Castellano

by Lorenzo Silva

La épica revuelta de las gentes de Castilla contra el abuso de poder de Carlos v culminó en la batalla de Villalar, el 23 de abril de 1521. Las tropas imperiales arrollaron a las de las Comunidades de Castilla y decapitaron a sus principales capitanes: Padilla, Bravo y Maldonado. Aquella jornada marcó el declive definitivo de un próspero reino que se extendía a lo largo de tres continentes y cuya disolución dio lugar a un nuevo Imperio que se sirvió de sus gentes y sus recursos. Desde entonces, Castilla y los castellanos han sido vistos como abusivos dominadores, cuando en realidad su alma quedó perdida en aquel campo de batalla y ha languidecido en pueblos empobrecidos y vaciados, ciudades despobladas y pendones descoloridos.

Esta novela es un viaje a aquel fracaso, nacido de un sueño de orgullo y libertad frente a la ambición y la codicia de gobernantes intrusos y, en paralelo, al descubrimiento tardío del autor, a raíz del extrañamiento y el rechazo ajeno, de su filiación castellana y del peso que esta ha tenido en su carácter y en su visión del mundo.

Genres: History, Nonfiction, Spain, Spanish Literature

400 pages, Hardcover

First published May 5, 2021

Reviews

[José Alfredo · Rating 4 out of 5]

Sorpresa inesperada con este libro ya que me esperaba una ficción histórica llena de caballeros y andanzas de las que están de moda... y para nada.

El autor aborda la realidad histórica de la revolución comunera en la Castilla del comienzo del reinado del Emperador Carlos V (Carlos I de España). El libro no es una ficción. El autor no cae en la tentación de ficcionar unos hechos con el fin de conseguir una historia épica, fácil de leer, aspirante a betseller o incluso a guión de serie netflixiana. Afronta el reto de dos maneras diferentes, e intercala capítulo a capítulo una de las dos maneras.

En un capítulo nos cuenta, como simple narrador y a modo de crónica histórica, sin lugar para la ficción o fabulación, los hechos de la revolución Castellana ocurrida a comienzos de la segunda década del siglo XVI. En el siguiente capítulo el autor reflexiona sobre los acontecimientos históricos, desde la misma llegada del Islam, que abocan a Castilla a los acontecimientos de la Revolución de las Comunidades; y es una reflexión personal, muy personal, que trata de explicar la identidad como Castellano, o ausencia de ella, del propio autor y por extensión de la propia Castilla.

Y así, capítulo a capítulo, Silva consigue que nosotros mismos nos vayamos confeccionando un mapa de la Historia de Castilla y los porqués de la idiosincrasia de sus gentes.

"Porque hay que haber sido mucho para acertar a seguir siendo, cuando prácticamente no se es ya nada."

Una joyita, un regalo para todo el que guste de la Historia, así, con mayúsculas.

[Miguel G Ferrera · Rating 3 out of 5]

Andalucía, Galicia, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura... hoy España está organizada en 17 comunidades autónomas, cada una con sus características y tradiciones. Ante este rico puzle cultural surge enseguida una pregunta: ¿Qué fue de Castilla? ¿Por qué está dividida en dos regiones? ¿En qué quedó ese germen de la España actual? De ahí toma razón este libro, del deseo de llamarnos a recordar lo que fue ese reino y cómo hoy aún sigue existiendo. Castilla, lo castellano, los castellanos.

Para ello, Lorenzo Silva se enfoca en un hecho único en la Historia de España: la revuelta castellana de los Comuneros (1520), una verdadera guerra civil contra la arbitrariedad del nuevo emperador, el flamenco Carlos V. Liderados por Juan de Padilla y Juan Bravo, miles de campesinos y pequeños burgueses pusieron en jaque al imperio más poderoso del momento bajo una simple premisa: el poder reside en nosotros, el pueblo; son nuestros intereses los que debe proteger el rey. Es el "We, the people" americano, pero tres siglos antes de que se les ocurriera.

No estamos ante una novela histórica. Lorenzo Silva entrelaza la narración de los hechos con capítulos de recuerdos personales y reflexiones. Él, un madrileño afincado en Barcelona, admira el orgullo de pueblo que sienten los catalanes, los murcianos, los gallegos, pero no ve lo mismo con los habitantes del centro peninsular. ¿Es que ya nadie se siente castellano? ¿Vamos a olvidar la región bajo la que Colón descubrió América, de donde eran Cervantes, Lope de Vega o Unamuno? ¿Tiene que ver esa falta de orgullo con la despoblación actual del centro del país, la "España vaciada", un lugar en el que pocos quieren vivir?

