La canción de NOF4

by Raúl Quinto

FERNANDO ORESTE NANNETTI (1927-1994) padecía esquizofrenia y pasó la mitad de su vida recluido en el pabellón penitenciario del manicomio de Volterra, en cuyo muro escribió un libro de más de setenta metros de largo ayudándose con la punta metálica de la hebilla del chaleco de su uniforme. La canción de NOF4 se sumerge en la vida y en los escritos lapidarios de Nannetti, e indaga, con aliento híbrido entre la biografía, el ensayo y el poema en prosa, cuestiones esenciales de la naturaleza humana como el origen y sentido de la escritura, los límites de la locura, la soledad o la creación artística.

RAÚL QUINTO profundiza así en las ideas y formas mestizas que ya desarrollara en libros como Idioteca (El Gaviero, 2010), Yosotros (Caballo de Troya, 2015) o Hijo (La Bella Varsovia, 2017).

Cada ejemplar contiene un desplegable a color con fotografía y planos del muro de Nannetti.

Edición de 1000 ejemplares numerados a mano.

Cubierta: Alejandra Acosta.

120 pages, Paperback

First published April 26, 2021

About the author

Raúl Quinto nació en Cartagena en el año 1978. Estudió y se licenció en Historia del Arte por la Universidad de Granada, reside en Almería, donde ejerce como profesor de Historia del Arte y Geografía e Historia en el I.E.S. Celia Viñas.

Su trayectoria literaria se inicia en la poesía, publicando su primer poemario, Grietas (2002), al que siguieron títulos como La piel del vigilante (2005), galardonado con el Premio Andalucía Joven, y La flor de la tortura (2008), que obtuvo el Premio Internacional de Poesía Francisco Villaespesa.

Su sello autoral se caracteriza por la hibridación de diferentes géneros tales como la narrativa, el ensayo y la poesía, en la que destaca un notorio compromiso social. Su producción literaria, pues, resalta por esa exploración de los límites entre géneros, en títulos tales como Idioteca (2010), Yosotros (2015) o también Hijo (2017), trabajo de corte autobiográfico acerca de la paternidad. Su ensayo La canción de NOF4 (2021), que reflexiona sobre la vida y obra de Fernando Oreste Nannetti, ha sido elogiado por críticos como Enrique Vila-Matas por su profundidad y originalidad.

Su consagración llegó con la novela histórica Martinete del rey sombra (2023), una crónica poética sobre la Gran Redada de 1749 contra la población gitana, que le valió el Premio Cálamo “Otra Mirada”, el Premio de la Crítica de Narrativa Castellana y el Premio Nacional de Narrativa 2024, situándolo entre figuras como Ana María Matute.

La poética de Quinto, descrita por la filóloga Remedios Sánchez como “cargada de preguntas, socialmente comprometida” y con imágenes “áridas, contundentes y rotundas”, se distingue por su musicalidad y su rechazo a lo autobiográfico, abrazando el surrealismo y el simbolismo. Su obra aborda temas como la memoria contrahegemónica, la resistencia al poder y la identidad, como en La lengua rota (2019), que examina el silenciamiento y la rebelión. Además, ha experimentado con el spoken word junto al Colectivo Colombine y ha investigado la relación entre poesía e internet. Con más de veinte años de carrera, Quinto representa una voz renovadora en la literatura española, capaz de iluminar episodios históricos olvidados y desafiar las convenciones literarias.

Reviews

[Vendedor de rápida · Rating 4 out of 5]

Ayer vi un documental italiano, ‘Guerra e pace’, del Festival de Sevilla. No lo veáis, es bastante aburrido, pero me acordé de algunas cosas que dijo Raúl Quinto por la mañana en la presentación de su último libro. La película trata sobre las imágenes bélicas, de cómo se representa la guerra en el cine y la fotografía documentales y a partir de películas de la colonización italiana de África alertaba de la crueldad del cine, que en sus inicios “era como un cuchillo”, que corta una u otra vez al retratar al otro exótico sin su permiso ni su opinión, que era “despiadado, feroz”.

A algo así se refirió Quinto cuando contó que descartó para la cubierta la impresionante fotografía número 2, la de la detención de Fernando Nannetti por insultar a un policía en Roma en 1956, porque se trata de la de un enfermo, la de un poeta que pasó los siguientes veinte años encerrado en el enorme psiquiátrico de Volterra. Los propietarios de la foto no ven bien que se use con fines comerciales.

