Madrid, 1885. María Fuster le pide a Víctor Ros que busque a su marido, desaparecido sin dejar rastro: se trata de Martin Roberts, un viejo amigo del policía que ahora trabaja para el servicio secreto español. Víctor Ros pronto descubrirá que la ausencia de Roberts parece relacionada con Giselda Albertos, una atractiva y sensual artista de variedades cubana. Junto a su amigo Alfredo Blázquez y su cochero Arístides, el inspector viajará a La Habana, donde frecuentará la compañía de espías internacionales, agentes dobles, empresarios norteamericanos, autonomistas e insurgentes, miembros de la sacarocracia cubana y militares españoles. Pero Martin Roberts parece haberse evaporado. Y la principal pista sobre su paradero puede estar en el lugar más insospechado: una exótica exposición del Museo Metropolitano de Nueva York, auspiciada por el Habana Club y donde se exhibe la momia del faraón Khnumakht. El inspector Víctor Ros regresa a la escena del crimen con Los secretos de ultramar, una trepidante aventura en los últimos años de la Cuba colonial con el ocaso del Imperio español de fondo. En busca de su amigo tendrá que adentrarse en las profundidades de la selva cubana, la manigua, para encontrarse con viejos enemigos y fantasmas del pasado.
Jerónimo Salmerón Tristante (Murcia, 1969) estudió ciencias biológicas en la universidad de su ciudad natal y, tras desarrollar diversas actividades laborales, decidió dedicarse a la docencia. En la actualidad trabaja como profesor de enseñanza secundaria de biología-geología, actividad que compagina con una de sus pasiones, la de escribir..
Hizo su primera incursión en el género de la novela con Crónica de Jufré, con la que obtuvo un notable éxito. También es autor de El rojo en el azul, una novela de aventuras.
Con El misterio de la Casa Aranda se inicia en otro género diferente, la novela de misterio, además en esta obra tiene lugar el nacimiento del detective Victor Ros, que investiga su primer caso.
La ambientación, los interrogatorios, los viajes. Todo repetitivo y aburrido.
Todos los "personajes" que tienen algo que confesar lo confiesan. De alguna forma hay que enterarse de las cosas.
La momia... Se podrían decir tantas cosas de la trama de la momia, y ninguna buena...
Lo único interesante es que, al final, las experiencias que vive cambian al protagonista (que ya ha perdido alguna carácteristica de las primeras novelas). Él mismo lo dice...
Y sí, vuelve a mentar a las sufragistas. Aunque esta vez pasan desapercibidas entre tantos errores en cuanto a las fechas en que sucedieron realmente algunas de las cosas que menciona.
El inspector Víctor Ros regresa a la escena del crimen con Los secretos de ultramar, una trepidante aventura en los últimos años de la Cuba colonial con el ocaso del Imperio español de fondo.
Jerónimo Tristante vuelve con la sexta entrega de su tan afamado detective Víctor Ros con Los secretos de Ultramar, en esta novela nuestro intrépido amigo tendrá como misión buscar a su amigo y para ello deberá viajar a Cuba, adentrarse en la selva para encontrarse con viejos enemigos y fantasmas del pasado.
Víctor es requerido por su amiga María Fuster para buscar a su marido Martín Roberts, ambos se dedican al espionaje al servicio secreto español y María está preocupada ya que no sabe nada de su marido en varios días.
Las primeras pesquisas que realiza Víctor lo llevan a dar con Giselda Albertos, una famosa corista cubana que al parecer esta estrechamente relacionada con Roberts. María acepta que su marido se ha ido a Cuba con dicha mujer abandonándola a ella y a su pequeña hija tras recibir una carta de Robert confesándole dicha traición, pero Víctor encuentra sospechosa dicha carta y decide partir hacia Cuba para recibir las debidas explicaciones por parte de Martin.
Víctor es acompañado por su inseparable Arístides y su viejo amigo Alfredo Blázquez y los tres cuando lleguen comprobaran que su amigo se ha desvanecido dejando tras de sí pistas en un sarcófago egipcio y en un ingenio azucarero.
Revelar más sobre el libro sería ir destripando esas pistas que va averiguando nuestro avispado detective. Con una narración muy ágil al principio y algo más lenta hacia el final debo decir que ha sido un libro que me ha mantenido enganchada a sus paginas y a ese personaje tan chulesco que es Víctor Ros.