Un libro muy interesante, a la vez que ambicioso, con el que Lorenzo Silva carga sobre sus hombros el objetivo de despertar a Castilla tras 500 años de silencio. ¿Lo logra? Ahí lo dejo, que cada uno lo descubra por sí mismo.

[Fernando Garcia · Rating 2 out of 5]

Lo que empieza más o menos bien acaba derivando en un artículo más o menos grande de la Wikipedia que no aporta absolutamente nada a la historia de las Comunidades. Lo único que tiene cierto interés son aquellas partes en las que el autor cuenta su experiencia con respecto al tema; lo demás, sin alma alguna.

[Oscar Lozano · Rating 4 out of 5]

Esta novela cuenta desde la visión histórica la “Guerra de las Comunidades” o “Revuelta Comunera” que enfrentó a las ciudades castellanas con el emperador Carlos V y sus actuaciones en materia fiscal hacia sus ciudadanos para recaudar el dinero que le compraría el trono imperial.
A su vez también narra cómo el autor es consciente de su sentimiento de pertenencia a Castilla, siempre recurriendo a pasajes que luego enlazará con el relato sobre los comuneros.
Así visto, con una perspectiva global, la novela nos habla sobre cómo se forja una identidad nacional, regional o local, y la manera en que los antecedentes históricos moldean la idiosincrasia de una región geográfica y sus habitantes.
De esta manera, mientras narra los episodios más importantes de la Revuelta Comunera, también nos introduce en lo excepcional de la unión cultural que tuvo Castilla durante casi ocho siglos. Y viéndolo con el mal del presentismo histórico, nos damos cuenta que el dinero y el poder son los causantes de la mayoría de los conflictos políticos y bélicos de la Historia.
Y sigue ligando los hechos más importantes de la Revuelta Comunera con lugares y acontecimientos que están en letras de oro dentro de la Historia de España.
Tras este episodio, el carácter y la identidad castellana, según el autor, ha ido viéndose reducido y denigrado por los sucesivos gobernantes a meros espectadores de su fatídico destino. Aunque dejó para siempre su lengua, tanto hablada como escrita, que es la hoy en día disfrutan más de quinientos millones de personas en todo el mundo. Y con ella estos mismos castellanos han podido donar al mundo grandes clásicos de la Literatura universal.
Como resumen general de la obra se puede inferir la manera en que una nación poderosa y sus habitantes han ido heredando el fatalismo del recuerdo de lo que pudo ser y no se consiguió. Con lo que seguramente tanto Castilla, como España, perdieron la oportunidad de haber sido todavía más grande de lo que fue.

[Paula · Rating 5 out of 5]

Extraordinario.

[Ángel Real · Rating 4 out of 5]

Muy interesante ensayo novelado sobre la relativamente desconocida y poco tratada revolución de las Comunidades de Castilla.
Amena de leer.

[Mariano Pastor · Rating 4 out of 5]

Veo difícil que un no castellano valore este libro. Al estudiar el capítulo de las Comunidades, en la asignatura de historia, los nombres de los capitanes ya me eran conocidos. Había visitado las villas y ciudades revoltosas.
Al leer este ensayo sobre los castellanos me emociona nuestro pueblo, con alma, saliendo a la calle a vitorear a sus héroes.
Pero Castilla aún no ha sido vencida. Aún queda el encinar. A pesar del pesimismo de Silva.
Es un libro de historia pero con un fuerte sentido emocional.

[Tolmarher · Rating 4 out of 5]

Disfrute mucho de esta visión casi épica de la vieja Castilla, si bien, el atisbo del malogrado pensamiento políticamente correcto rezuma... Impidiendo al autor alcanzar el verdadero objetivo, en mi humilde opinión de la obra. Verdades como puños, pero tambien verdades a medias y por esa misma razón... desde entonces... Castilla no se volvió a levantar.

[Bilbo · Rating 2 out of 5]

«Quizá por eso, además de los genes y el carácter que me puedan corresponder gracias a la herencia de mis antepasados, elijo con gusto la identidad castellana, no sólo como la mejor forma de habitar mi pellejo de madrileño con pasaporte español, sino como la credencial que prefiero para circular como europeo y ciudadano del mundo. No puedo agradecerle lo bastante que a cambio de tan liviano peaje me haya regalado la lengua en la que vivo y escribo y la voluntad de ser libre, sin someterme a los vasallajes mentales, emocionales y de todo tipo que exigen los nacionalismos rampantes, realizados o irredentos o en curso de redención. Por muchas razones es preferible vivir al raso, acogido al dulce desamparo de esta identidad que no aspira a recobrar el sentido que tuvo, porque la Historia lo barrió para siempre».

