Después de un año sin noticias, una llamada desde la Fiscalía anuncia que, finalmente, la denuncia por abuso sexual ha sido elevada a juicio. Esa mañana invernal comienza para la narradora otro duro proceso: encontrar representación legal, entender las lógicas burocráticas de la Justicia, tejer redes de apoyo para afrontar la causa contra su tío, un comisario poderoso, y juntar coraje para reabrir un expediente que lleva al pasado familiar.
Sin demagogias, Belén López Peiró revisa los contornos difusos de los recuerdos; ensaya respuestas al agobio de audiencias humillantes e indaga en los laberintos de los juicios por jurado.
«Donde no hago pie» profundiza el proyecto literario de «Por qué volvías cada verano», antecedente clave de miles de denuncias anónimas y otras de enorme repercusión mediática. Con un ritmo avasallante, esta crónica encuentra las palabras para transformar en acción política un delito que pretendía permanecer secreto.
Belén López Peiró (1992) estudió Periodismo y Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. Actualmente coordina talleres de escritura de no ficción con perspectiva de género. Por qué volvías cada verano es su primera novela publicada. Una historia que narra, a partir de múltiples voces, el abuso que sufrió por parte de un familiar y que se convirtió en un fenómeno literario, social y político en su país.
Es super valioso lo que este libro aporta. Quienes leyeron Por qué volvías cada verano acá leen la continuación. Para mí la literatura aporta todo tipo de cosas a la vida de la gente, y en el caso de Belén, le da palabras a un abuso que vivió, y ha encontrado en el decir, algo que la ayuda a sobrellevarlo. Y a quienes leemos, a acompañarla. También a todas las personas que han vivido un abuso les ha dado valor para enfrentar a la gente que les ha hecho daño. En el caso de este libro se enfoca más en todo el enredo legal que vive en el juicio, y lo desgastante y doloroso que es para ella y su familia. Te duele leerlo, pero sabes que para Belén fue necesario escribirlo, y creo que lleva a autoficción a un lugar necesario, que es dar palabras en el dolor y en algo que en otro momento de la vida y el mundo, habría quedado en el silencio.
Tan duro como el primer libro. Una lucha por encontrar una salida, por entender qué se espera, qué se busca tras este tipo de casos. Un libro muy personal y profundo, muy recomendado para entender a fondo los procesos por los que muchas víctimas pasan.
Entre octubre de 2020 y septiembre de 2021 se registraron en Argentina 3219 víctimas de abuso sexual. Estas víctimas eran niños, niñas y adolescentes.
Pero, la pregunta es, ¿cuántas víctimas más hay? Esa cifra sí me estremece. Me estremece pensar en el miedo, el sufrimiento, el trauma de todas estas víctimas.
Cuando Belén publicó en 2018 ‘Por qué volvías cada verano’, su voz se alzaba no solo por ella, sino por la de todas aquellas víctimas que no podían hablar, o que no sabían hablar.
Pero la gente no sabe que no solo pasas por una situación repetida de abusos durante años. Y que lo denuncias y eso supone que te conviertes en un paria a ojos de la sociedad y de tu círculo más cercano. No es solo eso. Sino que entras en un proceso judicial que pocas veces llega a concretarse con justicia.
Porque, ¿qué es lo justo para una persona que ha cometido semejante crimen? No hay justicia para esta gente. Porque nada ni nadie te va a quitar nunca ese dolor, ese sentimiento, esa sensación, ese trauma. Eso va a quedarse contigo para siempre.
Pero no podemos permitir que esta gente quede impune. No basta con arrepentirse y confesar. Tiene que haber justicia. Las víctimas se lo merecen. Belén se lo merece.
‘Donde no hago pie’ indaga en el doloroso proceso judicial que la autora todavía sigue transitando. Un proceso lento, cruel, desesperanzado, pero sobre todo agotador. Un proceso que no hace más que reavivar el dolor.
Pero son voces como los de Belén las que nos ayudan a abrir los ojos, a apoyar a las víctimas, a mejorar como sociedad, a exigir justicia.
Porque tiene que haber justicia. Porque el mundo no puede seguir siendo tan injusto.
Así que, otra ve, gracias @belenlopezpeiro por tu valentía, tu aplomo, tus palabras, y tu historia.
Ojalá pronto hagas pie, y encuentres la calma y sobre todo, la justicia que mereces.