Lo que cuenta Quinto en ‘La canción de Nof4’ es aún más impactante. Es la historia de un médium con otra dimensión que escribió con la hebilla de su cinturón en las paredes de los pabellones del hospital una serie de textos delirantes, poéticos y proféticos que conectan formas privilegias de escritura con visiones del futuro. Una especie de instalación de art brut que a mí me han recordado a los punzones que Israel retiró de una subasta hace unos días porque lo usaban los nazis en Auschwitz para tatuar los números a los presos, a la máquina de torturar mediante la escritura sobre el cuerpo imaginada por Kafka, a los grafitis parisinos que fotografía Brassaï, a las incisiones que los estudiantes de 1700 hacían (y aún se ven) en las columnas del patio de los Jesuitas de Málaga.

“Las palabras pueden tocarse y mancharte (…) Las palabras sirven para conjurar el miedo. Para decir: esto es el mundo, contémplalo.”

[Jean Ra · Rating 5 out of 5]

Durante largos años, cuya extensión se contiene en un calendario pero su duración fue mayor, Fernando Nanetti escribió en los muros del manicomio de Volterra un caótico poema épico. Torres invisibles le transmitían mensajes desde el espacio, aunque no necesariamente el espacio exterior. Impactante historia. Y sin embargo, ocurrió.

Es a la vez, una arqueología de la conexión entre arte y locura. Ciertas conexiones que realiza el texto me deslumbraron. Como por ejemplo entre la escritura de cuneiforme de Sumeria, de unos seis mil años, pero también con las pinturas rupestres en Lescaux y muy especialmente de la cueva de Gargas, en los pirineos franceses, de unos 27.000 años de antigüedad. Ninguna de estas conexiones supone un gesto pedante o de ostentación, muy al contrario, nos sirve para comprender como la escritura puede ser un vehículo para refugiarse del tiempo, para arañar en la carne de la materia y dejar la marca temporal. Nanetti estuvo sólo en el mundo desde los 7 años y su vida no fue fácil. Nació en 1927, en plena Italia fascista, creció y vivió la II Guerra Mundial, las reclusiones, las medicaciones. Ese descomunal y poema épico que escribió en las paredes del manicomio con las hebillas de un cinturón fueron su válvula de escape.

Yo lo he leído como un Borges pasolinizado. No es casual que ambos creadores también fueron poetas. Un libro conciso y muy condensado, que se lee rápido, pero cuya lectura no finaliza en su primera lectura. Casi cada página tiene potencia. Dotado de una prosa muy sabrosa, el texto no está ideado para utilizar a los locos para alcanzar la gran literatura, sino que utiliza a la gran literatura para llegar a los locos. El libro escribe contra muchas cosas, si bien no se explícita, hay que poseer una mirada hábil que sepa leer entre líneas.

Escribir para qué. Escribir desde dónde. Desde quién. Hacia qué. Al principio era un animal asustado por la brevedad de las palabras y después creyó que el mundo cabía dentro del alfabeto. Pero el idioma es un río siempre distinto. Hay dioses y bestias intentando cruzar en vano. Sombras de aves y cabezas de bueyes. Ojos de ocho pupilas y tablillas de arcilla que el agua deshace y olvida para siempre. Y sin embargo escribimos. Contra el ruido y contra el tiempo; y a pesar de la nada. Mira: hay una cuadrilla de locos desenterrando un teatro. Sucedió en Volterra y está sucediendo ahora mismo en este libro. Leer. Escribir. Squeribh. Arañar la realidad con las uñas hasta qie sangre o hable. Desde el abismo indescifrable de la existencia. Hasta que el muro caiga.

Queda claro pues que en la visión de Quinto, también en la Nannetti, la escritura es un arañazo en el tiempo, en unas paredes desde dónde resguardarse del tiempo, ya sea un presente asfixiante, un pasado desastroso o un futuro incierto.

Nanneti ofendió a un policía de la Italia democrática, que conservaba el código penal de los fascistas, así que lo internaron por difamar al estado. Desde los 7 años estuvo sólo y en las paredes del manicomio pudo ocupar el tiempo. Una escritura febril, que Quinto plantea con siete hipótesis, cada cual más original y proteica, explora las posibilidades de la ficción dentro de una historia de no ficción y nos adentra en la historia de la Italia fascista, del Art Brut y el biopoder foucaltiano. Todo esto, repito, en 111 páginas

Esta lectura la descubrí de forma casual por aquí en Goodreads y la verdad es que no me puedo alegrar más de tal casualidad, de haber dado con esta pequeña gran joya. Mi mejor lectura de lo que llevo de 2022.