[Clara Taez · Rating 2 out of 5]

Leer este libro en mi periodo de bloqueo lector ha sido mi expresión de love language hacia mi padre (castellano y quien me lo ha prestado).

Me faltaba un pelín de contexto histórico (mea culpa) y los nacionalismos y las hazañas de guerra no son mi registro, así que la lectura se me ha hecho un poco bola. Peeeero, al César lo que es del César, el libro está bien escrito y me ha parecido bastante interesante saber más sobre la revolución comunera; me quedo con ganas de saber más de esta desde una perspectiva más política y humanista, y no tanto desde la épica y las historias de los guerreros en cabeza.

[Mientras Leo · Rating 2 out of 5]

Esta vez me ha costado un poco más, me ha parecido lento, en ocasiones demasiado

[Luisseff · Rating 3 out of 5]

“Traidores no, si no celosos del bien publico y defensores de la libertad del reino” (Juan Bravo).

La Revolución Comunera es uno de mis episodios favoritos de la Historia. Para algunos fueron unos defensores de las arcaicas tradiciones feudalistas españolas frente a la innovación europea, para otros fueron la revolución de un pueblo contra la autoridad déspota y clasista de un rey mucho más preocupado de sus egoístas intereses que le procuraran el titulo de Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

Yo me quedo con la segunda parte, la revolución de casi todo un reino contra su rey. Me atraen las revoluciones y revueltas contra actitudes arrogantes y totalitarias.

Así que, el libro de Lorenzo Silva era un texto que me apetecía mucho leer. Resultado, es uno de estos libros que 3 estrellas te parecen poco, y 4 estrellas te parecen mucho.

En el "Haber" (lo que me gusta del libro), se le agradece la falta de pretensiones, es un recorrido muy bien explicado por los acontecimientos históricos de la Revolución Comunera, sin entretenerse en profundos detalles, lo que le hace muy dinámico. Va alternando los capítulos históricos con vivencias, recuerdos y sentimientos personales sobre Castilla y los orígenes castellanos del propio autor (aunque como están en Salamanca, más bien son leoneses). Una estructura que a mí me ha gustado bastante.

En el “Debe”(lo que menos me ha gustado), está precisamente que en lo referente a la parte histórica - que es la mayor del libro - no hay mucho que no se sepa ya si has leído o estudiado sobre el tema, no ahonda en casi ningún aspecto . Esta ligereza de fondo ciertamente le da mucha agilidad al libro, pero a mi personalmente me ha dejado con ganas de más. Cuando leo Historia no solo quiero que me cuenten los hechos, quiero además información que los expliquen y los pongan en contexto. También hubiera sido interesante saber el efecto que este capítulo de la Historia ha tenido en los siglos posteriores. De todo esto nada, se ha quedado un poco en la superficie para mi gusto. Es el problema de escribir un libro a caballo entre novela y ensayo histórico, se queda corto en ambos

En cualquier caso, es un libro entretenido, me parece una muy buena opción para aquellos que se acerquen por primera vez o que no conozcan mucho de este apasionante tema.

[Ruben Alonso · Rating 4 out of 5]

Este libro se suele encuadrar en el género de novela histórica, pero se trata más bien de una historia narrada de la revuelta de los comuneros contra Carlos V. No falta el rigor del historiador, pero destaca el afán del autor y su invitación al lector de reflexionar sobre el concepto de identidad tanto castellana como española. Se entremezclan viajes y anécdotas del autor como pretexto para contar este germen de lo que vendría a llamarse revolución moderna. La lectura es entretenida y te introduce en el conflicto moral y político de los dos bandos en liza sin la necesidad de adoptar una posición determinada, salvo la de los personajes que ponen en juego sus propias vidas a causa de este lance histórico.

[F. · Rating 3 out of 5]

El libro es interesante e informativo, pero concuerdo con otros lectores en que a este "relato histórico" le faltó alma. Un libro de historia habría sido tarea para un historiador, o para Lorenzo Silva junto con una historiadora, por ejemplo, y creo que habría sido un excelente trabajo, si bien probablemente de menos atractivo comercial. El autor decidió *no* escribir una novela histórica, acaso con buen tino, pero el resultado no es realmente más satisfactorio que lo que podría haber ofrecido una buena novela histórica. Podría haber dado mayor importancia a los interludios ensayístico-autobiográficos y haber condensado más los capítulos históricos, o haberlos fabulado un poco más, o --y esto habría sido un libro mucho más satisfactorio, a mi juicio-- haber fundido ambos componentes, en lugar de mantener la estructura antifonal, y crear algo original, quizá más exigente, pero también más memorable.