Además de la historia de Belén, este libro es un recorrido por la burocracia de la justicia argentina. Por la angustia, la falta de respaldo, la resignación y sobre todo la revictimización que opera sistemáticamente sobre las víctimas de abuso sexual. Y queda resonando una pregunta: ¿cuál es la justicia para quien denuncia? ¿Cuál es la reparación? Y como escribe la propia Belén: ¿se puede reparar un cuerpo como una taza rota sin que se vean los trozos de pegamento por todos lados?
Este libro nos invita a acompañar un viaje, que seguro es el de muchxs otrxs. Es un relato en el que persiste la resiliencia e insiste sobre los contornos difusos de los laberintos del Poder Judicial.
quisiera poder decir algo más que lo que me está pasando: un ataque de ansiedad y llanto que no puedo controlar. si por qué volvías cada verano nxs destruyó, creo que este termina por quebrarnos la psiquis. belén no se guarda nada a la hora de relatar y revivir "el hecho". y lo hace asumiendo una responsabilidad que quizás no le corresponda pero que le llegó a partir de su primer libro: deja la información servida para quienes la necesiten, para quienes quieren ir por ese camino. aguante ella y su coraje.
En tiempos de debate sobre una reforma judicial feminista y la concepción de reparación en delitos de violencia sexual, la historia de Belén y su escritura me parece fundamental
Durísimo. Belén relata cómo ha sido el juicio del hombre que la abusó y todas las contradicciones y sentimientos que lo rodea. Demuestra lo desgastante que es para una persona que denuncia el sistema mismo que debería apañarla. Toda la parte de la buena víctima uffff
Dejá todo lo que estés haciendo y escribí esta historia.
No me importa cómo, pero quiero que llegue, no sé con qué resultado pero quiero que llegue, que llegue porque así el aire no llega bien a mis pulmones.
Si no se ha leído “Por qué volvías cada verano”, este libro explica perfectamente los antecedentes del caso/libro de Belén. En comparación, este libro nos muestra más honduras y profundidades narrativas, mucho más lenguaje connotativo y construcción de personajes. Como se trata de un relato autobiográfico no se le puede exigir otro tono, pero madura mucho respecto del anterior.
La historia sigue y seguirá siendo brutal, convirtiéndose en un estandarte de la denuncia y de cómo la burocracia opera como tapabocas.
Me gustó mucho una idea que leí por ahí de cómo la literatura, en ocasiones como estas, puede hacer mucho más que la justicia. La palabra reconstruye, resignifica y también puede reparar. Este libro duele mucho.
Impotencia, asco e indignación me acompañaron durante toda la lectura. Fiel retrato de una burocracia judicial que lo unico que busca es cansar y revictimizar a quien solo busca justicia; quien no solo tiene que recordar su dolor sino lidiar con un proceso que le sigue robando vida y derechos
segunda parte de su ópera prima. continúa el clima opresivo. remueve y llanto. no necesita recomendación: quienes leyeron su primer libro y recibieron el impacto querrán leer este. acompañamos a Belén
Belén López Peiró retoma la historia que había comenzado a contarnos en “Por qué volvías cada verano”, que es su propia historia, para permitirnos entender un poco del terrible proceso judicial que continúa luego de que alguien lleva adelante una denuncia.
Escribe un libro desgarrador, sumamente humano y personal. Es imposible no sentirse consumido por las páginas y percibir la angustia y las incertidumbres de la protagonista, quien es también la autora. Es imposible, también, no agobiarse con los vaivenes de un sistema que deja mucho por desear, convirtiendose para quien realiza la denuncia en una tortura extra, algo con lo que también tienen que lidiar, como si enfrentarse a su abusador no fuera ya problema suficiente.
Cuando leí su primer libro, sabía que quería continuar leyendo cualquier nuevo trabajo que la autora publicara no sólamente porque su estilo me atrapó e hizo que lograra terminar sus libros casi en una sola sentada, sino porque sentía que en ella se escondía una voz en la que podía reconocer fácilmente a una amiga o una hermana. Era un discurso que acababa de descubrir, pero a su vez lo percibía como algo familiar.
Estoy sumamente acostumbrada a leer libros de no ficción, pero este es un relato que va más allá de eso. Se siente como un grito, una especie de liberación personal, pero también un documento que puede resultar sumamente útil para aquellas personas que estén transitando por un camino similar. Es por eso que recomiendo este libro.