Un libro que me ha recordado a personajes como Sherlock Holmes o Hércules Poirot por esa manera que tiene de deducir y acertar en todas sus conjeturas.
Una trama que si no has leído sus libros anteriores puede que pierdas el hilo de alguna de las cosas que se narrar, que es justo lo que me ha pasado a mí, pero que fui solucionando con la serie de TVE que narra los casos que en el libro se nombran.
En conclusión, un libro que recomiendo para los amantes de Víctor Ros y para los que como yo no conocían a este carismático detective.
Víctor Ros🕵🏻♂️ sigue casado con Clara👱🏼♀️, a la que conoció en el primer caso y pertenece a la Brigada Metropolitana,👮🏻♂️ y está harto de papeleos, hasta que recibe la visita de la mujer👩🏻 de un amigo, esta pareja ayudó a nuestro detective en su caso anterior que tuvo lugar en Londres, por eso su coincidencia con Sherlock.
María Fuster👩🏻 visita a Víctor para comunicarle la desaparición de su marido Martín Roberts👨🏻 que trabaja para el servicio secreto español. Todos los indicios🔎 hacen pensar que Martin👨🏻 está siendo infiel a su mujer con una conocida vedette💃🏼 y artista de variedades cubana que llaman La Albertos. Algo que Víctor no cree y lo que hace es viajar junto con su inseparable Blázquez👴🏻 y Arístides🧑🏻🦱 hasta Cuba🇨🇺 para averiguar que es lo que ha pasado de verdad con su amigo.
Es allí en Cuba donde se reencontrará con algún otro personaje de su pasado y que lo hará viajar a Nueva York🗽 al MOMA🏫. Víctor se relacionará con todo tipo de espías, agentes doble, empresarios y gente importante para resolver este caso. Si queréis saber más cositas, la reseña completa está en nuestro blog.
En mi opinión es de las mejores novelas del autor. Aun así, en exceso larga, y eso que a priori pasan muy pocas cosas, en un sentido dramático de la expresión. Hay muchas escenas de relleno, sobre todo el larguísimo inicio. A estas alturas ya conocemos al personaje, no hace falta que haya una introducción mostrando sus dotes de deducción (caso que además, es bastante previsible). Esta parte consume muchísimas hojas. Sin embargo, está bien que el autor muestre al personaje en horas bajas, para que veamos su "carencia", que luego será importante para ver el "cambio final". Y es que el final es lo mejor de la novela y de toda la serie de VR, no por lo que pasa, sino porque supone un auténtico cambio y modificación de actitud. Lástima que para llegar a ese punto, haya un montón de escenas y situaciones que podrían omitirse. La documentación general (ambientación) está aceptablemente introducida, no así algunos datos concretos (Tesla, Roetgen y todo el asunto de los rayos x, muy posteriores a la fecha de la acción). También hay bastantes erratas (y errores como poner "la Securité de París" cuando es "la Sûreté", las "Urdes" por las "Hurdes"), pero bueno, esto, como digo siempre, es culpa de la editorial que no revisa, y además, se puede subsanar si hay otras ediciones. Los puntos flojos son los de siempre, personajes con poca enjundia, indistinguibles en muchos casos de los otros (algunos secundarios o terciarios), mucha previsibilidad (desde que se dicen ciertas palabras claves asociadas a Cuba y su historia ya se sabe por dónde van los tiros, al menos para quien conoce un poco del tema), diálogos algo largos, opiniones personales del autor entre medias de los diálogos, a modo de discursos, y sobre todo falta de dramatización en las escenas, que son algo planas, incluso en los momentos en los que debería haber una emoción a flor de piel. A favor del autor que se nota evolución, por fin, madurez sobre el contenido y mensaje de las obras y deseo de cambio. Lo peor, lo de la momia, que está todo cogido por los pelos y rozando la irrealidad (¿En serio va a esperar Vic que le manden unos libros desde EEUU para resolver el asunto?, por no mencionar que el conservador del museo sabría muy bien cómo era su momia y los posibles cambios en ella... no digo más) Si tuviera la mitad de páginas pues bien, se lee bastante bien, pero es que es muy larga para lo que se narra. Lo más importante, el final.
Volver a una novela protagonizada por Victor Ros es volver a la esencia misma de los métodos de investigación policiales. Esos métodos basados en la observación y en las dotes de deducción en las que hay que ir recabando pistas a través de la intuición y las conjeturas. Los buenos modales y la exquisitez en las formas, aún cuando las situaciones no sean favorables, son también una característica de estos investigadores decimonónicos. Victor Ros es un homenaje actual, por la fecha de creación, a los clásicos de siempre, a Sherlock y a Poirot, a Sir Arthur Conan Doyle y a Ágata Christie.