En resumen: Interesante para aprender sobre un período de gran trascendencia de la historia de Castilla y España, pero no muy inspirador como experiencia de lectura.

[Nando · Rating 3 out of 5]

No soy un gran lector de Lorenzo Silva, y eso que La flaqueza del bolchevique si me gustó (no sé si admitiría una relectura), aunque no se hasta que punto influenciado por el recuerdo de Maria Valverde (más o menos teníamos y tenemos la misma edad cuando hizo la pelicula, no soy un Sanchez Dragó de la vida) y el buen hacer de Tosar que ya comenzaba a sacarse la chorra y bordar sus papeles. Pero luego leí alguna de sus novelas policíacas que podrían servir para evidenciar lo poco que ha evolucionado el género en estas décadas (ya apestaba cosa mala) y me dió cosica, verguenza ajena vaya, y eso que yo era bastante más mozo. No lo digo para posicionarme por encima del autor, lo digo como acto de sinceridad, si hubiese experimentado otra cosa lo diria, Silva de hecho me cae bien y de cuando en cuando he leído sus columnas sin que nunca haya sido columnista de referencia. Pero tras ese golpe de alipori no volví a leer ningún libro suyo.

Pillo este Castellano un poco con aprensión, lo admito, y porque no encuentro nada que me llame minimamente la atención ahí fuera, así están las cosas, sin duda el estío no es época para los descubrimientos sino para limpiar las cosas aparcadas.

Silva comienza contandonos que siempre se ha sentido un poco huerfano de raices que siempre es un drama. A los madrileños les sucede un poco como a los americanos según contaba Tarantino, carecen de raices, de sabor añejo. Es un poco tontería porque fuera de sus lugares de origen tanto madrileños como americanos son perfectamente reconocibles como madrileños o americanos y se les tolera mientras se dejen sus dracmas. En ambos casos cuando salen de sus entornos todo les parace peor, pero cuando regresan se notan faltos de algo. En el caso de los americanos se inventan raices irlandesas (que vaya honor tener un abueno destripaterrones de Cavan dicho sea de paso) o indios que siempre quedan bien. Los madrileños tienen que recurrir a cosas mas modestas, pueblos muertos o en vias de morir de algún rincón pintoresco, pero mejor decir que tus abuelos eran de Leon a que eran de Carabanchel o Moratalaz, porque, ¿que hostias significa ser de Moratalaz?

Lorenzo nos cuenta (explico esto porque es clave para el libro) que su madre era de un pueblucho cerca de Tamames (Salamanca) y su padre andaluz, pero que como el pueblo del padre tenía playa y buen tiempo solo recuerda haber ido una vez a Salamanca en su niñez, experiencia de la que recuerda sol y moscas (no hay duda, estuvo alli). Sin embargo y pese a su mayor cercanía con Andalucia jamás se ha sentido cercano a lo andaluz, cosa comprensible y que no voy a reprochar. Nadie no andaluz se siente andaluz, incluso ellos no deberían. Bueno si, Alejandro Sanz pero hablo de gente normal.

Un hecho servirá para que la cosa se decante y solucione esa horfandad identitaria. Tiene casa en Barcelona y asiste con cierto estupor al ascenso del nacionalismo catalan, ya sabemos, gente que se siente superior moralmente (y genéticamente) al resto del pais, aún cuando mas de la mitad de ellos proceden de poblachos extremeños o andaluces por muchas gafas de pasta de colores que gasten, superioridad que es un poco como yo no soy racista como los putos gitanos esos que no soportan los payos y que no se integran, pero bueno. Un dia, tras escuchar que un protohombre catalan describe despectivamente la sonrisa de alguien como mesetaria (en la meseta todo el mundo sonrie igual) mientras va en el coche apaga la radio del rechazo, desprecinta un disco que admite que compró porque estaba de saldo y que resulta ser del Nuevo mester de juglaría y le sobreviene una ecolosión epifánica escuchando el himno de los comuneros, Lorenzo ha encontrado sus raices, a partir de ese momento Lorenzo es castellano.

No creo que sea posible alzanzar una epifania mas jodida que la castellana sin chupar un sapo bufo, quieron decir, en el ranking de epifanias debe estar bastante alto.