[Guillermo · Rating 5 out of 5]

«Escribir para qué. Escribir desde dónde».

[Antonio Jiménez · Rating 5 out of 5]

Raúl Quinto sigue creciendo, recientemente se ha publicado "La ballena azul" (continúa trabajando con la fantástica editorial Jekyll & Jill). Y vengo a decir algo que no dije públicamente (pero sí grité en mi interior) en el momento en que cerré este libro: LEED ESTA MARAVILLA, LEED A RAUL QUINTO.

[Carmen C · Rating 3 out of 5]

Un libro de literatura de no ficción en general muy interesante. Pero bueno ni fu ni fa, bien. Cosas que me gustan y cosas que no. A veces se me ha hecho pesado y son 100 páginas na más

[Beatriz · Rating 4 out of 5]

Porque las palabras se las lleva el viento es por lo que inventamos la escritura. porque lo escrito se convierte en historia, en legado, en objeto de transmisión.... #lacanciondenof4 es todo eso, la necesidad de dejar escrito en su propio muro de las lamentaciones su particular historia.
#raulquinto recoge la historia de Fernando oreste nannetti y los años de su vida que estuvo ingresado en el manicomio de Volterra. Allí dentro y llevado por la idea de que tenía que dejar constancia por escrito de los datos que le eran revelados empezó a escribir en el muro del patio del sanatorio mental. Con la hebilla de un cinturón trazó y desarrolló ideas sobre la naturaleza del hombre, su pensamiento, el origen de las cosas... Fue uno de los encargados del pabellón, Aldo Trafelli, el que se percató de la escritura jeroglífica de Nannetti y armandose de paciencia fue dando cuenta de todo lo que allí se revelaba
CÓMO /UNA/MARIPOSA/LIBRE/SOY/TODO/EL/MUNDO/ES MIO Y A /TODOS/HAGO SOÑAR LUZ/Y /SONIDO/TIENEN/LA/MISMA/INTERFERENCIA/Y LONGITUD DE ONDA.
Nannetti estaba preso en uno de los manicomios más duros de Italia pero a su vez el se sentía en plena libertad y armonía con la naturaleza y el universo a través de su legado en piedra. Como dibujaban los hombres de la prehistoria en sus cavernas Nannetti dibujó, escribió, quizá, otra vida, la que estaba más allá del muro de Volterra o la que él pudo vivir a través de sus palabras porque ``tiene que tener muy claro lo que va a escribir, no hay apenas margen para la improvisación ni para la rectificación `` ``la comunión con lo escrito es plena

[Nuria Castaño monllor · Rating 4 out of 5]

Más de 4.

[Sara · Rating 4 out of 5]

La canción de Nof 4, de Raúl Quinto, es un libro realmente interesante y original. Nos habla de Fernando Oreste Nannetti, un hombre considerado loco, un esquizofrénico que pasó prácticamente toda su vida entre instituciones y manicomios y que escribió en las paredes del manicomio de Volterra con la hebilla de su chaqueta, creando un mural inmenso. Es una figura destacada dentro del Art Brut italiano y su historia, ya de por sí fascinante, es el punto de partida para una reflexión mayor, para que el autor se interrogue sobre el sentido profundo de la escritura.

Quinto se pregunta por qué los hombres sentimos la necesidad de escribir y lejos de ofrecer una respuesta definitiva deja la pregunta en el aire para que reflexionemos con él. Me llamó especialmente la atención el contraste entre la leyenda china, que afirma que la escritura nació porque un emperador quería dejar constancia de su grandeza para el futuro, y la realidad histórica: las primeras muestras de escritura que conocemos eran preguntas grabadas en huesos o caparazones de tortuga que luego se rompían para interpretar las grietas y extraer una respuesta. Me pareció interesante porque solemos pensar
que escribimos para no morir, para dejar un testimonio, para dar un sentido a nuestra vida, para transmitir una idea. Pero quizás también escribimos, o incluso sobre todo escribimos, para ordenarnos por dentro, para organizar el pensamiento, para buscar respuestas sobre nosotros mismos, sobre el mundo o incluso sobre el futuro.

