Versión campestre de la Odisea, el béisbol narra la aventura de volver a casa. Un bateador debe recorrer las bases -las islas de Ulises- para llegar al punto de partida. El que anota es digno de su origen. Toda épica requiere de palabras que canten las proezas de los héroes. México contó con excepcionales cronistas como Pedro El Mago Septién quien cantó las gestas de este juego de soledades compartidas donde la individualidad es decisiva, pero sucede en función de los demás. Los personajes de Pelotero, Por amor al Béisbol son mexicanos, héroes sin monumento, cuyos sueños han sido alcanzados por el empeño, la tenacidad y la disciplina; que han vencido el racismo, el menosprecio, la pobreza y la adversidad. Todos tienen mucho en común: son triunfadores que han sabido vencer los obstáculos. Cada uno, bajo circunstancias distintas, se forjó a sí mismo, pero todos reivindican a México. La autora pertenece a la estirpe de los reporteros que realzan las virtudes de los otros. Aborda un tema esencial de la pasión deportiva: la filiación. Millones de personas se han aficionado al béisbol gracias a sus padres. Las aventuras de los estadios tienen un componente afectivo: la compañía de quien los llevó ahí por vez primera. Como testigo del deporte, ese que reconstruye lo que muchas veces el atleta ignora, Beatriz Pereyra se sitúa entre el protagonista y el espectador. Es la intermediaria ideal para contar historias conmovedoras, nos hace partícipes de anécdotas que van más allá del campo de juego y nos sumerge en estremecedoras hazañas beisboleras.
Es una pena que éste sea el único libro que circule sobre beisbol mexicano. Con toda la historia que hay, lo que tenemos no es más que un compendio de perfiles ya publicados con anterioridad en medios (El Independiente y Proceso, en este caso), de pocas palabras y mínima profundidad.
No culpo a la autora, que de hecho es quizás la única periodista mexicana que se enfoca en el rey de los deportes, pero dada la escasez en el campo editorial se requería de una obra más robusta.
El material no es malo, y en el formato original, en una página de periódico, funcionaba muy bien. Pero una vez que se junta todo se lee hueco: como si alguien dijera "necesitamos un libro de beisbol ahorita, cosan lo que tienen en las manos y vuélvanlo algo que vender".
Como he dicho ya varias veces en reseñas de otros libros de nuestro país, una vez más el enorme problema es la falta de un editor/a: alguien que guíe a la autora y le enseñe cómo conectar los puntos para que exista una narrativa coherente y no tengamos sólo una colección de pegatinas. Eso sin contar que nadie revisó el texto, porque los dedazos y las erratas abundan desde el prólogo.
Es un libro ligero, amable y entretenido. Me parece que es más orientado a la crónica, que a la documentación. Y creo que eso lo deja a uno con cierta insatisfacción, con ganas de más, incompleto. Aún así quien lo escribe transmite el gusto y la sapiencia en el deporte y lo hace a uno parte de esa crónica. Me encantaria algo así pero mucho más documental. El beisbol mexicano está lleno de tradición y encanto.
Es una recopilación de artículos no se si publicados en la revista proceso que es donde escribe la autora en los cuales nos cuenta la vida y logros de algunos grandes representantes nacionales del beisbol.
No le di mayor calificación por que no tenia nada que hacer junto a estas figuras un texto sobre un politiquillo que no hizo mas que decir mentiras y mas mentiras sobre lo que iba a hacer llegando al poder y nomas nada.
A pesar de ese gigantesco tropezón es una lectura que vale la pena.