Aqui un inciso, Silva se reencuentra con su yo castellano pero sus raices de ser son charras, y Salamanca pertenecia al reino de León que era, sobre todo al inicio rival del castellano. Salamanca tiene frontera con Portugal, y Castilla nace a 300 km de sus raices maternas en algún rincon entre Cantabria y Burgos por la mezcla entre vascos, cantabros, leoneses, astures y mozarabes (basicamente los restos de serie de estos, lo mejor de cada casa vaya). Por supuesto no es algo que no interesa al gran publico, pero incluso a quienes nos hemos criado en Salamanca nos rechinaba, merced a lo poco mirado de los programas educativos, leer las hazañas de Ferran Gonzalez cuando se reía de los reyes de León, un poco como si a los crios escoceses les contasen como los audaces reyes ingleses atraparon al rebelde William Wallace y destriparon como a un vulgar ladrón de gallinas.

Asi que siendo un poco mirados Silva se siente reconfortado con una identidad que no le corresponde, pero bueno, como lo ha elegido él se respeta y punto.

Y de ese feliz encaje del autor con el mundo nace el libro, que ni es novela ni ensayo sino un hibrido intermedio. Silva nos va entreverando sus mierdas personales que he referido al comienzo, su identidad, su descubrimiento de las raices castellanas, con una narración de las guerras comuneras. La primera es un poco impudicia personal, me parece bien que te sientas castellano, ¿pero eso hace un material narrativo interesante?, ¿que sustancia tiene tus paseos por los restos del antiguo reino? bueno, habría que discutirlo. Lo segundo se nota que esta trabajado, estudiado (no voy a hacer el esfuerzo de contrastar si se ajusta o no a los hechos) aunque la redacción es un poco de guionista de reality chungo, de estos que te sacan un texto a partir de las vivencias de algún pobre diablo que va a la tele a reconciliarse con el hermano con que discutió por una herencia.

Esta naturaleza hibrida hace que me pregunte el motivo por el cual no se ha decidido a hacer novela historica como tal sino a elaborar una redacción de episodios históricos (con cierta falta de objetividad o por decirlo de otra manera, dando una visión algo maniquea de la historia donde los comuneros eran gente chachi a la que el rey flamenco quería crujir a impuestos, cuando realmente tambien eran representantes del viejo orden (iglesia, nobleza local..) que se resistían como han hecho siempre a cualquier propósito de modernización y donde la gente de a pie salia perdiendo ganase el bando que ganase). Igual hacer una novela historica le parecia de pobres o crear una trama y unos personajes le daba sofoco. No se. A veces da la impresión de que te esta cascando textos historicos con una elaboración mínima y tampoco tienes ningún ancla en forma de personaje para identificarte o para que te interese, y puestos a leer hechos historicos en crudo pues igual tiro por un texto historico de verdad que por una elaboración baratuja donde me ametrallan con hechos y personajes.

Dejando al lado el tema taxonómico que nos lleva a constatarque aqui hace tiempo que vale todo sobre todo dependiendo de quien facture, la función tiene los defectos y virtudes propias de los batiburrillos. Algunos textos se leen bien, otros no tanto. No creo que Silva sea un gran narrador, al menos en cuanto a narrar eventos historicos con la enciclopedia al lado, la visión por parcial puede caer en lo simplón y la redacción no me parece gran cosa. Pero por otro lado hay cosillas que se leen con cierto interés, siempre que uno sintonice con el tema por supuesto.

Desde el punto de vista del tema abordado es gracioso ver esta reivindicación de la vetusta Castilla. Supongo que es la respuesta intelectualizada a las provocaciones del nacionalismo paleto catalan, reinvindicar la otra parte. De hecho hasta soprende que no haya habido reacciones mas furibundas y menos elaboradas, quiero decir, seguro que en otros paises ya les habian curtido el lomo a mas de un supremacista en algún paraje de los que denostan y tachan de atrasados, pero la realidad es que para su disgusto el resto de España ha demostrado muchas veces que estan bastante por encima de la imagen tergiversada con la que el nacionalismo catalan trata de estigmatizarla. Tampoco entraré en la legitimidad de Silva para reinvindicar Castilla, algo que ya se hizo por gente como Unamuno (y otros noventaochistas y por las mismas razones, los ataques de los nacionalismos perifericos) a quien además Castilla le pillaba más próxima geográficamente. Silva puede sentirse como le salga del ojete y reivindicar lo que quiera, es su prerogativa.

