en un centro de concentración, quienes sobreviven por el sentimiento de apoyo mutuo, la unión que es lo único que las sostiene: amigas que literalmente te agarran del brazo para no caer. Implacable, aterrador, real.
Otra historia buena sobre los campos de concentración y exterminio. Interesante y poético. Y buscad a Delbo, porque menuda jefa. Es tipo Primo Levi. Estaba en Buenos Aires, volvió a la Francia ocupada para luchar en la clandestinidad y la pescaron.
"Yo me decía: tienes que aguantar, tienes que aguantar en pie mientras dura el recuento. Tienes que aguantar hoy también. Porque habrás aguantado hoy también, volverás, si vuelves algún día."
Charlotte Delbo escribió el primer volumen de su trilogía sobre Auschwitz nada más regresar del campo de exterminio, en 1946, y eso se nota en la urgencia y el desgarro de la narración. Un libro desolador, pero también, según Primo Levi, uno de los más bellos jamás escritos sobre el Holocausto. La belleza y lirismo de su prosa redime a veces el espanto de lo que cuenta.
«Vosotros que habéis llorado dos mil años / a uno que agonizó tres días y tres noches / qué lágrimas tendréis / para quienes agonizaron / muchas más de trescientas noches y muchos / más de trescientos días / cuánto / lloraréis / a quienes agonizaron tantas agonías / y fueron innumerables / No creían en la resurrección en la eternidad / Y sabían que vosotros no lloraríais.» ▫️ Charlotte Delbo, militaba en París en 1932, junto con su marido, en las Juventudes Comunistas. El 2 de marzo de 1942, ambos fueron arrestados por las brigadas especiales de la policía francesa. A él lo fusilaron. A ella la deportaron a Auschwitz el 24 de enero de 1943 junto con otras doscientas treinta mujeres, las cuales en su mayoría eran como ella, miembros de la Resistencia. Solo sobrevivieron cuarenta y nueve. “Ninguno de nosotros volverá” se publicó por primera vez entre 1970 y 1971 en forma de trilogía, y ahora están los tres tomos recogidos en esta nueva edición. ▫️ Es difícil encasillar la obra de Delbo en una categoría. Novela, ensayo, memoria y poesía se entrelazan en sus páginas. Tener la capacidad de escribir sobre la barbarie del Holocausto de una forma tan poética y embriagadora, con un lirismo extraordinario, es un don inadquirible. Leyendo a Charlotte, descubrimos una sensibilidad tan singular que es fácil imaginarnos a su lado, y al lado de las cientos de mujeres que estuvieron retenidas en los barracones de los campos. Páginas del libro, que por su crudeza lo sentimos insoportable y que sin embargo debemos leer para ser conscientes de la verdad de lo que sucedió. ▫️ «Un SS se acerca, lo reconocemos enseguida. El médico. (…) Pasa de largo. Recuperamos el aliento. Más allá, se detiene en las filas de las griegas. Pregunta: “¿Qué mujeres de entre veinte y treinta años han tenido hijos vivos?” Hay que renovar las cobayas del barracón de los experimentos. Las griegas acaban de llegar. Nosotras llevamos aquí demasiado tiempo. Varias semanas. Demasiado flacas o demasiado débiles para que nos abran el vientre.» ▫️ Las historias sobre la IIWW están narradas por señores. Las historias sobre el Holocausto, o la Shoah, están narradas por señores. Hay voces de señoras, altas y claras, firmes y contundentes, que han estado vibrando entre paredes vacías durante muchos años. Es nuestra responsabilidad no dejar que ese eco se apague, y hacer de altavoz de los testimonios de todas las mujeres en los contextos bélicos. Debemos hacerlos visibles y seguir reivindicando lo que comenzaron ellas. Sabemos que la mirada universal que nos da el patriarcado es masculina, cambiémosla, hagámosla nuestra también.
Ouh la la, c'est très très rude… Et que c'est dur de lâcher ce livre sans avoir l'impression d'abandonner Charlotte Delbo et ses camarades dans cet enfer.
¿Acaso se puede reseñar algo de una narración de una vivencia así...? O valorar el libro con ⭐️, creo que no se puede juzgar lo que por suerte uno no vivió en su piel🥺
Hay frases muy duras (obviamente), muy claras y que exponen muy bien la dura realidad: el libro en sí no juzga, no opina apenas, directamente Delbo te lo expone y ya es suficiente, puedes observar y deducir tú mismo/a. Brutal.