El libro aborda también la locura y la delgada línea que separa a los llamados cuerdos de los llamados locos, así como la frontera difusa entre creación artística y enfermedad mental. Es un tema muy tratado, pero sigue siendo necesario revisarlo porque las categorías de cordura y locura son frágiles y cambiantes.

Aun así, hubo momentos en los que sentí una cierta romantización de la locura y una demonización excesiva de los medicamentos. Es verdad que la historia de los manicomios está llena de violencia y maltrato y que durante mucho tiempo la enfermedad mental se trató sin dignidad alguna. Pero eso no justifica idealizarlo todo. Hay casos en los que la intervención médica es necesaria y presentar la locura únicamente como libertad o como una forma diferente de percepción puede simplificar demasiado un tema delicadísimo. Tal vez sea un asunto al que soy especialmente sensible, pero en algunos pasajes sentí un malestar real.

A pesar de eso, el libro está escrito de manera brillante. Se nota que Quinto es poeta. La prosa es rica, llena de conexiones inesperadas y asociaciones sorprendentes. También se percibe su enorme cultura y el trabajo de documentación que hay detrás, tanto sobre la historia de los manicomios y de la historia de Italia, como sobre las distintas formas de escritura. A pesar de ser un libro breve, es denso, complejo y lleno de ideas estimulantes. Por eso, y por la mirada tan personal que ofrece, merece mucho la pena leerlo.

[Mireia · Rating 4 out of 5]

Y aquí estoy yo, con un libro en mis manos que me ha dado algo que no hubiera adivinado cuando lo recogí en Cálamo. No sabía apenas nada de él pero estaba escrito por Raul Quinto y eso, para mí, ya es motivo para lanzarme.

Un libro que habla de art brut por medio de la vida Fernando Oreste Nannetti, un enfermo mental que desarrolló una singular obra: un único testimonio tallado a lo largo de decenas de metros de la pared del patio del sanatorio en el que estaba encerrado con una única herramienta, la hebilla metálica de su chaleco.

Ya no es sólo el contenido del libro y el estilo de Quinto. Es que me ha demostrado que siempre que cojo un texto suyo, aprendo. Ya sean los nombres más reconocidos de este estilo de arte o lo que es la pareidolia. Y a mí, con estas cosas me tiene ganada.

A esto le añadimos una cuidada edición que trae fotos y planos de la obra de Nanof y para qué queremos más.

[Molinos · Rating 3 out of 5]

Raúl Quinto cuenta una historia de no ficción fascinante, la de Fernando Oreste Nameti, un hombre con esquizofrenía que paso la mitad de su vida en un manicomio (ya sé que ahora no se llaman así pero dónde estuvo Oreste era un manicomio) en Volterra. Allí se dedicó durante años y años a escribir con la hebilla del cinturón de su uniforme en las paredes del patio al que les sacaban a pasear. Allí escribió páginas completas, hizo recuadros que rellenaba con letras, historias y dibujos. Una sucesión de frases, palabras, historias del espacio, de bombas, de búsquedas, algún recuerdo de cuando fue feliz, de los pocos momentos en su vida en que rozó levemente la felicidad. Oreste escuchaba voces que le dictaban lo que escribía y escribía porque era lo único que tenía. Nunca le visitó nadie, nadie le escribió, nadie preguntó por él. Su muro y su escritura era lo que era. Nada más. Ese muro, su canción, como la llama Quinto, fue salvado y nos ha llegado gracias a la amistad con uno de los celadores que le cuidaba. Un hombre, interesante también, que vio en la desesperación escritora de Oreste algo que merecía la pena preservar. Partiendo de esta historia alucinante, Quinto reflexions sobre el valor de la escritura, sobre la necesidad de poner nombre a las cosas, de dejarlas grabadas, y sobre otros locos que también sintieron esa urgencia.

Es un libro interesantísimo pero no es una juerga. Se te encoge el corazón pensando en la desesperación interior de Oreste aunque, quizás, él nunca la sintió. Esa sensación de desconocer por completo al otro también está muy presente en el libro.

«Se escribe para decir sin estar. Para decir sin hablar. Para enumerar las posibilidades del mundo y dejar memoria. Para comunicarse con los dioses y con los espíritus de las bestias. Contra la marea del tiempo y el viento que todo lo arrastra. Contra el miedo y la angustia. Escribir es decir: aquí estuvo alguien y te está mirando a los ojos ahora. Se escribe para ser fuera del cuerpo y continuar ahí después de haberse ido. Para hablar con los muertos y con el futuro. Para hablar con los muertos del futuro. Para poder entender lo que no se puede entender y poder callar para siempre. De esa necesidad pudo venir la escritura. Tal vez. Sí. Para poder estar callado y hablar sin parar en la gran conversación sin nombre».