Una nueva aventura en la que Jerónimo Tristante traslada la acción hasta uno de los últimos reductos del colonialismo español, la isla de Cuba, a la que por aquel entonces ya le habían echado el ojo los americanos. Si ya el personaje de principal, Victor Ros, es un policía carismático y de los que no pasan desapercibidos, no lo son menos los personajes que le acompañan también en este nuevo caso: Clara, su mujer, su amigo Alfredo Blázquez o su cochero Arístides, que sigue siendo un gran aficionado a los libros clásicos.
Nos encontramos en esta trama decimonónica toda la idiosincrasia de la sociedad cubana de la época y en la que se nota el trabajo de documentación que Jerónimo Tristante realiza hasta plasmar en Los secretos de ultramar aspectos como la esclavitud, la industria azucarera, la sociedad cubana con sus diferencias de clases, e incluso los primeros escarceos de los insurgentes independentistas, todo ello en una trama en la que no faltarán espías, grandes empresarios, planes ocultos, venganza, verdades a medias y secretos que pondrán en jaque la vida propia de Víctor.
Como siempre una lectura amena, muy ágil, con ese toque irónico y de humor con el que viste a algunos personajes y que lleva al lector página tras página en una trama que se va complicando en lo que a veces parece un callejón sin salida y que sin embargo se resuelve de manera satisfactoria, dejando un rato de buena lectura.
A veces es bueno dejar un poco de lado los libros ambientados en la actualidad con tanta tecnología y redes sociales y volver un poco a esas investigaciones mas clásicas donde lo que prima sobre todo es como he comentado antes, la intuición, la observación y ese "ojo de lince" que suele no fallar.
Víctor Ros es nuestro particular Sherlock Holmes y Jerónimo Tristante nuestro, salvando las distancias, Arthur Conan Doyle. "Víctor Ros y los secretos de ultramar" es la última entrega sobre las aventuras de este particular personaje. Un detective en el Madrid de finales del siglo XIX, que usa el mismo método deductivo que el señor Holmes. En esta nueva aventura Víctor se embarca en una nueva lucha contra su Moriarty particular, es decir el malvado Aldanza. En esta ocasión nuestro héroe pone rumbo a Cuba para buscar a su amigo Martin ya que su mujer María Fuster dice que ha desaparecido. Es una novela detectivesca con espías y traiciones que harán que Víctor tenga que aplicarse a fondo para aclarar el misterio. Y como fondo las tensiones con Estados Unidos por la perla del Caribe y las intrigas independentistas. Se que muchos amigos lectores dicen que esta es la más floja de las novelas de esta serie, pero yo no lo creo así, además también creo que habrá un antes y un después de esta entrega, sobretodo por el carácter del personaje, que ya no es el tipo naive y confiado de entregas anteriores. Víctor Ros se ha convertido en un tipo duro y esto hace que entremos en una nueva dimensión en el desarrollo del personaje. Jerónimo gracias por continuar con esta serie que me tiene super enganchado, y me encantaría que publicaran todas las novelas en una nueva edición de estuche ahora que está tan de moda. Enhorabuena maestro.
El inspector Jefe Víctor Ros, es el mejor de toda la policía. Ha desenmascarado tramas y robos que sin su ayuda se hubieran quedado sin resolver.
Una vieja conocida suya solicita su ayuda para encontrar a su marido Martín (un espía inglés que ha desaparecido en extrañas circunstancias).
Tras unas primeras pesquisas descubren la desaparición del Sr. Martín parece estar relacionada con Griselda Albertos, una cabaretera Cubana de dudosa reputación.
Víctor junto a su amigo Alfredo y su cochero Arístides, pondrán rumbo a la Habana, en busca de alguna pista sobre su paradero.
Cuando llegan a la Habana (en pleno ocaso del imperio español) lo que no esperan es encontrarse con un entramado de espías, de tener que adentrarse en lo más profundo de la selva cubana para seguir la pista de su amigo, de un peligro constante y sobretodo de reencontrarse con los fantasmas del pasado.
¿Será capaz de salir con vida de la Habana, el gran Víctor Ros?
¿Que entramado se llevan entre manos los americanos?