No creo que saque "belleza" del horror como parece decir alguna sinopsis, simplemente su prosa es bella, la forma de narrar es precisa, certera, bonita, clarividente... pero lo que narra es horrible, es horror puro, por supuesto no se puede sacar belleza de un lugar inhumano !
Pongo algunos fragmentos que me han marcado, que en resumen han sido muchos (también sobre todo por la forma de narrar de Delbo), no obstante hay más, de modo que quien quiera que lo lea🤗
*Hoy no estoy segura de lo que he escrito sea verdad. Estoy segura de que es verídico.
*Pero hay una estación a la que quienes llegan son precisamente los que se van, una estación a la que quienes llegan nunca han llegado, de la que quienes se van nunca han regresado.
*Todos se han llevado lo que les era más querido porque no hay que dejar lo más querido cuando uno se va lejos. Y cuando llegan creen que han llegado al infierno posible. Aunque no creían en él.
*Y todo el día y toda la noche, todos los días y todas las noches echan humo las chimeneas con el combustible llegado de todos los países de Europa. Y en primavera hombres y mujeres esparcen las cenizas por los pantanos desecados y labrados por primera vez y fertilizan el suelo con fosfato humano.
*Y no hay miedo de que falte porque llegan trenes y más trenes todos los días y todas las noches, todas las horas de todos los días y de todas las noches. Es la mayor estación del mundo en llegadas y en salidas.
*Vosotros que habéis llorado dos mil años al que agonizó tres días y tres noches, qué lágrimas tendréis para los que agonizaron mucho más de trescientas noches y mucho más de trescientos días...
*Vosotros que sabéis, ¿sabíais que por la mañana uno quiere morir y por la tarde tiene miedo? Vosotros que sabéis, ¿sabíais que un día dura más que un año, un minuto más que una vida? ¿Sabíais que el sufrimiento no tiene límite ni el horror frontera?
*Los hijos del comandante juegan en el jardín. Juegan a los caballos o al balón, o juegan al comandante y el prisionero.
*Muy lejos de los alambres la primavera revolotea, se estremece, canta. En mi memoria. ¿Por qué he conservado la memoria? Todas las palabras están marchitas desde hace tiempo.
*Mi memoria está exangüe como una hoja al final del otoño.
*Muy lejos de las alambradas canta la primavera. Sus ojos se han vaciado. Y hemos perdido la memoria. Ninguno de nosotros volverá. Ninguno de nosotros debería haber vuelto.*
"Apreneu a caminar i a riure, perquè seria massa estúpid al final que tants hagin mort i vosaltres visqueu sense fer res de la vostra vida."
Em quedo amb la sinopsi que diu 'Cal una poesia molt exacta per transmetre, barrejada amb la imatge més clara de la brutalitat, la calidesa de la mà que t'aguanta'.
Je ne sais pas trop quel genre de critique il est possible ou envisageable d'écrire sur ce livre.
C'est une immense claque, c'est dur, c'est violent, et c'est tout. Le récit est parfois tellement violent et cruel qu'il paraît irréel. Et une fois que l'on a pensé cela, on se prend une nouvelle claque de violence et de cruauté en se rappelant que tout ce qui est écrit a existé.
Un livre sur l'inhumanité, la cruauté, la violence.
Lecture incroyable, violente, puissante et terrassante.
Edit : en me relisant, je constate la pauvreté lexicale de ce compte-rendu de lecture, mais malheureusement, je ne trouve pas d'autres mots.
Il est difficile de mettre des mots sur le témoignage d’une survivante d’Auschwitz. Impossible de « noter » une telle histoire, mais je peux me prononcer sur sa forme.
J’ai beaucoup aimé le style d’écriture employé pour raconter l’un des pires moments de l’humanité. Poétique, métaphorique… le seul élément mélodieux dans cet océan d’horreur. La structure a également attiré mon attention : de courts textes, des dialogues, des poèmes, un passage fluide de la prose aux vers. Un recueil de fragments de mémoire tissés en une grande histoire.
Si la syntaxe choisie servait le style, elle m’a parfois tenue à distance, introduisant une sorte de froideur presque mécanique. Mais, pour être honnête, cette distance venait peut-être davantage de moi. Parce que c’était trop. Trop lourd, trop brutal. Malgré tout, j’ai poursuivi ma lecture, par respect pour la force qu’il a dû falloir à l’autrice pour écrire, pour revivre, pour survivre à tout cela.