[Carol Rocatí · Rating 4 out of 5]

Fernando Oreste Nanetti, el señor Nanof, profesor NOF4 cómo a él le gustaba que le llamaran, ingresó en el pabellón penitenciario del manicomio de Volterra, Roma, a finales de los años 50, con poco más de 30.
¿Su delito? Padecer esquizofrenia y haber insultado a un policía.
¿Su mala fortuna? Haber nacido en el momento equivocado.
En esta institución penitenciaria pasó más de 20 años en completa y dolorosa soledad, recluido sin recibir visitas o hablar con nadie salvo los contactos que mantuvo con uno de sus carceleros, Aldo Trafeli, a raíz de interesarse este por la obra que Nanof, poco a poco iba creando día a día con la hebilla del cinturón de su uniforme de preso: un libro de más de 70 metros escrito en los muros del patio del sanatorio.
Unas voces le hablan y él se limita a transcribirlas de manera concienzuda horadando en la piedra centímetro a centímetro un texto jeroglífico en el que la poesía se combina con un lenguaje tecnológico/ mecánico casi futurista, creando una sucesión de palabras y frases que llegan a resultar hipnóticas y que impactan y conmueven a partes iguales: COMO UNA MARIPOSA/LIBRE SOY/TODO/EL/MUNDO/ES MÍO Y A/TODOS/HAGO SOÑAR LUZ/Y/SONIDO/TIENEN LA MISMA INTERFERENCIA/Y LONGITUD DE ONDA.
Raúl Quinto rescata en esta breve novela la memoria de este fascinante, complejo y misterioso ser, y a través de lo poco que se sabe de su vida fuera de Volterra, y sobre todo de su experiencia como recluso nos habla sobre los límites de la cordura y la razón y reflexiona acerca del sentido de la escritura al tiempo que repasa algunas de las figuras más notables de ese arte marginal que se ha venido a denominar Art Brut, en el que se podría encajar perfectamente la obra de NOF4.
Os animo a que investiguéis sobre la vida y la obra de Nanetti, que busquéis información sobre Volterra, y que si tras haber vislumbrado el horror que se debió de vivir tras sus muros, y la soledad tan grande que debió de sentir ese ser humano al que no le quedó más remedio que gritar con voz muda su canción a un muro de hormigón os quedan ganas de más, busquéis en Youtube "La Pillola 73".
Chulada la edición por cierto la de Jekyll and Jill, con desplegable del muro incluído.

[Aurelio · Rating 5 out of 5]

Escritura artesana, escritura fresca sin artificio. Raúl Quinto nos da a conocer a Fernando Oreste Nannetti que pasó su vida institucionalizado desde que su madre lo abandonó de niño y de mayor fue diagnosticado con esquizofrenia.
Nannetti se dedicó en sus salidas al patio del psiquiátrico de Volterra para escribir en las paredes que le rodeaban con la hebilla de su cinturón como si fueran tablillas sumerias.
Esa locura transformada en una escritura automática sobre el universo, otros entes, el planeta y su destrucción nuclear.
Y de ahí Quinto nos habla de la evolución de la enfermedad mental y cómo fue abordada y sufrida por los propios enfermos que fueron acribillados con química y descargas electricas.
Elabora juegos sintácticos, hace prosa poética, habla del fascismo italiano como locura social, del concepto del arte desde el sufrimiento.
La canción de Nof4, Raúl Quinto me transmite empatía por Nannetti, por la locura no comprendida, todavía se puede hacer literatura para todos.

[Juan Fuentes · Rating 4 out of 5]

Raúl Quinto monta un artefacto a medio camino entre el ensayo y la poesía sobre la figura de Fernando Oreste Nannetti .

https://liblit.com/raul-quinto-la-can...

[Ricardo Martinez · Rating 3 out of 5]

Buen repaso a este poco conocido e insolito caso, con la manera tan particular de narrar de Raúl Quinto.

[ali · Rating 3 out of 5]

Un libre muy ameno y que te sumerge de lleno en la mente del protagonista y su obra desde una perspectiva póetica.