En mi humilde opinión ha sido el más flojo de todos, no ha llegado a engancharme del modo que lo hicieron los anteriores. Apenas he notado el factor sorpresa, creo que en este último el autor ha vuelto a fallar en ese punto. Esta vez nos encontramos en la Cuba del siglo XIX, cuando aún era una colonia española pero donde ya empezaban a despuntar los insurgentes que reclamaban la independencia y EEUU se empeñaba en adhesionarla a sus territorios. Como en los anteriores nos encontramos ante una historia narrada en tercera persona, con capítulos cortos y, como ya es habitual, con mucho diálogo. Esta vez lleva para su aventura a Arístides, su cochero y, como ya es habitual, a su fiel Alfredo Blázquez. Éste último le da un poco de humor a la trama, cosa que se agradece. Amores, venganzas, intereses políticos y traiciones. Todo un arsenal temático que hacen que bien expuestos formen una gran historia pero sin esos giros que tanto he echado en falta.
Llega al final Víctor Ros, esta última aventura pierde intriga y gana aventura, cosa que personalmente agradezco, pero mantiene el espíritu de las casualidades, cosa que personalmente no me gusta. Aquí cerramos el círculo de personajes, la aventura nos lleva de Madrid a la Cuba anterior a la independencia y sirve para conocer la situación de abandono de la provincia de Cuba por parte de la capital y el abandono de los pobres soldados, verdaderas víctimas y las diferentes costumbres entre la estrechez de Europa y la libertad de América, por cierto, los americanos conspirando para su beneficio. Una cosa que me ha gustado es que tenemos un Víctor Ros más vengativo. La lectura no defrauda, rápida y amena. Buen final de la serie y ¿cerrado?.
La vuelta a lo grande del carismático inspector español decimonónico, Victor Ros. Una novela que rebosa aventura e intriga, con una trama inteligente en el marco de una ficción histórica magníficamente dibujada. Un Víctor Ros que sigue una evolución brillante. De hecho, esta novela supondrá un punto de inflexión en la vida de un personaje que, lejos de agotarse, cobra un nuevo impulso. Muy recomendable para lectores habituales de Víctor Ros, y quienes aún no hayan tenido el gusto.
4,5 en realidad, pero me gusta demasiado como para bajarlo Es increíble lo que logra hacer el autor con estos personajes, pero especialmente con la ambientación. A veces puede parecer demasiado, pero realmente te transporta a Cuba, a cada pequeño rincón, puedo ver a los personajes y casi tocarlos de los reales que son El misterio me ha tenido despistadisima, como siempre, y aunque a veces Víctor se pasa de listo y exagerado, lo hace porque puede y lo es
Novela más histórica que policíaca. Me ha gustado pero no me llegado a enganchar y el final muy sacado de la manga. En algún momento he pensado si estaba leyendo un guion para el siguiente capítulo de la serie de Víctor Ros. También me ha pasado que como la serie la tenía más reciente mi cabeza ha pensado mucho en los personajes de la serie más que en el Víctor Ros que había leído yo.
Cuando has leído cinco libros de un mismo personaje ya tienes cierta idea de lo que te puedes esperar. En el caso de Víctor Ros, aventuras policiales con deducciones basadas en los últimos descubrimientos científicos de la época, introducidos de forma que ayuden al investigador. Este libro empieza así, pero va cambiando hasta convertirse en una nivela de aventuras donde la inteligencia del detective no se hace notar. Mucha acción y poca deducción. Pero hay un problema, y es grave. En una serie de libros, aunque sean independientes, la evolución de los personajes no solo no es mala sino que, en su justa medida, es incluso deseable. Pero lo que no se puede hacer es cambiarlo totalmente. El nuevo Víctor Ros que aparece al final es alguien nuevo, habrá que esperar a ver qué hace en próximas entregas pero de momento me gusta menos que el anterior.
Si te gustaron los anteriores no te decepcionará. Bien escrito, entretenido y además se desarrolla en un entorno muy interesante como es la Cuba del siglo XIX y las tensiones independentistas y la relaciones con Estados Unidos.
Entretenido, pero peor que los últimos 2, no sé si porque el lugar histórico donde ocurre no me gusta o por qué, pero es peor. No obstante aprobado y buena lectura para terminar la saga
Como todos los libros anteriores, está lleno de intriga misterio, historia y mucho más. Otra entrega maravillosa de este maravilloso escritor. Será que habrá otro capítulo de Victor Ros? No puedo esperar!