Escribo con el corazón encogido pero infinitamente feliz de que esta haya sido mi primera lectura de 2023 después de conocer la noticia que la propia autora compartió el día 3 de enero. La lucha ya ha acabado y a la vez continuará siempre. Aquí está tu memoria, en tu libro y en las personas que escuchamos tu historia.
Este libro es la continuación de Por qué volvías cada verano y se centra más en todo el proceso jurídico y burocrático al que debe enfrentarse la autora tras denunciar a su abusador. Es muy duro y desesperante todo a lo que debe enfrentarse Belén en un sistema que espera de ella que sea una víctima para siempre, hasta el punto de replantearse en varias ocasiones en el libro “¿Qué espero yo de todo esto? ¿Me merece la pena?”. Me parece una lectura muy necesaria en estos tiempos y sobre todo, me ha hecho pensar en cómo se puede reparar un daño así, si es que se puede, y qué papel pueden jugar la instituciones en ese proceso.
Un testimonio valiosísimo. Es muy fuerte ver el trabajo casi arqueológico que tiene que hacer la autora para reconstruir todos los hechos que pueden ayudarla con el juicio contra el hombre que abusó de ella, es un esfuerzo descomunal que se lleva su salud física y mental. La cantidad de preguntas terribles (e injustas) a las que se tiene que enfrentar. Esa idea de cómo tiene que ser una víctima para que su palabra no se ponga en entredicho.
«¿Se puede reparar un cuerpo como se repara una taza rota? ¿Se verán las fisuras? Los surcos que deja el pegamento, por fuera y por dentro, las marcas en la mente».
La crudeza de este libro me dejó con un nudo en la garganta.
Me entristece la ineficiencia de nuestro sistema judicial, que una víctima (en este caso de abuso sexual) tenga que pasar por tanto dolor durante tanto tiempo para poder tener (en algunos casos) justicia.
Este libro es muy valiente y necesario (como también lo es Por qué volvías cada verano). Siento que muchas personas pueden sentirse identificadas con la autora, les puede servir para enfrentar su propio dolor y animarse a compartirlo.
Se puede considerar como el complemento de Por qué volvías cada verano, la historia del abuso sexual sufrido por la autora en su adolescencia.
En este caso, la autora genera una especie de crónica fragmentaria, híbrida, del camino emprendido para lograr que su denuncia se llegara a concretar en un juicio. Una verdadera odisea que permite revelar los vericuetos de los procedimientos judiciales, las diferentes aristas que debe enfrentar una mujer que decide buscar justicia, con muchas dudas y temores, pero también con apoyos y convicciones que permiten avanzar, a pesar de todos los riesgos y malos ratos que se deben asumir en la dinámica de un proceso legal de esta naturaleza.
Una publicación valiente, lúcida, necesaria, configurada con notable inteligencia y audacia.
Si "Porque volvías cada verano" es necesario (y doloroso) de leer, está segunda entrega de Belén es igual de critica y poderosa. Toda la burocracia que existe detrás de un juicio de abuso sexual contado en primera persona, con sus reflexiones, miedos, inseguridades, pero también desde el lado de una mujer que se apoya en otras en su propio camino hacia la "reparación".
Registro autobiográfico del proceso de denuncia a su tío que abusó sexualmente de ella. Crudo y doloroso retrato de la burocracia, la violencia y la revictimización a la que se ven expuestas quienes deciden denunciar por abuso sexual.
No me gustó como al primera parte. La sentí más lenta. De igual forma es difícil de calificar con estrellas porq es algo q le pasó a la autora, pero a nivele de historia.. yo esperaba un final distinto; sin embargo a nivel personal, espero que encuentre paz.
Que fuerte y qué difícil. Creo que aún más que el primero. Tener que volver a atravesar los recuerdos del abuso a través de juicios tan extensos. Me parece un libro importantísimo para darnos cuenta de como funcionan los sistemas legales y como revictimizan además de lo extensos que llegan a resultar, la poca claridad en cuanto procesos y opciones y que los recursos y alternativas debe buscarlos la misma víctima para conseguir avances.
Un testimonio desgarrador que te hace ver el doloroso proceso personal, social y judicial que conlleva un juicio de este índole. Que fuerte eres Belén.