Si vamos al punto de vista personal, los nacionalismos regionales siempre me han parecido una catetada gorda y no tengo ninguna intencion de enaltecer nada similar. En cierta manera algo que hay que agradecer a haberse criado en una comunidad desustanciada que de hecho es un conglomerado de dos, es que no tienes que cargar con la pesadez de hacer honor a una identidad impuesta. No tienes que ser gracioso, ni tacaño, ni bruto ni palurdo más allá de lo que te pida el cuerpo, ni tienes que comportarte de manera extraña cuando vas fuera. Eso es un respiro.

La exaltación castellana de Silva tiene sus puntos de interés, pero no se hasta que punto es extrapolable, o sirve para tratar de empujar el castellanismo (de nuevo como oposición a movimientos centrífugos) luego supongo que las guerras comuneras en manos de un profesional (no español) darían mucho juego, aqui simplemente se despachan, con lo que da la impresión de ser un poco excusa para que el autor nos meta sus historias personales. Tampoco estoy muy convencido de que consiga destilar la esencia de lo castellano, de existir puesto que ya dije que es una comunidad que ya nace siendo reunión de restos de serie y que fue creciendo incorporando todo lo que quedaba suelto. En cualquier caso Lorenzo, ahí quedan tus cosas, que no se diga.

[Mario Salomone · Rating 5 out of 5]

No vengan buscando ficción histórica, vengan buscando la verdad. Encuentren el idioma español, con sus formalidades pero sobretodo, su origen, el castellano y Castilla.
La obra deja un sabor en boca, de sacrificio, de tierra yerma, pero también de hogar, de libertad y de sentimiento. No pretendo idealizar el sentimiento de la obra, mal interpretado por regímenes no muy lejanos acaecidos en nuestro país España. Pero si es cierto, que se debe de enorgullecer uno, en alma , de lo grande que fue Castilla y por las consecuencias de lo que hoy en día es España.
Escribo esto mientras mi país se rompe, ante las barbaries de un dictador y sus secuaces, secesionistas, que intentan mancillar lo que los hombres como el Cid, Fernán González, Juan de Padilla o incluso Alonso Fernández de Lugo, trabajaron. Importar Castilla y lo castellano al mundo.

PD: lectura entretenida, con una redaccion dificil, no recomendada para ojos jovenes sin experiencia en la lectura.

[Pedro Pablo Uceda Carrillo · Rating 4 out of 5]

Puede que uno de los problemas que suscite este libro es que el lector de aproxime con le expectativa de encontrar una novela. Nada más lejos de la realidad, estamos ante una crónica de los principales hechos del levantamiento comunero que se alterna con capítulos en los que el autor reflexiona sobre Castilla y sus gentes, lo difuminada, fragmentada y tantas veces olvidada que está hoy en día una tierra que fue clave para el desarrollo y expansión de un imperio como el español, eclipsada hoy en día en medio de otras reclamaciones territoriales y ese agujero negro de noticias y recursos que es Madrid y el centro papanatismo que todo lo absorbe.

Se ha ganado Lorenzo Silva por su trayectoria la libertad de escribir como la plazca, sabiendo que sus muchos lectores habituales acudirán a la cita en la librería de turno. Yo he disfrutado con esta propuesta, no sólo por haber aprendido entre otras cosas que Juan Padilla estuvo vinculado a Porcuna, sino porque se comprueba que para alabar un propósito no hace falta atacar a nadie. Eso consigue aquí Lorenzo Silva con elegancia.

[Juan · Rating 3 out of 5]

La revuelta comunal de 1520 en Castilla frente a Carlos V, defendiendo los derechos de Castilla frente al más poderoso de todos los reyes de la época. Se habla de todos los hechos ocurridos, bien documentados, de cómo se levantaron ciudad a ciudad y cómo terminó. Pero sobre todo, el fondo de este ensayo, cuenta sobre el carácter castellano.

Lorenzo Silva hace agradable e interesante todo lo que escribe y este texto no es una excepción.

[Raúl León · Rating 3 out of 5]

Es un libro que no era para mí. Acostumbrado a leer a Lorenzo Silva, cuyos libros de ficción siempre me han gustado, pensé que nos contaría de una manera amena y ficcionada la rebelión de los comuneros. Pero no es así. Es un ensayo sobre la rebelión, y se me ha hecho muy muy largo, no porque sea malo, si no porque no es el tipo de lectura que me gusta.

Fallo mío por no enterarme antes...

[Sonsoles · Rating 2 out of 5]

No lo terminé porque se me acabó la suscripción de audible estando a medias, pero no me ha interesado ni enganchado tanto como para seguir con él. No me ha disgustado, pero me ha dejado un poco indiferente.