Une pensée pour ceux et celles qui ne sont jamais revenus. 🕊️
Oh, los que sabéis sabíais que el hambre hace brillar los ojos que la sed los destiñe. Oh, los que sabéis sabíais que es posible ver a tu madre muerta sin derramar una lágrima. Oh, los que sabéis sabíais que por la mañana quieres morir y que por la noche tienes miedo. Oh, los que sabéis Sabíais que un día dura más que un año un minuto más que una vida. Oh, los que sabéis sabíais que las piernas son más vulnerables que los ojos los nervios más duros que los huesos el corazón más sólido que el acero. Sabíais que las piedras del camino no lloran que sólo existe una palabra para el espanto una sola para la angustia. Sabíais que el sufrimiento no tiene límites
ni el horror fronteras. Lo sabíais. Vosotros, los que sabéis.
Magnífica obra plena de poesia que evoca un episodi duríssim de la història de la humanitat: els camps d'extermini del nazisme. Charlotte Delbó recupera la memòria amb un conjunt de relats i de poemes de gran bellesa que reflexionen sobre la barbàrie viscuda per tanta gent. Parla de l'amor, de la solidaritat, de la lluita per sobreviure, de l'amistat, del sentiment de pertinença al grup. Una obra imprescindible per deixar constància d'uns fets i entendre tot el seu abast. Costa de vegades avançar en una lectura tan aclaparadora, però precisament aquest fet omple de valor la resistència de les dones i els homes que van patir aquells fets.
Un parell de retalls prou significatius:
"A la tornada, quan em veia amb homes que havien sigut presoners de guerra, quan els escoltava, podia mesurar què és l'incomunicable i com pesa. Ells tenien coses per explicar. Nosaltres tindríem coses a dir. Ells expliquen la buidor de la seva espera. Nosaltres no podem dir l'angoixa de la nostra. Per als que van ser a Auschwitz, l'espera era una cursa davant de la mort. Nosaltres no esperàvem. Nosaltres ens aferràvem amb l'esperança fabricada amb peces tan fràgils que cap no hauria resistit la prova per poc que haguéssim conservat l'enteniment. Perdre l'enteniment i persistir en la follia de l'esperança en salvà alguns. Són tan pocs que això demostra res.
Direu que a un ésser humà se li pot prendre tot menys la facultat de pensar i d'imaginar. No ho sabeu. D'un ésser humà se'n pot fer un esquelet on borbolla la diarrea i prendre-li el temps de pensar, la força de pensar. L'imaginari és el primer luxe del cos que rep prou aliment que gaudeix d'un servei de temps lliure, que disposa d'eines rudimentàries per afaiçonar els somnis. A Auschwitz no somiàvem, deliràvem."
A series of sketches of life as a woman prisoner in Auschwitz. I had assumed Charlotte Delbo was Jewish, but it turns out she was a gentile member of the French resistance. This book reminds me of Sara Nomberg-Pryzytyk's Auschwitz: True Tales From a Grotesque Land, except more loosely structured. Some of the scenes are in verse form; some are less than half a page long. It's a very short book -- I finished in under an hour -- and worth looking at as a curiosity, if nothing else.
De Franse Charlotte Delbo (1913-1985) was tijdens de Tweede Wereldoorlog actief in het verzet. In mei 1942 werd ze opgepakt in Parijs en begin 1943 kwam ze in Auschwitz terecht, ook in Birkenau, waar ze net als later Primo Levi in een laboratorium terechtkwam, en tegen het einde van de oorlog in Ravensbrück. Het boek bestaat uit twee delen die allebei over haar ervaringen in de concentratiekampen gaan, en de periode onmiddellijk er voor en er na. Het voorwoord is geschreven door Arnon Grunberg. Het eerste deel heeft ook als titel "Niemand van ons zal terugkeren" en het tweede deel heet "Nutteloze kennis". Ik heb al meerdere boeken over de concentratiekampen gelezen maar het eerste deel van dit boek overtreft voor mij al deze boeken, zelfs "Is dit een mens" van Primo Levi. Hoe onmenselijk en hoe onvoorstelbaar hard het was, het sadisme van de bewakers, in geen enkel ander boek kon ik het me zo voorstellen. Alhoewel, je kan je dat natuurlijk niet voorstellen als je zo iets niet zelf heb meegemaakt. De koude, de honger, het harde werk, de vernederende behandeling, (6 maanden dezelfde door diarree vervuilde onderbroek moeten dragen), de dagelijkse appels om 3 uur in de morgen waarin de gevangenen urenlang onbeweeglijk moesten stilstaan in de regen, de modder, de koude, met vodden aan het lijf. Hoe komen mensen er toe andere mensen zo te behandelen? Dit alles gebeurde nog geen 10 jaar voor mijn geboorte!
J'ai trouvé ce livre absolument exceptionnel. Dans le recueil de poésie "Prière aux vivants pour leur pardonner d'être vivants", les éditeurs écrivent que ce premier volet de la trilogie Auschwitz et après "déploie une prose poétique d'une puissance rare", et c'est exactement cela. Chaque chapitre était absolument bouleversant.
Dans un entretien, Charlotte Delbo dit que "si vous voulez rendre compte de la souffrance (...) il ne faut pas décrire, il faut donner à voir. Donner à sentir". C'est exactement ce qu'elle fait ; grâce à un language poétique qui est, pour elle, le seul langage qui "donne à voir et à sentir". Après chaque chapitre, il me fallait prendre une pause pour comprendre la mesure de ce qui était décrit, pour ne pas laisser un recul quelconque créer une plus grande distance que celle déjà existante avec l'experience de l'autrice.
En lisant toutes les horreurs qu'elle a vécu à Auschwitz et Ravensbrück, je ne comprends tout simplement pas. Je ne comprends pas que l'être humain puisse être aussi cruel. Je ne comprends pas qu'on puisse survivre à tout cela. Je ne comprends tout simplement pas. Je suis dans l'incompréhension la plus complète.
“Están las personas que se van. Dicen adiós a quienes no se van y besan a los niños. Hay una calle para las personas que llegan y una calle para las personas que se van. Hay un café que se llama «La Llegada» y un café que se llama «La Partida». Hay personas que llegan y hay personas que se van.”
“Vosotros que habéis llorado dos mil años a uno que agonizó tres días y tres noches qué lágrimas tendréis para quienes agonizaron muchas más de trescientas noches y muchos más de trescientos días cuánto lloraréis a quienes agonizaron tantas agonías y fueron innumerables No creían en la resurrección en la eternidad Y sabían que vosotros no lloraríais.”
“Yo no lo entregué la muerte me lo arrebató y también esa causa más fuerte que mi amor. Por esa causa había que morir por mi amor había que vivir. Creéis que es fácil acaso ser mujer y no estar celosa de otra Puedes matarla de una idea hay que morir también Yo no pude morir con él Y no he muerto por ello.”
“la muerte en el fondo de las órbitas, la muerte en sus dedos que se retuercen y se anudan como ramitas mordidas por la llama, y pronuncia en una lengua desconocida palabras que no oigo. Las alambradas están muy blancas sobre el cielo azul. ¿Me llamaba? Ahora está inmóvil, la cabeza caída sobre el polvo sucio. Lejos, más allá de las alambradas, canta la primavera. Sus ojos se han vaciado Y nosotros hemos perdido la memoria. Ninguno de nosotros volverá.”
“Os lo suplico haced algo aprended un paso un baile algo que os justifique que os dé derecho a ir vestidos con vuestra piel y vuestro vello aprended a caminar y a reír porque sería una estupidez al final que tantos hayan muerto y que vosotros viváis sin hacer nada con vuestra vida.”
je ne vais pas noter ce livre, parce que je trouve ça particulièrement absurde. certains livres sont écrits par amour de l'écriture tandis que certains sont écrits purement pour conter une histoire. cette histoire est une histoire pesante, lourde, difficile, répugnante et terriblement triste. je ne vais donc pas m'attarder sur la question de la note qu'il faut lui donner, sachant par ailleurs que ce livre n'a rien de fictionel. j'ai vu des gens se plaindre du style d'écriture et tout ce que j'ai à leur dire, c'est que là n'est simplement pas le but. c'est un livre qui fait mal à l'imagination, qui nous montre une utilisation des mots que l'on ne pourra jamais faire. c'est un livre qui nous raconte les dérives de l'esprit comme celles du corps. la torture de la conscience coincée dans un corps qui ne fait que souffrir.