[Gonzalo · Rating 2 out of 5]

Lorenzo sigue en su firme línea de escribir cada libro peor del anterior. Parece mentira que sea el mismo autor que La sustancia interior, La flaqueza del bolchevique o Niños feroces.

[Francisco Javier · Rating 5 out of 5]

Un libro sincero en el relato y sorprendente en su estilo. Aún cuando su autor lo rechace a priori, no puedo dejar de pensar que se trata de un relato que está más cerca de ser un ensayo sobre lo que es ser Castellano, hoy día y hace 500 años, que una novela sobre los comuneros de Castilla.

Absolutamente recomendable.

La he disfrutado mucho, desde mi forma de ser castellano que es ser español de una de sus más antiguas.

Muchos de los lugares mencionados en este ensayo, forman parte de mis recuerdos de infancia y juventud, por gracia de unos padres con un gran interés en que sus hijos conocieran desde pequeños las raíces del pueblo español. Yuso, Suso, Covarrubias, Medina de Rioseco, y tantos otros lugares que labraron el alma y el sentir castellano, que es tanto como decir español.


Por cierto, un acierto absoluto la narración por el autor.

[Javi Aladrén · Rating 4 out of 5]

Interesante ejercicio de búsqueda de identidad, como dice el autor continuamente. Lo que es irreprochable es que ha escrito la historia que quería y ha puesto todo su empeño en ser veraz con ella y consigo mismo. Se nota y se agradece. Por lo demás, sobre los capítulos de historia novelada, quizá la forma de narrar no sea la más adictiva, pero sí funciona y es clara, y un buen acercamiento a quien quiera saber más de Padilla and Co. Sobre los capítulos reflexivos de la identidad: se agradecen, no solo porque dan respiro a la lección de historia, sino porque denotan la implicación personal del autor, y se defienden ideas que son ignoradas demasiadas veces. Aún así, los he encontrado menos interesantes (los dedicados a Pizarro y al Islam, por ejemplo) pero también fascinantes: especialmente la revisión del noventayochismo y el dedicado a Francisco de Vitoria y al nacimiento del Condado en la margen oriental del vetusto Reino de León. En fin, interesante.

[Fernando · Rating 4 out of 5]

Creo que Lorenzo Silva ha acertado plenamente en no escribir una novela histórica sobre el levantamiento del movimiento Comunero, sino la elaboración histórica y detallada de los acontecimientos, excelentemente documentada y con una larga lista de reseñas bibliográficas para quien requiera profundizar en este memorable hecho de la historia de Castilla.

También creo que acierta, y es una agradable sorpresa, en los comentarios personales sobre la interpretación de lo ocurrido y la disquisición sobre sus raíces castellanas. El haber separado claramente en capítulos diferentes estas reflexiones personales de la reseña histórica de lo que aconteció es muy interesante y, en mi experiencia como lector, muy novedoso.

[Luis Alberto Moreno · Rating 3 out of 5]

Me ha gustado bastante, aunque la parte en que el autor no cuenta la historia, sino sus pensamientos en torno a ella se hace un poco pesado.
Conocía poco sobre el levantamiento comunero, y este libro, que lo cuenta sin excesiva profundidad, permite hacerse una idea de lo que ocurrió y de la situación en su tiempo.
Por otra parte, ese orgullo de ser castellano, como castellano, me ha llegado, puesto que no era consciente
Merece la pena desde luego leerlo

[Fausto Villodre Pastor · Rating 5 out of 5]

Este libro me ha ayudado a reconocerme y a sentirme realmente orgulloso de ser Castellano.
Manchego de nacimiento en Minaya (Albacete), he vivido en Cuenca y ahora en Toledo, llevando un ejemplar de El Quijote como libro de cabecera y reivindicando esta tierra y esta lengua nuestras como verdaderos tesoros.
Acercarme al espíritu de lucha que desplegaron tanto Padilla como María Pacheco, me ha resultado un placentero viaje por nuestra historia.

[Felipe · Rating 3 out of 5]

Bastante soso. Poco informativo y repetitivo. Para articulo de reflexion esta bien. Como novela , escasa.
Como punto a favor , el señalar lo poco aprovechada qué tenemos la historia de Castilla , que poco o nada tiene qué envidiar a otras historias tan exaltadas , parciales y divinizadas.
Hecho de los comuneros tan transcendental como en general desconocido. Tantos años antes de otras "revoluciones"

[Irene · Rating 5 out of 5]

Imprescindible. Independientemente de la ideología política el libro es una reflexión al sentimiento de la tierra a su valor histórico que nos ha llevado hasta el día de hoy

[Juan Carlos · Rating 4 out of 5]

“Castellano” de Lorenzo Silva es una búsqueda de la propia identidad, de lo castellano, de lo que nos hace distintivos y enraizados en un lugar. El autor, partiendo del hoy, busca en el ayer de la derrota el 23 de abril de 1521 y posterior represión del movimiento comunero la propia idiosincrasia castellana. ¿Existe tal identidad? ¿Ha sido una operación decididamente calculada cuartear Castilla en un sinnúmero de comunidades menores: Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, La Rioja, Cantabria… a fin de cercenar ese posible impulso identitario? ¿En qué reside lo propiamente castellano?... Muchas preguntas se hace el autor e intenta resolverlas teniendo en la mano los documentos históricos y contándolos de una manera narrativa. No estamos ante una novela histórica, ni ante una recopilación de documentos históricos. El mismo Lorenzo Silva no sabe situar el libro dentro de un género determinado; quizás, dice, sea un ensayo histórico, aunque se inclina –y yo con él- por una historia novelada.

Me ha gustado, aunque a veces me ha parecido un poquitín (muy poquito y pocas veces, la verdad) tedioso. Pero Lorenzo Silva sabe solventar esos momentos de pura historicidad con las referencias a la propia actualidad en las que él sabe encontrar vestigios del pasado y auténticas muestras de castellanismo. El autor se pasea por Covarrubias, por Villalar, por Alcalá de Henares, por Toledo…, por tantos y tantos espacios que en sus palacios, murallas, e iglesias guardan restos o recuerdos del pasado vibrante de este pueblo brioso. En el análisis y búsqueda de la identidad castellana muchos análisis de autores importantes tiene en cuenta Silva. Muy significativas son las opiniones de los del 98 quienes en su pesimismo por la decadencia de España vienen a envolver a Castilla a la que proponen como el rescoldo que hay que atizar dado que contiene la esencia de lo español. Mucho mal ha hecho esta consideración a Castilla al identificarla con España cuando España está formada por muchas otras zonas e identidades. Al tiempo los Machado, Unamuno, Valle y otros reniegan de esa Castilla que desprecia cuanto ignora. Y así pasa revista a otra serie de autores (Ganivet, Azaña, José Mª Maravall, Miguel Delibes, Fernando Martínes Gil….) que le sirven para ir construyendo –más bien buscando- la posible identidad castellana.

[Dasha · Rating 4 out of 5]

En este ensayo el autor nos conduce por un viaje hacia su identidad como castellano. Silva, como persona migrante dentro de su propio país, nos habla de sus problemas con la identidad regional, podría decirse, siempre desde su experiencia y su historia particular. Para hacerlo intercala un capítulo donde nos cuenta las circunstancias que lo llevaron a sentirse y proclamarse castellano, con un capítulo en que nos narra su versión del episodio histórico conocido como la Guerra de las Comunidades o, simplemente, rebelión de los Comuneros. No hay que pensar que es una novela histórica, ni ficción histórica. Estos capítulos, aunque están mínimamente novelados, son ensayo puro y duro por lo que, para variar, habrá algunos lectores que proclamen que no es nada nuevo, que es muy superficial, que entra poco en detalles. Bueno, no estoy de acuerdo. No hace falta ser tan exhaustivo en un ensayo pues se puede caer en el extremo contrario, ser denso, y espantar a la mayoría de los lectores que no somos "expertos en Historia" 🙄 ¿Se me ha entendido?
Esta es una visión personal de este capítulo de la Historia, nueva en cuanto a que nunca antes Lorenzo Silva había escrito sobre ella y en ese aspecto será única. No es un tratado sobre los Comuneros, pero sí un muy buen comienzo, un aperitivo para abrir el apetito por este suceso y, además, el autor menciona la bibliografía que usó para escribirlo. Si se desea más, ahí están esos títulos, para los "exigentes". Para mi gusto, y desde mi visión que es, además, manchega por lo que lo veo un poco desde fuera, tiene el equilibrio perfecto precisamente por cómo está escrita: alternando vida del autor y suceso histórico. Me gustan este tipo de ensayos.

He alternado el audiolibro con el libro digital. Una muy buena opción pues, el audiolibro, está narrado por el autor (lo hace bastante bien) cuando se trata de los capítulos biográficos, y por Miguel Coll en los capítulos históricos. Me encanta este narrador, no es la primera vez que escucho su trabajo, muy recomendable.